AREA DE REGINA-ENCARNACION-SAN PEDRO
Plaza de la Encarnación.
Entre José
Gestoso, Regina, Alcaceres, Imagen, Policía Municipal Luis Luque, Puente y
Pellón, Compañía y Laraña.
Aunque bajo la Plaza de la Encarnación encontramos
restos romanos, visigodos y musulmanes, vamos a centrarnos en la historia del
espacio desde el siglo XVI a la actualidad.
Hasta finales del
s. XVI la mayor parte del espacio que hoy corresponde a la plaza de la
Encarnación estaba ocupado por edificaciones, rodeadas de estrechas calles, y
el único ensanche era el existente en el extremo norte, correspondiente a la
antigua plaza de Regina.
Guiomar
de Castro, esposa de Pedro Manrique Lara, duque de Nájera, dispuso en su
testamento la fundación del Convento de Regina Angelorum (ver),
de monjas dominicas. Y efectivamente, en 1521 este convento es fundado por su
hija, Leonor Manrique de Lara y Castro, esposa de Francisco de Zúñiga y Pereza
de Guzmán, I marqués de Ayamonte, en unas casas cercanas al palacio familiar. Debió
ocupar parte de la actual calle Regina hasta la calle Jerónimo Hernández. La iglesia se mantuvo como templo católico hasta que
fue derribada durante el régimen surgido de la Revolución Gloriosa de 1868 (ver).
Convento de Regina Angelorum
En 1591 se
funda el Convento de la Encarnación (ver) por Juan de la
Barrera, un hombre que había hecho fortuna en América y que, por no tener
descendencia, legó su patrimonio a obras piadosas, para ello donó unas casas en
el barrio de San Bartolomé, para la construcción de un convento, con la
posibilidad de ser vendidas para buscar otra ubicación si fuera necesario.
A la
muerte Juan de la Barrera, el 25 de abril de 1591, su albacea testamentario,
Hernando Vallejo, decidió erigir el convento en el barrio entonces conocido
como de Ponce de León, por tener allí la casa de Pedro Ponce de León,
anteriormente conocido como barrio de Morillo.
En 1720 se
procede a una reforma general de la plaza, se empiedra y se construye una
fuente central de mármol, adquiriendo posiblemente entonces las dimensiones que
se aprecian en el plano de Olavide (1771).
La
plaza de la Encarnación en el plano de Lerena (1788)
Excepcionalmente,
en 1799 fue ahorcado en la Encarnación un reo, por coincidir con la fiesta de
San Fernando y no poder ejecutarse en la plaza de San Francisco.
En 1810 se produjo la invasión de Sevilla por parte de los
franceses, el Mariscal Soult se instaló en el Palacio Arzobispal y el 28
de abril se publicó en la “Gazeta de Sevilla” el decreto, firmado por José
Bonaparte en el Alcázar, en cuyo primer artículo, literalmente, se
podía leer: " Se formará una plaza pública en el terreno
que ocupa la manzana comprendida entre las plazas de Regina y la
Encarnación". Así, fue
derribada toda la manzana con el objeto de construir una Plaza Mayor, pero el terreno
permaneció sin edificar durante diez años, único periodo en el que la plaza de
la Encarnación constituyó un espacio abierto.
Tras el derribo
de la manzana del convento de la Encarnación (ver), quedaron integrados en esta plaza distintos espacios hasta entonces
diferenciados.
El extremo septentrional
(norte) era conocido, al menos desde 1580, como plaza de Regina, por el
convento de los dominicos de igual advocación (ver), y un tramo del mismo, hasta la actual José Gestoso, por
Cabeza del Perro, a decir de González de león (1839) (ver), por una piedra con esta forma, que había en la misma
pared del convento. En la plaza de Regina se levantaban las casas del mayorazgo
del marquesado de Ayamonte.
Fachada norte junto a la embocadura de la calle Regina
Plaza de la Encarnación esquina a José Gestoso
(1953-1955)
Su flanco occidental (sur) era denominado calle del Correo, al menos desde 1771, porque allí estaba situado el edificio central de Correos, y entre 1517 y 1628 hay referencias a una calle de la Almona, de la Almona del Jabón o de la Almona Vieja, que podría identificarse con esta misma.
El flanco
oriental (este) era nombrado calle del Aire.
En el extremo
meridional (Occidente) se abría una plazuela conocida desde el s. XVI como
plaza de Don Pedro Ponce, por situarse allí las casas de este noble. Según
González de León (ver), y recogen otros cronistas, la plaza de Don Pedro Ponce
fue llamada desde el s. XIII barrio de los Morillos, pero es históricamente
falso que allí se produjese una concentración de esta población. Desde finales
del s. XVII esta denominación es sustituida por la de plaza de la Encarnación
al construirse allí, como hemos comentado, el convento de religiosas agustinas (ver). Ocasionalmente, a principios del XIX, una vez derribado
el convento, se le denomina por sus dimensiones Plaza Mayor.
Delante de las
casas del mayorazgo de don Pedro Ponce de León, según relata Matute y Gaviria
(Anales de Sevilla), se preparó un terreno para que los caballeros se
ejercitaran en el arte de la jineta, cañas y picar toros, y que podría ser el
origen de la actual plaza.
A finales del
XVI (1587-88 ) el Ayuntamiento procedió a la adquisición y derribo de unas
casas en el extremo opuesto, entre la plaza de Don Pedro Ponce y la actual calle
Laraña, con la intención de que "todas las personas de a pie y a cavallo
que pasaren por allí, por ser como es el paso de mayor concurso y pasaje que ay
en la ciudad, lo puedan haser de mucha comodidad, y los coches y literas que ordinariamente
van de la gente principal desta ciudad a la dicha casa de la Compañia, pueda
estar y rebolber sin estorvar el paso como se hase agora en la calle y puerta
principal, que es ocasión de mucha yncomodidad para los que van a la dicha
yglesia ...... (Sec 10. 8-VI-I587). Esto dio origen a un pleito con doña
Catalina de Ribera, viuda de don Pedro Ponce, quien argumentaba que la plaza
era de su propiedad.
Así, en la segunda década del siglo XIX con un solar vacío de
cerca de 25.000 m sin ningún tipo de uso, el Ayuntamiento decidió ubicar en él
un mercado de abastos (ver) que paliara las necesidades de la ciudad.
En 1814, se construye un primer mercado realizado en madera
de pino según un proyecto presentado por Cayetano Vélez, que fue demolido en
1831 y sustituido por otro de ladrillo, obra de los arquitectos Melchor
Cano y Salustiano Ardanaz, que se
construyó en 1820, y que no sólo ocupó los terrenos de la manzana derribada,
sino que incluso se extendió a parte de las primitivas plazas de Regina y sobre
todo de la de la Encarnación, de forma que el espacio libre entre el mercado y
la entrada de Puente y Pellón quedó reducido a una calle ancha.
Mercado de la
Encarnación
Plaza de la Encarnación con el mercado al fondo. Fuente:
Diario ABC
Los topónimos
antes dichos (Regina, Correos, Aire y Encarnación) persistieron después del derribo
del convento y construcción del mercado central, pero en la reforma general del
callejero de 1845 se refundieron bajo la denominación de plaza de la Encarnación,
originándose una situación toponímicamente atípica al designarse bajo la
denominación de “plaza de ... “ al espacio que bordea un edificio.
En 1948, se derribó la mitad sur del Mercado para facilitar
la comunicación entre Laraña e Imagen y la posterior ampliación de esta. Una
operación urbanística destinada a conectar la Puerta Osario con la Campana y
que determinó que la nueva calle partía en dos el espacio que antes ocupaba en
su totalidad el mercado, quedando este a un lado y al otro la nueva Plaza de la
Encarnación, y de los 10.000 metros cuadrados que ocupó originalmente, su
espacio se redujo a los 7.000 aproximadamente.
Derribo de las casas de la antigua calle Imagen. Fuente:
www.sevilla.org
En 1973, el Mercado fue demolido totalmente y se convirtió en
un gran aparcamiento
en superficie.
Demolición del mercado de la Encarnación (1973)
Vista de la plaza de la Encarnación (años 1980). Aparcamiento
Durante
la década de los 90, se llevaron a cabo varias etapas de excavación
arqueológica y En 2004, el Ayuntamiento de Sevilla convocó un concurso internacional de
ideas para la reurbanización de la plaza de la Encarnación, donde los restos
arqueológicos quedaran integrados (ver). Esta etapa daría lugar al proyecto
popularmente conocido de “las Setas”, del
arquitecto alemán Jürgen Mayer con su Metropol Parasol, con un moderno mercado de abastos, que abarca 4.500
metros cuadrados de superficie y alrededor de 70 puestos de venta.
Metropol Parasol
En la
edificación circundante destaca la fachada lateral de la iglesia de la
Anunciación, o de la antigua Universidad, construida en el segundo tercio del
s. XVI, a la que se adosó una casa de dos plantas.
Iglesia de la Anunciación
Flanco Norte. Calle Regina