domingo, 10 de noviembre de 2024

 RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen de la Alegría. Iglesia de la Misericordia.

La advocación de “Virgen de la Alegría” hace referencia a la alegría con la que los pobres recibían la comida de la Hermandad en el Hospital de la Misericordia y la alegría de las jóvenes pobres al recibir la dotes para el matrimonio.

El concepto de misericordia que da nombre tanto al Hospital como a esta imagen mariana, hace alusión a que en su mirada maternal descubrimos que, como nos dice el Papa Francisco, María “es Madre de la Misericordia porque ha engendrado en su seno el rostro mismo de la misericordia divina, Jesús, el Emmanuel”.

En la cabecera de la nave del evangelio de la iglesia de la Misericordia se dispone el retablo de la "Virgen de la Alegría". Retablo barroco, del tercer cuarto del siglo XVII, fechable hacia 1670, pudiéndose vincular con Bernardo Simón de Pineda.

Retablo de la Virgen de la Alegría

En la hornacina central, flanqueada por columnas salomónicas, aparece la escultura en madera policromada de la Virgen de la Alegría, que está documentada desde 1929 como obra del escultor flamenco Roque de Balduque (ver), en 1558, fruto de un encargo directo de la Hermandad de la Misericordia de Sevilla.

Virgen de la Alegría

La Virgen presenta una mirada melancólica con una leve sonrisa, y se caracteriza por su verticalidad y elegancia, reforzadas ambas por los pliegues tanto del manto como de la túnica, la cual aparece ceñida a la cintura con un fajín que presenta una moña en el centro. El manto de la Virgen queda recogido en su brazo derecho y junto con el velo que cubre su cabeza, dotan de contenido movimiento al conjunto. De serena belleza llena de unción y misericordia, la Virgen levanta con su mano derecha el cetro de plata, signo de su realeza, pero también de su magnanimidad, mientras que sostiene en su mano izquierda al Niño Jesús.

Detalle de la Virgen de la Alegría

El Niño bendice a la manera bizantina con su mano derecha, mientras que en su mano izquierda porta el globo del mundo rematado por la cruz.

Detalle del Niño

De las coronas de plata que en la actualidad siguen luciendo las efigies de la Virgen y el Niño, encontramos la más temprana referencia en un inventario de 1635, habiendo de ser esta una fecha muy próxima a la de su ejecución, pues no aparecen citadas en el registro de 1633. No presentan ráfaga y están provistas de un canasto con cuatro imperiales de perfil convexo que convergen, respectivamente, en una perilla y en una cruz de sección romboidal

La base son cinco cabezas de querubines en diferentes posiciones. 

Detalle de los querubines

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen del Mar. Iglesia de la Misericordia.

Virgen del Mar, es una advocación mariana de la virgen María de acuerdo a la religión católica, como patrona de los marineros y de los pescadores.

En la nave de la epístola, se sitúa un retablo moderno con la talla de la Virgen del Mar, copia de la patrona de Almería, que se le encargó, en 1956, a Antonio Castillo Lastrucci (ver) una comunidad de almerienses residentes en la ciudad, que tiene hermandad propia. 

Retablo de la Virgen del Mar

Virgen del Mar

Detalle de la Virgen del Mar

También tiene un retablo cerámico en la fachada de la iglesia.

Retablo cerámico de la Virgen del Mar

Detalle

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Santa María del Patrocinio. Iglesia de la Misericordia.

Es una advocación que tiene su origen en la intersección que la Virgen ejerce sobre sus devotos como amparo, protección y auxilio, como una Madre. 

A los pies de la nave de la Epístola se encuentra un retablo dedicado al Patrocinio de Santa María Virgen, se trata de una imagen de candelero de la Virgen con Niño.

Retablo del Patrocinio de Santa María Virgen 

Detalle de la Virgen con el Niño

 AREA DE SAN ANDRÉS

Iglesia de La Misericordia.

La fundación de la asociación que generó el hospital de la Misericordia (ver) tuvo lugar en el mes de mayo de 1476, a instancias de Antón Ruiz, capellán de don Pedro Enríquez Adelantado Mayor dé Andalucía, con la intención de velar por los pobres y en especial por las huérfanas doncellas.

Posteriormente, los fundadores se constituyen en hermandad, siguiendo las reglas concebidas por el franciscano maestro fray Andrés las cuales fueron aprobadas por el provisor del arzobispado don Pedro Solís.

En los primeros años los hermanos se reunían en una casa pequeña, propiedad de Antón Ruiz, en la antigua calle de Beatos, en la collación de Santa Marina.  

La actividad primordial de la hermandad era administrar los bienes de su patrimonio y con las rentas que obtenían dotar doncellas pobres para el matrimonio; también financiaban el rescate de cautivos, ejecutaban últimas voluntades que se le encomendaban en las herencias, financiaban entierros y asumían la administración de capellanías o el reparto de limosnas.

El 17 de octubre de 1482, Ana Fernández donó al padre mayor Antón García Chapinero su "casa palacio, fuente e noria" para que sirviera de sede definitiva de la hermandad que así se traslada al lugar actual del barrio de San Andrés (antigua plazuela del Oso).

Esta dama sevillana donó sus posesiones a la hermandad para que ejerciera sus fines en mejores condiciones, comprometiéndose la corporación a atenderla con las habituales misas, su mantenimiento en sustento y vestido e incluso su alojamiento en el propio edificio, en el llamado "cuarto viejo".

Tras la reducción hospitalaria decretada en 1587 por el cardenal Rodrigo de Castro, hermandad amplió su sede con la compra de los solares colindantes, como el del antiguo hospital de los Ángeles y el de la Concepción, así como el del Amor de Dios.

A principios del año 1564 se inician las obras de renovación de los edificios comprados y el Hospital se convirtió en una casa grande ordenada entorno a dos patios.

A partir de 1595 se comienza la construcción de la nueva Iglesia, sobre el terreno del antiguo hospital del Amor de Dios.

La obra fue ejecutada por el arquitecto Asensio de Maeda, con una colaboración posterior de Alonso de Vandelvira y se prolonga hasta 1606, año en que es consagrada por el Cardenal Niño de Guevara.

Alonso Morgado (ver) nos proporciona la información de la importante actividad que tenía la iglesia de este hospital en el siglo XVI, producto de las dotaciones que acumulaba:

“Así como tienen también treinta capellanías, de las cuales las diez o doce se cantan en su capilla, sin los doscientos ducados que tiene para fiestas y remembranzas de todos los años que se cumplen en él y por las iglesias y monasterios de Sevilla; que con estas capellanías y las memorias de su misma capilla y junto con esto procurando siempre su cofradía solemnizarlas con toda música de voces y ministriles y sermones de los más famosos predicadores desta ciudad, no sé yo si osase afirmar poder competir este insigne hospital de la Misericordia de Sevilla con la autoridad de algunas iglesia catedrales de España”.

Actualmente es una iglesia poco conocida, pero durante la segunda mitad siglo XX y principios del XXI, de forma transitoria ha sido sede de las hermandades de la Cena, las Siete Palabras, Redención y Pasión.

Y, además, acoge a la Hermandad de Nuestra Señora de Guadalupe, hermandad filiar de la matriz de Úbeda, donde es patrona, fundada en la iglesia de los Terceros en 1970 por los devotos sevillanos de esta Virgen, y a la Hermandad de la Virgen del Mar, patrona de Almería, hermandad filial fundada en 1956 por devotos almerienses residentes en Sevilla.

EXTERIOR

La fachada da hacia la plaza de Zurbarán se corresponde con el lado del evangelio. 

Presenta una puerta sencilla en un vano adintelado flanqueado por pilastras y rematado por un pequeño ático con frontón roto.  

Visión frontal de la portada a la plaza de Zurbarán

Visión oblicua

A los lados se aprecian sendos retablos cerámicos del siglo XX que muestran a la Virgen del Mar, patrona de Almería, y a la Virgen de Guadalupe, patrona de Úbeda. 

Retablo cerámico de la Virgen del Mar

Detalle

Retablo cerámico de la Virgen de Guadalupe

Detalle


INTERIOR

Desde el exterior se accede a la iglesia de forma lateral, y nos encontramos con una construcción de la segunda mitad del siglo XVII, que presenta planta rectangular y cabecera plana, con un pequeño presbiterio rectangular.

Consta de tres naves, de cinco tramos, compartimentándose por medio de arcos de medio punto algo rebajados que apean sobre columnas de orden toscano de mármol blanco.

La nave central es más elevada que las laterales, presenta tribunas a todo lo largo y se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos, que recogen ventanas termales.

Las naves laterales están cubiertas por bóvedas rebajadas de aristas sin arcos, ni pilastras en el muro, que señalen los tramos.

Visión del templo desde los pies de la nave central

Visión del templo desde la cabecera de la nave central

Visión de la bóveda de la nave central con las tribunas laterales

Detalle de una tribuna

Resulta significativo que las ocho columnas que necesitaron para levantar el edificio se compraron seis al hospital de las Cinco Llagas, procedentes probablemente de las canteras de Estremoz en Portugal, y otras dos a distintos particulares.

Comenzamos la descripción del interior de la Iglesia, como siempre, por los pies de la nave de la epístola y continuamos siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj, para terminar en los pies del templo.

Nave de la Epístola

A los pies de la nave de la Epístola se encuentra un retablo dedicado al Patrocinio de Santa María Virgen, se trata de una imagen de candelero de la Virgen con Niño

Tramo de los pies de la nave de la Epístola

Retablo del Patrocinio de Santa María Virgen 

Detalle de la Virgen con el Niño

La imagen virginal se encuentra a acompañada por el Beato San Benedetto Menni y por San Riccardo Pampuri, santos hospitalarios del siglo XX pertenecientes a la orden de San Juan de Dios.

San Benedetto Menni y por San Riccardo Pampuri

Y unos cuadros de los que no tengo información.

San Sebastián y san Francisco

Le sigue el retablo de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad jienense de Úbeda. Lo preside una imagen de pequeño tamaño copia de la original. Existe una Hermandad de la Virgen de Guadalupe (hermana de la hermandad matriz) que fue creada por ubetenses que vivían en nuestra ciudad y que fijó su sede en este templo de la Misericordia. Un retablo cerámico dedicado a la Virgen de Guadalupe existe en la fachada.

Siguiente tramo


Retablo de la Virgen de Guadalupe


Virgen de Guadalupe

Detalle de la Virgen de Guadalupe

El siguiente es un retablo es de estilo barroco que consta de un solo cuerpo y remate, fechándose hacia 1760. En el centro se sitúa un lienzo de mediados del siglo XVIII de San José con el Niño. Delante del lienzo se sitúa una imagen de María Auxiliadora.

Siguiente tramo

Retablo de San José con el Niño

Detalle de san José

Detalle de María Auxiliadora

En los laterales figuran dos lienzos de Santa Justa y Rufina, realizados en 1605 por Vasco Pereira. 

Santa Justa y Rufina

El altar que lo sostiene, como todos los de la iglesia, es de azulejo del siglo XVII.

Detalle de los azulejos

A continuación, se sitúa un retablo moderno con la talla de la Virgen del Mar, copia de la patrona de Almería, que se le encargó, en 1956, a Antonio Castillo Lastrucci (ver) una comunidad de almerienses residentes en la ciudad, que tiene hermandad propia. Como en el resto de los retablos de la iglesia, el frontal del altar es de azulejos de mediados del XVII. También tiene un retablo cerámico en la fachada de la iglesia.

Siguiente tramo

Retablo de la Virgen del Mar

Virgen del Mar

Detalle de la Virgen del Mar

En la cabecera del muro derecho se sitúa el retablo de Santa Bárbara. Es un retablo de estilo barroco, profusamente decorado con columnas salomónicas, también cercano a las formas de Bernardo Simón de Pineda.

Parece ser que este retablo procede de la antigua capilla, de tal modo que cuando en 1605 terminó de reedificarse la “nueva” iglesia de la Casa Hospital de la Misericordia, siguiendo las trazas suministradas por el arquitecto granadino y maestro mayor de la catedral hispalense Asensio de Maeda, los retablos que se habían consagrado en la antigua capilla a la Virgen de la Alegría y a santa Bárbara se trasladaron a este nuevo templo. Se colocaron entonces en los testeros de sus dos naves laterales. Aprovechando esta mudanza y la necesidad de su adaptación a este nuevo espacio, un equipo de artistas coordinados por el pintor portugués Vasco Pereira (1535-1609), en el que estaban integrados el escultor Juan Martínez Montañés (1568-1649) y los entalladores Vicente Hernández y Crisóstomo Antúnez, reformó en profundidad estos retablos.

Tramo de la cabecera de la nace de la Epístola

Retablo de santa Bárbara

En la hornacina central, flanqueada por columnas salomónicas, figura una escultura de Santa Bárbara, con la torre que recuerda el encierro de su martirio que tiene las tres ventanas que recuerdan a la Santísima Trinidad.

Santa Bárbara

Detalle de santa Bárbara

En las calles laterales se sitúan las imágenes de San Pedro y San Fernando, todas ellas de la segunda mitad del siglo XVII y probablemente realizadas en el mismo taller del retablista. 

San Pedro

Detalle de san Pedro

San Fernando

Detalle de san Fernando

Encima la Cruz entre dos ángeles,

Detalle de la Cruz

En el ático se representa una escena del martirio de Santa Bárbara, entre dos ángeles. 

Martirio de santa Barbara
Detalle de los ángeles

Tanto en la pared como en la cubierta se presentan pinturas murales del siglo XVIII atribuidas a Domingo Martínez (ver), en mal estado, alegóricas de la vida de Santa Bárbara. 

Pared lateral del espacio

Frescos de la cúpula

Vida de Santa Barbara

Vida de Santa Barbara

Vida de Santa Barbara

Vida de Santa Barbara

El frontal del altar está formado por un panel de azulejos de clavos y puntas de diamantes, de mediados del siglo XVII. 

Presbiterio

Imagen del Presbiterio y el Altar Mayor


A los pies del presbiterio las imágenes modernas de San Juan de Dios (lado del Evangelio) y el hermano de san Juan de Dios, San Juan Grande (lado de la Epistolar), este último nacido en Carmona donde tiene gran devoción.

San Juan de Dios


Detalle de San Juan de Dios


San Juan Grande


Detalle del hermano San Juan Grande


Este último lleva un pan en la mano derecha y diversos alimentos a sus pies, y se cuenta que cuando falta comida en el comedor social se coloca un pan bajo sus pies y enseguida llega una donación. 

Detalle de la mano derecha con el pan

Detalle de cestas con alimentos

Detalle de los pies (derecho e izquierdo)


En el arco toral se apoya una lámpara a cada lado.

Detalle de la Lámpara del lado del Evangelio

Todo el presbiterio presenta pinturas murales del siglo XVIII atribuidas a Domingo Martínez (ver), en mal estado, alegóricas de las obras de Misericordia.

“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mt 25:34–36).

En efecto, componen un programa iconográfico alusivo a la puesta en práctica de las obras de Misericordia, un contenido moralizador que recuerda la función asistencial del conjunto y que anticipa el programa iconográfico que desarrollarán Murillo y Pedro Roldán en el Hospital de la Caridad bajo las directrices de Miguel de Mañara. 

Cúpula del Presbiterio

Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio

Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio

Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio

"Fui forastero, y me recogisteis"


"Enfermo, y me visitasteis"
"Tuve sed, y me disteis de beber"

Parte superior de la pared de la epístola

Parte inferior de la pared de la epístola

Parte superior de la pared del evangelio

Parte inferior de la pared del evangelio

Altar Mayor

Preside el Altar Mayor un retablo barroco realizado por Bernardo Simón de Pineda en 1668, que esta compartimentado en sotobanco, banco, un gran cuerpo dividido en tres calles, divididas por columnas salomónicas de orden gigante decoradas con hojas de vid, y apoyadas en cariátides, y el ático superior. 

La policromía y el dorado corrieron a cargo del pintor Juan de Valdés Leal.

De esa cronología es el frontal de azulejos del altar, decora­do con ángeles y flores.

Retablo Mayor

Ángeles cariátides

En el banco del retablo las pinturas de la Virgen del Rosario y de Santo Tomás de Aquino que fueron repintadas a mediados del siglo XVIII.

La Virgen del Rosario y Santo Tomás de Aquino en el banco del retablo

El retablo está presidido por un cuadro en el que se representa a la Virgen en el momento de hacer el milagro del Pozo Santoobra de Vasco Pereira de 1605.  Por su tipología la Virgen del Pozo Santo difícilmente se relacionaría con Vasco de Pereira, pues salvo la cara, responde a una copia fiel de un original anterior, ya que remite a la composición de una pintura gótica que sigue la tipología de un original de la segunda mitad del siglo XV. 

Cuadro de la Virgen del Pozo Santo

Detalle de la Virgen

Detalle del niño saliendo del pozo

En los laterales se ubican las figuras de Santiago Apóstol, San Francisco de Asís con la cruz de su visión mística, Santa Bárbara con la torre donde fue encerrada y San Isidoro, con los atributos de arzobispo de Sevilla, todas ellas de la época del retablo.

Santiago Apóstol

San Francisco de Asís

Santa Bárbara

San Isidoro

Debajo de la Virgen un pequeño templete con una pequeña Inmaculada.

Templete con Inmaculada

Detalle de la Inmaculada y de los querubines de sus pies

Sobre la Virgen, el frontón superior, un cuadro del Ecce Homo de mediados del XVII.

Ecce Homo

El ático está presidido por un crucificado de comienzos del siglo XVII, talla anónima probablemente reaprovechada de un retablo anterior. 

Crucificado en el ático

Detalle del rostro

Detalle del Paño de Pureza

Detalle de los pies

A sus lados se sitúan las tallas de San Miguel Arcángel y de San José con el Niño, ambas de Simón de Pineda, que se enmarca por columnas salomónicas de menores proporciones, y se corona por el Espíritu Santo.

San Miguel Arcángel

San José con el Niño

Espíritu Santo

Sacristía

Se abre en el lateral derecho del presbiterio y contiene una pequeña Pila de Agua Bendita y un retablo del siglo XVI que presenta en el centro a Jesús atado a la columna, en los laterales a San Pedro y San Juan Bautista, y en el ático una Virgen con el Niño del siglo XVI.

Pila de Agua Bendita

Detalle de leyenda en mármol

Retablo

Detalle de Jesús atado a la columna, San Pedro y San Juan Bautista

Detalle de la Virgen con el Niño

Nave del Evangelio

Cabecera de la nave del evangelio

En la cabecera de la nave del evangelio de la iglesia de la Misericordia se dispone un interesante retablo barroco, provisto de columnas salomónicas. 

Es el retablo de la "Virgen de la Alegría" del tercer cuarto del siglo XVII, fechable hacia 1670, pudiéndose vincular con Bernardo Simón de Pineda.

Como hemos comentado, con ocasión del retablo de santa Bárbara, cuando en 1605 terminó de reedificarse la “nueva” iglesia de la Casa Hospital de la Misericordia, los retablos que se habían consagrado en la antigua capilla a la Virgen de la Alegría y a santa Bárbara se trasladaron a este nuevo templo, y en su adaptación al nuevo espacio, se reformaron en profundidad por un equipo de artistas coordinados por el pintor portugués Vasco Pereira (1535-1609), en el que estaban integrados el escultor Juan Martínez Montañés (1568-1649) y los entalladores Vicente Hernández y Crisóstomo Antúnez.

Retablo de la Virgen de la Alegría

En la hornacina central, flanqueada por columnas salomónicas, aparece la escultura en madera policromada de la Virgen de la Alegría, que está documentada desde 1929 como obra del escultor flamenco Roque de Balduque (ver), en 1558, fruto de un encargo directo de la Hermandad de la Misericordia de Sevilla.

Virgen de la Alegría


La advocación de “Virgen de la Alegría” hace referencia a la alegría con la que los pobres recibían la comida de la Hermandad en el Hospital de la Misericordia y la alegría de las jóvenes pobres al recibir la dotes para el matrimonio.

El concepto de misericordia que da nombre tanto al Hospital como a esta imagen mariana, hace alusión a que en su mirada maternal descubrimos que, como nos dice el Papa Francisco, María “es Madre de la Misericordia porque ha engendrado en su seno el rostro mismo de la misericordia divina, Jesús, el Emmanuel”.

La Virgen presenta una mirada melancólica con una leve sonrisa, y se caracteriza por su verticalidad y elegancia, reforzadas ambas por los pliegues tanto del manto como de la túnica, la cual aparece ceñida a la cintura con un fajín que presenta una moña en el centro. El manto de la Virgen queda recogido en su brazo derecho y junto con el velo que cubre su cabeza, dotan de contenido movimiento al conjunto. De serena belleza llena de unción y misericordia, la Virgen levanta con su mano derecha el cetro de plata, signo de su realeza, pero también de su magnanimidad, mientras que sostiene en su mano izquierda al Niño Jesús.

Detalle de la Virgen de la Alegría

El Niño bendice a la manera bizantina con su mano derecha, mientras que en su mano izquierda porta el globo del mundo rematado por la cruz.

Detalle del Niño

De las coronas de plata que en la actualidad siguen luciendo las efigies de la Virgen y el Niño, encontramos la más temprana referencia en un inventario de 1635, habiendo de ser esta una fecha muy próxima a la de su ejecución, pues no aparecen citadas en el registro de 1633. No presentan ráfaga y están provistas de un canasto con cuatro imperiales de perfil convexo que convergen, respectivamente, en una perilla y en una cruz de sección romboidal

La base son cinco cabezas de querubines en diferentes posiciones. 

Detalle de los querubines


En los laterales destacan las esculturas de pequeño formato de san José y san Isidoro, a derecha e izquierda de la Virgen, al estilo barroco por Pedro Duque Cornejo o algunos de sus discípulos” según José Gestoso (ver).

En ambas tallas, perfectamente complementarias en sus respectivas actitudes corporales, destaca una primorosa técnica de ejecución, particularmente exquisita en la talla del sonriente y desnudo Niño Jesús y en la caracterización facial de los dos santos, cuyos tipos físicos y lenguaje expresivo resultan plenamente reconocibles en otras interpretaciones hagiográficas masculinas por parte de Duque. También la manera en que estos elevan uno de sus pies sobre una peña, flexionando la correspondiente rodilla, resulta típica en el artista, desencadenando unas movidas poses acentuadas por la agitación de los paños.

San José con el Niño

San Isidoro

Sobre las vertientes del arco con que se cierra la hornacina mariana descansan dos ángeles mancebos sosteniendo una tarja vegetalizada que encierra una desnuda cruz arbórea, emblema simplificado de esta Santa Casa de la Misericordia.

Cruz arbórea de la Santa Casa de la Misericordia


En el ático, se divisa un relieve de formato trilobulado con la escena de la Anunciación, enmarcado por un par de cortas pseudopilastras y el conocido sistema de cartabones, con una decoración polícroma de hojas, flores y frutos que también encontramos salpicada por los modillones y jambas del retablo, que asimismo acoge seis cabezas aladas de querubes en los plintos avolutados del banco y dos angelitos desnudos de bulto recostados en el coronamiento.

Escena de la Anunciación


El altar que lo sostiene, como todos los de la iglesia, es de azulejo del siglo XVII.

Detalle de los azulejos del altar


Las pinturas murales realizadas en 1739 por José Moreno comprenden la cubierta, el paramento lateral izquierdo y la pilastra e intradós del arco que a la derecha comunica este espacio con la nave central de la iglesia de la Misericordia. 

Presentan un aspecto ornamental, a base de amplios moldurajes curvilíneos y mixtilíneos, opulenta hojarasca, fragmentos arquitectónicos fingidos e imitación de blancas yeserías sobre fondos celeste y almagra.

Conjunto de las pinturas de la pared izquierda, la cubierta y el intradós del arco 


En los cuatro paños de la bóveda de arista se incluyen elementos de las letanías marianas (ver), como la palmera, el pozo, el ciprés y la fuente, expresiones metafóricas y simbólicas alusivas a la Madre de Dios.

Detalle de la cubierta con sus pinturas


Detalle de la palmera 


Detalle del pozo


Detalle del ciprés


Detalle de la fuente


Al fondo una vidriera con la Virgen del Pozo santo y un azulejo en relación con la Archicofradía Sacramental de las Siete Palabras.

Vidriera


Azulejo

Seguidamente un pulpito de forja apoyado en una columna. 

Pulpito

A continuación, se halla un retablo de hacia 1760, en el que figuran, en el centro, la imagen del Cristo de la Misericordia, crucificado de la segunda mitad del siglo XVI. Está documentada la compra de un crucificado para la iglesia nueva, que se lo vendió el padre prepósito de la Casa Profesa de la Compañía. Era la imagen que hasta entonces presidía el altar mayor de la capilla mayor de la casa jesuítica, el precio pagado fue de 9.350 maravedís, y seguramente es este Cristo de la Misericordia.

Tramo del Evangelio

Retablo del Cristo de la Misericordia

Cristo de la Misericordia

Detalle del rostro y los brazos

Detalle del rostro

Detalle del rostro

Detalle del Paño de Pureza

Detalle de los pies

En los laterales, las esculturas de San Antonio de Padua y San José, ambas de hacia 1760.

San José 

San Antonio de Padua

En el siguiente tramo encontramos una copia del cuadro de Murillo del Hospital de la Caridad “San Juan de Dios transportando un enfermo” en que aparece San Juan de Dios llevando sobre sus hombros un enfermo que ha encontrado en la noche para llevarlo al hospital que este santo había fundado en Granada en 1539. Cargando con el enfermo, cayó debido al cansancio y al esfuerzo, y en ese momento se le apareció un ángel enviado por Dios para ayudarle, el cual le dice que el enfermo que carga es el mismo Cristo. Por ello, esta obra también recuerda a los hermanos que en su actividad caritativa no les va a faltar el auxilio divino. Las alas desplegadas del ángel que parecen cobijar tanto al santo como al enfermo simbolizan y hacen visible esta protección de Dios.

Siguiente tramo


Copia de “San Juan de Dios transportando un enfermo”. Murillo. Hospital de la Caridad de Sevilla.

San Juan de Dios transportando un enfermo”. Murillo. Hospital de la Caridad de Sevilla.

Lo acompañan los cuadros de San Roque, San Sebastián, Santa Lucia y Santa Catalina.

San Roque y San Sebastián 

Santa Lucia y Santa Catalina

Seguidamente la puerta de acceso a la plaza de Zurbarán. 

Tramo de acceso a la Puerta de la plaza Zurbarán 

Pies del templo.

Al fondo de la nave principal enmarcada, la antigua relación de donantes del hospital

Pies del templo

Detalle de la antigua relación de donantes

Actualmente es una iglesia que acoge los cultos de la Iglesia Ortodoxa Rumana para los fieles residentes en Sevilla, celebrando sus ceremonias los domingos por la mañana, para lo que decoran algunos altares con iconos de imágenes religiosas.