miércoles, 3 de mayo de 2023

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

Sepultura de la plaza de san Gil

La leyenda refiere que el cura de la parroquia de san Gil, el arcediano Jofre Díaz de Astorga, se negó a dar sepultura a un feligrés de familia tan pobre que no podían pagar la ceremonia del entierro ni la sepultura. 

Arcediano Jofre Díaz de Astorga

Enterado el rey Pedro I “El justiciero” mandó al cura abrir una fosa y que en ella fuese enterrado vivo. 

Un Cruz de hierro sobre un pedestal de ladrillo, hoy desaparecida, existiría en la plaza de san Gil recordando esta leyenda.

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

Cervantes y la torre de la Iglesia de san Marcos.

Cuenta la leyenda, que Miguel de Cervantes se subía a la torre de la Iglesia de san Marcos, al venir a Sevilla, con objeto de ver la cercana de santa Isabel, donde moraba la mujer que más amó.

Torre de la iglesia de san Marcos. Fachada delantera (occidental) y norte. Fachada norte y posterior (oriental). Fachada delantera (occidental) y sur.

Esto se relaciona con el personaje central de su novela ejemplar “La Española Inglesa” y con algunos datos biográficos del escritor, entre ellos el hecho de que su hija natural se llamara Isabel.

Asencio y Toledo asegura que Cervantes “vivió a la entrada de esta calle (Santa Paula).

Díaz de Benjumea, en su libro “La verdad sobre el Quijote”, señala que, en la lista de un recuento de armas, en la época en que Cervantes vivía en Sevilla, se lee el nombre de un Miguel de Cervantes como huésped de un mesón cercano al convento de Santa Paula. 

La leyenda, incluso considera que la enamorada de Cervantes era una monja profesa de este convento, en alusión a la que el escritor refiere como una extraordinaria cantora. 

 RUTA DE LOS CAMPANARIOS Y VELETAS 

Iglesia de san Marcos

La torre se ubica a los pies de la nave del evangelio, tiene planta cuadrada y construida enteramente en ladrillo. Tiene 22 metros de altura hasta la cornisa y su planta es de 4,75 metros de lado.

Para Gestoso era el alminar almohade de la primitiva mezquita, pero para A. Morales fue levantada en el siglo XIV como obra de directa inspiración en la Giralda. En la “Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía” se afirma: “Se conservan restos del alminar de la antigua mezquita….. a los pies de la nave del Evangelio”.

Su matacán superior fue construido con carácter defensivo para protección de las luchas del siglo XV entre los bandos de las casas de Niebla y Marchena Arcos y Medina sidonia.

El campanario fue añadido en 1603 por Vermondo Resta y fue restaurada en 1916, mediante obra financiada por el Conde de Urbina (Federico de Amores y Ayala), por Aníbal González que le añadió los arcos del frente oriental y la ventana más baja del paramento norte, de un solo vano. 

Está abierto en los cuatro frentes con un vano de medio punto con pilastras que sustentan una cornisa ornamentada en las esquinas por un juego de volúmenes y un capitel cerámico y cruz de forja.

Cuerpo de campanas

Capitel cerámico y cruz de forja