ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
Jilguero del azulejo de las Animas del Purgatorio de la Iglesia de san Pedro
La idea del Purgatorio, un lugar
similar al infierno, pero, a diferencia de éste, temporal, emerge por primera
vez en el “Tractatus de Purgatorio Sancti Patricci”, un texto en latín del año
1.180 escrito por el monje inglés Henry de Saltrey.
Pero en la Biblia no aparece el
concepto de purgatorio, como lugar adonde van las almas para pagar el pecado
antes de pasar al cielo, pues la doctrina del purgatorio niega la propia eficacia de
la obra expiatoria de Cristo, quien dijo: "Consumado es", al morir en
sacrificio por nuestros pecados" (Jn. 19: 30).
El que puede ser considerado como el
inventor o autor del purgatorio fue el Papa Gregorio Magno o Gregorio el Grande
y el Catecismo de la Iglesia Católica señala que el
Purgatorio es una "purificación final" que deben atravesar para
llegar al Cielo todos aquellos "que mueren en la gracia y en la amistad de
Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna
salvación".
De este modo, la existencia del
Purgatorio sería una consecuencia lógica de la santidad de Dios (Isaías 6,3),
y quienes estén junto a Él también deben de serlo (Mt. 5:48). Por ello, quien
es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de gracia plena a la
hora de morir, no puede disfrutar del Cielo porque la misma Biblia dice que en
la ciudad celestial, no entrará nada manchado (impuro).
Se
afirma que las plegarias a Dios por los muertos, la celebración de la eucaristía y
las indulgencias pueden acortar la estancia de una o varias almas que
estén en dicho estado.
En relación
con el Purgatorio, en el extremo derecho de la fachada de la iglesia de san
Pedro hay un azulejo de las Benditas Ánimas del Purgatorio.
Retablo de las Benditas
Ánimas del Purgatorio
Detalle del azulejo de
las Benditas Ánimas del Purgatorio
Detalle de la parte superior del azulejo
Detalle de la parte inferior del azulejo
En este mural, como ocurre también en muchos
otros, se representan imágenes de las almas del purgatorio, que podrían librarse
del mismo gracias a sus donaciones al templo. Y en él se puede leer lo
siguiente: "Tened compasión de mí. Al menos vosotros, mis amigos".
Detalle de la leyenda de
la parte inferior del azulejo: "Tened compasión de mí. Al menos vosotros, mis amigos"
El retablo se hizo en la fábrica de Ramos Rejano de Triana, con el diseño de Juan Oliver Míguez, a quien se le
atribuye parte de la leyenda, al ser el culpable de la presencia de un pequeño
pájaro oculto en la imagen.
Se trata de un jilguero y se dice que quien se coloque ante la imagen y encuentre el pájaro se casará poco tiempo después, motivo por el que muchos curiosos se detienen delante de la imagen.
Y, como el jilguero puede pasar
desapercibido hace unos años se colocó una placa que explica la leyenda. En la misma placa se puede leer
también una pista para
ayudar a localizar al pájaro.
Para que no cueste tanto pasar por el altar, ni
estar mucho rato buscando el jilguero, pero que la búsqueda no pierda la
gracia ni la satisfacción del descubrimiento, solo se puede decir que la clave se encuentra en la autoría de la
cerámica.
Detalle del jilguero