RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
San Alberto de Sicilia.
También conocido como San Alberto de Mesina
o San Alberto de Sicilia, nació en Trápani, Sicilia
(Italia) en el siglo XIII. Sus padres, Benito degli Alberti y Juana Palizi,
llevaban veintiséis años de matrimonio sin poder tener hijos. Como devotos
cristianos, habían hecho a la Virgen de Trápani la promesa de que, si les
concedía el don de un hijo, lo consagrarían por completo al servicio del Señor.
Por ello,
con ocho años, ingresó en el convento de la orden de los carmelitas de Trapani,
con el propósito de servir a Dios y a la
Santísima Virgen, a quien está consagrada la Orden del Carmen.
Fue un alumno aventajado y rápidamente fue ordenado
sacerdote y siguió en Trapani en los años 1280 y 1289 y posteriormente, fue
enviado a Mesina.
Se refiere que,
en 1301, durante el sitio de Mesina por las tropas del rey Roberto de Nápoles,
los sacerdotes acudieron al convento carmelita para pedir a san Alberto que
intercediera ante Dios. Él los animó a unirse en oración durante una misa. Al
concluir la celebración, aparecieron tres barcos que lograron burlar el bloqueo
y traer trigo para alimentar a la ciudad hasta el fin del asedio. El pueblo
atribuyó este auxilio a la intercesión de san Alberto.
En 1629, la ciudad de Mesina le dedicó una puerta de la
ciudad
Fue nombrado provincial de la
orden carmelita en Sicilia en 1296, cargo que
desempeñó con una entrega total al servicio de Dios y de las almas.
Destacó por su entrega a la predicación mendicante y
por la fama de sus milagros.
Así, a lo largo de su vida, convirtió a muchos judíos
al cristianismo, fundó varios conventos y escribió tratados hoy perdidos.
Se le atribuyeron numerosas curaciones, tanto físicas
como espirituales, como la expulsión de demonios y el uso de agua bendita con
supuestos poderes curativos, especialmente eficaz durante los partos.
Era conocido por su pureza, simbolizada por el lirio
que suele representarse en su mano, acompañado de una Biblia, un crucifijo o el
Niño Jesús.
Murió en
Mesina probablemente el 7 de agosto de 1306.
Cuando iba a ser enterrado unas voces misteriosas entonaron el “Os justi meditábitur sapientiam” de
la misa de confesores en lugar del “Requiem
aeternam”.
Su cuerpo reposa en la iglesia de Santa María de Messina, de
donde es patrón
Fue el
primer santo que recibió culto en la Orden y fue
canonizado, por bula del papa Sixto IV en
1476, y por tanto fue considerado su patrono y protector o “padre”,
título que compartió con otro santo de su tiempo, Ángel de Sicilia, en 1476.
Museo del Prado
San Alberto de Sicilia. Pereda y Salgado, Antonio de. Hacia 1670. Óleo sobre lienzo. 116 x
78 cm. Museo del Prado. Depósito en otra institución (ver) (crédito CC BY 3.0)
Representado con el hábito blanco y marrón oscuro de los
frailes carmelitas, en su mano derecha sostiene un crucifijo, signo que le
caracteriza habitualmente y con el que parece conversar en arrebatado éxtasis.
Iglesia de San Alberto

Hornacina con San Alberto de Sicilia sobre la puerta de acceso de la Iglesia

Apoteosis de San Alberto de Sicilia en el ático del Altar Mayor