viernes, 23 de agosto de 2024

 RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas 

Santa Rosa de Lima.

Isabel Flores de Oliva nació en Lima, capital del virreinato del Perú, el 20 de abril del año 1586.

Era hija de Gaspar Flores, arcabucero de la guardia virreinal, natural de San Juan del Puerto de la provincia de Cáceres, y María de Oliva y Herrera, hilandera y costurera, natural de Huánuco.

Fue bautizada, con el nombre de Isabel, el 25 de mayo de 1586, en la parroquia de San Sebastián de Lima, por el sacerdote Antonio Polanco, siendo sus padrinos Hernando de Valdés y María Orozco.

A los tres meses de edad, la criada que la cuidaba aseguró que el rostro de la pequeña se transformó en una rosa, por lo que, desde entonces, se le llamó Rosa.

Con este nombre de Rosa recibió el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo de Lima, santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, quien efectuaba una visita pastoral al pueblo serrano de Quives (localidad andina de la cuenca del rio Chillón, cercana a Lima), donde su familia se había trasladado al asumir su padre el empleo de administrador de una empresa, donde se refinaba mineral de plata.

La sociedad de su época, propia de un periodo colonial, estaba constituida por familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que eran tratados como esclavos. La familia de Isabel se correspondía con la de pequeños propietarios, que le permitieron dar una educación humana, además de proporcionarle una sólida formación cristiana.

Pero, su padre fracasó en el negocio de minas y la familia regresó a Lima en situación de extrema pobreza, por lo que Rosa trabajaba el día entero en el huerto y bordaba para diferentes familias de la ciudad. Al mismo tiempo se integró en la humillante pobreza de la antigua población inca, maltratada por los hidalgos españoles.

Santa Rosa de Lima. Murillo, Bartolomé Esteban. Óleo sobre tela. 145 x 95 cm. Museo Lázaro Galdiano. (CC BY 3.0)

El lienzo representa a Santa Rosa de Lima, que viste el hábito de las dominicas y aparece arrodillada y observando profundamente emocionada al Niño Jesús, que descansa sobre una almohada colocada sobre un cesto de costura.

Desde muy pequeña y en secreto, comenzó a ayunar tres veces a la semana y a castigarse con duras penitencias, emulando a la terciaria dominica Santa Catalina de Siena. De tal manera que cuando comenzó a tener sus primeros pretendientes, se cortó su cabello y se echó pimienta a la cara, para poder rechazarlos y dedicarse a su único deseo que era servir a Dios y estudiar el Sagrado Sacramento.  

Santa Rosa de Lima. Ametller, Blas (Grabador- Autor de la obra original: Murillo). 1793. Talla dulce: aguafuerte y buril sobre papel continuo. 600 x405 mm. Museo del Prado. No expuesto (CC BY 3.0)

Hizo voto de virginidadquería irse de monja agustina, pero su padre se lo prohibió, y curiosamente el día en que se arrodilló para solicitar a la Virgen Santísima que le ayudara en su deseo de ingresar en el cenobio, sintió que no podía levantarse del suelo, a pesar de la ayuda de su hermano Hernando. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras pudo levantarse del suelo fácilmente, y finalmente decidió ingresar en la tercera orden de Santo Domingo a imitación de su admirada Santa Catalina de Siena.

A partir de entonces, hacia 1615, y con la ayuda de su hermano Hernando, construyó una pequeña celda o ermita en el jardín de la casa de sus padres, donde se recogía a orar y a hacer penitencia, practicando un severísimo ascetismo, con corona de espinas bajo el velo.

Santa Rosa de Lima. Laso, Francisco. 1859. Óleo sobre lienzo. 140 x 274 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino. Lima. Perú (CC BY 3.0)

Simultáneamente creó como un albergue o enfermería o pequeño hospital dedicándose a la educación cristiana de los niños y al cuidado de los enfermos y ancianos abandonados, sobre todo a los indios y mestizos. En estos menesteres parece, aunque no existe documentación al respecto, le ayudó el fraile mulato Martin de Porres.

En 1615, se le atribuye el milagro de evitar la invasión de Lima por piratas holandeses. Rosa se reunió con las mujeres de Lima en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, para orar por la salvación de Lima, y misteriosamente el capitán de la flota neerlandesa falleció en su barco, por lo que sus naves se retiraron sin atacar el Callao. Y a Rosa se le representa portando a la Ciudad sostenida por el ancla.

Uno de los momentos importantes de su vida es el desposorio místico. El Domingo de Ramos de 1617, en el Templo de santo Domingo de Lima, al no recibir la palma que debía portar en la procesión, se dirigió a la Capilla del Rosario y orando ante la Virgen, sintió la llamada del Niño Jesús de la imagen, que le dijo: “Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa”, a lo que ella respondió: “Aquí tienes Señor a tu humilde esclava”.

Los desposorios Místicos de Santa Rosa de Lima. Correa, Nicolás. 1691. Óleo sobre lienzo. 168 x 146 cm. Museo Nacional de Arte. Lima. (CC BY 3.0)

A los 30 años enfermó gravemente de tuberculosis y fue acogida en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del Gobierno virreinal, y de su esposa María de Uzategui, donde falleció un año después, a los 31 años de edad, el 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma había profetizado y contado al padre Leonardo Hansen.

En el lecho de muerte, Gonzalo de la Maza hizo retratar el rostro de Rosa por el pintor italiano Angelino Medoro. 

Retrato mortuorio de Santa Rosa de Lima. Medoro, Angelino. Óleo sobre lienzo. 26 x 15 cm. Santuario de Santa Rosa. Lima (CC BY 3.0)

Cuenta la leyenda que cuando su cuerpo fue trasladado a la Capilla del Rosario, la Virgen le sonrió, y la multitud de personas que estaba presente lo consideró un milagro. 

Desde el año 1969, es venerada cada 23 de agosto, el día anterior al aniversario de su muerte.

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima.

Iglesia de Santo Domingo (Lima), donde se encuentran los restos mortales de santa Rosa de Lima. (CC BY 3.0)

Se conserva como reliquia la ermita donde ella rezaba y también la habitación donde dormía, la habitación (el corazón del santuario) en la cual nació y la enfermería donde atendía a sus hermanos necesitados.

En 1668, fue beatificada por el Papa Clemente IX, en 1670 fue declarada patrona principal de América, Filipinas y las Indias Orientales y el 12 de abril de 1671 fue canonizada por Clemente X, como primera santa natural de América.

Santa Rosa de Lima. Coello, Claudio. 1683. Óleo sobre lienzo. 240 x 160 cm. Museo del Prado. No expuesto. (CC BY 3.0)

La tradición cuenta que el papa Clemente X, luego de oír los argumentos sobre su canonización dijo: “Patrona y Santa ¿Y Rosa? que llueva flores sobre mi escritorio si es verdad”. Y efectivamente, al instante se produjo una lluvia de rosas sobre su mesa.

En 1747 se construyó en Arequipa el Monasterio de Santa Rosa, dedicado a la santa limeña y que hasta la fecha alberga una comunidad de religiosas dominicas de clausura.

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones".

Capilla del Dulce Nombre. Hermandad de Vera-Cruz (ver)

En el Altar Mayor. En el primer cuerpo, en la calle del Evangelio (la izquierda, mirando de frente), una talla de bulto redondo de San Agustín y, a la derecha, otra de Santa Rosa de Lima (de Santa María). 

Santa Rosa de Lima
Detalle de Santa Rosa de Lima

Convento santo Tomas de Aquino. Iglesia de santa María la Real (ver)

Cuadro de Santa Rosa de Lima de autor anónimo en el lateral del presbiterio 

Santa Rosa de Lima