RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Nuestra Señora de las Penas.
La advocación de Las Penas, hace referencia a las circunstancias
adversas sufridas a lo largo de su vida por una desgraciada madre viuda que
quedaba desvalida caminando hacia el Sepulcro, en el improvisado entierro de su
único Hijo injustamente crucificado después de haber sido cruelmente
martirizado y que, en su agonía pidió con su infinita bondad al Padre Supremo,
el perdón para sus verdugos.
Según recoge la
historia de la Iglesia, los primeros escritos que hacen referencia a los
Dolores de la Santísima Virgen datan del siglo VIII.
Posteriormente en
el siglo XII, los sacerdotes Servitas propagaron la devoción a los Sietes
Dolores de Nuestra Señora y la iconografía mariana la empieza a representar con
su corazón traspasado por siete puñales.
En el séptimo de
éstos Dolores se contempla el Entierro de Jesús y la Soledad de Nuestra Señora.
Dolor que indefectiblemente arrastra el desgarro emocional de la Pena.
Iglesia de san
Andrés. Hermandad de Santa Marta
La primera Virgen que Luis Ortega Bru
(ver), en 1952, realiza para el misterio del Traslado al Sepulcro de la
Hermandad de Santa Marta sustituye los rasgos de la belleza por el patetismo
más exagerado, consiguiendo una imagen dura, con rasgos expresionistas de
indudable dolor.
Primera imagen de Luis Ortega Bru. (CC BY 3.0)
Hubo disconformidad por parte de la
Hermandad y el mismo autor realiza una segunda imagen en 1956, que tampoco fue
aceptada y pasó a representar a una de las Santas mujeres, concretamente a María
de Cleofás.
Segunda imagen de Luis Ortega Bru. (CC BY 3.0)
Tras estos dos intentos, la
corporación encarga a Sebastián Santos Rojas (ver) la actual Virgen de las Penas de 1958.
Nuestra Señora de las Penas de Sebastián Santos Rojas
La imagen de Nuestra Señora de las Penas es una obra de
madera de ciprés policromada, que presenta una serena mirada frontal, fosas
nasales dilatadas y la boca entreabierta que permite ver los dientes tallados.
Muestra siete lagrimas que brotan de los ojos de cristal. La
encarnadura, de técnica oleosa pulimentada, es de tono rosáceo pálido en las
mejillas, ojos, cuello, y manos, y ocre marfileño el resto.
Detalle de
Nuestra Señora de las Penas
Las manos presentan los dedos estilizados y algo flexionados.
En su interior se encuentra un documento en el que puede
leerse: “Ave María Purísima sin pecado
concebida, ruega por nosotros y ampáranos ahora y en la muerte”.
Detalle de Nuestra Señora de las Penas