RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
San Felipe Neri.
Hijo de
Francisco y Lucrecia Neri, quien falleció cuando Felipe aún era muy pequeño.
Felipe tuvo dos hermanas menores, Catalina e Isabel Neri y un hermano que murió
siendo aún muy niño.
Su padre, alternaba su profesión liberal con la de
notario, y mantenía gran amistad con los dominicos, por lo que recibió sus
primeras enseñanzas religiosas de los frailes dominicos del Monasterio de
san Marcos de Florencia
A la edad de dieciséis años, fue enviado a ayudar en
los negocios a un primo de su padre en San Germano, cerca de Montecasino,
y se concretó su vocación en una pequeña capilla de la montaña que pertenecía a
los benedictinos de Montecasino
En 1533
se marchó a Roma donde estableció amistad con Galiotto Vaccia, aduanero
florentino, que le proporcionó alojamiento y manutención a cambio de ser tutor
de sus hijos. En este periodo estudió filosofía en la Sapienza
y teología en la escuela de los agustinos y escribió la
mayor parte de la poesía que compuso, de la que solamente han perdurado
algunos sonetos.
En Roma
Felipe se encontró con una Iglesia donde el colegio
cardenalicio era gobernado por los Medici y muchos cardenales se
comportaban como príncipes seculares más que como eclesiásticos y el pueblo
romano parecía haberse alejado de la fe cristiana.
Por
ello, aun siendo laico comenzó la actividad de reevangelizar la ciudad, por lo
que un día se le llamaría “el
Apóstol de Roma”, dirigiéndose a la gente en mercados y plazas,
visitando hospitales e induciendo a otros a que le acompañaran.
Hacia
1544 trabó amistad con san Ignacio de Loyola (ver) a quien quiso seguir como
misionero en Asia. Finalmente desistió, porque deseaba continuar con la labor
iniciada en Roma, constituyendo el núcleo de lo que después se convirtió en
la Hermandad del Pequeño Oratorio.
Aunque
Felipe rezaba principalmente en la Iglesia de san Eustaquio, muy cerca de la
casa de Caccia, en 1544, en las catacumbas de San Sebastián, tuvo lugar el
que se conoce en la tradición cristiana como milagro de su corazón, pues
su corazón creció de tal manera que algunas costillas se fracturaron.
En 1548,
junto con su confesor, Persiano Rosa, fundó la Confraternidad de la
Santísima Trinidad, conocida como la “cofradía de los pobres”, para ocuparse de los peregrinos y
convalecientes. Sus miembros se reunían para la comunión, la oración y otros
ejercicios espirituales en la Iglesia de san Salvatore in Campo.
El 23 de
mayo de 1551, por mandato del propio Persiano Rosa, entró en el sacerdocio y se
fue a vivir a san Jerónimo de la Caridad.
En 1559,
Felipe comenzó a organizar visitas regulares a las Siete Iglesias, en
compañía de sacerdotes y religiosos, así como de laicos. Esto ocasionó que
fuera denunciado como creador de
nuevas sectas, aunque quedó probada su inocencia ante las autoridades
eclesiásticas.
En 1562,
aceptó el cargo de párroco de la iglesia de san Giovanni dei
Fiorentini (la de los florentinos en Roma), sin embargo, como se resistía
a abandonar San Girolamo, permaneció en este templo a pesar de convertirse en
párroco de San Giovanni.
La
Hermandad del Pequeño Oratorio fue creciendo y en 1575 fue aprobada, con la
bula "Copiosus in misericordia Deus" del Papa Gregorio XIII, como
Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, siendo la única en la que los
sacerdotes eran seculares, viviendo en comunidad, pero sin votos. Los miembros
retenían sus propiedades, pero debían contribuir a los gastos de la comunidad.
Los que deseaban tomar votos estaban libres para dejar la Congregación y unirse
a una orden religiosa. El instituto tenía como fin la oración, la predicación y
la administración de los sacramentos.
Con el
beneplácito del papa Gregorio XIII, Felipe Neri y sus colaboradores adquirieron
su propia iglesia, Santa María de Vallicella, que se encontraba casi en ruinas
y resultaba demasiado pequeña, por lo que se decidió demolerla y construir una
más grande, la llamada “Chiesa Nuova”. En 1593 dimitió del cargo de superior
que le había sido dado de por vida.
Los
discípulos del Oratorio cada vez eran más y más relevantes, y la importancia de
la institución rebasaba la demarcación de Roma. El gran concepto que se tenía
del padre Neri, incluso por los pontífices, fue causa de que en repetidas
ocasiones le ofrecieran las máximas dignidades de la jerarquía eclesiástica,
pero siempre renunció a ellas.
Felipe tenía el don de curación y les
devolvió la salud a muchos enfermos. En varias ocasiones también predijo el
futuro y vivía en estrecho contacto con lo sobrenatural.
Los
últimos años de su vida fueron marcados por periodos de enfermedad y
recuperación. El 12 de mayo de 1595 el cardenal César Baronio le dio la
extremaunción, y murió el 26 de mayo, a la edad de 79 años.
Su
cuerpo se conserva en la Chiesa Nuova (antes, iglesia de Santa María
de Vallicella), bajo un mosaico copia de la pintura de Guido Reni que
representa la aparición de la Virgen María a San Felipe Neri en 1594.
Fue
beatificado por Pablo V en 1615 y canonizado por Gregorio XV en 1622.
En el Santoral católico su onomástica se celebra el 26 de mayo.