sábado, 29 de octubre de 2022

 AREA DE MACARENA-SAN LUIS-SAN JULIAN

Plaza de San Marcos.

Se sitúa en la confluencia de Bustos Tavera, Castellar, san Luis, Vergara, Siete Dolores de Nuestra Señora y Socorro

Recibe esta denominación por la iglesia de igual advocación. Se forma por un pequeño ensanche de la primitiva Calle Real de San Marcos y por el retranqueo de la manzana comprendida entre Bustos Tavera y Socorro, zona en la que un proyecto de urbanización de 1931 señala un espacio cuadrangular pavimentado, hoy inexistente. 

Se vio muy afectada por la Guerra Civil de 1936


Barricadas en la plaza de san Marcos en julio de 1936

La vivienda de mayor valor arquitectónico es la numero 13, del siglo XVIII. La fachada presenta una composición perfectamente simétrica. La fachada es avitolada y la portada almohadillada, resallada sobre medias pilastras toscanas. Alrededor del balcón principal, que hace las veces de remate del pórtico de entrada al edificio, elementos de hojarascas, querubines y angelitos que realzan el marco de yeso que rodea el hueco. En la parte inferior de los balcones de la última planta hay motivos florales y una especie de fauno centrando todo el conjunto. Estas ricas yeserías se simplifican a motivos geométricos en los rosetones situados entre los balcones de la planta tercera. Entre el balcón central de la tercera planta   y el principal de la segunda hay una composición de hojas de acanto, vides y otros motivos vegetales que parecen proteger un resalte en el que quizás estuvo el escudo de la familia primitiva dueña del palacete.

Plaza de san Marcos. Casa número 13

Balcón principal

Detalle del balcón principal

Detalle del balcón lateral

En 1867, se estableció en la plaza una parada de carruajes y en 1927 otra de automóviles de alquiler y en 1916 el ayuntamiento acordó instalar una fuente de hierro.

 AREA DE MACARENA-FERIA

Calle Inocentes

De Clavellinas a Maravillas (Entre Feria y San Luis).

En un documento de 1429 se identifica como calle de Trastorna, por Juan Carda Trastorna que residía en ella. En los padrones de 1438 y 1451 se le conoce con el nombre completo de esta persona.

En el plano de Olavides (1771) se denomina Cuesta de Nanina, probablemente una mala transcripción porque en documentos del siglo XIX aparece como Cuesta de la Niña.

En la “Guía General de Forasteros” de Montero de Espinosa (1823) se cita una calle de la Rosa junto a la Cuesta de la Niña.

También en la primera mitad del siglo XIX se nombra como Callejón de los Locos. González de León comenta la existencia de una calle de Infantes a la entrada del Callejón de los Locos y Moreno Gálvez llama Plaza de los Infantes al primer tramo. En documentos de 1588 y 1751 se denomina Calleja del Caño de los Locos o de los Inocentes o Ssitio del Caña de los Locos y Corral del Moral.

En 1845 desaparecen todos estos nombres y se la rótula oficialmente Inocentes, como recuerdo del Hospital de este nombre o de los Locos, a cuya espalda terminaba la calle.

Calle Inocentes

HOSPITAL DE LOS INOCENTES

La fundación del Hospital Real de San Cosme y San Damián, también conocido como Hospital de los Inocentes o Casa de los Locos, se remonta, según Collantes de Terán, a los días de la conquista de Sevilla por Fernando III, aunque algunos estudios indican que se debe, en 1436, a Marcos Sánchez de Contreras, quien aparece como su administrador en la bula de Inocencio VIII de 1488, que aprueba su fundación. También se refiere su fundación al año 1488 por los Reyes católicos. Fue reedificado en 1696, ampliado en 1789 y trasladado al Hospital de ls Cinco Llagas en 1841, quedando como Hospicio. Actualmente es un Centro Deportivo Municipal. Según González de León sobre la puerta existía una lápida con una inscripción: 

Hospital de los Inocentes

“REYNANDO EN CASTILLA LOS SS REYES CATOLICOS D. FERNANDO Y D. YSABEL EN EL AÑO 1488 SE FUNDÓ ESTE HOSPITAL REAL DE s. COSME Y S. DAMIAN PARA CURAR A LOS POBRES ENFERMOS FALTOS DE JUIC IO Y LOS DICHOS REYES RECIBIERON EL PATRONATO DEL Y LE HICIERON DIFERENTES MERCEDES. Y DICHO AÑO LA SANTIDAD DE YNOCENCIO III APROBÓ DICHO PATRONATO Y FUNDACIÓN CONCEDIENDO GRANDES HUBILEOS E YNDULGENCIAS, ASI A LOS QUE VISITASEN DICHO HOSPITAL, COMO A LOS QUE EN EL MUEREN Y NUESTRO CATOLOLICO REY DON CARLOS II, MOVIDO DE SU CATOLICA PIEDAD, TAMBIEN LE HA HECHO GRANDES MERCEDES Y EN EL AÑO 1689 NOMBRO POR ADMINISTRADOR AL LICENCIADO D. SEBASTIAN ARIAS CAPELLAN DE SU SANTA Y REAL CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REYES Y COMISARIO DEL SANTO OFICIO DE LA YNQUISICION. EL CUAL DESEANDO MAYOR ALIBIO A LOS POBRES LO HA REEDIFICADO A EXPENSAS DE DICHO HOSPITAL Y RENOBADO LOS PRIVILEGIOS Y CORTAS RENTAS QUE LE HAVIAN QUEDAO SEA PARA MAYOR GLORIA DE DIOS n.s. Y SU SANTISIMA MADRE. AÑO DE 1696”.

Los motivos de ingresos eran múltiples, como pobres recogidos de la calle, dementes declarados por la Inquisición, delincuentes de la Cárcel Real, a solicitud de los propios familiares por la dificultad de convivencia, prostitutas expulsadas de “Mancebia” por exceso celo profesional o soldados del ejército que enloquecían.  

Las estancias generalmente eran temporales, pero también podían ser indefinidas hasta su defunción.

Su mantenimiento radicaba en limosnas, donaciones y aportaciones reales que, a veces, no cubrían las necesidades y provocaban situaciones de penuria. A principios del siglo XIX se refiere una situación lamentable con un estado calamitoso de las instalaciones, falta de recursos y amenaza de ruina.

En la obra de Carmen López Alonso “Locura y sociedad sevillana: Historia del hospital de los Inocentes” se refieren caso concretos y sumamente curiosos.

El cochero que enloqueció y apuñaló a los caballos de su carruaje. Juan Marza de 36 años de edad ingresado en 1685 a petición de sus padres por “No mantener vida maridable” a pesar de esta casado. José Sánchez Herrera que enloqueció al casarse, con veinticuatro años. Luna de los Sntos ingresada en 1703 tras su parto y entrar en depresión por la entrada de los ingleses en el Puerto de santa María creyéndose mora. José Agustín González que en 1723 se volvió loco por su exceso de desvelo por la Hermandad de san Andrés y Nuestra Señora del Socorro que él había fundado. Salomé Urrea asesina extremeña que se libró del cadalso al ser considerada loca y que después de doce años de ingreso consiguió fugarse.

Su existencia ha sido inmortalizada por los lienzos de Goya que se duda si estuvo ingresado en este centro en algún momento de su vida.

Casa de Locos. Francisco de Goya. 1812-1819. Óleo sobre tabla. 46 x 73 cm. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid


Corral de locos. De locos y otros inadaptados. Francisco de Goya. 1794. Óleo sobre hojalata. 46 x 73 cm. Meadows Museum. Dallas

 ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA

Viva el nombre y muera el hombre 

Coronando la fachada principal del número 30 de la calle san Juan de la Palma, existe un escudo heráldico en piedra correspondiente al Señor Alonso de Florida y Barahona. 

Sobre el yelmo con lambrequines y un brazo derecho blandiendo una espada. 

Sobre él podemos ver el lema” Viva el nombre y muera el hombre”. 

Bajo el yelmo, un blasón dividido en dos partes, la izquierda contiene el escudo del apellido Alonso, cuyo lema inscrito dice: “De mi desiderio godo y del rey Wamba sobrino, procede esta casa en todo”, la derecha es el blasón del apellido Barahona. 

En el lema inferior la inscripción “Alonso de Florida y Barahona”.  



 AREA DE REGINA-ENCARNACIÓN-SAN PEDRO

Calle San Juan de la Palma

Surge de la confluencia de Regina, Viriato y Feria a la de Espíritu Santo, Dueñas, Gerona y Sor Ángela de la Cruz.

Esquina de san Juan de la Palma con Feria
Es conocida, a fines del siglo XV como Herrería y Hereros por estar establecidos los artesanos del hierro.

Desde el siglo XVI es conocida con el nombre actual por la vecindad con la parroquia de San Juan Bautista.

Documentos de mediados del siglo XVII y comienzos del XVIII, y en el plano de Olavides (1771) la designan como plazuela o plaza de san Juan de la Palma.

El último tramo, en la confluencia con Santa Ángela de la Cruz, Gerona y Espíritu Santo, se llamó. hasta finales del siglo XIX, como plaza del Espíritu Santo.

En un plano del Estado Mayor del Ejército (1884) aparece como calle de San Juan de la Palma, nombre que, según Santiago Montoto, se le repuso en 1875, sustituyendo al Bautista, que le habrían impuesto en 1868.  

En el plano de Poley (1910) se distingue entre Plaza de San Juan de la Palma, para designar la parte ancha y calle del mismo nombre, para el espacio de Dueñas a Regina.

Hay noticias de una calleja que la unía con la calle Espíritu Santo y que se había incorporado en el siglo XVIII al Convento desaparecido de la Concepción de monjas franciscanas e incluso otra calleja que desembocaba en Menjibar.

Tiene forma triangular, más estrecha en su arranque y muy ancha en la parte central, ocupada por el amplio espacio delantero de la fachada lateral, de la epístola, de la iglesia. También daba a la plaza las dependencias traseras del desaparecido convento de la Pura y Limpia Concepción.

Existía una “chalanería” (diario el Porvenir del 13 de junio de 1858) cuyo dueño tenía la costumbre de colocar en la puerta los trabajos para poner a la venta, dificultado el paso por la acera. También se documenta que un ciego se ponía, todos los días, frente a San Juan de la Palma, pidiendo limosna con grandes exclamaciones y una cuadrilla de toreros en miniatura que, todas las tardes, improvisaban simulacros de corridas de toros.  

Entre los días 24 y 29 de junio se celebraba la velada de San Juan y San Pedro, según Jose María Tassara (1923), con casetas, puestos de agua, de juguetes y bisutería, y de higos chumbos, puestos de buñuelos y el de David el turronero, tómbola, tablao para la banda municipal, con los mismos farolillos de exorno de la feria de abril.

En la casa esquina a Regina vivió el escultor Benito Hita del Castillo, autor de la figura de san Juan que acompaña a la Virgen de la Amargura.

De la edificación podemos destacar el patio del número 17 y la casa numero 30.

San Juan de la Palma 17

Coronando la fachada principal del número 30 existe un escudo heráldico en piedra correspondiente al Señor Alonso de Florida y Barahona. Sobre el yelmo con lambrequines y un brazo derecho blandiendo una espada. Sobre él podemos ver el lema” Viva el nombre y muera el hombre”. Bajo el yelmo, un blasón dividido en dos partes, la izquierda contiene el escudo del apellido Alonso, cuyo lema inscrito dice: “De mi desiderio godo y del rey Wamba sobrino, procede esta casa en todo”, la derecha es el blasón del apellido Barahona. En el lema inferior la inscripción “Alonso de Florida y Barahona”.  








  AREA DE REGINA-ENCARNACIÓN-SAN PEDRO

Calle Almirante Apodaca

Durante el siglo XVII y parte del XVIII, sin tener designación propia, se alude a ella como “La calle que va de el Alhondiga a san Pedro·” (Diccionario Histórico de las calles de Sevilla). Aunque hay autores que refieren que recibió el nombre de “Santa Ana” desde finales del siglo XVI y que se conoció también como “Sobrino” y como “Juzgado”. González de León afirma que también fue conocida como “Pergaminería”, por la existencia de un establecimiento del gremio de pergamineros.

En el plano de Olavides (1771) recibe el nombre de “San Pedro” el tramo comprendido desde la Iglesia de San Pedro a la confluencia con san Felipe, y plaza de la Alhondiga, al ensanche que presenta en su tramo final.

En 1868, ambos tramos se unifican bajo la denominación de “Agricultura” y en 1875 recibe el nombre actual en honor de Juan Ruiz de Apodaca que vivió en esta calle a su vuelta de Méjico.

Desde finales del siglo XV y sobre todo desde 1876 ha sido objeto de diversas operaciones urbanísticas para darle mayor amplitud e integrarla en el eje de penetración este-oeste en el casco histórico, pues estaba cerrada al fondo por un lienzo de casas pertenecientes a la calle Alhóndiga.

Almirante Apodaca

Esquina de Almirante Apodaca con Plaza Cristo de Burgos, con una furgoneta Citroën 2CV. Semáforo donde está detenido un taxi Seat-1500, ante la “Farmacia san Pedro”. En la acera del frente el “Bar Gran Almirante”

Destaca la pervivencia en el número 7 de la antigua “Posada del Lucero” de la que salía diariamente, a finales del siglo XIX, un coche para Alcalá del Rio. 

Se trata de un edificio, catalogado como Monumento Histórico-Artístico, de dos plantas organizadas en torno a dos patios, con galerías en dos de sus frentes, con arcos sobre columna corintias. Actualmente es un Hotel.


Patio San Felipe. Siglo XVI

Patio Doña María Coronel. Siglo XVIII

Guadarnés. Siglo XVI

El edificio más importante era “La Alhondiga del Pan” sobre cuyo solar se construyó el Palacio de Justicia y actualmente es el Archivo y Hemeroteca Municipal y Archivo Provincial.

Esta Alhóndiga tenía, en esta calle, su entrada principal desde principios del siglo XVI y en sus pórticos se situaban los panaderos. 

Se instaló, en la plaza, en 1696, una fuente publica de agua para las bestias de carga, con la siguiente lápida del siglo XVIII “Reynando el Catolico Rey Don Felipe V Nuestro Señor i siendo asistente Maestre de campo general en esta ciudad. Lorenzo Fernández de Villavisencio Caballero del Orden de Calatrava Marqués de Vallehermoso del Consejo de su Magestad en el de Hacienda Mayordomo de la Rina N.S. Sevilla atendiendo al beneficio común mando traer agua dentro y fuera de esta Alhondiga siendo Llavero Maior en ella Diputado de su obra D. Juan Ortíz de Zuñiga Caballero del Orden de Santiago i Veinte y Cuatro de esta Ciudad”.  

Se hace continuas referencias al estacionamiento de estas bestias de carga en la plazuela con las consiguientes molestias que ocasionaba a los transeúntes y dueños de comercios.

Sobre el solar de esta antigua Alhóndiga, entre 1895 y 1908 se construye un edificio de nueva planta, según proyecto de José Sáenz y Jose Gallegos, en estilo neoclásico, para albergar los Juzgados de Sevilla.

Durante la década de 1970, los Juzgados se trasladaron al actual Palacio de Justicia del Prado de San Sebastián y el edificio pasó a formar parte Del Patrimonio Municipal, permaneciendo cerrado y en estado de abandono hasta 1983, cuando se inician los trabajos de rehabilitación.

Las obras fueron realizadas por los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, por un convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla y el ministerio de Cultura, por Orden del Ministerio de Cultura, de 2 de julio de 1987 (BOE 20 de julio de 1987) para “Archivo Histórico Provincial de Sevilla y Archivo General de Andalucía”, una de sus partes y otra para “Archivo Municipal y Hemeroteca Municipal” y fueron inauguradas en 1991.

“Archivo Histórico Provincial de Sevilla y Archivo General de Andalucía”, y “Archivo Municipal y Hemeroteca Municipal”

“Archivo Histórico Provincial de Sevilla y Archivo General de Andalucía”, y “Archivo Municipal y Hemeroteca Municipal”

Torreón y Pórtico del “Archivo Histórico Provincial de Sevilla y Archivo General de Andalucía”, y “Archivo Municipal y Hemeroteca Municipal”


Placa metálica del “Archivo Histórico Provincial de Sevilla y Archivo General de Andalucía”, y “Archivo Municipal y Hemeroteca Municipal”


Escalera principal del “Archivo Histórico Provincial de Sevilla”

Patios del “Archivo Histórico Provincial de Sevilla”

El Archivo Municipal de Sevilla conserva la documentación de las instituciones municipales de Sevilla (Cabildos y Ayuntamientos) desde mediados del siglo XIII, fecha de incorporación de la ciudad a la Corona de Castilla, hasta la actualidad. 

Sus fondos también proceden del antiguo Reino de Sevilla que englobaba parte de las actuales provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz y Badajoz.

Además, El Archivo conserva otras colecciones entre las que destaca el archivo nobiliario de la familia Ortiz de Zuñiga o las colecciones de sellos, monedas y medallas, documentación gráfica y audiovisual.

La Hemeroteca Municipal de Sevilla fue inaugurada el 4 de agosto de 1934 en el Salón Carlos V del Alcázar, en 1944 se trasladó al Pabellón Mudéjar de la Plaza de América y en 1987 se llevó a este edificio de los antiguos juzgados, donde se conserva unos 30.000 volúmenes desde la Gazeta Nueva, editada en Sevilla en 1661 hasta la prensa actual.





En el numero 15 hay un azulejo que recuerda el Viernes Santo de la Semana santa de 1952, cuando el capataz del paso de la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos, gritó “al cielo con ella”, frase que se ha hecho muy popular en la Semana Santa y que Burgos nos la refiere en uno de sus recuadros: 

“El Balilla, aquel costalero histórico, me lo contó cuando estaba como todos los días vendiendo lotería en el patio de operaciones del Banco Bilbao de la Plaza Nueva. Viernes Santo por la mañana. El palio de los Gitanos, como el tranvía de Nervión, el 25, va por Almirante Apodaca. Lo manda el capataz Salvador Dorado, el Gordo Penitente, el cargador del muelle, miliciano de Triana y oficial del Ejército Popular que evitó que los rojos quemaran al Cachorro en el 36, por lo que terminada la guerra no lo fusilaron los nacionales. Está el palio parado en los Juzgados. “Venga ya esa levantá” dice el fiscal. Y el Gordo, tras mirar a los cables del tranvía, para animar a su gente, antes del golpe de martillo grita:  ¡¡A los cables con Ella ¡¡. Al Balilla que va de patero y es el poeta de guardia que Sevilla siempre reserva para estos casos, los cables del tranvía le parecen demasiado prosaicos para la Virgen de las Angustias. Y, voz de alpargata y sudor tras el faldón, corrige al Penitente: ¡¡No, a los cables, no. Al cielo con ella ¡¡.