AREA DE SAN ESTEBAN
Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles. Los Negritos.
Exterior
La fachada a la calle Recaredo, está dominada por un gran portalón, con
un alto arco de medio punto, culminado por un óculo y una sencilla espadaña,
coronada con una cruz de forja. Adosada a ella se encuentra la Casa Hermandad, decorada con los mismos colores.
Calle Recaredo. Portada
de la Iglesia y la Casa Hermandad
Detalle de la Espadaña y del campanario
Detalle de la Cruz de
Forja y la Veleta
Frente a la capilla, en la plaza Carmen Benítez, Sevilla rinde homenaje
al cantante cubano Antonio Machín con una escultura de bronce, obra del
escultor Guillermo Plaza Jiménez, con sus características “maracas”.
La figura es de tamaño real y se
levanta sobre un pedestal prismático con una placa y la siguiente Inscripción:
“El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla a la Hermandad de los Negritos en memoria de
Antonio Machín, por su vinculación con la ciudad. El alcalde de Sevilla Alfredo
Sánchez Monteseirín. Sevilla, 10 de diciembre de 2006”.
Su verdadero nombre era Antonio Lugo Machín y nació en la localidad
cubana de Sagua la Grande, en el seno de una familia humilde de 15 hermanos,
hijo de un emigrante gallego, José Lugo Padrón y una negra cubana, Leoncia
Machín.
Interior
Es de planta rectangular, con dos naves de dimensiones desiguales, una central
y otra lateral en el lado de la Epístola, que presenta un Coro Alto. Ambas
están separadas por pilares cuadrangulares que sostienen arcos de medio punto y
están cubiertas por un cielo raso moderno que imita un techo de alfarje (techo
de madera horizontal y con dibujos geométricos entrelazados, que en muchos
casos se labran y se pintan adicionalmente).
Vista general de las dos
naves desde los pies del templo
Pilares cuadrados y
arcos de medio punto que separan ambas naves
Coro Alto en la nave de
la Epístola
En el suelo
una interesante lápida, sobre Salvador de la Cruz:
AQUÍ ESTA EL HERMANO SALVADOR DE LA
CRUZ CONOCIDO POR EL NEGRODE LA CASA ONDA
SE BAUTIZO A 13 DE MARZO DE 1729 EN LA PILA Q.
S.D CRUZ Y SE ENTERRO EN ESTA CAPILLA DNS
DE LOS ANGELES DOMINGO 12 FEB 1775
ESTE BARON CON EL VALOR DE SU PERSONA SE VENDIO
P. HACER UNA FUNCION A LA YNMACULADA CONCEPCION
P EL DESAGRAVIO CUANDO EN LA CORTE SE NEGO EL MISTE
RIO D ELA PURISIMA EN EL AÑO 1617 (-----) MER
CEDES SUAREZ MAYORDOMO MANUEL (---) Y HER
MANOS EN ESTA LAPIDA CONSAGRO SU MEMORIAAÑO 1787
QUANDO BINO
A ESTA TIERRA
SE INORA
I BI
BIO 113 AÑOS
Salvador de la Cruz, ocupó el puesto de Mayordomo y recaudó muchas
limosnas de las casas nobles de Sevilla. Consiguió que el Cardenal Solís (El
cardenal Espadachín) fuera nombrado Hermano Mayor Honorario Perpetuo, y este
cargo es, desde entonces, renovado por todos los arzobispos y cardenales de
Sevilla.
Según reza en la lápida vendió su propia libertad para recaudar fondos
para los cultos de la Inmaculada, pero hubo otros dos hombres de color, el
Hermano Mayor Fernando Molina y el Alcalde de la Cofradía Pedro Francisco
Moreno que igualmente empeñaron su libertad, para celebrar los fastos de desagravio en defensa de la Inmaculada, frente a la homilía denigrante de
cierto religioso, y fueron nombrados número uno y dos perpetuos de la Cofradía.
Se sabe con seguridad el lugar en que se realizó esta venta de su libertad, se trata de la calle Polavieja, en la acera izquierda, tal como se va desde la capillita de san José hacia la plaza de san Francisco. Es de comentar que los espectadores de este suceso de venta voluntaria de su propia libertad, se apresuraron a comprar a los negros para devolverles inmediatamente su libertad, pero ellos se reconocieron, desde entonces, como esclavos de la Virgen y llevaron un grillete en el cuello en señal de servidumbre. En memoria de este acontecimiento, se erigió una "Cruz de Piedra" en la calle de Manteros, justo en el lugar de esta venta, que desapareció en 1735.
Nave del Evangelio
Desde los pies
de la nave y hacia el presbiterio:
La Cruz de las Toallas, es una pieza del siglo XVII, consistente
en dos tablas cruzadas, pintadas en negro con un sudario de tela blanca, tal
como se representaba la Pasión de Cristo cuando no se usaban imágenes. Estuvo
situada en la plaza de la Casa de Pilatos, indicando la primera estación del
Vía Crucis a la Cruz del Campo, hasta que el duque de Alcalá, en 1.630,
construyó el retablo y cruz de mármol actualmente existente, al lado derecho de
la puerta principal del palacio.
“Cruz de las Toallas” a
la entrada, en el muro del Evangelio
Cerámica en el pie de la “Cruz de la
toalla”
A continuación, un óleo de autor, época y temática desconocida. Después
una pintura anónima de la Virgen de Guadalupe del siglo XVIII, procedente de
Méjico. Le seguía el púlpito de forja que ha sido retirado por la humedad de la
pared y está abandonado en el patio. Sobre él, “La Visión de la Porciúncula de
san Francisco de Asís” de Juan Ruiz Soriano, del siglo XVIII.
Cuadro anónimo
Cuadro anónimo de la
Virgen de Guadalupe del siglo XVIII
“La Visión de la
Porciúncula de san Francisco de Asís”
La palabra “Porciúncula” procede del latín y es
el diminutivo de “portio” (pedazo). Hoy el “pedazo” es una pequeña iglesia
dentro de la basílica de santa María de los Ángeles en Asís, donde san
Francisco fundó la Orden de los Frailes Menores en 1.209.
En tiempos del Papa Liborio (356-366), los
eremitas del valle de Josafat llevaron, a este lugar, unas reliquias de la
tumba de la Virgen y a principios del siglo XII, el abad de San Benito del
Monte Subasio, se las confió a san Francisco de Asís, para convertirla en la
sede de su Orden.
En 1216, san Francisco pidió a Honorio III, en
Perugia, que “Todo el que entre, contrito y confesado en la iglesia de la
Porciúncula, ganara la indulgencia plenaria, como los que se enrolan en las
Cruzadas, y los que sostienen, con sus ofrendas, las iniciativas de la
Iglesia”, y de aquí el nombre de “Indulgencia de la Porciúcula”, que sin estar
libre de controversia se ha mantenido durante siglos, y recientemente, en el
marco del Año de la Misericordia y el VIII Centenario del Perdón de Asís, Jorge
Mario Bergoglio ha visitado este corazón de la Orden fundada por el santo de
quien tomo el nombre al convertirse en Papa.
Presbiterio
El presbiterio está cubierto por una cúpula elíptica, iluminada por una
linterna, decorada con pinturas murales modernas de Rafael Rodríguez Hernández,
que representan la Anunciación, la Asunción de la Virgen y los Evangelistas.
Teóricamente, debería estar presidido por el retablo neo barroco de la
“Virgen de los Ángeles”, obra anónima originaria del siglo XVII, pero
actualmente recibe culto el “Cristo de la Fundación”.
Vista del Presbiterio
Cúpula elíptica con
linterna
San Mateo y San Juan
San Marcos y San Lucas
La Asunción en el muro
izquierdo
La Anunciación en el muro
derecho
La imagen del “Cristo de la Fundación”, se sabe que es obra de Andrés de
Ocampo de 1622, porque durante la restauración realizada en 1.940, en su
interior, se encontró un manuscrito que dice “Este Cristo se hizo en Sevilla,
año de mil y seizientos y veite y dos. Hózolo Andrés de Ocampo, maestro
escultor”. Parece que es una réplica que el mismo autor talló en 1620 por
encargo de Felipe IV para la catedral de Comayagua, en Honduras y que la obra
fue comprada por la hermandad al pintor Pablo Legot, que la tenía en su
propiedad y que posiblemente realizó una de sus policromías, después de la
muerte de Ocampo. Fue restaurada en 1734
y en 1940 por Agustín Sánchez Cid y en 1989 por el Instituto de Conservación y
Recuperación de Bienes Culturales de Madrid.
La obra, de gran belleza escultórica, es muy austera y realista muestra
el estilo manierista del autor, de marcada transición entre el tardomanierismo y el primer realismo
barroco.
Cristo de la Fundación
Detalle del INRI
Detalle del SagrarioDetalles del rostro
Muro de la Epístola
Desde el presbiterio hacia los pies de la nave.
En la cabecera, un retablo del XVIII, normalmente con el Cristo de la
Fundación, pero actualmente está presidido por la imagen de Nuestra Señora de
los Ángeles, tallada de cara y manos, de autor desconocido del siglo XVII, que
según algunos autores podría tener una base original en una talla de finales
del siglo XVI, por la estructura tabular del cuello, la actitud hierática y
frontalidad acusada del rostro o las manos esquematizadas. Fue restaurada por
Juan Miguel Sánchez en 1955 y por Antonio Joaquín Dubé de Luque en 1984.
Según la leyenda, versiones indias, mestiza o negra, una mujer encontró
una estatuilla de piedra de unos veinte centímetros y la guardó en su casa en
una caja. Al día siguiente, al pasar por el mismo sitio volvió a encontrar otra
imagen idéntica y al llevársela a casa comprobó que la del día anterior, no
estaba en la caja. Se la llevó al párroco de la localidad, que la encerró bajo
llave, en la sacristía, pero de nuevo, a la mañana siguiente, volvió a su lugar
original. Se pensó que la virgen quería permanecer en ese lugar, por lo que se
construyó una ermita que fue nombrada de Nuestra Señora de los Ángeles, por el
santoral del día, dos de agosto, en que fue encontrada por primera vez,
El título de reina de los Ángeles es proclamado por la iglesia en la
letanía lauretana (alabanza y suplica a María, madre de Jesús de Nazaret). Es
una advocación fundamentalmente letifica, que se hace eco del Salmo: “Ha dado
orden a sus ángeles de que te lleven en sus palmas para que tu pie no tropiece
en las piedras”.
Retablo de Nuestra
Señora de los Ángeles
Cúpula con luneto
central
Detalles de la Cúpula
Nuestra Señora de los
Ángeles
Detalle de Nuestra
Señora de los Ángeles
A continuación del retablo de Nuestra Señora de los Ángeles, existe un
pequeño que representa a San Benito de Palermo.
Benito Manasseri, llamado San Benito de Palermo, San Benito el Africano,
el Moro o el Negro que nación en el pueblo siciliano de san Fratello entre 1524
y 1525 y murió en 1589 en la ciudad de Palermo. Era hijo de esclavos africanos
que trabajaban en una plantación cercana a Mesina. A los veinte años se unió a
un grupo de ermitaños de la regla de San Francisco y posteriormente ingresó en
el convento de santa María de Palermo, en calidad de cocinero, dado su carácter
de analfabeto, desde donde se le atribuyeron curaciones. Fue beatificado por el
Papa Benedicto XIV en 1743 y canonizado en 1807 por Pio VII. Su cuerpo fue
encontrado incorrupto años después de su muerte y es considerado el Patrón de
los afroamericanos.
Retablo de San Benito de
Palermo
Detalle de San Benito de
Palermo
Vidriera encima de
Retablo de San Benito de Palermo
Seguidamente, la puerta que da acceso al patio de la Hermandad,
igualmente con una vidriera de luz.
Puerta de acceso al
patio de la Hermandad
Vidriera
Siguiendo el muro, nos vamos encontrando con tallas de a san Francisco de
Asís, san Martín de Porres, y la Virgen del Carmen, imagen de vestir tallada
por José Francisco Blasco Rivero, en madera de cedro real y bendecida en
el año 2.010.
San Francisco de Asís
Pequeña repisa de san
Martín de Porres
Pequeña repisa de la
Virgen del Carmen
Detalle del pedestal de la Virgen del Carmen
Finalmente, en el muro de la epístola, pero a los pies del templo, justo
enfrente de la Cruz de la Toalla, se observa un lienzo del que no tengo
información.
Pies del templo
A los pies, destaca el luneto situado encima de la puerta y
las placas situadas en los laterales.
Vida Crucis
Diversos azulejos a lo largo del
templo, nos indican las estaciones del vía crucis. Faltan los azulejos
correspondientes a las estaciones VII, VIII y IX, por problemas de humedad de
la pared.
Patio de la Hermandad
Se accede desde
el lateral de la epístola y en el lateral izquierdo se puede observar un
azulejo con una oración al Santísimo Cristo de la Fundación y una Cruz de
fragua escudada por sendos azulejos del Cristo de la Fundación y Nuestra señora
de los Ángeles.
Lateral izquierdo del
patio
Azulejo del Cristo de la Fundación y Nuestra Señora de los Ángeles
Cruz de forja
En el lateral
derecho, una pila de agua con un gripo cuya llave es una curiosa “rana”.