martes, 9 de julio de 2024

 AREA DE MACARENA-SAN LUIS-SAN JULIAN  

Ronda de Capuchinos.

De Muñoz León y Madre Dolores Márquez a Carretera de Carmona, María Auxiliadora y Trinidad. Confluyen, por la acera de los pares, Maestro Quiroga y Corinto, y por la de los impares lo hacen león XIII, Cruz Roja, la María y Miraflores.

Ronda de Capuchinos


En 1310, Según Ortiz de Zúñiga, este lugar era denominado “Degolladero de los Cristianos”, "entiéndese por haber acabado en él a los filos del cuchillo mahometano en las persecuciones del tirano Abderramán, rey de Córdoba, que llenó de crueldades toda esta provincia”. O sea, el nombre proviene del gran número de cristianos que murieron en las persecuciones del tirano Abderramán, rey de Córdoba

A finales del s. XVI y comienzos del XVII es conocido por el nombre de la “Justa” o de la “Justa y Tela”, porque en ella los caballeros de la época se ejercitaban en justas y torneos,  pues desde 1521 hay noticias de la construcción junto a la Puerta de Córdoba de un "ensayadero de justas" y desde mediados del s. XVII, en el mismo lugar donde solían ser las justas, se instaló un juego de pelotas para caballeros y, según Ortíz de Zúñiga, allí falleció de muerte repentina, en 1667, jugando a la pelota, el duque de Medina-Sidonia, don Juan Gaspar Pérez de Guzmán. Dicho juego se mantuvo hasta 1745, en que se propone su traslado al Arenal.

Desde s. XVII comienza a ser nombrado sitio de Capuchinos, al fundarse un convento de frailes capuchinos, extramuros y frontero a la Puerta de Córdoba e iglesia de San Hermenegildo, en 1627 bajo la advocación de Santa Justa y Rufina, donde, según la tradición, en 1703 se apareció la Virgen en apariencia de pastora a fray Isidoro de Sevilla. En 1309 en este lugar extramuros se fundó el Convento de San Leandro de monjas agustinas, trasladado en 1369 al interior de la ciudad.

En 1868 pasó a de nominarse, junto con la actual Muñoz León, Ronda de la Pastora, por la imagen esta Virgen venerada en el convento capuchino.

En 1891, en el plano de Padura, se impone la denominación actual, salvo el intervalo de 1931 a 1936 en que se rotulo como Avenida de Blasco Ibáñez.

Actualmente forma parte de la ronda histórica de la ciudad, que recibe distintos nombres a lo largo de su recorrido (Menéndez y Pelayo, Recaredo, Maria Auxiliadora, Torneo ...), pero sólo en éste ha pervivido el término “Ronda” en su rotulación.

Por ser un espacio extramuro, pero inmediato al recinto urbano, desde el siglo XVII hay referencias a la acumulación de escombros, y a la formación de lagunas, en las que vertían las aguas residuales, algunas tenerías y los alpechines de los molinos de aceite situados intramuros (ver. Aceituno), con los consiguientes malos olores y los peligros que entraña el estancamiento de estas aguas fétidas para la salud.

Así en 1677, el Convento de Capuchinos pone de manifiesto: “se hace relación del notable perjuicio que se sigue a la salud de los religiosos de dicho convento y los circunvezinos a las tres lagunas que están cerca de él y la muralla, por estar rebalsadas de agua con los vapores y nieblas que ocasionan...”

En la década de 1870 se inicia el derribo de la muralla y a partir de entonces se suceden los proyectos de alineación (1871, 1880, 1893, 1904...)  o” modificación de bordes" para enlazar la ciudad histórica con la zona extramuros. En la última operación de alineación, en 1966, se retranqueó la tapia del Convento de Ca­puchinos y se procedió a la parcelación y venta de terrenos, que serán ocupados con instalaciones fabriles, la primera de las cuales fue la fábrica “La María”, esquina a la calle de igual denominación.

La María fue fundada en 1888 por Pedro Lázaro Sánchez, que le puso el nombre propio de su esposa, María Díaz Sánchez. En 1911 fue comprada por Norberto Arévalo Sánchez a las siete hijas de Pedro Lázaro y María Díaz, quien la regentó hasta 1940, año en que la vendió a unos empresarios catalanes que la mantuvieron hasta los años 1972 o 1973. La fábrica de tejidos La María fabricó tejidos de algodón, yute, lino y se especializó en lonas.

El edificio de la fábrica textil La María fue ocupado por otros tipos de negocios hasta hace unos años, y luego reconstruido en gran parte, pero han mantenido la fachada y parte de la estructura central del edificio. De manera que hoy podemos ver cómo fue la fábrica de tejidos La María desde 1888 hasta su clausura en 1972 o 1973.

Fachada de la María

Experimentó una profunda reforma urbanística a partir de la década de los sesenta, cuando se derribó el barrio de San Julián, en una operación urbanística justificada por su degradación generalizada, y en su lugar se levantaron bloques de viviendas de seis y siete plantas, entre las que se abrieron calles particulares que por su dotación cumplen en algún caso funciones de plaza.

Bar Casa Baturones (CC BY 3.0)

La “Casa Bar Baturones” fue el último edificio en ser derribado en 1963. 

Ronda de Capuchinos. Bar Casa Baturones, exenta en el solar tras el derribo de un sector del antiguo barrio de San Julián. Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano (CC BY 3.0)

El negocio fue fundado por los hermanos Labat Baturones, en los años previos a la contienda civil y fue testigo de innumerables episodios trágicos de la guerra. Su ubicación propiciaba que gran parte de su clientela fueran trabajadores afiliados a la CNT, vecinos de San Julián que fueron, en gran número, masacrados en la gran barbarie que fue esa guerra civil.

Mostraba en su entrada una larga barra con tiradores de cerveza. A la izquierda, los servicios y curiosamente a su cargo estaba una mujer mayor que iba vestida con el “hábito carmelita”.

En el interior, en un amplio patio descubierto tenía la freiduría de pescado y la marisquería.

Lo más característico, era la distribución de cerveza "Cruz del Campo" mediante tres medidas, el sevillano que era una caña, la maceta que aforaba el doble y el tanque que eran superior.

Patio del Bar Casa Baturones (CC BY 3.0) 

En la acera de los impares, en algunos casos se ha procedido en la última década a la construcción de bloques de viviendas de cinco y seis plantas, pero en general se conserva la edificación primitiva de una y dos plantas, en unos   casos cerradas, y en otros reutilizadas como locales comerciales, agencias bancarias u otros usos, así como el edificio de viviendas del Monte de Piedad obra de J. Espiau y Muñoz de 1927-28.

El edificio de viviendas del Monte de Piedad obra de J. Espiau y Muñoz de 1927-28.


Detalle del azulejo de Monte de Piedad y Caja de Ahorros 


Detalle del escudo de Sevilla


Aquí se encuentra también el edificio del Hospital de la Cruz Roja (ver), construido en 1923 en terrenos cedidos por el Ayuntamiento, que ocupa una amplia parcela rodeada de espacios ajardinados, la Clínica de Nuestra Señora de la Salud, el Dispensario de Enfermedades del Tórax, el antiguo Convento de Capuchinos (ver) y frente la iglesia de San Hermenegildo (ver).  

Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja

Centro de Diálisis

Iglesia de san Hermenegildo

Otro elemento importante en la vida cotidiana de la Ronda de Capuchinos fueron los cines de verano, tales como el cine Capuchinos, El Campoamor (entrando por la carretera de Carmona), el Flor, la Terraza Victoria o el Andalucía, utilizados también como veladas de lucha libre y lucha grecoromana. 

AREA DE MACARENA-SAN LUIS-SAN JULIAN  

Calle Muñoz León.

De Andueza y San Juan de Ribera a la confluencia de Ronda de Capuchinos y Madre Dolores Márquez.

Por la acera de los impares confluyen Sánchez Perrier, una calle particular que comunica con Froilán de la Serna, López Azmé y Florencia Quintero.

Constituye un tramo de la ronda histórica de la ciudad, y es una vía amplia que describe una curva abierta. 

Calle Muñoz León

En la Edad Media es conocida como Ronda de la Muralla Barbacana y Ronda de la Macarena.

En el plano de Olavide (1771) se identifica lo que será la futura vía urbana, al quedar un espacio libre entre la muralla y las huertas fronteras a ésta.

En 1780 se proyectó la construcción de un paseo entre las puertas de la Macarena y de Córdoba, pero se mantuvo como espacio no urbano hasta mediados de la siguiente centuria.

 En el plano de Álvarez-Benavides (1868) se recoje por primera vez la existencia de un arrecife arbolado a lo largo de su recorrido.

En 1868 se le denomina Ronda de la Pastora, por la imagen venerada en la cercana iglesia de los Capuchinos.

En el plano de Padura (1891) aparece rotulada como Ronda de Capuchinos.

En 1913 recibe oficialmente el nombre que hoy conserva en memoria de Antonio Muñoz León (1890-1909), oficial de Infantería, muerto en acción militar en el Barranco del Lobo (Melilla) (ver).

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, hay distintas referencias a su condición de zona maloliente, por su condición de espacio extramuros en el que se vertían las aguas sucias y los alpechines de los molinos que se encontraban dentro de la ciudad.

En el s. XVII existía la llamada Cruz de los Ángeles, donde, según un documento de 1696, “todos los vecinos del contorno y de las guertas acuden de noche a rezar el Santísimo Rosario de la Virgen Nuestra Señora, por no poder acudir a la parroquia del Señor San Jil por el riesgo de quedarse de la puerta adentro de la ciudad .....; por lo que los vecinos del barrio extramuros de la Macarena solicitan permiso para construir una capilla en el sitio donde está la cruz, entre la Puerta de Córdova y la Macarena”.

En la primera mitad del s. XIX R. Ford y González de León, entre otros, pusieron de manifiesto que el lienzo de muralla comprendido entre la Puerta de Córdoba y la de la Macarena era el mejor conservado de los que rodeaban a la ciudad. Así González de León cuenta: "Este trozo, el anterior y el siguiente, son los que tienen las murallas más altas y bien tratadas de toda la circunferencia de la ciudad, conservan aún la contramuralla, la barbacana y e l foso o cava que tuvo todo, y esto y todos los demás por estas calles tienen de trecho en trecho escalinatas de doble subida para llegar al adarve o piso alto". 


Grabado de Parcerisa con las murallas de la Ciudad, en la actual Muñoz León (CC BY 3.0)

Lienzo de muralla en Muñoz León, según Gumersindo Diaz (CC BY 3.0)

Por ello 1870 el Ayuntamiento toma el acuerdo de salvar este tramo de la demolición general, que quedaría como testimonio del pasado histórico de la ciudad, y como consecuencia, toda la acera de los pares se encuentra recorrida por este resto de muralla almohade del siglo XII, precedido de una barbacana; conserva seis torreones cuadrados, situados a distancia regular, y una torre hexagonal, denominada la Torre Blanca (ver), por estar pintada de este color en tiempos de Peraza (1535). 


Detalles del lienzo de muralla entre la Puerta de la Macarena y la Puerta de Córdoba

Detalles del lienzo de muralla entre la Puerta de la Macarena y la Puerta de Córdoba

Detalles del lienzo de muralla entre la Puerta de la Macarena y la Puerta de Córdoba

Detalles del lienzo de muralla entre la Puerta de la Macarena y la Puerta de Córdoba

Presenta dos portillos con arcos, abiertos en 1910 por Aniceto Sáenz, para facilitar el paso del vecindario a ambos lados de la muralla, permitiendo la comunicación entre Muñoz León y Macarena. 

Detalle de portillo de la Muralla

Detalle de portillo de la Muralla

En el inicio del siglo XX se emprende la urbanización de la calle. Así, en 1903 se aprueba el plano de alineación, en 1910 se levanta una edificación en el solar donde hoy se encuentra el Hotel Macarena, en el año 1914, en el espacio ocupado por pequeñas huertas adosadas a las murallas, se construyeron unos jardines, conocidos como Jardines de Capuchinos, que en 1937-38, fueron cercados e incluyeron un estanque y de nuevo fueron remodelados en 1960, encontrándose desde entonces abiertos a la vía pública. Estos jardines comprenden toda el área que se extiende al pie de la barbacana que precede al lienzo principal de la muralla islámica que se conserva desde el Arco de la Macarena hasta la que fuera Puerta de Córdoba.

Por la presencia de la muralla, la acera de los pares cuenta con escasas edificaciones, todas ellas situadas en la parte final de la calle, tales como la fachada lateral de la Iglesia de San Hermenegildo (ver) e instalaciones anexas, y el antiguo bar de “La Pastora” instalado junto a la muralla, ante la zona ajardinada. 

Fachada lateral de la Iglesia de San Hermenegildo (ver) e instalaciones anexas

Detalle de la fachada de Fraternidad Cristiana de Enfermos y Minusválidos

Detalle de la Hermandad de San Hermenegildo y el Jardín

Vista de la muralla desde el interior del vivero

Detalle del vivero

Detalle de una flor del vivero

Bar la Pastora

En la acera de los impares, en el tramo comprendido entre San Juan de Ribera y Sánchez Perrier, se conserva parte de las primitivas construcciones industriales, en el resto se ha procedido a su sustitución por bloques de pisos de reciente construcción de cinco plantas, siendo de destacar, el edificio de la Seguridad Social, esquina a Sánchez Perrier, y el del Hotel Macarena, en la confluencia con San Juan de Ribera. 

Hotel Macarena

Primitivas construcciones industriales

Edificio de la Seguridad Social

ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS DE LAS CALLES DE SEVILLA

Antonio Muñoz León y la batalla del Barranco del Lobo.

Calle Muñoz León (ver)

Desde abril a agosto de 1898, España entró en conflicto bélico con Estados Unidos en la guerra de la Independencia cubana. 

La derrota de España supuso la pérdida de sus últimas provincias de ultramar dando lugar en España a la expresión “Desastre del 98”. ​ 

España perdió Cuba, (que quedó bajo la tutela de Estados Unidos), Puerto Rico, Filipinas y Guam (que pasaron a ser dependencias territoriales de Estados Unidos). El resto de posesiones españolas del Pacifico fueron vendidas al imperio alemán, las Marianas, Las Palaos y las Carolinas. 

Los últimos de Filipinas, fotografiados el 2 de septiembre de 1899 en el patio del cuartel Jaime I de Barcelona (actualmente uno de los campus de la Universidad Pompeu Fabra) a su llegada a la península. (CC BY 3.0)

A comienzos del siglo xx el gobierno español decide ejercer en Marruecos una influencia que devolviera al país el prestigio perdido, como consecuencia del Desastre de 1898.

A este fin se adhiere a la Declaración de Londres de 1904, que asigna a España la misión de facilitar ayuda a Marruecos, para llevar a cabo las reformas militares, económicas y administrativas que necesitaba.

En esta época el control de las “cabilas” (tribus de Bereberes) que circundaban Melilla estaba en manos de un pretendiente al trono de Marruecos, que afirmaba ser el hermano del sultán Abdal-Aziz de Marruecos, conocido como Bu Hamara (el de la burra), por lo que una compañía española y una francesa negociaron con él la explotación de los yacimientos mineros.

Pero esta negociación fue considerada como una traición por las cabilas que apoyaban a Bu Hamara, y el 8 de agosto de 1908 atacaron las explotaciones, sin causar víctimas, y Bu Hamara fue apresado y enviado a Fez, donde moriría encarcelado por el sultán.

El general Marina, comandante general de Melilla, solicitó refuerzos al gobierno para poder seguir protegiendo a las explotaciones mineras. Ante la negativa gubernamental Marina ordenó una expedición por estas cabilas, y consiguió la captura de seis agitadores que fueron conducidos presos a Melilla.

Soldados españoles durante la guerra en el Rif. / Archivo (CC BY 3-0)

Pero estas detenciones provocaron un ataque de los rifeños en Sidi Musa, el 9 de julio de 1909, con la muerte de cinco mineros. 

El gobierno, presidido por Maura, decreta el 10 de julio la movilización de tres brigadas mixtas de Cazadores, formadas en su mayor parte por reservistas de las quintas de 1903 y 1904, lo que provoca disturbios en Madrid y en Barcelona, donde se producen los sucesos conocidos como Semana Trágica.

El 26 de julio se reciben noticias a través de confidentes rifeños sobre la preparación de un potente ataque rebelde. Por lo que el general Marina, ya teniente general y comandante del Ejército de Melilla, dispone que la brigada de Cazadores de Madrid, mandada por el general Guillermo Pintos Ledesma, vigile la zona del barranco del Lobo y el de Alfer, situados en las estribaciones del monte Gurugú.

Las tropas del general Pintos avanzando por las verticales del Gurugú, con objeto de desalojar al enemigo de sus posiciones, en el Barranco del Lobo, en el combate del día 27 de Julio de 1909. (CC BY 3-0)

En el Barranco del Lobo los españoles sufrieron una emboscada que originó más de 100 muertos, entre ellos el general Pintos, y casi 600 heridos.

Los restos mortales de los fallecidos se encuentran en el Panteón de los Héroes del Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla.

Aspecto actual del barranco del Lobo con Melilla al fondo.(CC BY 3-0)

Uno de los protagonistas de esta batalla sería D. Antonio Muñoz León, que da nombre a la calle de la ronda histórica (ver)

Nacido en Sevilla el 31 de julio de 1890, había obtenido su despacho de 2º teniente el 13 de julio de 1908, y se estaba preparando para ingresar en la Escuela Superior de Guerra

Su primer y único destino, fue el Batallón de Cazadores de Llerena y junto a ellos, marchó al Barranco del Lobo el 27 de julio de 1909, donde resultó gravemente herido en combate.

Tomás García Figueras, en su libro “Héroes sevillanos en la Campaña del Rif”, cuenta la siguiente anécdota del joven oficial: “…Cayó Muñoz León y su capitán se volvió a él diciéndole: ¿Qué pasa Muñoz? Que me han echao las tripas fuera, por lo demás no pasa nada…”

Fue evacuado al hospital de Melilla, donde murió el 29 de julio de 1909 a consecuencia de las heridas recibidas. 

El 18 de agosto de ese mismo año, fue ascendido a primer teniente por méritos de guerra a título póstumo.