jueves, 26 de enero de 2023

 AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER 

Calle Becas

Se dirige desde la calle Jesús del Gran Poder a Lumbreras.

Desde principios del s. XVII fue conocida como callejón de las Becas y en alguna ocasión de las Becas Coloradas, por discurrir junto al colegio-seminario de teólogos de los jesuitas.

Beca es la ayuda económica que se concede para sufragar los gastos de unos estudios, e igualmente es el paño que antiguamente llevaba los estudiantes cruzada de hombro a hombro bajo la capa y que actualmente llevan los tunos de las facultades y constituyen las ceremonias de terminación de las carreras universitarias.

El color de la banda depende de las Facultades y en el caso de los Seminaristas era el color rojo de aquí el nombre de las Becas Coloradas.

En el s. XVIII hay referencias a Jardinillo como un tramo de Becas, y a finales del mismo se la conoce, junto con otras colindantes, como Inquisición Nueva, por estar en ella situado el citado tribunal, tras haber estado en el castillo de San Jorge en Triana.

En el s. XIX era designada popularmente, según recoge la prensa, como Postigo de don Rafael.

Discurría en forma de T entre Lumbreras, Hombre de Piedra y Jesús del Gran Poder, como corredor entre la fachada posterior del convento de Santa Clara y la trasera y lateral del colegio de las Becas, hasta que se instaló en éste el Tribunal de la Inquisición.

A mediados del s. XVIII, se cierra el tramo que desembocaba en Hombre de Piedra.

En 1786, el Tribunal de la Inquisición quiso cerrar el tramo que desembocaba en Jesús del Gran Poder, pero esta opción no fue autorizada por el Ayuntamiento pues constituía la salida del sector en caso de arriadas.

Originariamente era muy estrecha, "callejón Escusado” lo llama González de León, hasta que, en 1907, una vez aprobado el proyecto de rectificación de líneas, experimentó un notable ensanche.

Actualmente es la entrada para la torre de Don Fadrique a través del “Espacio Santa Clara”.

Casas de la Calle Becas  

Becas numero 4  



Becas numero 10


Becas numero 12



 AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER 

Calle Guadalquivir

Se dirige desde Santa Clara a Torneo. En ella confluyen por la izquierda las calles Teodosio y San Vicente y por la derecha la calle Pizarro.

Desde comienzos del s. XV se conoció por Santiago por ser lindera con el convento de la Orden de Santiago.

En el primer tercio del s. XVI se cita como del Rio por confluir en la ribera del Guadalquivir y San Roque por la ermita de este santo, frontera al citado convento de la Orden de Santiago.

En la segunda mitad del s. XVII empieza a denominarse Estrella, por la imagen de la Virgen de esta advocación que existía en la citada ermita de san roque y que terminó por darle nombre.

En 1845 fue sustituido por Guadalquivir dada la proximidad del rio. El último tramo que formaba la plaza de Santiago de la Espada fue incorporado en 1846 a la calle San Vicente y a finales de siglo a Guadalquivir.

Según Santiago Montoto también se denominó Lenceros.

Es corta, rectilínea y de regular anchura en su primer tramo y muy ancha en el segundo. Debió conformarse sobre el espacio intramuros que conducía al río a través de la Puerta de San Juan. Delante de ésta, intramuros como era habitual, se formó una plaza delimitada por la muralla, el convento de Santiago y la ermita de la Estrella.

Vista de la calle Guadalquivir desde la calle Santa Clara
Tras la demolición de la muralla, en la segunda mitad del s. XIX, se construyó a finales del mismo una manzana de casas y se amplió otra, desapareció la plaza y quedó conformado el último tramo de la calle tal como se encuentra hoy.

En la esquina de San Vicente se halla el convento de la Asunción (ver), en el que se conservan restos del antiguo de Santiago de la Espada, sede de la Orden de Santiago.

Como hemos comentado, junto a este convento había una ermita dedicada a San Roque que tuvo hospital. En 1645, con motivo de una peste, la Virgen de la Estrella, que estaba en la ermita, realizó numerosos milagros por lo que dio nombre a la ermita y a ella se trasladaron las funciones de la parroquia de San Juan de Acre, demolida en 1864, perteneciente a esta orden militar. Tras la desamortización de 1837 se arruinó el edificio.

En la Edad Moderna esta calle y barrio de San Juan de Acre (v. Clavijo) estuvo ocupada por artesanos de la seda.

Ha sido históricamente lugar de acceso a los baños en el río por la Puerta de San Juan, donde en el s. XIX se instalaron “cajones” que separaban a los bañistas de ambos sexos.

En 1887 se colocó la primera piedra de un monumento que habría de levantarse en memoria de Gustavo Adolfo Bécquer, pero nunca llegó a realizarse.

Guarda Esquina con Santa Clara.

Guarda Esquina Santa Clara-Guadalquivir

Casas de la Calle Guadalquivir


Numero 5



Numero 6


 AREA DE SANTA CRUZ

Casa Olea

Coautor: Saturnino García Jaén

Tras los muros del número diez de la calle Guzmán el Bueno, muy próximo a la parroquia de Santa Cruz, se esconden los restos de una ilustre casa sevillana.

Sólo quedan dos estancias de la primitiva construcción, pero se trata de uno de los más destacados ejemplos de arquitectura islámica de la ciudad, con semejanza con el palacio del rey Pedro I del Real Alcázar

Actualmente es un centro de educación infantil y hogar de San José de la Montaña.

La vivienda cuenta con importantes transformaciones realizadas en los siglos XVI, XVIII y XIX, pero sus arcos de herradura, alfarjes, zócalos de azulejos, portadas y sus impresionantes yeserías, son típicamente islamicas.

Según el arquitecto Honorio Aguilar, experto en arquitectura mudéjar: "Parece ser que es de la segunda mitad del siglo XIV. De esta época quedan en la planta baja el gran salón, hoy convertido en capilla, y el dormitorio de las niñas. Posteriormente, se hacen reformas utilizando el lenguaje mudéjar". Pero, estudios mas recientes realizados por el profesor Corzo, parecen atribuirlo a una etapa muy anterior remontándose al siglo XI, época de Al Mutamid.

Puede tratarse del alcázar más antiguo de la ciudad, vinculado con el sector de la primitiva mezquita aljama, actual parroquia del salvador.

Tras una portada con una gran reja de forja se accede al apeadero con una magnifica lámpara en sus extremo.

Entrada al apeadero

Desde el apeadero
Lámpara

Desde la esquina izquierda del apeadero se pasa a un salón, con un rico artesonado,  previo patio, de planta cuadrada, y desde este, por una sencilla escalera se pasa a la planta superior.

Artesonado del salón previo al patio


Ventana lateral del salón previo al patio

Pasillo del patio de la escuela infantil


Fuente Central

Detalle del patio

Detalle del patio



Detalle del patio de la escuela infantil

Escalera de acceso al piso superior


Cuadro del descansillo de la escalera


Piedra alusiva a la construcción

El salón, actualmente reconvertido en Capilla Cristiana, está rodeado por anchos muros y esta abrazado por dos crujías, una de las cuales cuenta con un artesonado medieval pintado con motivos heráldicos y vegetales.

Artesonado

Detalle del artesonado

Ventanal moderno de separación de las dos crujías

Entrada a la Capilla


Arco de acceso a la Capilla 


Detalle del intradós del arco


Visón del arco desde dentro de la capilla

Destacan los azulejos de ruedas de lazo y las yeserías con decoración de ataurique, inscripciones cúficas y veneras en el intradós del arco, así como los paños de Skeda.

Azulejos de rueda de lazo


Detalle del azulejo

Pared lateral derecha de la capilla

Paños de Sebka

Arco interior con paños de Sebka

Inscripciones cúficas y veneras 

Detalle de los paños de Sebka

La cúpula posiblemente se incorporó en el siglo XIX y la original tendría mayor entidad, con mocárabes. 

Cúpula

Detalle de los ventanales de colores debajo de la cúpula

Al fondo un crucifijo como altar mayor

Crucificado

Detalle de cabeza y Cara

Detalle del paño de pureza

Detalle de los pies. Derecho sobre el izquierdo con un solo clavo




 AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER 

Monasterio de Yuste

La creación del Monasterio de Yuste se remonta al último término del siglo XIV, cuando los monjes ermitaños Pedro Brañes y Domingo Castellanos se retiraron a vivir a la ermita de San Cristóbal, a las afueras de Plasencia.

Portada del Monasterio

Detalle de la Portada del Monasterio

A comienzos de del siglo XV se trasladan a la Vera extremeña y junto a otros eremitas se convierten en monjes Jerónimos, contando con el apoyo del infante Don Fernando, hijo de Juan I de Castilla, de Don Lope de Mendoza, arzobispo de Santiago y de García Álvarez de Toledo, tercer señor de Oropesa, que en 1408 consiguieron la bula, del papa Benedicto XIII, para levantar un monasterio, con el compromiso de que los monjes obedecieran al prior del monasterio de san Jerónimo de Guisando de Ávila.

Con las obras prácticamente finalizadas, en 1554 Carlos V decide establecer su residencia para los últimos años de su vida, hasta su muerte en septiembre de 1558. La residencia palaciega se construyó sobre el lado Sur de la Iglesia y se terminó en 1557.

De este modo, el conjunto de san Jerónimo de Yuste se compone de dos partes muy diferentes, lo que es el convento propiamente dicho, formado por la Iglesia con dos claustros (gótico y renacentista), la Casa de Novicios y la Casa del Obispo y la vivienda Imperial con sus patios y jardines.

El doble claustro está dividido por una crujía. El gótico construido en el siglo XV de planta rectangular y el renacentista del siglo XVI de estructura cuadrada.

El claustro gótico tiene un aspecto sencillo, de cantería granítica con dos pisos de arquerías con arcos cárpales (arco carpal o arco apainelado es un tipo de arco rebajado simétrico con el añadido de pequeños arcos en los extremos; ​ arcos que tienen su centro en la línea de imposta para conseguir en ellos una forma redondeada) apoyados en columnas sin capiteles. En el centro del claustro se ubica una fuente del siglo XVI, con un perfil circular de cantería con una columna abaustrada sobre la que se asienta un capitel con columna jónicas y  decoración con elementos vegetales renacentistas. Posiblemente fue construida durante la estancia de Carlos V cuando Juanelo Turriano reformo el sistema general de conducción de aguas.




El claustro renacentista también llamado plateresco, es del siglo XVI con etapas diferentes de construcción dependiendo de las disponibilidades financieras. Dispone de dos plantas con arcos de medio punto en la inferior y arcos rebajados en la superior, apoyados en columnas de fustes lisos con capiteles jónicos decorados con motivos vegetales. Las enjutas de los dos pisos (triángulo de lados curvos que está formado por el anillo de una cúpula y los arcos sobre los que se construye) están decoradas con blasones, en cuyo interior se disponen los símbolos de la orden (el león y el capelo cardenalicio de san Jerónimo) y los atributos de la pasión así como varios emblemas heráldicos de las familias protectoras del Monasterio. En el centro del claustro una fuente planta octogonal con taza sobre columna con capital jónico y posiblemente también realizada durante la estancia de Carlos V.

Entrada al claustro


Claustro Renacentista

Arcada Inferior

Arcada superior

Detalle

Esquina del claustro


Fuente central


Cuerpo superior

Vista superior

Vista superior

Vista del campanario

La Casa-Palacio de Carlos V.  El 19 de enero de 1554 Carlos V comunicaba al general de los jerónimos, fray Juan de Ortega, su intención de retirase al Monasterio de Yuste, para lo que deseaba “me labrassedes unos aposentos” de acuerdo al modelo que remitía y que serviría de morada exclusiva para él y su servidumbre. 

La casa-palacio se construyó en el muro sur de la iglesia sobre diseño de Gaspar de Vega y supervisión de obras a cargo de Alonso de Covarrubias, como edificación sencilla de ladrillo y mampostería con enmarcamiento de cantería granítica en puertas y ventanas.

La casa tiene dos pisos idénticos, con pórtico de entrada y cuatro salas separadas dos a dos por un pasillo central, el superior como estancia de invierno y el inferior de verano.  







La planta principal de la que fuera residencia del emperador es sencilla, estructurándose en un pasillo central con dos estancias a cada lado. 

En el ala de la izquierda se encuentran la antecámara y la alcoba de Carlos I, estancia que se comunica con la iglesia. 

A la derecha se sitúan dos estancias más, con sendos miradores que dan a la huerta que completa el conjunto. Una de dichas habitaciones fue comedor y sala de audiencias. Entre el escaso mobiliario de la residencia regia, destaca la silla construida especialmente para el monarca, que sufría de gota. También cabe mencionarse el reloj de bronce y plata, realizado por  Jeremias Metzger y que está datado en 1562.

Sillón para la gota y traslado de Carlos I

Dormitorio de Carlos I

Presentación de D. Juan de Austria al emperador Carlos V, en Yuste. Eduardo Rosales. 1869. Óleo sobre lienzo. 76,5 x 123,5 cm. Museo del Prado

Tras la muerte de Carlos V, su hijo Felipe II determinó la preservación de las habitaciones imperiales y la prohibición de ocupación de las mismas por parte de la comunidad religiosa.

El edificio apenas tuvo cambios significativos hasta principios del siglo XIX.

Primero, con la invasión napoleónica, sufrió un importante incendio en 1809, que afectó a toda la zona del convento, salvándose la iglesia, el Palacio y la casa del Obispo.

Después, con las desamortizaciones eclesiásticas de 1820 y 1835, se confiscaron los bienes inmuebles que conformaban el conjunto conventual, y se vendieron en pública subasta, siendo adquirido entre 1822 y 1838 por Bernardo Borja Tarrius, que instalo una fabrica de tejas y ladrillos. En 1875 paso a ser propiedad del marques de Mirabel que realizó las primeras obras restauración del edificio.

A principios del siglo XX, el claustro plateresco solo conservaba los arcos inferiores de sus muros, pues las bóvedas del coro   y el sotacoro estaban hundidas. La Casa-Palacio era la única construcción totalmente en pie, gracias a su destino como vivienda del guarda.

A partir de su declaración como monumento histórico-artístico en 1931, se inició su verdadera reconstrucción con mayor impulso con ocasión del IV centenario de la muerte de Carlos V en 1958.

Gracias a las obras de restauración llevadas a cabo a partir de 1942, por la Dirección General de Bellas Artes y bajo la dirección del arquitecto Gonzalez-Valcarce, el monasterio de Yuste pudo abrirse a visita publica en 1959, tras la repoblación del monasterio por los jerónimos en 1958. 

La Iglesia del Monasterio.  

La planta de la iglesia es de una sola nave y de cabecera poligonal y se comunica con el claustro gótico. No está autorizado el realizar fotografías y no hay información.

Interior de la Iglesia a los pies del templo

Retablo de la Iglesia 

Detalle del ático del retablo