AREA DE PLAZA DE LA GAVIDIA, CONCORDIA Y DUQUE.
Calle-Plaza de la Campana.
Se ubica en la
confluencia de Martin Villa y Santa María de Gracia a Plaza del Duque y San
Eloy
Desembocan en ella, por
la derecha, Capataz Rafael Franco, y por la izquierda Sierpes, O'Donnell y
San Eloy.
De 1510 hay documentación
que la describe como “la calle que va desde la salida de Sierpes a la plaza del
Duque”.
En 1666 aparece
referenciada con el nombre de “Campana”.
González de León hace referencia al origen del nombre: "Desde muy antiguo estaba en este sitio el almacén donde el Ayuntamiento custodiaba todos los pertrechos para apagar y corlar los incendios públicos, en cuyo almacén estaba colocada una campana que era la que se tocaba en estos casos para convocar al pueblo y a los operarios para dar pronto auxilio y de esta campana tomó nombre la calle".
Tras el
derribo del edificio, se pintó una campana, que permaneció varios años, en una
fachada del nuevo edificio y parece ser que la mítica campana fue trasladada a
la plaza del Salvador, con el compromiso, igualmente, de hacerla sonar en caso
de incendio para alertar a los ciudadanos.
En algún nomenclátor
aparece llamada “Plaza de los Valientes”.
A finales del XVI y
comienzos del XVII es citada por el escritor Cristóbal de Chaves con el nombre
de “Calle Agua”: “el lugar más público de Sevilla, donde había otras muchas
mujeres que vivían como las del partido”.
En el plano de Olavides (1771)
aparece como un lugar relativamente estrecho y estrangulado en sus extremos con
salidas pequeñas. Por ello, a pesar de ser oficialmente una calle, ha sido
considerada popularmente como plaza y así designada en documentos y textos
literarios.
La configuración actual de la Campana se debe a varias reformas urbanísticas realizadas en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX.
En 1854 se derriba la finca situada entre San Eloy y plaza del Duque con lo que se alinea la nueva fachada y se descongestiona la esquina.
Entre los años 80 del XIX y la década de los 20 del XX se realiza un gran proyecto urbanístico del eje Campana-Encarnación con la eliminación del tapón de la calle Plata (actual Martin Villa) y Santa María de Gracia, con el derribo del edificio del café-cantante “Novedades” que permitió el ensanche de toda la zona.
En el numero 1 estaba la relojería de D. Manuel García Álvarez, que además de arreglar relojes construía órganos y afinaba pianos. En el piso alto se situaba el Colegio de Nuestra Señora de los Ángeles, bajo la dirección de Doña Josefa García.
En el número 2A se situaba “Comestibles del Reino” propiedad de Don Manuel Gutiérrez y Gracía que vendía todo tipo de conservas y además era fábrica de chocolates.
En el numero 4 había un establecimiento de efectos militares propiedad de Don Miguel Alsina.
En el numero 5 una tienda de calzados de Don Manuel de la Fuente.
Demolición de los comercios de la acera izquierda. Foto anónima de 1918. (ver crédito)
El Café-Cantante Novedades, fue durante 25 años el lugar de moda de Sevilla. Estaba construida sobre una casa del siglo XVI, más tarde reconstruida por Fernando González de la Serna y Pino, sobre un solar de la familia Barrera. Este edificio fue edificado en el siglo XVIII por Nicolás Grubel, como residencia familiar y estaba situado junto a la taberna “Las Campanillas”.
Era un bello edificio con mirador y entrada por Santa María
la Blanca y Martin Villa. Pero, ocupaba toda la acera Oeste, salvo un pequeño
callejón que hacía esquina con Santa María de Gracia, por ello, fue derribado
en 1923 para ensanchar la calle Martín Villa. En el momento de su derribo era propiedad de
Doña Salvadora García de Leániz.
Fue escenario de artistas como el Niño Medina, Manuel Torre, La
Coquinera o la Niña de los Peines y dio la oportunidad a algunos jóvenes, que por
aquel entonces empezaban y que llegaron lejos… como Pepe Marchena, El
Carbonerillo o Pepe Pinto.
La campana después del ensanche y antes de la apertura a la calle Martín Villa. En el centro el edificio de "El Novedades". (ver crédito)
En la esquina con la calle O’Donell se situaba el Gran Café de Paris, construido por el arquitecto Aníbal González Álvarez-Osorio para Manuel Suarez, entre 1904 y 1906, como edificio de viviendas, pero en su bajo se instaló el referido Café Paris que dio nombre al edificio, que pasó a llamarse “Café Roma” durante la Guerra Civil.
Su primera planta albergaba un salón de billares muy
popular, y se constituyó en un importante punto de encuentro de la burguesía
sevillana de los años 20, como lugar de reunión de las clases media y alta, así
como de toreros y artistas de la época, con la organización de tertulias
culturales y artísticas y conciertos vespertinos.
Pérez Lugin, en Currito
de la Cruz recoge estas reuniones: " En la Campana [... [ no logró ni una
mirada de los fachendosos toreros de menor cuantía que la pintaban a la puerta
del café París ni de los aficionados de la clase popular que les hacían la
corte”.
Su bella silueta se
remataba con una cúpula metálica de estilo francés sobre el torreón de la
esquina del edificio, constituyendo un magnífico ejemplo de la arquitectura
modernista, que fue derribado en la década de los sesenta del siglo XX.
En la esquina de Capataz
Rafael Franco se situaba el Restaurante Riviera,
que era una de las cafeterías modernas de la ciudad.
El Bar Pinto estaba regentado por el matrimonio de Pepe
Pinto y Pastora Pavón (La Niña de los Peines) y era un punto de atracción para
el mundo del espectáculo y el arte flamenco.
En la esquina con Santa
María de Gracia se situaba el Tropical, también
desaparecido actualmente.
Entre San Eloy y el Duque se ubicaba la Farmacia Central, del boticario Mariano Andrés y Fabiá, con una bella decoración en madera, y actualmente se levanta el edificio del Ocaso con el establecimiento Zara en su planta baja.
En
su pared se exhibe un azulejo dedicado a Nuestra Señora de la Esperanza de la
Trinidad.
Se mantiene actualmente
el edificio que ocupa la manzana formada por las plazas de la Campana y Duque
de la Victoria con las calles Carpio y Tarifa. Edificio de tres plantas y
mirador adscrito al regionalismo, construido en 1912 por José Gómez Millán para
José Gómez y Pérez de León.
El edificio más antiguo que se mantiene en pie es la Confitería la Campana, de Antonio Hernández Merino, fundada en 1885 en un edificio restaurado de 1733, del antiguo convento de Santa María de Gracia. Tiene cuatro plantas, con fachada avitelada y dividida en calles por pilastras.
En su escudo figura la leyenda “Proveedor
de la Real Casa”.
Junto a la confitería la Campana, en la esquina con Santa María de Gracia, se mantiene el Edificio de la Imperial, construido por Aníbal González entre 1907 y 1908.
Otro inmueble destacado se sitúa en la esquina con la calle Martin Villa. Es un edificio de estilo neomudejar para Manuel Nogueira proyectado por Aníbal González en 1907 y que actualmente constituye la sede de la entidad bancaria Bankinter.
Finalmente, destacan el número 2, neobarroco, proyectado en 1927 por Ramón Cortázar y ejecutado por Juan Talavera y los numero 6 y 7 de José Gómez Millán de 1912.