EXPOSICIONES Y EXCURSIONES
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. 2024
En el primer tramo de nave del
Evangelio de la Iglesia de san Julián, vemos un pequeño paso de costaleros, con
la parihuela cedida por la Hermandad de san Hermenegildo, dispuesto para
celebrar la procesión eucarística por las calles de la collación de san Julián
y santa Marina. La custodia pertenece al
convento de san Clemente.
La Virgen de la Hiniesta Gloriosa, que desde su llegada a san Julián en
1380 había permanecido en su capilla en la cabecera de la nave del evangelio,
fue entronizada en el retablo mayor de la parroquia en la tarde del 7 de
septiembre de 1674, después de una fastuosa procesión por las calles del
barrio. Por falta de recursos económicos, la parroquia vendió la capilla mayor
en 1673 al deán de la catedral Francisco de Monsalve con el compromiso de
levantar un retablo, con un tabernáculo en el que habría de situarse a la
Virgen de la Hiniesta, de la que era patrono, y donde habría de permanecer
“para siempre jamás”.
La arquitectura del retablo fue contratada por el ensamblador Felipe de
Ribas el 25 de octubre de 1640. El resultado es un conjunto de planta ochavada
para acomodarse a la cabecera poligonal del templo y alzado de casillero.
Configuran el armazón tres calles verticales y dos pisos horizontales con
su correspondiente ático.
El soporte es la columna revestida, su orden el corintio por estar
dedicado a la Virgen y como fondo ornamental se levanta un tabique de mampostería
fingido que cierra la composición.
Se conoce documentalmente que Ribas tenia concluido el retablo y el relieve
de la Encarnación del segundo cuerpo en 1647, pero se ignora la autoría de las
cinco imágenes que completan el programa iconográfico, hechas con
posterioridad. Estas son San Julián, San Pedro, San José, san Antonio y el
Crucificado, que la cofradía de la Hiniesta utilizó en las salidas
procesionales desde finales del siglo XIX.
El 29 de febrero de 1676 el escultor Bernardo Simón de Pineda se obligó a
añadir nuevos remates, armas y adornos, mientras que los pintores Lorenzo
Dávila y Diego Díaz aceptaban dorar, estofar y encarnar todo el retablo con el
compromiso de tenerlo acabado el 15 de agosto. Puede considerase, por tanto,
que la obra quedó concluida el día de la Asunción de 1676.
Todo el
conjunto desapareció en el incendio de la parroquia de san Julián el 8 de abril
de 1932.
Crucificado del ático del retablo mayor de la
parroquia de san Julián que la cofradía de la Hiniesta utilizó en sus salidas
Procesionales
Grabado de Lucas Valdés en 1681 que muestra la
Virgen de la Hiniesta en el camarín del retablo mayor de san Julián.
Retablo mayor de la parroquia de San Julián en 1926.
Virgen de la Hiniesta Gloriosa (La Visitadora). Rafael Barbero Medina.
1974. Madera de caoba policromada. Hermandad de la Hiniesta.
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Manuel Seco Velasco. Plata. Hermandad
dela Hiniesta
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Anónimo. Siglo XIX. Panel de azulejos.
Hermandad de la Hiniesta
Nuestra Señora de la Hiniesta, Patrona de Sevilla. José María Martin.
1815. Grabado (talla dulce). Hermandad de la Hiniesta
Verdadero retrato del hermoso simulacro de Nuestra Señora de la
Hiniesta. Anónimo. 1815. Grabado (talla dulce). Hermandad de la Hiniesta
Hallazgo de la Virgen de la Hiniesta. anónimo. 1718. Óleo sobre lienzo.
Ayuntamiento de Sevilla.
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. José Vázquez Sanchos (talla) y Fernando
Marmolejo Camargo (orfebrería). 1963. Marfil y plata. Baldaquino de Manuel Seco
Velasco. 1986. Plata. Ayuntamiento de Sevilla
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Diego Angulo Iñiguez. La escultura en
Andalucía, vol. II, Sevilla, 1930, lam. 151. Impreso sobre papel. Hermandad de
la Hiniesta
Nuestra Señora de la Hiniesta, Patrona de la ciudad de Sevilla. Diego
San Román y Codina. 1771. Grabado (talla dulce). Hermandad de la Hiniesta
Nuestra Señora de la Hiniesta, Patrona de Sevilla. anónimo. 1806.
Grabado (talla dulce). Hermandad de la Hiniesta
Corona de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Orfebre Bernet. 2023.
Plata sobredorada, aguamarinas y perlas. Hermandad de la Hiniesta
Corona del Niño Jesús. Orfebre Bernet. 2023. Plata
sobredorada, aguamarinas y perlas. Hermandad de la Hiniesta
Retama de Hiniestas. Fernando Marmolejo Camargo. 1974. Plata, plata sobredorada y topacios. Hermandad de la Hiniesta
Corona del Niño Jesús. Cayetano González (diseño) y
Manuel Seco Velasco (ejecución). 1974. Plata sobredorada. Hermandad de la
Hiniesta
Corona de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa.
Joyería El Regulador de Barcelona. 1961. Aro inferior de Manuel Seco Velasco.
1961. Oro, perla y pedrería. Hermandad de la Hiniesta
Medalla de la coronación canónica de la Virgen de
la Hiniesta. anónimo. 1974. Plata sobredorada. Colección particular
Libro de Reglas. Manuel Seco Velasco. 1957. Plata,
marfil y esmaltes sobre terciopelo. Hermandad de la Hiniesta
Medalla de la Ciudad de Sevilla. Fernando Marmolejo
Camargo. 1990. Plata sobredorada. Hermandad de la Hiniesta.
Bastón de alcaldesa de Sevilla. Joyería Feliz Pozo. 1974. Oro y carey.
Hermandad de la Hiniesta
Llaves de la Ciudad de Sevilla. Fernando Marmolejo
Camargo. 1999. Plata sobredorada. Hermandad de la Hiniesta
Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Santiago Ydáñez.
2023. Óleo sobre lienzo. Colección particular
El ciborio o baldaquino es un templete sustentado por cuatro columnas que
aparece en la primera arquitectura cristiana para proteger y resaltar el altar.
Su uso, como elemento de respeto y dignidad, se ha hecho extensivo a las
imágenes, particularmente las de la Virgen.
Cuando en los años cincuenta del siglo pasado se reformó el camarín del
retablo mayor de la parroquia de san Julián,
el teniente hermano mayor Eladio García de la Borbolla y Sanjuán costeó la
construcción de un baldaquino (este es el término usado en la hermandad) para la
Virgen de la Hiniesta Gloriosa, realizado en metal plateado por Manuel Seco
Velasco, siguiendo el modelo del templete de la Virgen de la Merced, patrona de
Jerez de la Frontera, pieza barroca labrada en plata por Juan Díaz de Mendoza
en 1648. Las obras del camarín y el nuevo baldaquino fueron bendecidas por el
cardenal Bueno Monreal el 9 de febrero de 1958.
Proyecto de baldaquino y peana para la Virgen de la
Hiniesta. Javier Sánchez de los Reyes. 2020. Lápiz, tinta y témpera sobre
papel. Colección particular
Camarín del retablo mayor de la parroquia de san
Julián. Fotografía de Mario G. Tonorio. 1958. El camarón y el baldaquino fueron
bendecidos el 9 de febrero de 1958. Hermandad de la Hiniesta
Paso de la Virgen de la Hiniesta con el baldaquino
de Manuel Seco Velasco. Fotografía de Daniel Villalba
Paso de la Virgen de la Merced de Jerez dela
Frontera con el templete de Juan Díaz de Mendoza. Fotografía de Raúl Lebrero
Sánchez
En este Año Santo Jubilar Mariano, la Hermandad de la Hiniesta ofrenda a
su titular un baldaquino de plata construido por Orfebrería Ramos con diseño de
Javier Sánchez de los Reyes. Mantiene la estructura arquitectónica del
anterior. En un plinto de planta rectangular, apoyan cuatro columnas con
capiteles que soportan una moldura articulada con entablamento, friso (con la
leyenda “Soy de Sevilla Patrona y Bienhechora”) y cornisa. Una cúpula con ocho
nervaduras se remata con un pináculo.
La decoración se basa en motivos barrocos, destacando las flores y los
elementos vegetales, tomados de la urna de san Fernando de la capilla Real de
la catedral de Sevilla, contratada por Juan Laureano de Pina en 1683.
El diseño del baldaquino se complementa con el de una peana de plata,
pendiente de ejecución, inspirado en la peana que porta la imagen de san
Fernando en el Corpus, la misma del busto relicario de santa Rosalía del tesoro
catedralicio, fechada en 1688, que fue utilizada por la Virgen de la Hiniesta
en su traslado a la catedral para su coronación canónica en 1974.
SOY DE SEVILLA PATRONA Y BIENHECHORA
La primitiva Virgen de la Hiniesta era una imagen de talla completa que, en el siglo XVI, siguiendo la moda del momento, fue dotada de brazos articulados para poder ser revestida.
Con la imagen actual se ha mantenido la costumbre
de utilizar un manto textil en los cultos solemnes y en sus procesiones anuales
con motivo de la festividad del Corpus Christi.
El grupo de Hermanas del Ropero de la Virgen es un colectivo fundado en diciembre de 1985 que durante cuatro décadas ha venido cuidando y enriqueciendo el ajuar de la Virgen de la Hiniesta en su doble advocación Dolorosa y Gloriosa.
Además, a lo largo de los años, ha donado a la hermandad piezas de
singular valor artístico como la corona de plata de la Dolorosa (Orfebrería
Mallol, 1999), el puñal de oro (Álvaro Fernández, 2008), las potencias de oro
del Cristo de la Buena Muerte (Álvaro Fernández, 2014) y la saya azul del
jarrón de azucenas (Manuel Solano, 2019).
Con motivo del 50º aniversario de la coronación canónica, el Grupo del Ropero ha ofrendado a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa un manto de terciopelo de seda azul turquesa bordado en oro y sedas por Manuel Solano según diseño de Gonzalo Navarro.
El dibujo es simétrico, basado en los esquemas clásicos utilizados por las Vírgenes de gloria sevillanas, con cenefa perimetral y tachonado central, utilizándose elementos decorativos góticos (coronas, cardos, alcachofas, flores de lis) en consonancia con el estilo artístico de la primitiva imagen.
En el centro, una cartela ostenta el emblema municipal del NO8DO alusivo a la condición de la Virgen del a Hiniesta como patrona de Sevilla.
Las técnicas y puntos utilizados son de
gran riqueza y variedad: cetillo, ladrillo, puntita, media honda, escamado de
lentejuelas, hojilla, cartulina y muestra armada.