RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
San Francisco de Borja.
San Francisco de Borja. Alonso Cano. 1624. Óleo
sobre lienzo. 189 x 123 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala IV. Desamortización
de 1840. Procedente de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús.
Francisco de Borja y Aragón nació en Gandía el día 28 de octubre de 1510
Hijo primogénito de Juan de Borja y Enríquez de Luna, III duque de
Gandía, y Juana de Aragón y Gurrea, era bisnieto del Papa Alejandro VI por
línea paterna y bisnieto de Fernando el Católico por línea materna y además era
primo del Emperador Carlos V.
A los 10 años, en 1520, recibió la primera la instrucción en Zaragoza
bajo la supervisión de su abuelo el arzobispo de Zaragoza y tuvo como maestro
al filósofo y matemático Gaspar Lax.
De
1522 a 1526 fue enviado a la Corte y fue destinado a Tordesillas para servir a
la reina Juana I. En el palacio también vivía la
hija póstuma de Felipe el Hermoso, doña Catalina de Austria, la primera persona
a quien don Francisco sirvió, como él recordará; y su tía abuela Francisca Henríquez,
mujer del marqués de Denia, custodio de Juana la Loca.
En 1528, Juan de Borja le concedió la mitad de
la baronía de Llombay y el título de barón, en tanto que el emperador Carlos V
lo nombró gentilhombre de la Casa de Borgoña.
A mediados de 1529 Carlos V convino con su padre, Juan de Borja,
su matrimonio con Leonor de Castro, una portuguesa, dama de la Emperatriz, hija
de Álvaro de Castro e Isabel Barreto. El 26 de julio de 1529 se realizó el
enlace por poderes en Barcelona y el 15 de agosto de ese año se celebró la boda
eclesiástica en Toledo.
En septiembre de 1529 Carlos V elevó a marquesado la baronía de
Llombay, que poseía Borja, y lo nombró Caballerizo Mayor de la Emperatriz,
cargo que ejerció durante la primera regencia de la Emperatriz Isabel de 1530 a
1533.
La emperatriz, Isabel de Portugal, murió
en Toledo el 1 de mayo de 1539 con solo 36 años de edad. Su hijo Felipe encabezó los funerales, pero Francisco de Borja organizó la
comitiva que escoltó el cuerpo de la emperatriz hasta su tumba en la Capilla
Real de Granada, donde sería sepultado junto a los restos de los Reyes
Católicos.
El día 18, se descubrió el féretro antes de
introducirlo en el sepulcro a fin de corroborar una vez más su identidad. Al
ver descompuesto el rostro de la emperatriz que el mundo había admirado por su
belleza, dijo: "He traído el cuerpo de nuestra Señora en rigurosa custodia
desde Toledo a Granada, Jurar que es Su Majestad no puedo. Juro que su cadáver
se puso ahí".
Tras las exequias recuerda la tradición que le
comentó a un allegado: “Nunca volveré a servir a señor que se me pueda morir”.
San Francisco de Borja ante el cadáver de la Emperatriz Isabel. Maella,
Mariano Salvador. 1787. Óleo sobre lienzo. Capilla de San Francisco de Borja. Catedral
de Valencia
Esta muerte
causó una impresión muy profunda en Francisco de Borja, quien desde entonces la
recordó todos los años en su “Diario” por
considerarla la fecha de su conversión: “Por
la emperatriz que murió tal día como hoy. Por lo que el Señor obró en mí por su
muerte. Por los años que hoy se cumplen de mi conversión”.
En ese
mismo año, cuando tenía 29 años, Carlos V lo nombró virrey de Cataluña,
cargo que ejerció entre 1539 y 1543, y durante su mandato fortaleció a Cataluña
contra la piratería, el bandolerismo y la amenaza francesa.
En
Barcelona conoció a San Pedro de Alcántara y al Beato Pedro Favre de la
Compañía de Jesús, encuentros que serían decisivo para su vida futura.
En 1543, a la muerte de
su padre, heredó el ducado de Gandía y se retiró
a su tierra natal para llevar los asuntos familiares y al mismo tiempo llevar
una vida entregada puramente a la fe.
El 27 de marzo de 1546 falleció su esposa,
Leonor de Castro, en el Monasterio de san Jerónimo de Cotalba, cerca de Gandía.
El 27 de junio de 1546 hizo los votos de
castidad y obediencia para el 1 de febrero de 1548 ingresar en la Compañía de
Jesús, todo con el máximo secreto por indicación de Ignacio de Loyola, y sin
voto de pobreza con objeto de poder ocuparse de la administración de su ducado
y vistiendo traje seglar
El 29 de agosto de 1550 recibió el grado de
doctor en Teología por la Universidad de Gandía.
Se retiró a una ermita de Oñate, en las
cercanías de Loyola, desde donde obtuvo el permiso del Emperador para traspasar
sus títulos y posesiones a su hijo primogénito Carlos y poder tomar el hábito
religioso (11 de mayo de 1551).
San Francisco de Borja despidiéndose de sus familiares en su palacio de Gandía para ingresar en la Compañía de Jesús. Goya, Francisco de. 1788. Óleo sobre lienzo. 350 x 300 cm. Capilla de San Francisco de Borja. Catedral de Valencia
Fue ordenado sacerdote en Oñate el 23 de mayo de 1551 por el obispo auxiliar de Logroño y el 1 de agosto celebró su primera misa en el oratorio de la casa de Loyola.
Casi inmediatamente Carlos V lo propuso como
cardenal, pero Francisco renunció y para que la renuncia fuera inapelable hizo
los votos simples de los profesos de la Compañía de Jesús, uno de los cuales
prohíbe precisamente la aceptación de cualquier dignidad eclesiástica.
En 1554 San Ignacio nombró a
Borja “Comisario General” para las provincias de España y Portugal.
En 1559 se le atribuyó falsamente el libro “Las obras del cristiano” que
fue insertado en el “Catalogo de Libros Prohibidos” por el Inquisidor General
de España, Fernando de Valdés y Salas, por esto, aunque su inocencia quedó
ampliamente demostrada mediante acta notarial, huyo a Portugal y posteriormente
a Roma reclamado por el papa Pio IV, perdiendo la confianza de Felipe II.
Fernando
de Valdés y Salas (CC BY 3.0)
En
1562, el general Diego Laínez y el vicario Alfonso Salmerón se trasladaron a
Trento en relación con el Concilio celebrado en esta ciudad y Borja se quedó en
Roma con facultades de Vicario.
El
19 de enero de 1565 falleció el padre Laínez y Borja fue nombrado vicario,
convocó la Congregación General y fue nombrado General de la Compañía el 2 de
julio de 1565.
Su generalato coincidió con el pontificado de san Pio V que le impuso dos
obligaciones contraías la Instituto, la obligación del coro y la emisión de la
profesión solemne antes de la ordenación sacerdotal, que fueron resueltos por
Gregorio XII en 1572, volviendo la compañía a su forma genuina.
En su
gobierno, Borja potenció los estudios y se interesó por la formación de los
novicios, procurando que cada provincia tuviese su noviciado. Construyó
la iglesia de San Andrés del Quirinal, fundó el Noviciado de san Andrés,
comenzó a construir la iglesia del Gesu, amplió el Colegio Germánico, así como
el Colegio Romano, futura Universidad Gregoriana.
Revisó
y completó las Reglas de la Compañía e impuso la hora de oración.
Dio gran impulso a las misiones y así fundó las primeras misiones
jesuíticas en los territorios americanos de la Corona de España, y reformó las
misiones de la India y Extremo Oriente y extendió la Compañía por Polonia y
Francia.
El 30 de junio de 1571, por orden de Pío V,
acompañó como consejero en su viaje a España, Portugal, Francia e Italia al
cardenal Miguel Bonelli, encargado de coordinar los esfuerzos de las potencias
católicas en la lucha contra los turcos, y regresó a Italia muy enfermo y
falleció en Roma el 1 de octubre de 1572.
Por
disposición del Duque de Lerma, su cuerpo fue trasladado a la Iglesia de la
Casa Profesa de Madrid y desgraciadamente fue carbonizado en el incendio de la
iglesia, provocado por las hordas revolucionarias, el día 14 de abril de 1931.
Fue beatificado por Urbano VIII, el 24 de
noviembre de 1624, y canonizado por Clemente X, el 12 de abril de 1671.
Iglesia de San Luis de los Franceses
En la Iglesia de san Luis de los Franceses,
en el brazo de la cruz griega del lado del Evangelio, apreciamos el retablo de
San Francisco de Borja (VER), gemelo al de san Estanislao de Kostka situado
enfrente en el lado de la Epístola e igualmente realizado por Pedro Duque
Cornejo.
Iglesia de Santa Rosalía
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Retablo de estilo neogótico de San Francisco de Borja, de autor anónimo del siglo XVIII.
Iglesia de san Andrés