RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística (Escultores)
José Montes de Oca.
Durante mucho tiempo, han sido escasas las referencias
a las que se podía acudir para conocer su vida y obra. Sin embargo, desde
finales de la década de 1980, diferentes autores como Antonio Torrejón Díaz,
Lorenzo Alonso de Sierra Fernández y Álvaro Dávila-Armero del Arenal han
proporcionado relevantes datos sobre Montes de Oca. Estos investigadores han
cuestionado las fechas de nacimiento y defunción proporcionadas por Ceán
Bermúdez.
Torrejón
Díaz consideró que era necesario posponer la primera hasta los años 1675-1680. Posteriormente,
Alonso de Sierra Fernández estimó que la fecha debía ser 1676. Por su parte, su
fallecimiento habría que retrasarlo hasta 1754, seis años después de la dada
por el académico.
Parece
probable que naciera en Sevilla, pero también se ha propuesto un hipotético origen
gaditano, y que fuera el menor de los tres hijos del matrimonio formado por
Cristóbal de León Montes de Oca y Teresa Marcela Torrenuevo.
En 1684 su padre los abandonó tras marcharse a las
Indias y en 1692, su madre se trasladó a residir a Cádiz hasta su muerte.
Se tiene constancia de que se casó con Eugenia de
Padilla y González en 1707, matrimonio que no tuvo descendencia puesto que en
su testamento hizo herederas a su mujer y su hermana.
En
Sevilla, ciudad en la que estuvo su taller, vivió entre las collaciones del
Sagrario y Santa Cruz.
Es
presumible que realizara su aprendizaje en el taller de Pedro Roldan (1624-1699),
pero también es posible que recibiera las influencias de los más notables artistas
sevillanos del momento, como Pedro Duque Cornejo, y los seguidores de Gijón
(1653-1720) y, sobre todo, de los maestros Juan Martínez Montañés (ver) y Juan
de Mesa (ver) a cuyas características estilísticas desembocaría a partir de
1729-1730 tras unos iniciales influjos del arte roldanesco del momento.
Las numerosas obras de las que fue autor se encuentran
repartidas por las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva, Málaga y Badajoz.
Enfermo
desde 174, falleció en 1754, y el inventario póstumo de sus bienes prueba que
en los últimos años de su vida su actividad artística fue muy reducida, por lo
que se vio en situación de cierta precariedad económica. Ceá Bermúdez lo
considera el ultimo escultor de “merito que hubo en Sevilla”.
De sus
obras en Sevilla podemos destacar:
El grupo escultórico de la iglesia del Salvador que
representa a “Santa Ana enseñando a
leer a la Virgen niña”, fechado en 1714 tras las averiguaciones de
Emilio Gómez Piñol, y que ha sido considerado como “una de las más notables
obras del tardobarroco sevillano”.
Santa Ana enseñando a leer a la
Virgen niña
Entre 1725 y
1730 según Torrejón Díaz, elaboró el grupo que representa la “Sexta Angustia de María”, formado por la
Virgen de los Dolores y el Cristo de la Providencia, de la hermandad de los
Servitas, ubicada en la
capilla de los Dolores de la parroquia de san Marcos de Sevilla. Esta obra, en
la que el maestro utilizó modelos renacentistas y góticos y en la que,
igualmente, se han visto semejanzas con la “Piedad” de Juan de Mesa conservada en Córdoba, es
considerada como una de las mejores entre las piedades dieciochescas,
destacándose el bello rostro de la Virgen. El propio Ceán Bermúdez afirmaba que
era una de sus mejores obras porque en ella “los tiernos afectos de las figuras
mueven la devoción de quien los mira”. Primitivamente estaba compuesto por la Virgen María (imagen de candelero), Cristo muerto
sobre las rodillas de su madre, San Juan
y María Magdalena. En la actualidad solo procesionan la Virgen
y el Cristo de la Providencia, perdiendo
así algo de la teatralidad barroca
que presentaba antaño en el retablo
de la capilla.
La Piedad de los Servitas
La “Divina Pastora” de san
Antonio Padua que procede de la parroquia de san Lorenzo, donde fue donada por el canónigo de Lima D. Francisco Sánchez
en 1732. Es una talla que se presenta sentada,
de candelero, de tamaño
natural y para procesionar. Ha sufrido diversas restauraciones.
Divina Pastora
La
imagen de “San Francisco Javier” (1725-1730)
de la Iglesia de San Luis de los Franceses. La atribución se basa en los papeles
del Conde de Águila donde aparece
como autor Joseph Montes. Es conocida la relación del autor con Pedro
Duque Cornejo en sus aprendizajes en el taller de Pedro Roldan, lo que hace posible que Duque Cornejo
(coordinador de todo el programa escultórico y retablistico de San Luis), le pidiera a Montes de Oca
la realización de esa imagen.
San Francisco Javier
Ceán Bermúdez cita a “la Virgen Comendadora de la Merced”
entre las obras de Montes de Oca. Una
imagen de alrededor de 1735, "Nuestra señora sentada en la primera silla
del coro del Convento de la Merced Calzada", de estilo barroco, que se
encuentra en la capilla del Museo de Sevilla. La han atribuido
a Jerónimo Hernández e
incluso a Juan de Oviedo, pero las
cabezas de los querubines, el
hoyuelo de la barbilla y el rostro maduro
de la Virgen sedente, hacen
segura la atribución a José Montes de Oca.
La Virgen Comendadora de
la Merced
Jesús
Nazareno de las Tres Caídas del
convento del Espíritu Santo de Triana
en Sevilla. 1738. El 24 de diciembre de 1738 declara ante escribano público que ha realizado la imagen para
Baltasar José Frías, prior del convento del Espíritu Santo de Triana. Tal vez
pueda identificarse con el primitivo Nazareno de la
hermandad de los Gitanos que se
funda en ese convento en 1753. De ser así la
imagen se perdió en el incendio de San Román de 1936.
Nuestra Señora
de los Dolores del convento
del Espíritu Santo de Triana
en Sevilla. 1738. Se encuentra en la misma situación que la imagen
anterior. Del mismo año, para el mismo convento
y se cree que tambien fue la antigua titular de la hermandad de los Gitanos,
pereciendo por lo tanto en 1936.
San José con el Niño de la parroquia de San Isidoro
de Sevilla de 1742. Se documenta gracias a la restauración
que en 1927 realiza Manuel González
Santos, donde apareció en el interior de la imagen un manuscrito con el autor y
un librillo de panes de oro. La imagen se contrata el 15 de noviembre de 1740, se entrega
en 1742. La policromía es de Juan Francisco de Neira.
San José itinerante con el Niño de la Capilla de Jesús
Nazareno en la iglesia de San Antonio Abad de Sevilla. De tamaño algo
menor que el natural (1,20 m. San José y 0,67 m. el Niño), son imágenes de
bulto redondo. Muy semejante al conservado en la parroquia
de Nuestra Señora
de la Asunción de Bormujos.
La cabeza y rostro del San
José es muy similar a otros del mismo Santo como son el anteriormente citado
o el que aparece en el alto relieve de la
Epifanía en Cádiz, quizás
todos de un mismo modelo.
Antonio Torrejón señala la similitud del rostro del Nino con el de los querubines de la Virgen Comendadora
de la capilla del Museo.
Tambien tiene gran similitud con los del coro
de ángeles de la Epifanía de Cádiz. Al
igual que en el grupo de Bormujos, el Niño anda cogido de la mano izquierda con san José. Sin embargo, una diferencia respecto al
de Bormujos es su mano derecha, pues el de San
Antonio Abad presenta el puno cerrado
en actitud de sujetar "algo". Tal vez presentara una bola del mundo, pues presenta un orificio de entrada
en su parte superior pero
no presenta ninguna salida en el inferior. En otros casos conocidos se presenta
con un cesto colgado de la mano. Torrejón lo
fecha hacia 1733-35 y tal vez fuera una donación del hermano Severino
Muñoz, quien en marzo de 1752
recibe autorización del Cabildo para enterrarse a los pies del grupo
y dorar el retablo.
San José itinerante con el Niño
La Virgen del Tránsito del monasterio
de Nuestra Señora de Consolación (Las Mínimas de Triana), representación de la
iconografía bizantina de la Virgen dormida que espera el tránsito hacia el
cielo.
Virgen del Transito
La
imagen de María Santísima de las Angustias Coronada de Alcalá del Rio, titular
de la Hermandad de la Vera-Cruz junto con el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz.