RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Nuestra Señora del Carmen.
Nuestra Señora del Monte Carmelo, referida generalmente como Nuestra Señora del Carmen o Virgen del Carmen, es una de las advocaciones de la Virgen María.
Su denominación
procede del llamado Monte Carmelo, actual Israel, y el nombre deriva de la
palabra “Karmel” o “Al Karem” y que se traduce como “Jardín”.
La veneración remonta
al grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir
al Monte Carmelo y hacia 1200 formaron la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo
(Carmelitas) (ver).
Según la tradición
carmelita, el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le
apareció a San Simón Stock, superior general de la orden, entregándole el
escapulario, signo principal del culto carmelita.
La Virgen del Carmen
también es llamada Estrella del Mar (en latín Stella Maris) y es patrona de los
marineros.
La Virgen, sobre un trono de nubes, rodeada de querubines y
sosteniendo al Niño Jesús sobre su rodilla derecha. El Niño sostiene con la
mano derecha el cetro y con la izquierda el orbe. La cabeza de la Virgen
aparece enmarcada por un halo de querubines. Sobre su pecho el escapulario con
el escudo de la Orden carmelitana, como patrona de la misma, en su advocación
de María del Monte Carmelo.
IGLESIA DE ÓMNIUM SANCTORUM
En la iglesia de Ómnium Sanctorum, a los a los
pies de la nave de la epístola, se encuentran las imágenes de la Hermandad de las Maravillas de María y
Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Paz y Nuestra Señora del
Carmen en sus Misterios Dolorosos.
En 1982 un grupo de
sevillanos que realizaban el servicio militar en San Fernando (Cádiz),
creó un grupo de devotos para rendir culto a la Virgen del Carmen y para
realizar labores asistenciales.
Tras su estancia en
San Fernando, regresaron a Sevilla y pusieron la sede de sus cultos en la
iglesia de la Misericordia, templo regido por la Orden Hospitalaria de San Juan
de Dios.
El 8 de diciembre de
1987 el grupo de devotos se trasladó a la Iglesia de Ómnium Sanctorum.
En 1984 Francisco
Berlanga de Ávila finalizó la Virgen del Carmen, empleada por este grupo de
feligreses para sus cultos en la iglesia de la Misericordia.
La Virgen del Carmen
procesionó por primera vez a la Catedral el Miércoles Santo 8 de abril de 2009,
tras haberlo hecho en los años 1988 y 1989 por las calles de la feligresía y
con carácter extraordinario el 15 de octubre de 1994.
Como hemos comentado la imagen de la Virgen del Carmen en sus
Misterios Dolorosos fue realizada por Francisco Berlanga de Ávila en 1984.
El autor siguió en
su ejecución la línea de su maestro, Francisco Buiza, fallecido meses antes de
su terminación. La advocación responde al sentir fundacional de la corporación
que pretendía rendir culto a la advocación carmelita representada en una
Dolorosa al sevillano modo”.
Es una
imagen de candelero en madera de cedro.
Presenta
la cabeza discretamente inclinada hacia el lado derecho con gran expresión de
dolor. Las cejas delgadas con el ceño fruncido. Grandes ojos abiertos con
pestañas superiores postizas e inferiores pintadas. Tres lágrimas en la mejilla
derecha y dos en la izquierda. Nariz recta. Labios delgados mínimamente
entreabiertos. Cuello no anatomizado.
El
retablo mayor es de cerámica y sin apenas relieve, realizado por D. Francisco
García Chaparro en el año 2000 y en él se venera en un camarín a la Santísima Virgen del Carmen, imagen anónima del siglo XVIII.
Pertenece a la Real, Ilustre, Fervorosa y Antigua Hermandad de la Santa
Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen, que fue fundada en 1502 para dar
culto a una cruz de hierro que estuvo en el sitio de la Capilla hasta finales
del siglo XVIII, y que se convirtió en el escenario de varias leyendas que
transcurren en el siglo XVII.
Pertenece a la Real, Ilustre, Fervorosa y Antigua Hermandad de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen, que fue fundada en 1502 para dar culto a una cruz de hierro que estuvo en el sitio de la Capilla hasta finales del siglo XVIII, y que se convirtió en el escenario de varias leyendas que transcurren en el siglo XVII.
La imagen completa su iconografía carmelita con los escapularios que
porta en su mano derecha, con la que sostiene igualmente el cetro de Reina que,
junto con la media luna que aparece a sus pies, la corona que lleva en su
cabeza y la ráfaga nos la presentan como la Reina del Carmelo y la mujer del
Apocalipsis.
Sobresale en esta encantadora escultura la belleza de los rostros de la
Madre y del Hijo, así como el movimiento de este último, y la prestancia y
elegancia de todo el conjunto.
El Retablo Mayor fue realizado en el año 1675 por el escultor y retablista
Fernando de Barahona (Sevilla, 1669-1709) y procede del antiguo Convento de
Belén. Es barroco, profusamente decorado y consta de dos cuerpos, tres calles,
banco y ático, separados por columnas salomónicas.
Está presidido por la
imagen de la Virgen del Carmen, del siglo XVIII, atribuida a la Roldana, rodeada
de ángeles.
Se trata de una imagen de alabastro seguramente del siglo XIV, la más antigua de las imágenes que existe en la ciudad, que presidió la Casa Grande Carmelita de la calle Baños (ver), mide poco más de 1 metro y es considerada “la reina de todas las imágenes hispalenses del Carmelo”.
Tiene
signos de haber sufrido algunas reformas y retoques que han respetado su carácter.
Es una silueta hierática con el niño en su brazo izquierdo. El Niño acoge en
sus manos a un pajarito, probable alegoría del alma humana que busca refugio al
lado de Cristo.
Según la leyenda, también atribuida a la Inmaculada de esta iglesia, fue
hallada en una cueva bajo una campana en 1428, al realizar los cimientos para
labrar la Capilla Mayor de la Casa Grande del Carmen.
Durante la invasión napoleónica un militar francés le mutiló el brazo
derecho con un sable y como respuesta recibió una pedrada por parte de un anónimo
del pueblo.
Al producirse
la exclaustración del convento, la imagen fue llevada en 1868 a casa de una
camarera, que solicitó de la autoridad eclesiástica su traslación a la
Parroquia de San Lorenzo (ver), donde está desde el 13 de febrero de 1869.
En la nave de la epístola de la Iglesia de san Vicente
(ver), en una hornacina encontramos a la Virgen
del Carmen y san Simón Stock, de rodillas ante
Ella, en actitud de veneración, recibiendo el Escapulario.
Se trata de la escena en la que, según la tradición
piadosa, la Virgen se aparece al santo inglés en Cambridge el año 1.251,
entregándole el Escapulario como “muestra de la
salvación, salvaguardia de peligros y compromiso de paz y de concordia”.
Esta obra anónima del siglo XVIII procede también del
Convento Casa Grande del Carmen (ver), donde era titular de una
antiquísima Cofradía. Fue restaurada en 2020 por Manuel Antonio Ruiz
Berdejo. El niño Jesús es de Hita del Castillo.
En la cabecera de la nave de la epístola
de la Iglesia de santa Catalina (ver), precedida por un cuadro de “Ecce Homo” y
seguida por la “Pila Bautismal”, existe un retablo del siglo XVIII con una
talla de la “Virgen del Carmen”, imagen de candelero de 1,22 metros de altura,
obra de José Gutiérrez Cano (1867), acompañada del Niño Jesús que parece obra
de Manuel Gutiérrez Cano de 1871.
La virgen porta al niño en el brazo
izquierdo y en la mano derecha sujeta el cetro y el escapulario.
La ráfaga es de Juan del Castillo (1872)
y la corona, cetro y media luna son de plata sobredorada de Manuel de los Ríos.
Todo el
conjunto fue restaurado en 1971 por Francisco Buiza.
Es la patrona de la feligresía de la parroquia y es la única imagen de gloria que procesiona bajo palio. Su hermandad esta fusionada a la Virgen del Rosario.
Azulejo de la Virgen del Carmen y las ánimas benditas del purgatorio. Portada del muro sur de la zona de la Epístola, en la calle Palacios Malaver.
CALLE SAN LUIS
Sobre una fachada adjunta a de
la Iglesia de San Gil (entre la iglesia y el 125 de la calle), existe un
retablo cerámico dedicado a Nuestra Señora del Carmen, colocado por la
Hermandad de Nuestra Señora del Carmen con sede en la parroquia.
El retablo fue pintado por
Facundo Peláez Jaén y elaborado en la fábrica de Cerámicas Santa Ana de Triana
en 1973. Responde a una tipología de azulejo que mantiene la devoción
Carmelita que se concretó en una Hermandad con sede en la Parroquia. La devoción
consistía principalmente en portar un escapulario, así como rezar siete veces
el Padrenuestro con el Ave María y el Gloria Patri.
Se trata de la imagen de la
Virgen sedente coronada como reina de los ángeles, portando el escapulario que
según la tradición entregó a San Simón Stock. El Niño con sus tres potencias
lleva también el escapulario.
Retablo de Muestra Señora del Carmen
En la construcción y ornamentación de la fachada de la Iglesia del Buen
Suceso intervinieron los Figueroa
(Leonardo y su hijo Matías José) (ver), los
Roldan (Pedro y su hijo Marcelino José), José Fernando de Medinilla y Domingo
Martínez (ver).
La fachada cuenta con 3 cuerpos, está realizada con
ladrillo avitolado y decorada con óculos, y presenta una portada con un
arco de medio punto.
Portada
En
la hornacina central, que tiene un anagrama del Ave María, se sitúa una imagen
del año 2006 de la Virgen del Carmen, moldeada en barro cocido, de 1,50 metros
de altura.
Virgen del Carmen
En el camarín situado en el centro del Retablo Mayor de la iglesia del Buen
Suceso, estuvo la Virgen del Buen Suceso hasta el siglo XIX, y que
actualmente se encuentra en paradero desconocido.
Posteriormente, se colocó una Virgen del Carmen realizada por Pedro Duque
Cornejo en el siglo XVIII.
Esta imagen fue destruida en los disturbios anticlericales del 11 de mayo
de 1931 y sustituida por la actual, realizada en madera de cedro, por Rafael
Barbero en 1947.
En la nave de la Epistola, entre las dos verjas de la capilla de santa Marta y la del Misterio del Traslado del Señor al Sepulcro, se encuentra una interesante imagen de la Virgen del Carmen, que se relacionan con Cristóbal Ramos (1725-1799) o con algún colaborador de su grupo de trabajo.
La Virgen del Carmen se encuentra sentada sobre una nube con varias cabezas de querubines bajo sus pies y dos ángeles de cuerpo entero a sus lados. En su rodilla izquierda lleva a un Niño Jesús que porta en sus manos un escapulario.
La Virgen está realizada en barro cocido con ropajes de telas encoladas estofadas en oro. Lleva cetro y corona de plata.