miércoles, 22 de mayo de 2024

 AREA DE MACARENA-SAN LUIS-SAN JULIAN

Puerta de la Macarena.

En la época romana, entre los años 65 y 68 antes de Cristo, Julio César, mandó sustituir la muralla de madera y barro por una de piedra y añadió las puertas que daban acceso a Hispalis y los torreones de vigilancia del exterior de las murallas. Más tarde, en relación con el crecimiento de la población, las murallas sufrieron numerosas reformas y ampliaciones durante la dominación romana de Sevilla.

En el año 913, durante el emirato omeya el califa Abderramán III mandó destruir las murallas de Isbiliya para evitar los conatos de secesión contra Córdoba, capital de al-Andalus.

Pero, durante el imperio Almohade   la muralla de Isbiliya se fortalecieron para prevenir los ataques de los cristianos del norte de España.

En el año 1.023 el primer rey de Sevilla, reformó la nueva muralla con una dimensión de siete kilómetros con 166 torreones, 13 puertas y 6 postigos.

Murallas de Sevilla

La demolición de las diversas puertas y tramos de la muralla hispalense transcurrió durante quince años, comenzando en 1858 y en la actualidad solo se conservan el arco del Postigo del Aceite, la puerta de la Macarena y la puerta de Córdoba, que es la única que conserva su aspecto original almorávide, así como el tramo de muralla con sus ocho torres entre la Macarena y la Puerta de Córdoba, que en 1908 fueron declaradas Bien de Interés Cultural, en la categoría de monumento. 

Imagen desde extramuros, con la calle San Luis a través de la Puerta de la Macarena. Se aprecia un grupo de casas delante del lienzo delantero Este de la muralla, viéndose la parte superior de la merlatura. En el flanco Oeste, las edificaciones de la Resolana y Bécquer nos sitúan ante un lienzo posiblemente ya perdido en todo su desarrollo. Aproximadamente, primera o segunda década del s. XX. (CC BY 3.0)


La Puerta de la Macarena es la situada más al norte, en la embocadura de la calle San Luis y su cruce con Resolana. Esta vía era la prolongación natural a extramuros del Cardo Máximo de la Híspalis romana, en su conexión con Ilipa Magna (Alcalá del Rio), con indicios arqueológicos constatados del siglo I d.C. en adelante.

Tras la Reconquista fue la entrada habitual de los reyes, en ella juraban sus privilegios y se les entregaba las llaves de la ciudad, para dirigirse hacia el Alcázar. Así sucedió con Alfonso XI en 1327, Isabel I de Castilla en 1477, Fernando II de Aragón con Germana de Foix en 1508, su nieto el Emperador Carlos I para su boda real con Isabel de Portugal en 1526 y Felipe IV en 1624.  

Anteriormente era conocida como “Puerta del Campo”, y constituía la entrada de Extremadura y del comercio del vino.

Su nombre actual es conocido desde el siglo XIII, con diversas teorías sobre su origen.

Se le puede atribuir un origen griego por Macaria, hija de Hércules, el fundador de la ciudad.

Algunos historiadores, en base a cuestiones filológicas, sostienen que la denominación podría provenir del nombre latino Macarius, dueño de una villa en las proximidades de Hispalis.

La más aceptada parece ser la de un rico hacendado árabe llamado Maqrana, que tenía grandes propiedades al norte de la ciudad, pero también se cita a una princesa musulmana, que vivía cerca de la muralla.

Es la puerta mayor de todo el antiguo recinto murado. Se corresponde a la reforma realizada por el sultán Ali Ibn Yusuf en el siglo XII, ante la amenaza del avance de las tropas cristianas, tras el triunfo de las Navas de Tolosa.

La puerta original almorávide posiblemente sería en recodo con doble puerta. Debió ser fuertemente fortificada en la época almohade, y aunque se desconoce con exactitud su aspecto original, pudo existir una barbacana que, atravesado su acceso almenado, daría a un espacio delimitado por ésta y la propia muralla, lugar en el que habría dos arcos entre los que se alzaban dos torres y, a su vez, entre ellas, se abríria una gran puerta dentro de la cual habría una plaza cuadrada y una puerta más que daría acceso a la ciudad. Esta descripción es la que hace Luis Peraza en su "Historial de la imperial ciudad de Sevilla", citado por Daniel Jiménez Maqueda en el estudio que de esta puerta hace en un artículo llamado "La Puerta de la Macarena. Un ejemplo de dispositivo poliorcético almohade en la muralla almorávide de Sevilla".

Evidentemente, esta morfología facilitaba la defensa de la ciudad, ya que los atacantes tenían que superar varias puertas sucesivas, mientras podían ser hostigados desde la parte superior de las murallas.

En la década de 1560, en tiempos de Felipe II, fue reformada por Hernán Ruiz, que eliminó la barbacana y el acceso en recodo y la dotó de inscripciones y el escudo con las armas de la ciudad en su cara interna, y el de las armas reales en la externa.

En 1588, aparece registrada una nueva intervención a nombre de Lorenzo de Oviedo para ensanchar su arco.

Asimismo, también destacan las obras realizadas en el año 1723 por orden del alcalde Alonso Pérez de Saavedra y Narváez, conde de la Jarosa, y en 1795, dirigidas por el arquitecto municipal José Chamorro y que le dieron la configuración actual, desapareciendo las antiguas inscripciones y los escudos, y componiendo un aspecto torreado con sendos elementos simétricos a ambos lados.

En el año 1836 se hicieron en esta Puerta algunas obras defensivas, que comenzaron el 29 de septiembre, a consecuencia de que la división carlista al mando de su jefe Gómez invadió Andalucía. Dichas obras consistieron en un gran foso con parapeto y puente levadizo. 

Con el derribo del tramo de muralla que la unía con la Puerta de la Barqueta (iniciado en el siglo XIX), iría adquiriendo la configuración de arco monumental que vemos hoy día, con un único espacio en el que se fusionan las calles históricamente separadas por la cerca.

En 1922 se añadió en su frontón extramuros, por suscripción popular, el mosaico de la Virgen de la Esperanza Macarena, obra de Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela, que fue descubierto 7 de Mayo de 1923 por S.A.R Dª María Esperanza de Borbón y Orleans. 

En torno al año 1920. Aún no estaba radicado en el ático el retablo cerámico que con la Virgen de la Esperanza (CC BY 3.0)

Inauguración del retablo (CC BY 3.0)

Durante la Republica fue objeto de afectación por la artillería.

Frente de la calle Bécquer con el Arco de la Macarena, ya sin el lienzo de muralla. Finales de los años 20 o 1930-31. (CC BY 3.0)

Detalle del frente de la calle Bécquer con ‘Casa Cornelio’ destrozada por el bombardeo en Julio de 1931. (CC BY 3.0)

En el año 1941 se construyó a su lado la Basílica y sede de la Hermandad de la Esperanza Macarena. 

Primera fase de la construcción de la basílica de la Macarena, ya tras el derribo de las edificaciones de la esquina de Bécquer y “Casa Cornelio”. (1/7/1946). Autor: Cecilio Sánchez del Pando. (BB CY 3.0)

Avance de las obras de la basílica, ya con espadaña y mayor desarrollo ornamental en la fachada, así como el cercado del atrio. (1/4/1949). Autor: Cecilio Sánchez del Pando. (CC BY 3.0)

Entre 1984 y 1988 se efectuó una rehabilitación integral de las murallas bajo la dirección del arquitecto José García-Tapial y del aparejador Cabeza Méndez, y entre 1997 y 1998 se realizaron trabajos de consolidación y restauración estructural, rebajando la clave del arco, bajo la dirección de Alfonso Macías Rodríguez.

La ultima restauración realizada entre 2021 y 2022 ha permitido descubrir elementos de distintas épocas como policromías y esgrafiados en tono ocre, rojo, almagro y negro. 

Dentículos de la cornisa decorados en almagra. 


Uno de los hallazgos más notables ha sido una antigua cámara del cuerpo de guardia de la muralla hallada en el interior izquierdo del Arco, con un banco corrido, restos cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales.

Esta cámara era el refugio de los guardas que controlaban las entradas y salidas de personas y géneros, ya que en estos puntos se cobraba el impuesto sobre determinados bienes de consumo, conocido de antiguo como “portazgo” y más recientemente como “fielato”.

Como resultado de estos trabajos de restauración, el Arco de la Macarena, mantiene su actual configuración, con un gran arco enmarcado por pilatrones y rematado por jarrones, y además de consolidarse y rehabilitarse, ha recuperado sus colores originales, con predominio del color ocre y la presencia del almagro en cornisas y molduras. 

Aspecto actual con la Basílica de la Macarena

En el tímpano se encuentra el azulejo que representa a la Virgen de la Esperanza Macarena, en el que se lee ''Esperanza nuestra, Ella es Tabernáculo de Dios y Puerta del Cielo'', flanqueado por los escudos de España, Sevilla y la Hermandad de la Macarena.

Detalle de la parte superior del arco

Detalle del tímpano


Presenta cinco lápidas incrustadas. La más antigua data del año 1650 y en ella se hace referencia a una provisión de 1630 sobre la actividad de los guardas, a quienes se les prohíbe salir a los caminos y apartarse de las puertas que deben vigilar. Otras tres son conmemorativas de las restauraciones de 1723, 1795 y 1998. Por último, una en la que se deja constancia del día en que se celebró la colocación del retablo (27 de mayo de 1923), siendo éste descubierto por Doña María de la Esperanza de Borbón y Orleans. 

Provisión de 1630 sobre la actividad de los guardas


“POR PROVISIÓN DEL REY NUESTRO SEÑOR, DE 20 DE OCTUBRE DE 1630, SE PROHÍBE A LOS GUARDAS DE TODOS LOS JUZGADOS, COMISIONES Y RENTAS, SALIR A LOS CAMINOS Y CAMPO AL USO DE SUS OFICIOS; MÁNDASELES NO SE APARTEN DE LAS PUERTAS DE ESTA CIUDAD, CUYO CASTIGO ESTÁ COMETIDO PRIVATIVAMENTE. AL SEÑOR ASISTENTE. SEVILLA MANDÓ ESCRIBIRLO PARA SU OBSERVACIÓN. DIPUTADO DON FERNANDO DE ULLOA, 24”

Restauración de 1723


REINANDO EL MUY PODEROSO SEÑOR DON FELIPE QUINTO Y SIENDO ASISTENTE DE ESTA CIUDAD EL SEÑOR DON ALONSO PEREZ NARVAEZ DE SAABEDRA, CONDE DE LA JAROSA, SUPERINTENDENTE GENERAL DE TODAS RENTAS REALES. SEVILLA, POR SU ACUERDO MANDÓ RENOVAR ESTA PUERTA SIENDO SU PROCURADOR MAYOR EL SEÑOR DON MIGUEL DE JÁUREGUI Y GUZMÁN, GENTIL HOMBRE DE CÁMARA DE SU MAGESTAD, MARQUÉS  DE GANDUL, SEÑOR DE MARCHENILLA, Y DIPUTADOS DE PROPIOS LOS SEÑORES DON NICOLÁS TERCER MESIA Y COLLADO, Y DON PEDRO CARREÑO MEDINA CABEZA DE VACA, Y 24 DON JUAN DE ESCOBAR Y CASTRO, JURADO DE ESTA CIUDAD. AÑO DE 1723

Restauración de 1795


“REINANDO EN ESPAÑA LA CATOLICA MAGESTAD DEL SEÑOR DON CARLOS IV. SIENDO ASISTENTE DE ESTA CIUDAD EL SEÑOR SON GERÓNIMO UZTARIZ TOVAR Y PACHECO, MARQUÉS DE UZTARIZ E INTENDENTE DE LOS CUATRO REINOS DE ANDALUCÍA Y DIPUTADOS LOS SEÑORES DON JUAN FRANCISCO DE TOVAR Y ABALIENDA, 24 DE SEVILLA Y ALCAIDE DEL CASTILLO Y FORTALEZAS DE LA VILLA DE ENCINASOLA, OBRERO MAYOR, Y DON AGUSTÍN DE CAMPOS, DIPUTADO DEL COMÚN, SE REEDIFICÓ ESTA PUERTA Y SE HIZO TODA ESTA OBRA, QUE DIRIGIÓ EL MAESTRO MAYOR Y EL ARQUITECTO DE LA CIUDAD DON JOSÉ ECHAMORRO EN ESTE AÑO DEL SEÑOR DE 1795”


Restauración de 1998


Celebración de la colocación del retablo a la Virgen de la Esperanza Macarena


“EL DOMINGO 27 DE MAYO DEL AÑO DE GRACIA DE 1923 TOMÓ POSESIÓN SOLEMNE DE ESTE ARCO DE LA MACARENA LA QUE ES SU HIJA DEL ETERNO PADRE, MADRE DEL VERBO DIVINO, ESPOSA INMACULADA DEL ESPÍRITU SANTO, AMOR DE LOS AMORES DE SEVILLA Y ESPERANZA ÚNICA DE LOS MORTALES. S.A.R., LA SERENÍSIMA SEÑORA PRINCESA DOÑA MARÍA DE LA ESPERANZA DE BORBÓN Y ORLEANS, SE DIGNÓ DESCUBRIR ESTE RETABLO, OBRA ARTÍSTICA DEL MAESTRO RODRÍGUEZ Y PÉREZ DE TUDELA, CONSAGRADO A LA SEÑORA POR EL FERVOR DE SU COFRADÍA Y COSTEADO POR LA GENEROSIDAD DE SUS HIJOS. A.M.D.G. ET B.V.M.I. (AD MAIOREM DEI GLORIAM [para mayor gloria de Dios] et BEATA VIRGO MARIA [Bendita Virgen María] I [Inmaculata])


En el interior izquierdo se puede contemplar la “cámara del cuerpo de guardia de la muralla”, protegida por un cristal de seguridad. 

Cámara del cuerpo de guardia


Y en los laterales, unos canales en las jambas para acomodar dos tablones de madera que se rellenaban y se calafateaban para luchar contra las subidas de agua en las riadas del Guadalquivir, evitando que el agua irrumpiera en la ciudad .

Hendidura para colocar los tablones de protección