ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
Salvación de la Virgen de la Macarena.
En
1936, por las hordas anticlericales de la Guerra Civil, se produjeron incendios
en muchas Iglesias de Sevilla con una gran pérdida patrimonial.
Por ello, la
Junta de Gobierno de la Macarena decidió buscar zonas de seguridad, fuera del
templo, para la imagen de la Esperanza Macarena, y así en los días de crisis
más violentas, fue ocultada en lugares seguros y secretos, sólo conocidos por
pocas personas.
Así, la Macarena
estuvo oculta en los domicilios de Francisco Pareja Muñoz, en la calle Méndez Núñez,
y de Manuel Gamero Díaz, en la calle Lepanto, y en la casa de Victoria Sánchez,
la limpiadora del templo, en un corral de vecinos de la calle Escoberos.
Finalmente,
la Junta de Gobierno acordó que sólo tres personas conocieran el lugar secreto
donde quedaría custodiada la imagen. Estas personas fueron el hermano mayor,
José Ruiz Ternero Salvajo; el mayordomo, Domingo de la Torre y el
hermano Antonio Román Villa.
Dentro de una
caja de madera, especialmente preparada para acogerla, pues estaba forrada por
dentro y con asas de cuerda por fuera para poder trasportarla, la imagen fue
trasladada en la madrugada del día 12 de febrero, en una furgoneta del Banco
Español de Crédito, conducida por el señor Ruiz Ternero, al domicilio de
Antonio Román Villa en la calle Orfila, número 6, donde tenía su Clínica
Veterinaria.
La Macarena
volvió a san Gil el día 15 de marzo y regresó a su refugio el día 23, al
finalizar los cultos del septenario de Cuaresma. Igualmente, volvió el domingo
de Ramos 5 de abril, para realizar la estación de penitencia en la madrugada
del Viernes Santo y regresar a la calle Orfila el día 11, Sábado Santo.
Durante sus ausencias el lugar de la imagen, en el templo, era ocupado por
un gran cuadro de la Señora, y durante el tiempo eventual que la Virgen estuvo
en San Gil, grupos de hermanos hicieron guardias nocturnas y diurnas para
evitar riesgos de atentados.
La noche del 18 de julio de 1936, la Parroquia de san Gil fue arrasada por las
llamas, pero en el camarín solo había la foto, y las imágenes del Cristo de la
Sentencia y de la Virgen del Carmen estaban escondidas en el almacén de la
Hermandad.
La hermandad de los Gitanos, la Hiniesta, san Roque y san Bernardo
perdieron sus imágenes y enseres, y se salvaron la Amargura (ver), La Mortaja y el
Silencio porque también fueron ocultadas.
El acuerdo de
levantar el secreto del refugio de la Macarena, fue tomado en una sesión de la
Junta de Gobierno, celebrada el día 22 de septiembre en el domicilio de don
Emilio Marvizón Herrera, mayordomo del Rosario.
Finalmente, el
4 de octubre de 1936 la Macarena fue trasladada a la Iglesia de la Anunciación
donde residió hasta 1942 en que volvió a San Gil, tras su reconstrucción.
La Macarena saliendo de la Iglesia de la Anunciación