jueves, 4 de mayo de 2023

 RUTA DE LOS CAMPANARIOS Y VELETAS 

Iglesia de santa Isabel

La espadaña, que parece rivalizar en semejanza con la cercana del convento de Santa Paula, se puede contemplar desde la plaza de santa Isabel. 

Presenta escudos de la Orden de San Juan en tonos azules y las pirámides con esferas características del estilo manierista.

El cuerpo inferior consta de tres vanos, uno central en forma de arco de medio punto y dos rectangulares a ambos lados. 

Sobre las jambas de los vanos cuatro pilastras cajeadas, rellenas con azulejos azul metálico. 

El arco y los huecos laterales son de obra de almohadillado. 

Sobre los huecos laterales unas cuartelas cuadradas, con la cruz de Malta de la Orden de san Juan Bautista en cerámica blanca sobre fondo azul metálico oscuro, como el resto de la decoración de barro vidriado. 

Sobre los pilares, un entablamento con friso clásico, presentando las metopas una decoración de azulejos del mismo color azul. 

A ambos lados de este cuerpo inferior sendos cartabones, ensanchados en su base y terminados en pináculos piramidales aguzados, sobre un amplio basamento.

Del tímpano, con un frontón recto partido, emerge el cuerpo superior, constituido por un arco de medio punto con una campana, terminado en un frontón curvo. 

Esta parece ser la verdadera espadaña, pues el cuerpo inferior ciego, puede pensarse que es el remate de una portada.

Esta parte está decorada con azulejería. Así la rosca del arco, la imposta, los verduguillos verticales que decoran las pilastras, y las medias bolas. También, el relleno del tímpano del frontón curvo superior, desde el entablamento hasta el guardapolvo.

Sobre el frontón roto que corona el cuerpo inferior se levantan dos pináculos piramidales y sobre el frontón curvo superior unos dados con salientes, coronados con florones de cerámica, En el centro la cruz de hierro y la veleta rematan la composición.

En los frontones laterales del arco del cuerpo superior hay también ornamentación de azulejería. 

Arriba en forma de rombo o esquinapé, y abajo en forma cuadrada con orejetas.

Espadaña con el escudo de la Orden de san Juan y las pirámides con esferas 

 RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Gil Abad. 

San Egidio o san Gil (advocación de la iglesia de san Gil) nació en Atenas en el siglo VII, en el seno de una familia noble, a la muerte de sus progenitores vendió todos sus bienes y repartió lo recaudado entre los necesitados y se retiró a una isla cercana a Atenas. Posteriormente, emigró a Arlés, Provenza, en el valle del Ródano, para ser discípulo del santo prelado Cesaréo, obispo de Arlés y Nimes.  Más tarde se retiró a un bosque próximo a Nímes, donde se alimentaba de la leche de una cierva domesticada.

En el trascurso de una cacería, el rey Childeberto (otros autores consideran al rey Wamba) hirió a una cierva que se refugió en la cueva del santo ermitaño. 

Los miembros de la comitiva real dispararon flechas al interior de la cueva y cuando el rey penetró en la misma se encontró con el santo herido y a la cierva echada a sus pies.

En respuesta a esta situación, Childeberto lo nombró su consejero espiritual y le construyó un monasterio en Saint Gilles, situado entre Arlés y Nímes, donde murió en el año 725 y enterrado en la iglesia de san Saturnino de Toulouse.

Por ello, en su iconografía aparece vestido con túnica blanca de benedictino, se apoya sobre el báculo abacial y lleva un libro por sus meditaciones. A menudo lleva en el pecho clavada la flecha que hirió a la cierva y le suele acompañar este animal. A veces, se le concede como atributo un lirio que debe interpretarse como armas parlantes, puesto que su nombre en italiano, Gilio, se pronunciaba como “Giglio”, que significa “Lirio”. 

San Gil, Abad. Román, Bartolomé. 1616. Óleo sobre lienzo. 202 x 110 cm. Museo del Prado. Depósito en otra Institución

Sobre su vida, se refieren varias leyendas. Un monje había puesto en duda la virginidad de María, san Gil escribió sobre la arena tres preguntas, en relación a si María había permanecido virgen antes, durante y después de la concepción. A manera de respuesta de la arena seca brotó súbitamente un lirio.

También se refiere que Carlos Martel lo llamó para pedirle su intersección causa de un pecado que no se atrevía a confesar. Al día siguiente, mientras san Gil celebraba misa en presencia del rey, un ángel depositó un pergamino sobre el altar que revelaba a san Gil la falta secreta y le concedía la absolución. Los caracteres fueron borrándose a medida que pronunciaba sus oraciones.   Pero san Gil murió en 725 por lo que existe un evidente anacronismo con Carlos Martel, por lo que es reemplazado por el emperador Carlomagno, que había tenido relaciones incestuosas con su hermana Audea (o Gisela).

Altar Mayor de la Iglesia de san Gil

San Gil 

Detalle del rostro de san Gil


Detalle del cervatillo

 RUTA DE LOS CAMPANARIOS Y VELETAS 

Iglesia de san Gil

La torre se levanta a la derecha de la portada de la epístola, y se ha considerado como alminar de la primitiva mezquita, aunque esta atribución no es compartida por algunos estudios sobre el mudéjar. 

Se considera que se construyó en 1356, bajo el reinado de Pedro I y con el apoyo del arzobispo Don Nuño. 

Se vio muy afectada por el terremoto de 1684 y fue sometida a sucesivas reparaciones en la mitad del siglo XVIII.

El cuerpo de campanas se levantó entre 1777 y 1782 por Antonio de Figueroa y Antonio Caballero, y consta de dos arcos de medio punto, de carácter cristiano, a cada frente, perdiendo su aspecto islámico.

Se corona por un alto chapitel hexagonal revestido de azulejería de cerámica trianera de color azul.

Cuerpo de campanas

Detalle de una campana

Destaca la veleta con su flecha curvada, que representa la fuerza del viento, es el viento que hará sonar la trompeta que anunciará el fin del mundo y la resurrección de los muertos.

Detalle de la veleta