sábado, 4 de marzo de 2023

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

Leonor Dávalos, Urraca Osorio y la Cruz de la Tinaja.

En 1350, y tras la muerte del rey Alfonso XI, se originan una serie de enfrentamientos entre los que defendían a Pedro I de Castilla como sucesor de la corona, al ser el hijo legítimo de Alfonso XI y María de Portugal, y los que apoyaban a Don Enrique de Trastámara, hijo ilegítimo del monarca y Leonor de Guzmán. 

Debido al descontento general de la nobleza andaluza por el reinado de Alfonso XI, junto con el alto clero se posicionaron de parte del bastardo Don Enrique.

Finalmente, en 1367 Pedro I acabaría derrotando a su hermano Enrique de Trastámara en la batalla de Nájera (La Rioja), lo que obligó a Enrique a exiliarse al país galo.

Tras el nombramiento de Pedro I como rey de Castilla, este emprendió una verdadera persecución y castigo de todos aquellos que había colaborado con su hermanastro.

Uno de los caballeros que más se distinguió en el bando de Enrique fue Don Alonso Pérez de Guzmán, Señor de Sanlúcar la Mayor.

Alonso era hijo de Guzmán el Bueno que recibió este nombre por su fidelidad al rey y por su heroico sentido del honor, al perder a su hijo antes que entregar a los moros la ciudad de Tarifa, de la que era gobernador.

Don Alonso estaba casado con una dama ilustre, llamada Doña Urraca Ossorio de Lara, y al ser vencido Enrique de Trastámara, fue apresada y acusada como principal instigadora de la conspiración contra el rey. En el proceso subsiguiente fue condenada a muerte por Pedro I.

Según las leyes de la época, la condena era la muerte viva en la hoguera y el lugar de la ejecución se determinó en la laguna de la Feria o laguna de la Cañavería (actual Alameda de Hércules).

Durante la ejecución una ráfaga de aire levantó la falda de Urraca, quedando visibles sus partes íntimas. En ese momento se abrazó fuertemente a ella Leonor Dávalos, para evitar que las faldas de Urraca se siguieran levantando ante la burla de los presentes. 

Ambas murieron en la hoguera, demostrando Leonor Dávalos su fidelidad hacia Urraca, puesto que, siendo niña y huérfana, la señora la había recogido y criado en su casa como una hija.

Los huesos y cenizas mezclados de ambas mujeres fueron entregados a la familia Guzmán y enterrados en el monasterio de san Isidoro del Campo, junto con los restos de Don Alonso Guzmán. 

El mausoleo, en alabastro, tiene las dos estatuas yacentes de Don Alonso y su esposa Doña Urraca y a sus pies Leonor Dávalos en actitud de cubrirle las piernas con su falda.

En el epitafio de la tumba se recoge este suceso:

"AQUI REPOSAN LAS ZENIZAS DE DOÑA VRRACA OSSORIO DE LARA MVJER DE DON JVAN ALONSO PEREZ DE GVZMAN ILLMO SEÑOR DE SAN LVCAR. MVRIO QVEMADA EN LA ALAMEDA DE SEVILLA POR ORDEN DEL REY DON PEDRO EL CRVEL POR LE QVITAR LOS TESOROS E RIQVEZAS. TAMBIEN SE QVEMO CON ELLA PORQVE NO PELIGRASE SU HONESTIDAD LEONOR DAVALOS LEAL CRIADA SVIA. AÑO 1367".


En el lugar de la ejecución, se hizo levantar una Cruz, sobre un pedestal con forma semejante a un jarrón por lo que recibió el nombre de Cruz de las Tinajas, nombre con el que actualmente se conoce dicha calle y de donde se retiró la cruz en 1840.

Con los nombres de Urraca Osorio y Leonor Dávalos se rotularon dos calles en 1875 en relación con la Alameda de Hércules (ver)

AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER 

Calles Leonor Dávalos y Urraca Osorio.

Las calles Leonor Dávalos y Urraca Osorio, se forman como consecuencia de la construcción de varias manzanas de casas, de acuerdo con el proyecto que elaboró Balbino Barrón a petición del Ayuntamiento en 1856, que regularizaba la Alameda de Hércules trazando dos líneas paralelas.

La calle Leonor Dávalos se dirige desde Alameda de Hércules a Arias Montano y Urraca Osorio de Alameda de Hércules a Leonor Dávalos. 

Al año siguiente de su formación en 1875, fueron rotuladas con su actual denominación en recuerdo Urraca Osorio (ver), del linaje de los futuros duques de Medina Sidonia, enfrentado a Pedro I. Este la condenó a la hoguera, siendo ajusticiada en la actual Alameda de Hércules. Los datos históricos se unen a la leyenda que cuenta cómo Leonor Dávalos criada de Urraca de Osario, cubrió honestamente a su señora y murió con ella.

Calle Leonor Dávalos desde Arias Montano

Rincón en la calle Leonor Dávalos 

Calle Urraca Osorio desde Leonor Dávalos. Al fondo la Alameda de Hércules

Desde los años 20 del siglo XX hay noticias de la ubicación del “Salón Zapico” en el número 17 de la calle Leonor Dávalos, que fue adquirido por José Martínez Quijano, propietario del también desaparecido bar de toreros “Los Tres Reyes”.

En este salón actuaron primeras filas del flamenco como La Malena, Carmen de la Rosa Heredia o Angelita Fernández, aunque era un cabaret/baile, no un lugar para espectáculos flamencos. En 1971 pasó a denominarse “La Conga” recibiendo lo mas mundano de la Alameda y alrededores hasta que fue cerrado en 1977.