AREA DE SAN ANDRÉS
Iglesia de La Misericordia.
La fundación de
la asociación que generó el hospital de la Misericordia (ver)
tuvo lugar en el mes de mayo de 1476, a instancias de Antón Ruiz, capellán de
don Pedro Enríquez Adelantado Mayor dé Andalucía, con la intención de velar por
los pobres y en especial por las huérfanas doncellas.
Posteriormente,
los fundadores se constituyen en hermandad, siguiendo las reglas concebidas por
el franciscano maestro fray Andrés las cuales fueron aprobadas por el provisor
del arzobispado don Pedro Solís.
En los primeros
años los hermanos se reunían en una casa pequeña, propiedad de Antón Ruiz, en
la antigua calle de Beatos, en la collación de Santa Marina.
La actividad
primordial de la hermandad era administrar los bienes de su patrimonio y con
las rentas que obtenían dotar doncellas pobres para el matrimonio; también financiaban
el rescate de cautivos, ejecutaban últimas voluntades que se le encomendaban en
las herencias, financiaban entierros y asumían la administración de capellanías
o el reparto de limosnas.
El 17 de
octubre de 1482, Ana Fernández donó al padre mayor Antón García Chapinero su
"casa palacio, fuente e noria" para que sirviera de sede definitiva
de la hermandad
que así se traslada al lugar actual del barrio de San Andrés (antigua plazuela
del Oso).
Esta dama sevillana donó sus
posesiones a la hermandad para que ejerciera sus fines en mejores condiciones,
comprometiéndose la corporación a atenderla con las habituales misas, su mantenimiento
en sustento y vestido e incluso su alojamiento en el propio edificio, en el
llamado "cuarto viejo".
Tras la
reducción hospitalaria decretada en 1587 por el cardenal Rodrigo de Castro,
hermandad amplió su sede con la compra de los solares colindantes, como el del
antiguo hospital de los Ángeles y el de la Concepción, así como el del Amor de
Dios.
A principios del año 1564 se inician las obras de
renovación de los edificios comprados y el Hospital se convirtió en una casa
grande ordenada entorno a dos patios.
A partir de 1595
se comienza la construcción de la nueva Iglesia, sobre el terreno del antiguo
hospital del Amor de Dios.
La obra fue ejecutada por el arquitecto Asensio de
Maeda, con una colaboración posterior de Alonso de Vandelvira y se prolonga hasta
1606, año en que es consagrada por el Cardenal Niño de Guevara.
Alonso Morgado (ver)
nos proporciona la información de la importante actividad que tenía la iglesia
de este hospital en el siglo XVI, producto de las dotaciones que acumulaba:
“Así como tienen también
treinta capellanías, de las cuales las diez o doce se cantan en su capilla, sin
los doscientos ducados que tiene para fiestas y remembranzas de todos los años
que se cumplen en él y por las iglesias y monasterios de Sevilla; que con estas
capellanías y las memorias de su misma capilla y junto con esto procurando
siempre su cofradía solemnizarlas con toda música de voces y ministriles y
sermones de los más famosos predicadores desta ciudad, no sé yo si osase
afirmar poder competir este insigne hospital de la Misericordia de Sevilla con
la autoridad de algunas iglesia catedrales de España”.
Actualmente es una iglesia poco
conocida, pero durante la segunda mitad siglo XX y principios del XXI, de forma
transitoria ha sido sede de las hermandades de la Cena, las Siete Palabras,
Redención y Pasión.
Y, además, acoge a la Hermandad de Nuestra Señora de Guadalupe, hermandad filiar de la matriz de Úbeda, donde es patrona, fundada en
la iglesia de los Terceros en 1970 por los devotos sevillanos de esta Virgen, y a la Hermandad de la Virgen del Mar, patrona de Almería, hermandad filial fundada en 1956 por devotos
almerienses residentes en Sevilla.
EXTERIOR
La fachada da hacia la plaza de Zurbarán se corresponde con el lado del evangelio.
Presenta una puerta sencilla en un
vano adintelado flanqueado por pilastras y rematado por un pequeño ático con
frontón roto.
Visión frontal de la portada a la plaza de Zurbarán
Visión oblicua
A los lados se aprecian sendos retablos cerámicos del siglo XX
que muestran a la Virgen del Mar, patrona de Almería, y a la Virgen de
Guadalupe, patrona de Úbeda.
Retablo cerámico de la Virgen del Mar
Detalle
Retablo cerámico de la Virgen de Guadalupe
Detalle
INTERIOR
Desde el exterior se accede a la iglesia de
forma lateral, y nos encontramos con una construcción de la segunda mitad del
siglo XVII, que presenta planta
rectangular y cabecera plana, con un pequeño presbiterio rectangular.
Consta de tres naves, de cinco tramos,
compartimentándose por medio de arcos de medio punto algo rebajados que apean sobre columnas de orden toscano de
mármol blanco.
La
nave central es más elevada que las laterales, presenta tribunas a todo lo
largo y se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos, que recogen ventanas termales.
Las naves laterales están cubiertas por
bóvedas rebajadas de aristas sin arcos, ni pilastras en el muro, que señalen
los tramos.
Visión del templo desde los pies de la nave central
Visión del templo desde la cabecera de la nave central
Visión de la bóveda de la nave central con las tribunas
laterales
Detalle de una tribuna
Resulta significativo que las ocho
columnas que necesitaron para levantar el edificio se compraron seis al
hospital de las Cinco Llagas, procedentes probablemente de las canteras de
Estremoz en Portugal, y otras dos a distintos particulares.
Comenzamos la descripción del interior
de la Iglesia, como siempre, por los pies de la nave de la epístola y
continuamos siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj, para
terminar en los pies del templo.
Nave
de la Epístola
A los pies de la nave de la Epístola
se encuentra un retablo dedicado al Patrocinio de Santa María Virgen, se trata
de una imagen de candelero de la Virgen con Niño.
Tramo de los pies de la nave de la Epístola
Retablo del Patrocinio de Santa María Virgen
Detalle de la Virgen con el Niño
La imagen virginal se encuentra a
acompañada por el Beato San Benedetto Menni y por San Riccardo Pampuri, santos
hospitalarios del siglo XX pertenecientes a la orden de San Juan de Dios.
San Benedetto
Menni y por San Riccardo Pampuri
Y unos cuadros de los que no tengo información.
San Sebastián y san Francisco
Le sigue el retablo de la Virgen de Guadalupe, patrona
de la ciudad jienense de Úbeda. Lo preside una imagen de pequeño tamaño copia
de la original. Existe una Hermandad de la Virgen de Guadalupe
(hermana de la hermandad matriz) que fue creada por ubetenses que vivían en
nuestra ciudad y que fijó su sede en este templo de la Misericordia. Un
retablo cerámico dedicado a la Virgen de Guadalupe existe en la fachada.
Siguiente
tramo
Retablo
de la Virgen de Guadalupe
Virgen de
Guadalupe
Detalle
de la Virgen de Guadalupe
El
siguiente es un retablo es de estilo barroco que consta de un solo cuerpo y
remate, fechándose hacia 1760. En el centro se sitúa un lienzo de mediados del
siglo XVIII de San José con el Niño. Delante del lienzo se sitúa una imagen de
María Auxiliadora.
Siguiente
tramo
Retablo
de San José con el Niño
Detalle
de san José
Detalle
de María Auxiliadora
En los laterales figuran dos lienzos de Santa Justa y
Rufina, realizados en 1605 por Vasco Pereira.
Santa
Justa y Rufina
El
altar que lo sostiene, como todos los de la iglesia, es de azulejo del siglo
XVII.
Detalle
de los azulejos
A continuación, se sitúa un retablo
moderno con la talla de la Virgen
del Mar, copia de la patrona de Almería, que se le encargó, en 1956, a Antonio
Castillo Lastrucci (ver) una comunidad de almerienses residentes en la ciudad, que
tiene hermandad propia. Como en el resto de los retablos de la iglesia, el
frontal del altar es de azulejos de mediados del XVII. También tiene un retablo cerámico en la fachada de la
iglesia.
Siguiente tramo
Retablo de la Virgen del Mar
Virgen del Mar
Detalle de la Virgen del Mar
En la cabecera del muro derecho se sitúa el retablo de Santa Bárbara. Es un retablo de estilo barroco, profusamente decorado con
columnas salomónicas,
también cercano a las formas de Bernardo Simón
de Pineda.
Parece ser que este retablo procede de la antigua
capilla, de tal modo que cuando en 1605 terminó de reedificarse la “nueva”
iglesia de la Casa Hospital de la Misericordia, siguiendo las trazas
suministradas por el arquitecto granadino y maestro mayor de la catedral
hispalense Asensio de Maeda, los retablos que se habían consagrado en la
antigua capilla a la Virgen de la Alegría y a santa Bárbara se trasladaron a
este nuevo templo. Se colocaron entonces en los testeros de sus dos naves
laterales. Aprovechando esta mudanza y la necesidad de su adaptación a este
nuevo espacio, un equipo de artistas coordinados por el pintor portugués Vasco
Pereira (1535-1609), en el que estaban integrados el escultor Juan Martínez
Montañés (1568-1649) y los entalladores Vicente Hernández y Crisóstomo Antúnez,
reformó en profundidad estos retablos.
Tramo de la cabecera de la nace de la Epístola
Retablo de santa Bárbara
En la hornacina central, flanqueada por columnas
salomónicas, figura una escultura de Santa Bárbara, con la torre que recuerda el encierro
de su martirio que tiene las tres ventanas que recuerdan a la Santísima
Trinidad.
Santa Bárbara
Detalle de santa Bárbara
En las calles laterales se sitúan las
imágenes de San Pedro y San Fernando, todas
ellas de la segunda mitad del siglo XVII y probablemente realizadas en el mismo
taller del retablista.
San Pedro
Detalle de san Pedro
San Fernando
Detalle de san Fernando
Encima la Cruz entre dos ángeles,
Detalle de la Cruz
En el ático se representa una escena del martirio
de Santa Bárbara, entre dos ángeles.
Martirio de santa Barbara
Detalle de los ángeles
Tanto en la pared como en la cubierta se presentan
pinturas murales del siglo XVIII atribuidas a Domingo Martínez (ver), en mal estado, alegóricas de la vida de Santa Bárbara.
Pared lateral del espacio
El
frontal del altar está formado por un panel de azulejos de clavos y puntas de
diamantes, de mediados del siglo XVII.
Presbiterio
Imagen del Presbiterio y el Altar Mayor
A los
pies del presbiterio las imágenes modernas de San Juan de
Dios (lado del Evangelio) y el hermano de
san Juan de Dios, San Juan Grande (lado de la Epistolar), este
último nacido en Carmona donde tiene gran devoción.
San Juan de Dios
Detalle de San Juan de Dios
San Juan Grande
Detalle del hermano San Juan Grande
Este último
lleva un pan en la mano derecha y diversos alimentos a sus pies, y se cuenta
que cuando falta comida en el comedor social se coloca un pan bajo sus pies y
enseguida llega una donación.
Detalle de la mano
derecha con el pan
Detalle de cestas
con alimentos
Detalle de los pies (derecho e izquierdo)
En el arco
toral se apoya una lámpara a cada lado.
Detalle de la Lámpara
del lado del Evangelio
Todo el presbiterio presenta pinturas
murales del siglo XVIII atribuidas a Domingo Martínez (ver), en mal estado, alegóricas de las obras de Misericordia.
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis
a mí” (Mt 25:34–36).
En efecto, componen un programa
iconográfico alusivo a la puesta en práctica de las obras de Misericordia, un
contenido moralizador que recuerda la función asistencial del conjunto y que
anticipa el programa iconográfico que desarrollarán Murillo y Pedro Roldán en
el Hospital de la Caridad bajo las directrices de Miguel de Mañara.
Cúpula del Presbiterio
Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio
Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio
Detalle de ángeles de la cúpula del Presbiterio
"Fui forastero, y me recogisteis"
"Enfermo, y me visitasteis"
"Tuve sed, y me disteis de beber"
Parte superior de la pared de la epístola
Parte inferior de la pared de la epístola
Parte superior de la pared del evangelio
Parte inferior de la pared del evangelio
Altar Mayor
Preside el Altar Mayor un retablo
barroco realizado por Bernardo Simón de Pineda en 1668, que esta
compartimentado en sotobanco, banco, un gran cuerpo dividido en tres calles,
divididas por columnas salomónicas de orden gigante decoradas con hojas de vid,
y apoyadas en cariátides, y el ático superior.
La policromía y el dorado
corrieron a cargo del pintor Juan de Valdés Leal.
De esa cronología es el frontal
de azulejos del altar, decorado con ángeles y flores.
Retablo Mayor
Ángeles cariátides
En
el banco del retablo las pinturas de la Virgen del Rosario y de Santo Tomás de
Aquino que fueron repintadas a mediados del siglo XVIII.
La
Virgen del Rosario y Santo Tomás de Aquino en el banco del retablo
El retablo está presidido por un cuadro en el que se representa a la Virgen en el momento de
hacer el milagro del Pozo Santo, obra de Vasco
Pereira de 1605. Por su tipología
la Virgen del Pozo Santo difícilmente se relacionaría con Vasco de Pereira,
pues salvo la cara, responde a una copia fiel de un original anterior, ya que
remite a la composición de una pintura gótica que sigue la tipología de un
original de la segunda mitad del siglo XV.
Cuadro de la Virgen del Pozo Santo
Detalle de la Virgen
Detalle del niño saliendo del pozo
En los laterales se ubican las figuras de
Santiago Apóstol, San Francisco de Asís con la cruz de su visión mística, Santa
Bárbara con la torre donde fue encerrada y San Isidoro, con los atributos de
arzobispo de Sevilla, todas ellas de la época del retablo.
Santiago
Apóstol
San Francisco de Asís
Santa Bárbara
San Isidoro
Debajo
de la Virgen un pequeño templete con una pequeña Inmaculada.
Templete
con Inmaculada
Detalle
de la Inmaculada y de los querubines de sus pies
Sobre la Virgen, el
frontón superior, un cuadro del Ecce Homo de mediados del XVII.
Ecce Homo
El ático está presidido por un
crucificado de comienzos del siglo XVII, talla anónima probablemente
reaprovechada de un retablo anterior.
Crucificado en el ático
Detalle del rostro
Detalle del Paño de Pureza
Detalle de los pies
A sus lados se sitúan las tallas de
San Miguel Arcángel y de San José con el Niño, ambas de Simón de Pineda, que se
enmarca por columnas salomónicas de menores proporciones, y se corona por el
Espíritu Santo.
San Miguel Arcángel
San José con el Niño
Espíritu Santo
Sacristía
Se abre en el lateral derecho del presbiterio y
contiene una pequeña Pila de Agua Bendita y un retablo del siglo XVI que presenta en el centro a Jesús atado a la
columna, en los laterales a San Pedro y San Juan Bautista, y en el ático una
Virgen con el Niño del siglo XVI.
Pila de Agua Bendita
Detalle de leyenda en mármol
Retablo
Detalle de Jesús atado a la columna, San Pedro y San Juan Bautista
Detalle de la Virgen con el Niño
Nave del Evangelio
Cabecera de la nave del evangelio
En la cabecera
de la nave del evangelio de la iglesia de la Misericordia se dispone un
interesante retablo barroco, provisto de columnas salomónicas.
Es el retablo de la "Virgen de la Alegría" del tercer cuarto del siglo XVII, fechable hacia 1670, pudiéndose vincular con Bernardo Simón de Pineda.
Como
hemos comentado, con ocasión del retablo de santa Bárbara, cuando en 1605
terminó de reedificarse la “nueva” iglesia de la Casa Hospital de la
Misericordia, los retablos que se habían consagrado en la antigua capilla a la
Virgen de la Alegría y a santa Bárbara se trasladaron a este nuevo templo, y en
su adaptación al nuevo espacio, se reformaron en profundidad por un equipo de
artistas coordinados por el pintor portugués Vasco Pereira (1535-1609), en el
que estaban integrados el escultor Juan Martínez Montañés (1568-1649) y los
entalladores Vicente Hernández y Crisóstomo Antúnez.
Retablo de la Virgen de la Alegría
En la hornacina central, flanqueada por columnas
salomónicas, aparece la escultura en madera policromada de la Virgen de la
Alegría, que está documentada desde 1929 como obra del escultor flamenco Roque
de Balduque (ver), en 1558, fruto de un encargo
directo de la Hermandad de la Misericordia de Sevilla.
Virgen de la Alegría
La advocación
de “Virgen de la Alegría” hace referencia a la alegría con la que los pobres
recibían la comida de la Hermandad en el Hospital de la Misericordia y la
alegría de las jóvenes pobres al recibir la dotes para el matrimonio.
El concepto de misericordia
que da nombre tanto al Hospital como a esta imagen mariana, hace alusión a que
en su mirada maternal descubrimos que, como nos dice el Papa Francisco, María
“es Madre de la Misericordia porque ha engendrado en su seno el rostro mismo de
la misericordia divina, Jesús, el Emmanuel”.
La Virgen presenta una mirada melancólica con una leve
sonrisa, y se caracteriza por su verticalidad y elegancia, reforzadas ambas por
los pliegues tanto del manto como de la túnica, la cual aparece ceñida a la
cintura con un fajín que presenta una moña en el centro. El manto de la Virgen
queda recogido en su brazo derecho y junto con el velo que cubre su cabeza,
dotan de contenido movimiento al conjunto. De serena belleza llena de unción y
misericordia, la Virgen levanta con su mano derecha el cetro de plata, signo de
su realeza, pero también de su magnanimidad, mientras que sostiene en su mano
izquierda al Niño Jesús.
Detalle de la Virgen de la Alegría
El Niño bendice a la manera bizantina con su mano derecha, mientras que en su mano izquierda porta el globo del mundo rematado por
la cruz.
Detalle del Niño
De las coronas de plata que en la actualidad siguen luciendo
las efigies de la Virgen y el Niño, encontramos la más temprana referencia
en un inventario de 1635, habiendo de ser esta una fecha muy próxima a la de su
ejecución, pues no aparecen citadas en el registro de 1633. No presentan ráfaga
y están provistas de un canasto con cuatro imperiales de perfil convexo que
convergen, respectivamente, en una perilla y en una cruz de sección romboidal
La base son cinco cabezas de querubines en
diferentes posiciones.
Detalle de los querubines
En los
laterales destacan las esculturas de pequeño formato de san José y san Isidoro,
a derecha e izquierda de la Virgen, al estilo barroco por Pedro Duque Cornejo o
algunos de sus discípulos” según José Gestoso (ver).
En ambas
tallas, perfectamente complementarias en sus respectivas actitudes corporales,
destaca una primorosa técnica de ejecución, particularmente exquisita en la
talla del sonriente y desnudo Niño Jesús y en la caracterización facial de los
dos santos, cuyos tipos físicos y lenguaje expresivo resultan plenamente
reconocibles en otras interpretaciones hagiográficas masculinas por parte de
Duque. También la manera en que estos elevan uno de sus pies sobre una peña,
flexionando la correspondiente rodilla, resulta típica en el artista,
desencadenando unas movidas poses acentuadas por la agitación de los paños.
San José con el Niño
San Isidoro
Sobre las vertientes del arco con que se cierra la hornacina
mariana descansan dos ángeles mancebos sosteniendo una tarja vegetalizada que
encierra una desnuda cruz arbórea, emblema simplificado de esta Santa Casa de
la Misericordia.
Cruz arbórea de la Santa
Casa de la Misericordia
En el ático,
se divisa un relieve de formato trilobulado con la escena de la Anunciación,
enmarcado por un par de cortas pseudopilastras y el conocido sistema de
cartabones, con una decoración polícroma de hojas, flores y frutos que también
encontramos salpicada por los modillones y jambas del retablo, que asimismo
acoge seis cabezas aladas de querubes en los plintos avolutados del banco y dos
angelitos desnudos de bulto recostados en el coronamiento.
Escena de la
Anunciación
El altar
que lo sostiene, como todos los de la iglesia, es de azulejo del siglo XVII.
Detalle de los
azulejos del altar
Las pinturas
murales realizadas en 1739 por José Moreno comprenden la cubierta, el paramento
lateral izquierdo y la pilastra e intradós del arco que a la derecha comunica
este espacio con la nave central de la iglesia de la Misericordia.
Presentan un
aspecto ornamental, a base de amplios moldurajes curvilíneos y
mixtilíneos, opulenta hojarasca, fragmentos arquitectónicos fingidos e
imitación de blancas yeserías sobre fondos celeste y almagra.
Conjunto de las
pinturas de la pared izquierda, la cubierta y el intradós del arco
En los cuatro paños de la bóveda de arista se incluyen elementos de las
letanías marianas (ver), como la palmera, el pozo, el ciprés y la fuente,
expresiones metafóricas y simbólicas alusivas a la Madre de Dios.
Detalle de la cubierta
con sus pinturas
Detalle de la
palmera
Detalle del pozo
Detalle del ciprés
Detalle de la fuente
Al fondo una
vidriera con la Virgen del Pozo santo y un azulejo en relación con la Archicofradía
Sacramental de las Siete Palabras.
Vidriera
Azulejo
Seguidamente un pulpito de forja apoyado en una
columna.
Pulpito
A
continuación, se halla un retablo de hacia 1760, en el que figuran, en el
centro, la imagen del Cristo de la Misericordia, crucificado de la segunda
mitad del siglo XVI. Está documentada la compra de un crucificado para la
iglesia nueva, que se lo vendió el padre prepósito de la Casa Profesa de la
Compañía. Era la imagen que hasta entonces presidía el altar mayor de la
capilla mayor de la casa jesuítica, el precio pagado fue de 9.350 maravedís, y
seguramente es este Cristo de la Misericordia.
Tramo del Evangelio
Retablo del Cristo de la Misericordia
Cristo de la Misericordia
Detalle del rostro y los brazos
Detalle del rostro
Detalle del rostro
Detalle del Paño de Pureza
Detalle de los pies
En
los laterales, las esculturas de San Antonio de Padua y San José, ambas de
hacia 1760.
San José
San
Antonio de Padua
En el siguiente tramo encontramos una copia del
cuadro de Murillo del Hospital de la Caridad “San Juan de Dios transportando un
enfermo” en que aparece
San Juan de Dios llevando sobre sus hombros un enfermo que ha encontrado en la
noche para llevarlo al hospital que este santo había fundado en Granada en
1539. Cargando con el enfermo, cayó debido al cansancio y al esfuerzo, y en ese
momento se le apareció un ángel enviado por Dios para ayudarle, el cual le dice
que el enfermo que carga es el mismo Cristo. Por ello, esta obra también
recuerda a los hermanos que en su actividad caritativa no les va a faltar el
auxilio divino. Las alas desplegadas del ángel que parecen cobijar tanto al
santo como al enfermo simbolizan y hacen visible esta protección de Dios.
Siguiente tramo
Copia de “San Juan de Dios
transportando un enfermo”. Murillo. Hospital de la Caridad de Sevilla.
San
Juan de Dios transportando un enfermo”. Murillo. Hospital de la Caridad de
Sevilla.
Lo
acompañan los cuadros de San Roque, San Sebastián, Santa Lucia y Santa Catalina.
San Roque y San Sebastián
Santa Lucia y Santa Catalina
Seguidamente la puerta de acceso a la plaza de Zurbarán.
Tramo
de acceso a la Puerta de la plaza Zurbarán
Pies del templo.
Al fondo de la nave principal enmarcada, la
antigua relación de donantes del hospital
Pies del templo
Detalle de la antigua relación de donantes
Actualmente es una iglesia que acoge los cultos de
la Iglesia Ortodoxa Rumana para
los fieles residentes en Sevilla, celebrando sus ceremonias los domingos por la
mañana, para lo que decoran algunos altares con iconos de imágenes religiosas.