ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
Retablo cerámico de la Divina Pastora de las Almas.
Retablo
situado en la Alameda, concretamente en la actual plaza de Antonio Zerolo,
haciendo esquina con la calle Trajano.
Plaza
Antonio Zerolo esquina con Trajano
Fue colocado en conmemoración del trescientos aniversarios de la advocación de la Divina Pastora. Pues el 8 de septiembre de 1703, el Fraile Isidoro desde lo alto de un taburete, entre las dos columnas del frente Sur de dicha Alameda, dio a conocer la doctrina del Pastorado de la Virgen.
Según la leyenda, el 24 de junio de 1703 el fraile Isidoro de
Sevilla estaba orando en el coro bajo del Convento de Capuchinos (ver), cuando se le apreció
la Santísima Virgen con traje y aspecto de Pastora, mandándole predicar esta
devoción.
Al día siguiente el fraile encargó hacer un lienzo, al pintor
Alonso Miguel de Tovar, discípulo de Murillo, con la imagen de la Divina
Pastora tal y como él la había visto, dándole la siguiente descripción:
“En el centro y bajo la sombra de un árbol, la Virgen
Santísima sedente en una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura.
La túnica roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas de blanco pellico,
ceñido a la cintura. Un manto azul, terciado al hombro izquierdo, envolverá el
contorno de su cuerpo, y hacia el derecho, en las espaldas, llevará el sombrero
pastoril, y junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderío. En la mano
izquierda sostendrá unas rosas y posará la mano derecha sobre un cordero que se
acoge hacia su regazo. Algunas ovejas rodearán a la Virgen, formando su rebaño,
y todas en sus boquitas llevarán sendas rosas, simbólicas de la avemaría con
que la veneran. En lontananza se verá una oveja extraviada y perseguida por el
lobo (el enemigo emergente de una cueva con afán de devorarla), pero pronuncia
la avemaría, expresado por un rótulo en su boca, demandando auxilio; y
aparecerá el arcángel San Miguel, bajando del Cielo, con el escudo protector y
la flecha, que ha de hundir en el testuz del lobo maldito”
El 15 de agosto, el fraile acudió nuevamente al pintor para pedirle que
añadiese en la parte superior dos ángeles sosteniendo una corona imperial.
Así, el azulejo representa a la Divina Pastora, bajo este modelo iconográfico
del cuadro primitivo de Alonso Miguel de Tovar que se conserva en la Capilla de
la Divina Pastora de las Almas y Santa Marina (ver). Fue pintado por Darío Fernández
Parra en 1991 como trabajo de fin de carrera y fue donado a la Hermandad.
Dado
que el azulejo carecía de orla que lo enmarcara y de una cartela que expusiera
el motivo de su colocación, la Hermandad encargó a Ernesto Fraile la
realización de estos elementos.