lunes, 28 de noviembre de 2022

 AREA DE SAN VICENTE-MIGUEL DEL CID-TEODOSIO

Calle Martínez Montañés 

Calle Martínez Montañez esquina con Baños
 

Desde Baños a la confluencia de Juan Rabadán y la plaza de San Lorenzo. 

Termina en ella la calle Pascual de Gayangos, por lo que se distinguen dos tramos, desde Baños a Pascual de Gayangos y desde esta hasta Juan Rabadán.

Podría tratarse de la calle de la Cerrajería Vieja de la que se hace referencias en los padrones del s. XV.

Desde 1.581, es conocida como calle de los Tiros, pero puede que sólo el primer tramo, hasta Pascual de Gayangos, según se desprende de un documento de 1.665 y del plano de Olavide (1.771). Posteriormente, según González de león (1.839), el topónimo se extiende hasta la plaza de San Lorenzo.

En 1.862 recibió la denominación que hoy conserva, en memoria de Juan Martínez Montañés (ver), recordado como el máximo representante de la imaginería sevillana.

La calle rectilínea, posee un primer tramo más estrecho, hasta la confluencia con Pascual de Gayangos, y el segundo va ensanchándose hacia la desembocadura en Juan Rabadán.


Hay constancia, hasta finales del s. XVI, de la existencia de una callejuela innominada que la comunicaba con la actual Cardenal Spínola, con sucesivas peticiones para que se limpiara o se cerrara, e incluso de solicitud de licencia para construcción de casas. Las referencias desaparecen a comienzos del s. XVII, cuando probablemente terminaría siendo ocupada.

Presenta Guardacantón en la esquina con Pascual de Gayangos.


CASAS DE LA CALLE MARTÍNEZ MONTAÑÉS

En la edificación alternan las viviendas unifamiliares de patio sevillano de dos y tres plantas, de la segunda mitad de la pasada centuria, con bloques de pisos de tres y cuatro plantas de las tres últimas décadas.

En 1578 estaba en ella el Hospital de los Corredores y a finales del XIX se instaló una Casa de Socorro. 


Calle Martínez Montañés S/N



Calle Martínez Montañés 22



Calle Martínez Montañes número 23

Del s. XVIII, que, según reza un azuleja en su fachada, perteneció al Hospital de la Misericordia. Actualmente ha sido reacondicionada en su interior para viviendas o apartamentos, conservándose la fachada. 



Calle Martínez Montañés número 26


Calle Martínez Montañés número 27


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Calle Juan de Ávila 

Se dirige desde la confluencia de Virgen de los Buenos Libros con Teniente Borges a la plaza de la Gavidia.

Al principio, en la década de 1.900, cuando se creó la calle, se rotuló como Juan de Ávila (1504-1569), en memoria del religioso que ejerció buena parte de su labor apostólica en Sevilla, extendiéndose, por tanto, desde Alfonso XII a la plaza de la Gavidia.

Al ser canonizado este religioso en 1970, se aprobó la solicitud de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras de cambiar el nombre por el de Maestro San Juan de Ávila (ver).

En 1.986 se segregó el tramo comprendido entre Alfonso XII y Teniente Borges, actual Santa Vicenta María, quedando la vía reducida a sus actuales límites.

Es una calle, flanqueada en la acera izquierda por la fachada del colegio de religiosas de las Esclavas Concepcionistas, con entrada principal por Virgen de los Buenos Libros, y en la derecha por las oficinas de la Policía, actualmente en ruinas.

 RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

Santa Vicenta María López y Vicuña

Nació en un pueblo de Navarra, llamado Cascante el 22 de marzo de 1.847. 

Sus padres, José María López y Nicolasa Vicuña, vivían profundamente la fe cristiana y así orientaron la vida de su hija.

Cuando cumple los 10 años, sus padres la envían a Madrid, a casa de sus tíos, con el objetivo de que reciba una educación más completa.

En Madrid, además de aprender piano, francés, dibujo... empieza a interesarse por la tarea que desarrollan sus tíos en favor de las jóvenes que emigran buscando trabajo como sirvientas.

Dedicándose en su juventud al servicio de las jóvenes desamparadas.

Hay que tener en cuenta, que en el siglo XIX tuvo lugar la aparición de la industria y con ella el comienzo del éxodo campesino, y las consecuentes dificultades de las jóvenes que llegan de la zona rural, sin más patrimonio que su persona y con falta de preparación cultural, profesional y religiosa

Ante las dificultades en la obra iniciada por sus tíos, el 11 de junio de 1.876, funda en Madrid la congregación de Religiosas de María Inmaculada con la misión de servir, formar y proteger a las jóvenes necesitadas, ofreciéndoles un hogar donde encontrar el calor humano que la gran ciudad les negaba. 

En esta fecha, el obispo auxiliar de Toledo, dio el hábito a las tres primeras religiosas.

Posteriormente fundó nuevas casas en Zaragoza, Jerez de la Frontera, Sevilla, Barcelona y Burgos, y la congregación recibió la aprobación del papa León XIII en 1.888. ​

Una grave enfermedad alteró su vida y falleció en Madrid a los 43 años, el 26 de diciembre de 1.890. Sus restos mortales se encuentran en la Casa Madre, calle Fuencarral de Madrid, así como el museo con algunas reliquias y objetos personales

El 19 de febrero de 1.950, Pio XII proclama Beata a Vicenta María y el 25 de mayo de 1975, fue canonizada por Pablo VI.

Santa Vicenta María López y Vicuña

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Calle de Santa Vicenta María

Se dirige desde Alfonso XII a la confluencia de Teniente Borges, San Juan de Ávila y Virgen de los Buenos Libros.

Formaba parte del antiguo callejón de los Estudiantes. En 1877, al realizarse la remodelación del callejón, se le dio el nombre de Juan de Ávila, y en 1970 de San Juan de Ávila, al ser canonizado este religioso que ejerció buena parte de su actividad apostólica en la ciudad de Sevilla.

En 1986 se le dio su actual denominación, en memoria de Santa Vicenta María (ver), fundadora de las religiosas de María Inmaculada, institución que posee un centro de enseñanza en esta calle.

A comienzos de la calle se encuentra la fachada lateral de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos y la entrada a su aparcamiento. 

Las religiosas de María Inmaculada tienen un centro educativo, con escuela permanente de adultos y escuela profesional. Durante el siglo XIX y primeras décadas del XX estuvo allí emplazado el Jardín Botánico.


Fachada lateral de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos

 ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA

Ricardo Checa y Sánchez

Forma parte del nomenclátor de las calles de Sevilla (ver).


Nació en Sevilla el 24 de diciembre de 1857. Hijo de Fernando Checa y Ossorno, “Propietario, Caballero del hábito de Calatrava”, y de María Antonia Sánchez, ambos naturales de Sevilla y con domicilio familiar en la calle Teodosio número 70.  

Los abuelos paternos eran José Checa y Gijón, “coronel de los Ejércitos Nacionales, caballero veinte y cuatro de la Ciudad de Sevilla (ver) y Caballero Profeso del hábito de Santiago”, natural de la Villa de Chillón (Córdoba), y Clara de Ossorno y Paz, natural de Manzanilla (Huelva). 

Los abuelos maternos eran José Sánchez del Comercio y Rosario Caballero y Gamero, ambos de Sevilla.

Abogado y catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Sevilla. 

Fue decano de la Facultad y Rector de la Hispalense y frecuentaba los círculos aristocráticos y conservadores de la ciudad de Sevilla.

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Calle Ricardo Checa

Desde Jesús de la Vera Cruz a Abad Gordillo. Desde fecha imprecisa, al menos desde 1771, recibe la denominación de calle de la Dama. En 1930 se acordó darle el nombre que hoy conserva en memoria de Ricardo Checa Sánchez (ver), jurisconsulto sevillano.

Es muy corta, estrecha y rectilínea. Hay constancia de un proyecto de alineación de 1939. 

CASAS DE LA CALLE RICARDO CHECA

La construcción es desigual tanto en altura, que oscila entre dos y cuatro plantas, como en fechas de edificación y tipología. 

En la mayor parte de los casos constituye las fachadas laterales o traseras de edificios con entrada por las calles adyacentes, salvo dos casas tradicionales de patio sevillano de la segunda mitad del s. XIX. 

Calle Ricardo Checa número 3




 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escritores.  

Francisco Javier Lasso de la Vega y Cortezo 

Nació en la calle de las Palmas el 24 de septiembre de 1885 y fue bautizado en la Parroquia de san Lorenzo de Sevilla. 

El primer apellido original de la familia era Pérez, pero por Real Orden de 16 de mayo de 1.910, se obtuvo la “autorización para usar como un solo y primer apellido Lasso de la Vega conservando en segundo lugar el que por su señora madre le corresponde”.

Cursó la primera y la segunda enseñanza en el colegio del Santo Ángel, y sus estudios de Medicina en la Universidad de Sevilla, donde también cursó la carrera de Filosofía y Letras.

Francisco Javier Lasso de la Vega y Cortezo (ver crédito)


Heredó de su padre y abuelo la tradición por la formación médica. 

El primero, Francisco Javier de la Vega y Chinchón (1828- 1885), fue catedrático de Patología General en la Escuela Libre de Medicina y Cirugía de Sevilla. 

El segundo, Francisco Javier Lasso de la Vega y Orcajada (1785-1836), cartagenero de nacimiento, fundó la importante Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz.

Con un estudio sobre la sífilis, se presentó como numerario en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla (de la que era presidente al fallecer).

Tras su doctorado en Medicina, obtuvo la cátedra de Patología Infantil, que desempeñó hasta su fallecimiento, y el cargo de la Biblioteca de la Facultad.

Fue miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras (académico preeminente y censor), del Ateneo Hispalense y del Instituto de Ciencias de Quito y de la Academia Gaditana de Ciencias y Letras.

Desde su juventud, participó en los círculos intelectuales progresistas de la ciudad, que se reunían en importantes tertulias. 

Y así, en 1881 fundó, junto a Antonio Machado Núñez y Joaquín Guichot, entre otros, la sociedad el FolkLore Andaluz, dedicada a la recopilación y estudio del saber y de las tradiciones populares. 

Igualmente, en 1883 frecuentaba La Genuina, una curiosa sociedad formada por jóvenes sevillanos de ideas avanzadas y fervoroso romanticismo, para cuyo ingreso se exigían unas condiciones muy estrictas, en palabras de José María Osuna.

De posiciones políticas progresistas, fue representante en el Consistorio sevillano en dos ocasiones.

Gran escritor, dejó una amplia y variada obra literaria, científica, novelística y poética.

Falleció en Sevilla el 23 de marzo de 1911, a los 55 años de edad, en la calle Abad Gordillo 17 (ver), donde se colocó una placa en su memoria. 


Calle Abad Gordillo, número 17

El Ayuntamiento de Sevilla en 1914, a propuesta de los alumnos de la Facultad de Medicina, rotuló en su memoria una céntrica calle de la ciudad y la Academia de Medicina, de la cual era entonces su presidente, acordó dejar vacante, por un año, su cargo en señal de duelo. 

Calle Javier Lasso de la Vega (ver)

 ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA

Abad Gordillo. Alonso Sánchez Gordillo 

Rotulo de la calle (ver)

Don Alonso Sánchez Gordillo nació en Sevilla en 1.561 y murió en ella el 1.644. 

Fue enterrado en la Parroquia de la Magdalena que estaba donde actualmente se sitúa la plaza del mismo nombre, y que fue derribada por determinaciones urbanísticas del s. XIX.

Se le conoce popularmente como el Abad Gordillo por ser primer Abad Mayor de los Beneficiados de la Parroquia de la Magdalena, donde en 1.614 casó en segunda nupcias a Juan Martínez Montañés (ver), y después Abad de la Universidad de Beneficiados en la Parroquia de San Juan de la Palma.

Residió durante más de un año en el monasterio de San María de las Cuevas, y gracias a ello, ha llegado hasta nosotros la historia de este monumento, con una descripción pormenorizada de sus edificios, espacios y usos de los mismos, que ha servido para su restauración antes de la Exposición Universal de 1992.  

Pero, la mayor parte de su obra permanece inédita, solo dos obras, correspondientes a los años 1.631 y 1.632, fueron publicadas en vida de su autor. 

La mayor parte de su producción se conoce merced al trabajo del canónigo Ambrosio de la Cuesta y Saavedra, que a su vez la conoció por el doctor Molina, por entonces también Abad Mayor de la misma universidad donde se guardaban los escritos de Sánchez Gordillo.

Ambrosio de la Cuesta se interesó por estos escritos a partir del año 1.693, mandó copiar varios de sus manuscritos a principios del siglo XVIII, y se conocen gracias a estas y otras copias, derivadas de los originales autógrafos.

La mayoría de sus obras se conservan en la Biblioteca Capitular y Colombina, donde ingresó la librería de don Ambrosio de la Cuesta, tras su muerte en 1.707, y en menor medida en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla y en la Real Academia de la Historia.

Se dedicó a investigar la historia eclesiástica de la ciudad, así como los conventos, corporaciones y hermandades y cofradías, que frecuenta la religiosidad sevillana.

El escrito de 1.630, titulado “El Memorial de las religiosas estaciones que frecuenta la devoción sevillana”, ha sido estudiada y publicada en el año 1.982 por el profesor Jorge Bernales Ballesteros, quien destaca su importancia para conocer las cofradías y hermandades de la ciudad desde finales del siglo XVI al primer tercio del siglo XVII.  

Este período de tiempo coincide con la vida del propio autor, y su pretensión es dar a conocer la religiosidad sevillana, y sus tradiciones y cultos desde los tiempos de Fernando III el Santo.

Memorial Sumario de los Arzobispo de Sevilla y otras obras. ABAD ALONSO SANCHEZ GORDILLO. Ayuntamiento de Sevilla. 2004. ISBN: 978849698190

Se puede considerar como el primer libro cofrade, pues recoge todas las tradiciones y cultos de las hermandades penitenciales más antiguas e importantes de la época, aunque puede contener datos inexactos que se ha tenido que corregir, como en el caso de la antigüedad que otorga a algunas hermandades.

Como curiosidad, relata que la Soledad de San Lorenzo, entonces Soledad del Carmen, por residir en el Convento de dicho nombre (ver), que estaba situado en la actual calle Baños, fue la primera dolorosa que lució palio en Sevilla, cuando hoy en día no lo lleva.

Aunque, se especula sobre la posibilidad de que la Virgen de la O pudiera haber lucido palio con anterioridad a la Soledad, en base a un antiguo libro de reglas de su hermandad, en el que aparece una ilustración de la Dolorosa de la O orlada con una especie de media ráfaga y enmarcada con lo que claramente son varales y bambalina.

Reglas O, siglo XVIII, Rodríguez Rechi

También, parece que en unas actas de cabildo de la Hermandad de Montesión de 1.591 y 1.592   se habla de la adquisición de cuatro varas de plata para las andas de la Virgen.  

No se habla de palio, pero estas varas son lo que hoy conocemos por varales, pero al no hablar de techo de palio estas varas pueden ser los que hoy conocemos por tales o las que sustentan las andas, cuyos vestigios actuales serían las maniguetas.

Igualmente resulta curioso que el Abad se escandalizara, por vestir a la Soledad con ropajes de colores y con corona imperial, porque consideraba que son atributos que pueden ponerse para su mayor honra, pero no adecuados para realizar la procesión de penitencia. 

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Calle Abad Gordillo

Se dirige desde Alfonso XII a Cardenal Cisneros. Por la acera de los pares desemboca en ella, la calle Ricardo de Checa.

Recibe esta denominación al menos desde 1.486, quizás porque en ella estuviera la residencia de un eclesiástico de este nombre.  

González de León (1839) cree que se trata del abad de beneficiados y escritor Alonso Sánchez Gordillo (1561-1644), pero no coincide las fechas de su nacimiento y muerte.

En 1868, con la Primera República, se simplificó en Gordillo, pero de nuevo recuperó el nombre completo de Abad Gordillo (ver), a raíz de la Restauración (1875).

La calle es estrecha y sensiblemente rectilínea, al menos en la acera de los impares, tras una operación de alineación y ensanche (1875). Simultáneamente, se lotearon los terrenos del exconvento de la Asunción en la manzana formada entre ésta y San Vicente, resultado del cual fue la construcción de una serie de casas de la misma tipología y unidad de fachada, edificadas en las décadas de 1870 y 1880, que configuran la mayor parte de la acera de los impares.

Calle Abad Gordillo
CASAS DE LA CALLE ABAD GORDILLO

Predomina la vivienda tradicional de tres plantas, del tránsito del siglo XIX al XX.

En los números 5 y 7 tuvo su sede la institución religiosa Carmelitas de la Santa Faz, más conocida popularmente como "Palmar de Troya", que distribuía una versión moderna de la "sopa boba", por lo que era frecuente encontrar, en las proximidades, personas sentadas de diversa condición, sobre todo ancianos necesitados (Josefina Cruz Villalón en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993).

Abad Gordillo número 8

Catalogada en Arquitectura Civil Sevillana, con patio de dos plantas, con arquería en uno de los frentes del cuerpo bajo y balaustrada de hierro en la planta alta, ha sido demolida en fecha reciente. 


Abad Gordillo numero 17

Una lápida, colocada a inicia­tiva de la Real Academia de Buenas Letras recuerda que allí murió, en 1911, Javier Lasso de la Vega (ver) y Cortezo, quien fue presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía.

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Calle Teniente Borges.

Se dirige desde las plazas del Duque de la Victoria y de la Concordia a la confluencia de San Juan de Ávila, Virgen de los Buenos Libros y santa Vicenta María.

Formaba parte del antiguo callejón de los Estudiantes (ver), conocido desde 1584, por la existencia del colegio jesuita de San Gregorio, también conocido como de los Irlandeses, y una de sus fachadas laterales daba a este callejón. 

También era conocida, como callejón del Juego de la Pelota, al menos entre 1782 y 1839. Y, según Santiago Montoto, se llamó Escuela.

En 1915 se acordó rotularla con la denominación actual en memoria de Eduardo Borges y Fe (18 75-1896), teniente de infantería de origen sevillano, muerto en acción militar durante la guerra de Cuba.

El callejón de los Estudiantes, iba desde la calle de las Palmas (hoy Jesús del Gran Poder) a la de Armas (Alfonso XII). Muy estrecho en sus dos extremos, se ensanchaba en la parte central, donde describía un recodo y se formaba una especie de plazoleta (plano de Olavide, 1.771).

La mayor parte de las noticias históricas sobre este callejón hablan de acumulación de escombros, de la petición de sitio por parte del colegio de san Hermenegildo, pues una de sus fachadas se abría a este callejón, o de su cerramiento por uno u otro de sus extremos. Todas estas noticias confirman su condición de callejuela marginal y abandonada.

Además del colegio de san Hermenegildo, daban al callejón unos postigos del palacio del duque de Medina-Sidonia y hasta la reunificación de los hospitales de 1587 se encontraba aquí el Hospital de Nuestra Señora de la Merced, de la parroquia de San Miguel.

Desde la década de 1850 se habían presentado varios proyectos para modificar su trazado o abrir nuevas vías de mayor amplitud y poner en comunicación la plaza de la Gavidia y la calle Baños con Alfonso XII. 

Finalmente, fue aprobado el que aprovechaba parte del trazado del callejón de los Estudiantes y terrenos del cuartel de San Hermenegildo. 

Con este proyecto, en la primera en la década de 1.870, se daría origen a la actual Santa Vicenta María y a una calle estrecha y de trazado rectilíneo que bordeaba el cuartel de San Hermenegildo, que sería el antecedente directo de Teniente Borges.  

En la década de 1950, al derribarse los cuarteles de San Hermenegildo y de la Gavidia y abrirse la plaza de la Concordia, la calle adquirió el trazado actual.

La acera de los pares sólo está flanqueada por la fachada lateral de la antigua jefatura de Policía y a continuación se abre la plaza de la Concordia. La fachada opuesta está ocupada por los grandes almacenes comerciales de El Corte Inglés. Conserva una barreduela rectilínea como pervivencia del antiguo callejón.