AREA DE SAN VICENTE-MIGUEL DEL CID-TEODOSIO
Iglesia de san Antonio de Padua
La iglesia debió ser comenzada a principios de del siglo XVII, ya que hay noticias de que en 1607 las obras estaban muy avanzadas.
La aparición de Juan de Oviedo en los primeros documentos hace suponer que fuera el autor de las trazas iniciales, obligándose en 1621 Andrés de Oviedo y Antonio Rodríguez a su continuación.
En 1631 figura como maestro mayor de obras el franciscano Fray Marco.
La iglesia se terminó en 1641,
estando el claustro principal terminado en 1630, aunque algunas obras siguieron
hasta el siglo XVIII.
EXTERIOR
La fachada de la calle San Vicente está decorada con un azulejo de San Antonio con el Niño Jesús, realizado
por Enrique Orce en 1948 y de los
titulares de la hermandad del Buen Fin con San Francisco.
El diseño del mismo corresponde a Antonio
Joaquín Dubé de Luque y la fabricación de los azulejos corrió de parte de
Cerámica Artística Joaquín Soriano de la localidad aljarafeña de Benacazón.
A la derecha del retablo propiamente dicho
vemos un paño de azulejos donde se recuerda una de las dos efemérides: el
cuarto centenario de la hermandad (1605-2005) en la sede del Convento de San
Antonio de Padua y el autor del boceto artístico.
Azulejo
de San Antonio con el niño Jesús
Azulejo de
los titulares de la hermandad del Buen Fin con San Francisco
Azulejos
laterales con leyenda
Desde la puerta adintelada, situada en el lado
de la epístola, podemos ver dos espadañas del siglo XVIII.
Doble
Espadaña
Espadaña
Mayor
Espadaña Mayor: Tiene un arco de medio punto
con impostas y pilastras pareadas, decoradas con azulejos azules, terminadas en
capiteles con volutas estriadas. En los frentes laterales unos cartabones al
pie con volutas estriadas. En los frentes laterales unos cartabones al pie con
volutas coronadas con dos florones de dos bolas mayores y bulbo hasta una bola
superior más pequeña. Una campana. El entablamento tiene decorado el friso con
azulejos. Cornisa proyectada sobre medallones con entrantes en el centro y
salientes a los lados. Frontón curvo partido. Del centro sale un ático decorado
con un pijante. Este coronado por un jarrón. En el guardapolvo del frontón dos
florones como los inferiores, también de cerámica azul y blanca.
Azulejo
de la aparición del Niño Jesús a San Antonio
Debajo del arco que sale del muro de la iglesia,
y cerca del pie de ella, al lado de la Epístola, un paramento con tres
azulejos. Uno mayor en el centro con san Antonio de rodillas recibiendo al niño
Jesús en los brazos. Al pie un libro con una azucena. A ambos lados dos
azulejos policromos con decoración vegetal entrelazada.
Espadaña
Menor
Espadaña menor: En el paramento inferior, a la
altura de los azulejos descritos una pequeña esquila en un vano rectangular
vertical y ciego. Pilastras a los lados con pijantes a la altura de los
capiteles como los señalados en la espadaña mayor. La parte superior con arco
trilobulado con impostas entre dos pilastras, decoradas con azulejos con
ménsulas de volutas a la altura de los capiteles. En los frentes laterales cartabones
también con volutas. Sobre el arco un entablamento revestido de azulejería y
cornisa saliente, Corona la composición un frontón mixto ondulado, terminado en
una cruz latina de hierro, y a los lados dos florones de cerámica azul y
blanca.
Cruz de
forja en ambas espadañas
La puerta da acceso a un pequeño compás desde
el que se accede a la iglesia.
A lado izquierdo de la puerta de entrada se
encuentra el antiguo convento franciscano hoy Centro de Estimulación Precoz
Cristo del Buen Fin, obra social de la hermandad.
Azulejo
en el compás
Ventana
en el compás
INTERIOR
La iglesia conservada es un templo de
tres naves, con crucero y capilla mayor de testero plano. Sobre pilares de
ladrillo se levantan tres cuerpos, el bajo con arcos de medio punto, un segundo
como tribuna y el tercero con distintos vanos que permiten la iluminación. Se
cubre la nave central con bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones. Los
laterales se cubren con baídas. En el crucero se sitúa una bóveda semiesférica
sobre pechinas, situándose el coro a los pies del templo. Las bases de
los muros están decoradas con cerámica de Triana.
Visión
general de la Iglesia desde los pies del templo
Bóveda
del crucero
ALTAR MAYOR-PREBITERIO
El retablo mayor proviene del Convento de San Felipe Neri, que estuvo situado en las cercanías de la iglesia de Santa Catalina,
recrecido y adaptado al nuevo recinto. El retablo es obra de Jerónimo Balbás, con la
colaboración de Pedro Duque Cornejo en 1711. Estructurado mediante estípites
como elemento sustentante, se compone de banco, un amplio cuerpo dividido en
tres calles y ático.
Visión
general del Retablo Mayor
Las imágenes son propias de este convento. En el centro del primer
cuerpo sobre el sagrario se encuentra la Virgen de la Palma Coronada, imagen
anónima del siglo XVII.
En el centro del segundo cuerpo está San Antonio de Padua con el
Niño Jesús, de Felipe de Ribas de 1642, conservada del retablo
original.
En el ático del retablo se encuentra un Crucificado del siglo XVII
con tres clavos flanqueado por santos terciarios franciscanos.
En las calles laterales se disponen diversos santos franciscanos
de distinta procedencia como San Francisco de Asis y Santo Domingo de Guzmán ,
Santa Coleta de Corbie y San Benito de Palermo, flanqueados por Santa Margarita de Cortona y
San Pascual Bailón.
San
Antonio de Padua con el niño Jesús
Crucificado del ático
San Benito de
Palermo y
San
Francisco de Asís y
San
Pascual Bailón y
En el presbiterio un apoyalibro.
Apoyalibros junto al Pulpito
Tiene un púlpito de mármol rojo y negro. Está decorado
con relieves de San Antonio y San Buenaventura, separados por columnas
salomónicas. Fue realizado en la década de 1730.
Pulpito
NAVE IZQUIERDA DEL EVANGELIO
En la nave izquierda del
Evangelio, en el crucero, se puede ver un retablo neoclásico del crucificado Cristo del Buen Fin. Es una notable
imagen de Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa, está
documentada su realización en 1645. Fue un encargo de la hermandad penitencial
que reside en el templo, que había sido fundada en 1593 en la iglesia de San
Juan de la Palma y que tras residir en el hospital de alarifes de San Andras,
pasó al convento de san Antonio de Padua, donde se vinculó con el gremio de
curtidores. En 1671 perdieron sus fines penitenciales, transformándose en una
de esclavitud que llego a desaparecer en el siglo XIX. Complicada fue su
refundación, ya que se inició en 1882 por un grupo de devotos que acabaron
desplazándose a la parroquia de San Pedro, donde daría lugar a la cofradía del
Cristo de Burgos. Definitivamente la hermandad renacería en 1908, llegando en
el siglo XX acrecer en patrimonio, en fines sociales y en número de hermanos.
En el año 2005 fue coronada canónicamente la Virgen de la Palma.
Retablo e imagen del crucificado Cristo del Buen Fin
Detalle
de área superior del Cristo del Buen Fin
Detalle
de los pies
Inmaculada
en el ático del retablo
Imagen
inferior del retablo
En la nave izquierda del Evangelio, tras el retablo del Cristo del Buen Fin, se puede ver el
Retablo barroco de la Virgen de Fátima, a
su lado dos pinturas en mal estado (cubiertas con ramos de flores), a la
derecha se distingue a San José, en el ático la imagen del Niño Jesús.
Retablo e imagen de la Virgen de Fátima
El
niño Jesús en el ático
Detalle
del Retablo
Seguimos en la nave Izquierda del Evangelio,
tras Retablo de la Virgen de Fátima, el retablo barroco policromado de la Divina Pastora, talla atribuida tradicionalmente a Montes de Oca
(siglo XVII) que procede de la cercana iglesia parroquial de San Lorenzo. En el
ático la pintura Calvario.
Retablo e imagen de la Divina Pastora
Pintura del Calvario en el
ático
Retablo neoclásico de San Antonio de Padua del siglo XVII,
al que acuden numerosos devotos y que procesiona en junio. En el ático un
crucifijo.
Retablo e imagen de San Antonio de Padua
Detalle
de San Antonio de Padua
Crucifijo
del ático
Termina la nave con el sencillo retablo
neoclásico del Sagrado Corazón.
Retablo e imagen del Sagrado Corazón
Detalle
de la imagen del Sagrado Corazón
NAVE DERECHA DE LA EPISTOLA
En la nave derecha de la Epístola, en el crucero, el retablo neoclásico
de la Inmaculada, una imagen de
vestir del siglo XVIII, obra de Fray José de Córdoba, flanqueada por esculturas
de San Diego de Alcalá y San Francisco. Al lado del retablo un lienzo de San
Antonio.
San
Diego de Alcalá y
Ático
del retablo
Retablo barroco de gran calidad la Virgen de los Ángeles, del
siglo XVIII, titular de la desaparecida capilla de la Orden Tercera y gran
devoción de los Franciscanos, relacionada con la ciudad californiana de los
Ángeles, al ser un grupo de franciscanos de este convento los que evangelizaron
la región. A su lado San José y un santo franciscano, en el ático San Juan
Bautista, con San Nicolás y posiblemente San Pancracio.
Retablo e imagen de la Virgen de los Ángeles
Detalle
de la Virgen de los Ángeles
San
José y
San
Nicolás,
Retablo neoclásico de Santa Ana,
la Virgen y el Niño, siglo XVII, curiosa iconografía de origen centroeuropeo
conocida como Santa Ana Triplex, flanqueada por San Sebastián, obra de Hita del
Castillo (ver) y San José siglo XVIII y sobre ella la Virgen de Guadalupe
Extremeña.
Retablo
de Santa Ana
Santa Ana con la Virgen y el Niño
San
José
San
Sebastián
Virgen
de Guadalupe en el ático
Retablo neoclásico de San Juan Evangelista, con
imagen obra de Álvarez Duarte de 1972, a sus lados a Santos Varones José de
Arimatea y Nicodemo, figuras secundarias de la hermandad del Buen Fin, que no procesionan en
la actualidad.
Retablo
de San Juan Evangelista
Finalmente, la Pila de Agua Bendita.