viernes, 16 de febrero de 2024

 RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.

Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

La imagen de Nuestra Señora Esperanza Macarena es de autor desconocido y atribuida por el Prof. Hernández Díaz a Luisa Roldán, la Roldana (ver).

Pero, se han realizado numerosos estudios sobre la imagen, con resultados tan dispares como su catalogación a comienzos del siglo XVII, en la segunda mitad de este siglo o incluso en el siglo XVIII.

El profesor Miñarro sitúan a la talla en la primera mitad del siglo XVII, apuntando la figura de Juan de Mesa, una cronología en torno a la década de 1620, e incluso la posibilidad de la reutilización de una antigua mascarilla de imagen gloriosa adaptada a un nuevo carácter penitencial.

La mayoría de los estudios (Palomero Páramo, Bernales Ballesteros, González Gómez, Antonio Torrejón...), suelen datarla en la segunda mitad del siglo XVII, una datación que suele encuadrarse en torno a 1670 y 1690, aunque tampoco se podría descartar una cronología anterior, en torno a la década de 1650.

El Prof. Luque Teruel, apuntan al amplio círculo de autores que trabajan en el entorno de Pedro Roldán, en la segunda mitad del siglo XVII, incluido el nombre de Felipe Morales Nieto (ver), autor del Señor de la Sentencia.

Otros autores atribuyen la talla a la órbita de autores del siglo XVIII, como José Montes de Oca, en la primera mitad del siglo XVIII, o incluso José Gestoso, que apuntaba a Hita del Castillo, en cronología más avanzada del mismo siglo.

Detalle de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Ha recibido diferentes restauraciones. En marzo de 1881 fue restaurada por Emilio Pizarro de la Cruz (ver), que consistió en “arreglar el cuerpo de la Virgen, hacerle maniquí y brazos, pestañas, arreglar lágrimas y restaura algunos desperfectos de la cara”.

En 1935 fue restaurada por Antonio Castillo Lastrucci (ver), que algunos años antes había realizado las imágenes del paso de misterio.

En 1978, ante el progresivo oscurecimiento de una mancha que presentaba en la mejilla izquierda, se procedió a una restauración completa que se encomendó al catedrático de Bellas Artes Francisco Arquillo, con la colaboración de Fuensanta de la Paz, Joaquín Peña y Rogelio Hernández.

Detalle de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Es una imagen de candelero de 1,75 m de altura realizada en pino y ciprés, pensada para ser vestida. 

Su cabeza presenta una posición frontal, tiene ojos de cristal, mirada baja, boca entreabierta con talla de los dientes superiores y de la lengua, y cinco lágrimas de cristal sobre sus mejillas.

Detalle de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Posiblemente la gran originalidad de la imagen resida en su asimetría de rasgos faciales, diferentes arqueamientos de las cejas, mejillas diferentes con distintos resaltes y número de lágrimas, contrastes entre una mejilla y otra, dispar dirección de las comisuras de los labios, distinta elevación de las aletas nasales.

Detalle de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Finalmente, la imagen de la Virgen de la Esperanza es una de las grandes tallas marianas del arte barroco español, con un concepto clásico y popular de la belleza, y un componente emocional que la convierte en la Virgen con más devoción en la ciudad y con una gran proyección internacional.

Detalle de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

De gran valor son las cinco mariquillas que luce en su pecho.

Una de las "mariquillas"

Originalmente son cinco broches compuestos por pétalos de cristal de roca francés de color verde, engarzados en oro blanco y rematados por brillantes. No son esmeraldas, aunque la imaginación popular siempre creyó que las piedras verdes eran de esta familia de gemas.

Llegaron a San Gil de la mano del torero de la Virgen, de Joselito El Gallo, que en 1913 no solo contribuyó económicamente para la corona de oro, sino que trajo de París estas alhajas para la Virgen de sus devociones.

Los datos se extraen de las cartas que José Gómez Ortega le envía a su madre desde París. En ellas le cuenta que en un viaje a la capital francesa en 1913, poco después de tomar la alternativa, entró en una joyería para comprarle un regalo a una amiga. El concepto de amiga en 1913 para un hombre soltero era muy distinto al de hoy. No se sabe si la joyería era de la Plaza Vendôme o de otro gran bulevard del distrito centro. “La mariquilla dice Andrés Luque que es un broche femenino que utilizaban las mujeres de la alta sociedad de aquella época. Es una pieza art decó muy atrevida y muy juvenil”.

La disposición actual de las joyas, tres en el lado izquierdo y dos en el derecho ha sido y es la más común. Pero tampoco esa colocación ha tenido la misma lógica ya que se le han llegado a poner de muy distintas maneras. 

Primitivamente, cada una de las mariquillas disponía de una lanceta para su fijación en la ropa o en el pelo, pero en un momento determinado se le incorporó unos muelles y el movimiento parece darle vida a la Virgen de la Esperanza. 

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