martes, 12 de septiembre de 2023

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

Fantasmas en el Palacio de los Marqueses de la Algaba.

Durante el reinado de los Trastamaras, la nobleza castellana estuvo continuamente en lucha, por disputas de poder. Estas luchas nobiliarias tuvieron especial virulencia en Sevilla entre los dos linajes nobiliarios más importantes y poderosos, los Guzmán o Pérez de Guzmán y los Ponce de león, especialmente por la unión de don Luis de Guzmán y Aponte, hijo de Don Juan de Guzmán y Torres, I Señor de la Algaba, con Inés Ponce de León, hija de su principal enemigo, el conde de Arcos.  

En el palacio de la calle Feria, esquina Arrayan tuvieron lugar sangrientos episodios en relación con miembros de la familia. En 1519, durante el “motín del pendón verde”, los cabecillas, entre ellos el carpintero llamado Antón Sánchez, fueron decapitados y sus cabezas fueron expuestas en la ventana principal del “Palacio de los Marqueses de la Algaba”. En la epidemia de peste de 1649, los jardines tuvieron que ser habilitados como cementerio.  En 1652, en el “motín de la calle feria”, se apresaron y ahorcaron algunos de los sublevados, entre ellos Francisco Hurtado, uno de los cabecillas, cuya cabeza permaneció expuesta en la Feria durante 20 días.

Con todas estas muertes violentas no es extraño que el lugar quedara afectado de hechos misteriosos, con hechos paranormales, concretamente durante la restauración del edificio entre los años 1998 y 2002, con aparición de esferas luminosas, fenómenos telequinéticos, ectoplasmas y psicofonías, que asustaron a los vigilantes nocturnos de las obras, especialmente la aparición de una figura femenina, vaporosa, de color blanco que se le llamó la “Dama de Blanco”.

La "Dama de Blanco"

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Nuestra Señora del Rosario. 

La tradición del Rosario nace, según testimonia la Iglesia, al aparecerse la Virgen al presbítero castellano Domingo de Guzmán en el año 1208, con un rosario en las manos, en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia).  Le enseñó a rezar y pidió que lo predicara entre los hombres para convertir a los herejes albigenses y a los pecadores.

La Virgen entregando el Rosario a santo Domingo. Cano, Alonso. Hacia 1665. Aguada parda, Pluma, Preparado a lápiz sobre papel arrugado, amarillento. 160 x 117 c. Museo del Prado. No expuesto


Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.

Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

9. Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

La virgen entregando el Rosario a Santo Domingo de Guzmán. Ba Meus Murillo FC. 1638-1640. Óleo sobre lienzo. 207 x 162 cm. Colegio dominico de santo Tomas

El santo vestido con túnica blanca y manto negro que simboliza la pureza y la austeridad. Perro negro y blanco con una antorcha encendida en su boca, símbolo de la orden dominica. Tallo de lirio simbolizando su castidad apoyado sobre un libro cerrado.

CAPILLA DE MONTESIÓN

Nuestra Señora del Rosario es titular de la Pontificia, Real, Ilustre y Antigua Hermandad Dominica y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, Santísimo Cristo de la Salud, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos Coronada y Santo Domingo de Guzmán, con sede en la capilla de Montesión (ver).

El Retablo Mayor de esta capilla es barroco, instalado tras la guerra civil. Consta de tres hornacinas, dos laterales, aveneradas o con perfil de concha y otra central, más grande, con cubierta de casetones. 

En el centro la imagen de María Santísima del Rosario. En la hornacina lateral izquierda, la imagen arrodillada del Señor de la Adoración en el Huerto y en la otra el Ángel Confortador que acompaña al Señor.

Altar Mayor

Detalle del centro del retablo

Santo Domingo de Guzmán en el ático del retablo

Santo Domingo de Guzmán

Virgen del Rosario en su hornacina con diferente vestuario

La imagen de Nuestra Señora del Rosario de Montesión es una imagen de candelero, talla anónima de finales del XVI con intervención barroca posterior. En cuanto a sus auditoria, es dudosa y diversos autores la atribuyen al taller de Roldan, Andrés de Ocampo, Balduque o Hita del Castillo. 

Ha   sido restaurada por Francisco Buiza en 1976 y posteriormente por   Enrique Gutiérrez Carrasquila en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Según este Instituto está hecha con diversas maderas, todas ellas pertenecientes a la familia de las coníferas, entre las cuales se encuentra el cedro, muy recomendado por su dureza, consistencia e incorruptibilidad.

Detalle de Nuestra Señora del Rosario

Es una de las Dolorosas más altas, 1,73 metros, de la Semana Santa sevillana. 

Presenta la cabeza discretamente inclinada hacia la derecha, con la frente amplia y las cejas largas y finas y poco arqueadas con el ceño fruncido y hundido de gran expresividad. 

Nariz recta con marcadas fosas nasales. 

Los ojos entornados y discretamente extrábicos, con la mirada dirigida hacia abajo, con gran sensación de tristeza y dolor, con cuatro lágrimas, dos en cada mejilla. 

Las mejillas son muy planas con ausencia de pómulos. 

La boca igualmente entreabierta, de labios menudos, enseña algunos de los dientes superiores. 

El cuello está sin anatomizar. 

Las manos presentan una composición muy plana con los dedos escasamente flexionados. La mano derecha porta un pañuelo y la izquierda un rosario. 

Detalle del rostro de Nuestra Señora del Rosario

Detalle de la mano izquierda portando el rosario


IGLESIA DE SAN VICENTE MARTIR

Presidiendo el retablo de la capilla Sacramental de la Archicofradía de las “Siete Palabras” de la iglesia de san Vicente (ver), se da cultos a la Virgen del Rosario, de Cristóbal Ramos, siglo XVIII, titular de la Hermandad Sacramental, y situada encima del Sagrario.

Retablo de la Capilla Sacramental

Esta imagen presenta la dulzura de las obras de Cristóbal Ramos, con la mirada hacia abajo dirigida al pequeño Niño que lleva en su brazo izquierdo, mientras que en la mano derecha lleva un cetro de plata. 


Virgen del Rosario





Detalles de la Virgen del Rosario

En el terrible terremoto de Lisboa de 1 de noviembre de 1755, afortunadamente no hubo que sufrir ninguna perdida en la iglesia de san Vicente y la hermandad del Rosario, ahora fusionada con las Siete Palabras, decidió en acción de gracias, a partir de ese año, realizar ese día la procesión de su Titular.
En el libro de “Protestación de fe”, de 1761, se recoge este preámbulo que hace referencia a esta efemérides:

“Nos el Clero y hermandades del Santísimo Sacramento y ánimas benditas, Cristo Crucificado y María Santísima del Rosario de esta Iglesia del Señor San Vicente Mártir, juntos en este día con el fin de dar a Dios muy rendidas gracias por habernos libertado de los estragos del terrible Terremoto, con que nos amenazó en este mismo día del año de 1755, cuyo beneficio misericordioso reconoce nuestra piedad, fue también efecto de la soberana protección de la Benignísima Virgen María, a quien venera nuestra devoción con el muy sagrado título del Rosario: en testimonio de nuestro reconocimiento, y para cumplir el juramento que hicimos de renovar públicamente todos los años el voto que tenemos hecho de defender el piadosísimo Misterio de la Inmaculada Concepción de la misma Bienaventurada siempre Virgen María, con el más profundo rendimiento, y caridad fervorosa nos presentamos ante el Divino acatamiento y la presencia de esta Augustísima Señora.”

Virgen del Rosario. Iglesia de san Vicente

IGLESIA DE SANTA CATALINA

La capilla de la Virgen del Rosario está situada en la nave del Evangelio de la Iglesia de santa Catalina (ver). Está presidida por un retablo barroco del siglo XVII, reformado en el XVIII, presidido por la imagen titular de la Virgen del Rosario.

Retablo de la Virgen del Rosario

Se atribuye a Bernardo Gijón (finales del siglo XVII) que realmente es Francisco Antonio Ruiz Gijón que usaba este nombre para evitar a sus acreedores. Fue concebida como talla completa o imagen de bulto, con ropaje esculpidos y policromados, pero acabó siendo desmochada para poderla vestir con ricas prendas de tela. En el año 1789 ya estaba sobrevestida pues de ese modo se muestra en el “libro de Reglas”. 

Virgen del Rosario

De la talla original, aparte de su cara, el niño y las manos solo queda los pliegues de la base de la túnica y sus pies.

El estofado lo realizó el restaurador e imaginero David Romero Alonso al ser intervenida en los talleres de Isbilia.

Detalle de la Virgen del Rosario y el Niño

A los pies y laterales de la imagen existen dos figurillas que corresponden a San Bernardo de Claraval y San Juan Nepomuceno (patrón de los Confesores) que fue arrojado al mar con una rueda de molino al cuello por no revelar su secreto de confesión de Juana de Baviera, esposa del emperador alemán Wenceslao VI. Estas imágenes han sido recientemente restauradas por José Pulgar y parecen haber sido realizadas en la segunda mitad del XVIII. 

San Bernardo de Claraval y San Juan Nepomuceno 

También Pulgar ha intervenido la peana de nubes sobre la que se asienta la imagen, ejemplar del XVIII en la que los querubines emergen entre rocallas y nubes doradas. 

Detalle de los Querubines

Según la leyenda (ver) un monaguillo al llegar a la capilla oyó una voz que decía “Llama al clero parroquial y di que he dicho que esta parte del techo amenaza ruina”. El acolito asustado contesto “Señora no me creerán, aunque así se lo diga” a lo que la virgen contestó “Di que me hallaran con el niño cambiado de brazo·” Cuando los sacerdotes llegaron vieron al niño cambiado de brazo y al examinar el techo comprobaron que era cierto el aviso de la Señora. Desde entonces la Virgen lleva al niño en el brazo derecho.

También se dice que el cambio de posición se realizó para convencer a un cura incrédulo.

El Niño posee un pequeño silloncito de caoba en el que coloca durante el día del besamanos. 

IGLESIA DE SANTA MARÍA LA REAL (Calle san Vicente)

En la cabecera del templo, destaca el retablo mayor, procedente del antiguo convento mercedario de la Asunción, que se encontraba en la plaza del Museo, como atestigua el escudo mercedario que corona la obra (con un emblema dominico superpuesto). 

Se compone de dos cuerpos y tres calles; en el primer cuerpo, en barroco camarín se sitúa la Virgen del Rosario, una talla de vestir.

Camarín con la Virgen del Rosario

Virgen del Rosario

Detalle de la Virgen del Rosario

IGLESIA DE SAN JULIÁN

En la cabecera de la nave del Evangelio se sitúa un retablo dedicado a Nuestra Señora del Rosario. Bajo el altar está sepultado el escultor Pedro Roldan.

Retablo Nuestra Señora del Rosario

La santísima Virgen, que es una talla moderna, realizada en 1937 por José Rodríguez Fernández-Andrade, que la donó a la Corporación. Es una imagen de candelero, de 1,54 metros de altura, realizada la cabeza en madera de caoba y las manos y el Niño (que es talla completa) en madera de cedro.

Nuestra Señora del Rosario

Detalle de la Virgen y el Niño

Detalle de la cara de la Virgen

Es titular de una hermandad de gloria, considerada la más antigua de la ciudad, con larga historia desde la aprobación de sus reglas por el rey Felipe II en el siglo XVI, cuando radicaba en San Marcos.

Se suele considerar que fue la primera hermandad en organizar un Rosario de la Aurora, llegó a desaparecer en 1884 y fue posteriormente reorganizada, sufriendo la pérdida de su imagen primitiva, con todo su ajuar y enseres, en el incendio de San Marcos del 18 de julio de 1936, pasando posteriormente por diferentes templos la capilla de los servitas, San Luis, San Hermenegildo y por último San Julián.

IGLESIA DE SAN HERMENEGILDO

Retablo de la Virgen del Rosario

Virgen del Rosario

Detalle de la Virgen del Rosario

IGLESIA DE SAN ANDRÉS

Presidiendo la "Capilla Sacramental" se encuentra el retablo de Nuestra Señora del Rosario, fechable hacia 1670, de madera tallada y dorada, atribuida a Bernardo Simón de Pineda, padrino de una de las hijas de Valdés Leal.

Retablo de Nuestra Señora del Rosario

En una hornacina central, limitada por cuatro columnas salomónicas, se sitúa la imagen sedente de Nuestra Señora del Rosario, obra de Valdés Leal (ver) en madera policromada (una de las escasas obras escultóricas de este artista). Mide un metro y cinco centímetros de altura.

Hasta que José Roda confirmó su autoría se atribuyó a Benito Hita del Castillo.

Como indica el profesor Roda, no es extraño suponer que Valdés Leal regalara el modelo de la Virgen a la congregación del Pozo Santo, que se dedicaba a atender a mujeres enfermas e impedidas y que se encuentra en la feligresía de la Parroquia de San Andrés.

Esta bella imagen, fechable hacia 1670, nos presenta a la Madre de Dios sentada sobre una nube con cinco cabezas de angelitos, vestida con una túnica roja y manto verde. Sobre la rodilla derecha de la Virgen, sosteniéndolo con ambas manos, aparece el Niño Jesús de pie, que con su mano derecha muestra el rosario alusivo a la advocación mariana, mientras que la izquierda la apoya en el pecho de su Madre.

Nuestra Señora del Rosario

Detalle de Nuestra Señora del Rosario y del Niño

BASILICA DE LA MACARENA

La imagen original de la Virgen del Rosario procede de un retablo de la capilla mayor de la iglesia parroquial de San Gil, estando documentada la autoría de Roque Balduque en 1556 (ver).

Representa a la Virgen de pie, que en el brazo izquierdo porta al niño Jesús dormido apoyado en su hombro.

Originalmente era una imagen de talla completa que fue transformada posteriormente en imagen de candelero para ser vestida, en fecha indeterminada del siglo XVIII, realizando una remodelación atribuida a Pedro Duque Cornejo como si fuera una obra de nueva realización.

Altar de la Virgen del Rosario
Virgen del Rosario

La imagen del Niño Jesús dormido, es de fecha anterior pues que parece conservar las características propias de la obra original, pudiendo fecharse a principios del siglo XVI.

Detalle de la Virgen y el Niño

Se conocen otras intervenciones posteriores sobre la obra como la realizada por el escultor Manuel Gutiérrez Cano en 1882.

Fue mutilada en la Guerra Civil de 1936 por lo que las manos fueron rehechas por Antonio Eslava (ver).

En el año 1980 fue restaurada por el profesor Francisco Arquillo.

Esta imagen contó con una Hermandad propia y hay noticias referentes a ella en 1704, cuando consta su fundación en la parroquia de San Gil con licencia del prior de San Pablo y bajo la regla de la Hermandad del Rosario de Santa Catalina.

Según Justino Matute salió por primera vez en procesión en el año 1783 desde la parroquia de San Gil.

Se fusionó a la Hermandad de la Macarena en 1793 y procesiona el último domingo de octubre por las calles del barrio, en un paso realizado en los talleres de José Herrera Acosta y Rosario Feria Ruiz (talleres «Herrera y Feria»).

Paso de la Virgen del Rosario en el Museo de la Hermandad de la Macarena

CAPILLA DEL ROSARIO DE LOS HUMEROS

En la portada de la capilla en una hornacina se halla una bella y expresiva imagen de terracota de Nuestra Señora del Rosario, réplica de la titular, aunque con los rasgos idealizados. Debió realizarse en época coetánea a la construcción del templo, aunque no está documentada.

Segundo cuerpo de la Portada y detalle de la Virgen del Rosario

En la fachada trasera de la capilla, sita en la calle Liñán, se venera un retablo cerámico de la Santísima Virgen donado por el hermano D. Manuel Sousa Catalán, según consta en el acta del Cabildo de 4 de agosto de 1929.

Fue realizado en el taller cerámico de Manuel García Montalván, pero no se recoge la firma del artista.

La Virgen aparece ocupando por completo toda la superficie, sobre un fondo áureo rodeado de unas columnas de humo que aluden al origen del barrio ahumador de pescado. La imagen presenta la morfología idéntica a la titular de la capilla, sentada en el trono que aún hoy se conserva para prosesionar, luciendo los atributos de orfebrería característicos (corona y cetro).

El Niño carece de la cruz que habitualmente porta sobre sus brazos, sustituida en este caso por el rosario que comparte con la Virgen. En cuanto al vestido, presenta la misma indumentaria y disposición de los paños que la talla roldaniana pero en tonos azules, perdiendo su relación con el modelo.

Como si se tratara de un lienzo enmarcado, alrededor de la representación mariana se dispone una cenefa de color azul verdoso con cantoneras doradas en cuyo lado superior aparece, en el centro, el escudo de la Hermandad y en el lado inferior, perpendicular al escudo, una cartela con la siguiente leyenda: "Ntra. Sra. del Rosario Patrona del barrio de los Humeros". Esta cenefa está claramente inspirada en los marcos lignarios vigentes desde el siglo XVII y que aún hoy se siguen realizando en nuestra ciudad.

El Azulejo fue bendecido tras la celebración de un Rosario Público acontecido por las calles del barrio, en acción de gracias por la conclusión de las obras de rehabilitación de la capilla en la noche del 29 de marzo de 1930. 

Azulejo de Nuestra Señora del Rosario y azulejo conmemorativo  

En el Altar Mayor, el cuerpo central está ocupado por el amplio camarín de la Virgen del Rosario, decorado por casetones enmarcados sobre fondo azul y molduras doradas de formas caprichosas en su interior.

Camarín y Virgen del Rosario

La imagen de la Virgen se eleva sobre un podium en cuyo frente aparece pintado en oro sobre fondo azul el emblema mariano coronado. 

La imagen de la Virgen del Rosario que se venera en esta capilla fue realizada, en 1761, por el escultor Jerónimo Roldán Serrallonga, de la gran familia escultórica de los Roldán: fue nieto de Pedro Roldán, sobrino de Luisa Roldán y primo de Pedro Duque Cornejo. Por la documentación existente, se sabe que esta imagen fue policromada por el pintor Joaquín Cano, seguidor de Juan de Espinal.

Es una Virgen sedente, como la Virgen de la Paz del antiguo convento de San Pablo, y la Virgen de la Merced, de la Capilla del Museo, obras de Jerónimo Hernández.

La Virgen tiene al Niño de pie sobre su rodilla derecha, y en la mano izquierda lleva un cetro real de plata. Desde las manos de la Virgen cuelga un rosario, que recoge el Niño con sus pequeñas manos. 

Detalle de la Virgen del Rosario

IGLESIA DE LA MISERICORDIA

En el banco del retablo las pinturas de la Virgen del Rosario.

Retablo Mayor

Virgen del Rosario 


MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA


Virgen del Rosario. Zurbarán, Francisco de. Hacia 1650. Óleo sobre lienzo. 181 x102 cm. Museo de Bellas Artes. Sala VI. Sevilla

La Virgen del Rosario. Martínez, Domingo. Hacia 1720. Óleo sobre lienzo. 116 x 86 cm. Museo de Bellas Artes. Sala XI. Sevilla