sábado, 1 de junio de 2024

 EXPOSICIONES Y EXCURSIONES

NON SURREXIT 2024 

¿No surgió entre los nacidos de mujer, mayor que Juan el Bautista

Mateo XI 11

300 años en san Juan de la Palma

La hermandad de Nuestro Padre Jesús del silencio en el desprecio de Herodes y María Santísima de la Amargura coronada ha organizado esta exposición con motivo del Tricentenario del establecimiento de nuestra Hermandad en el templo de san Juan bautista, vulgo la Palma, de Sevilla (ver)

La exposición titulada “NON SURRECIT” desarrolla por mediación de obras de arte, pinturas, esculturas tejidos etc. Una museografía de la vida del Precursor de Cristo (ver) desde la “Visitación de la Virgen a su prima santa Isabel” hasta la degollación y la cabeza ofrecida por Salomé a Herodes.

Igualmente, el discurso continuo con una representación de obras textos que narran de forma breve la historia de una hermandad que cumple 300 años en la misma parroquia.

La Visitación de la Virgen a su prima santa Isabel. Anónima. Hispano-flamenca. Finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Óleo sobre tabla 160 x 86, 3 cm. Colección particular. 

Detalle de la Virgen y Santa Isabel

“¿De dónde me viene a mí tanta dicha de que la madre de mi Señor venga a verme? Pues en ese instante que la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la criatura que hay en mi vientre se puso a dar saltos de júbilo? Lc 1:39-63


Escena de la Visitación. Arce, José de, atribución. 1637. Madera tallada y policromada. 120 cm. Orden Jerónima. Retablo de San Juan bautista. Iglesia Monasterio de santa Paula. Sevilla. 

Santa Isabel

Detalle de santa Isabel

La Virgen

Detalle de la Virgen

“Y he aquí, tu parienta Elisabeth en su vejez también ha concebido un hijo, y este es el sexto mes para ella, la que llaman estéril”.  Lucas 1:36.

“Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel”. Lucas 1:80.

El nacimiento de san Juan y su cabeza cortada. Anónimo. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 180 x 146 cm. Real Monasterio de san Leandro. Sevilla. 

Detalle del ático del cuadro con la cabeza del Bautista en la bandeja

Detalles

Detalles

Detalles

Detalles

San Juan Niño. Anónimo. Primera mitad del siglo XVII. Madera tallada y policromada. 75 cm. Catedral de Sevilla. 


San Juanito. Cornelio Schut. Segunda mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 136 x 94 cm. Hermandad de la Santa Caridad. Sacristía de la Iglesia del Señor san Jorge. 


Detalles 

Detalle del pie desnudo y sucio 

El sueño del Niño Jesús con San Juanito. Anónimo. Siglo XVIII. Madera tallada y policromada. 55,4 x 33 cm. Museo del santo Ángel. Carmelitas descalzos, Sevilla. 

San Juanito servido por ángeles. Castillo, Juan del. Década de 1630. Óleo sobre lienzo. 128 x 106 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala IV         

Detalle de la cara 
Detalle del pie

San Juan Bautista niño. Carmona, Luis Salvador. 1740-1767. Madera policromada y ojos de cristal. 100 cm. 100 cm. Monasterio de santa Paula (Museo) 

San Juan Bautista niño. Murillo, Bartolomé Esteba de. 1671. Óleo sobre lienzo. 0,84 x 0,56 cm. Hospital de la santa Caridad de Sevilla. Retablo de san José. Crucero de la Iglesia. Lado de la Epístola.

Detalle

San Juan Bautista niño. Osorio, Francisco Meneses. 1640-1671. Óleo sobre lienzo. 125 x 92 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Depósito en Museo de santa Cruz de Toledo. 

Detalle del bautismo en el lado izquierdo de la composición

Detalle del pie

San Juanito. Anónimo sevillano. Segunda mitad del siglo XVIII. Madera tallada y policromada. Orden dominicana. Convento de Madre de Dios de Sevilla. 


San Juanito abrazando al Niño Jesús en presencia de ángeles. Anónimo. Escuela flamenca. 1660. Óleo sobre lienzo. 129 x 76,5 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. 


San Juan niño. Roldan, María Luisa (La Roldana). Siglo XVIII. Madera policromada. Real Monasterio de san Leandro. 

San Juanito. Astorga, Juan de. Hacia 1820. Madera tallada y policromada. 120 cm. Monasterio de San Paula. Sevilla.  

Detalle del pie

San Juan Bautista Niño. Anónimo. Segunda mitad del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. 65 x 40 cm. Hermandad matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte (Huelva)

Detalle sin marco

Niño Jesús con San Juanito jugando a “la Piola”. Bravo García, Jose Antonio. 2015-2016. Esculturas de barro modelado y policromado. Colección particular.

San Juanito. Anónimo sevillano. Décadas de 1640 a 1660. Madera tallada, policromada y estofada. Hospital de la Santa caridad de Sevilla.

Detalle del pie

Santa Isabel y San Zacarías. Juan Martínez Montañez. 1620-1622. Madera tallada, dorada policromada y estofada. 130 x 55 cm. Comunidad de Agustinas, Iglesia. Monasterio de San Leandro. Sevilla

Detalle de  Santa Isabel

Detalle de San Zacarías

San Juan niño. Martínez Montañez, Juan (Atribución). Siglo XVII. Madera policromada. Real Monasterio de san Leandro

Detalle de San Juan

Detalle del pie

Detalle del cordero

San Juanito. Anónimo sevillano. Décadas de 1640 a 1660. Madera tallada, dorada, policromada y estofada. 40 cm. Hospital de la santa Caridad de Sevilla. 

San Juanito. Ramos, Cristóbal. 1780-1790. Escultura en barro cocido y policromado. 40 x 30 cm. Convento de Madre de Dios de Sevilla

“Y él, Juan, tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cintura, y su comida era de langostas y miel silvestre”. (Mt 3:4).

San Juan adulto. Anónimo. Siglo XIV. Madera tallada y policromada. 60 cm. Catedral Metropolitana de Sevilla. Capilla de san Gregorio (actualmente). 

Detalle

San Juan Bautista adulto. Atribuido a Villegas Marmolejo o Pedro de Campaña. Primera mitad del siglo XVI. Óleo sobre tabla. Colección particular (D. Javier Arroyo)

Detalle

Detalle de pie griego

San Juan Bautista. Anónimo sevillano. Década de 1630. Madera tallada, policromada y estofada. 170 cm. Congregación Filipense. Iglesia-Convento de Santa Isabel. Sevilla

Detalle del rostro de san Juan

Detalle del cordero

Detalle del pie cuadrado

San Juan Bautista. Francisco de Zurbarán, Hacia 1640-1650. Óleo sobre lienzo. 160 x 164 cm. Cabildo Catedral Metropolitana de Sevilla. Antigua cilla o pabellón

Detalle del rostro de san Juan

Detalle del cordero

Detalle de los pies desnudos.

San Juan Bautista. Anónimo veneciano. Último tercio del siglo XVI. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento, María Santísima de Regla y San Andrés Apóstol. Sevilla

Detalle del rostro de san Juan

Detalle del cordero

“Y predicaba diciendo”. “Tras mí viene uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os bautice con agua, pero Él os bautizara con el Espíritu Santo” (Mc 1:7-8).

San Juan Bautista. José María Romero. Óleo sobre lienzo. Convento de Madre de Dios. Sevilla.

Detalle del rostro de san Juan

Detalle del cordero

San Juan Bautista. Juan Valdés Leal. 1659-1660. Óleo sobre lienzo. 141 x 53 cm. Capilla de la Quinta Angustia. Parroquia de la Magdalena. Sevilla

Detalle del rostro de san Juan

Detalle del cordero

Detalle de pie griego

Sagrada Familia con Santa Isabel y San Juanito. Anónimo. Escuela flamenca. Mediados del siglo XVII. Óleo sobre lienzo. Real Monasterio de Santa Paula

Detalle

El bautismo de Cristo. Anónimo sevillano. Primera mitad del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. 155 x 118 cm. Real Parroquia de Santa María Magdalena. Sevilla.

Detalle del rostro de Jesús

Detalle del bautismo

Detalle del pie cuadrado de san Juan

Detalle de los pies de Jesús

“Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y mientras Él oraba, el cielo se abrió” (Lc 3:21)

El bautismo del Señor. Juan Manuel Rodríguez Ojeda. 1927. Tejido bordado en oro sobre terciopelo granate, que forma parte del conjunto de faldones del paso. Hermandad de la Amargura. Sevilla


Detalle

El bautismo de Cristo. Atribuido a Francisco Varela. c.a. 1620. Óleo sobre lienzo. 100 x 160 cm. Parroquia de San Juan Bautista de Las Cabezas de San Juan. Sevilla.

Detalle de los ángeles

Detalle del pie del ángel

Detalle del rostro de Jesús

Los pies de Jesús dentro del agua

Detalle del Bautismo presidido por Dios Padre

“Pero cuando llegó el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó ante ellos y agradó a Herodes. Por lo cual le prometió con juramento darle lo que ella pidiera. Ella, instigada por su madre dijo: Dame aquí, en una bandeja la cabeza de Juan El bautista”. (Mt 14:6-12).

Salomé con la cabeza del Bautista. Anónimo. Escuela andaluza. Último cuarto del siglo XVII/primer cuarto del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. 250 x 168 cm. Iglesia de San Juan Bautista (vulgo la Palma)

Detalle del perro

Detalle de la cena en el ángulo superior derecho del cuadro

Detalle de la decapitación

Detalle de Salomé con la bandeja de la cabeza del Bautista

Detalle de la cabeza del Bautista

Detalle del verdugo


Detalle de la cara de las tres mujeres

Detalle de espectadores en la penumbra del ángulo superior izquierdo de la composición

Cabeza de San Juan bautista. Anónimo sevillano. Escuela sevillana. Segunda mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo.  60 x 50 cm. Iglesia de San Juan Bautista (vulgo la Palma)

Cabeza de San Juan Bautista. Juan de Mesa (atribución). Hacia 1625. Escultura de madera policromada. Cabildo Catedral Metropolitana de Sevilla. Santa Iglesia catedral de Sevilla.

Cabeza de San Juan Bautista. Juan de Mesa (atribución). Hacia 1625. Escultura de madera policromada. Cabildo Catedral Metropolitana de Sevilla. Santa Iglesia catedral de Sevilla.

Salomé con la cabeza del bautista. Giovanni Battista Caracciolo. Ca. 1630. Óleo sobre lienzo. 112 x 150 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala IX


Detalle de la cabeza del Bautista


Detalle de Herodías

Detalle de Salomé

Detalle del verdugo

Detalle del verdugo

“En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado (nadie) mayor que Juan el Bautista, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él” (Mt 11:11).

LOS ORIGENES DE LAS HOGUERAS DE SAN JUAN

El ser humano desde el albor de los tiempos sabía que, a partir del solsticio de verano, la longevidad de la luz solar comenzaba a menguar. La oscuridad era algo temible, frio y malévolo, por lo que intentaban dar fuerzas al Sol con el encendido de hogueras.

Con la aparición del cristianismo, también se le dio un significado a la noche de san Juan. Zacarías, padre de Juan Bautista, anunció el nacimiento de su hijo (quien vino al mundo el 24 de junio) la noche previa con el encendido de una hoguera.

Hoy en día, en el Hemisferio Norte, se relaciona la noche de san Juan con la llegada del verano y con su elemento purificador.

En cierto modo, se considera que en esos fuegos queman los errores y malas experiencias del pasado reciente, para comenzar una nueva etapa.

Su relación con el agua y el fuego hace que este festejo ocupe lugar alrededor de la mayoría de playas y ríos en toda España.

Las celebraciones de esta fiesta de origen pagano y trasfondo religioso varían en las distintas regiones y ciudades, pero tienen siempre un elemento común: el fuego.

HOGUERAS DE SAN JUAN EN ESPAÑA

Hogueras de san Juan, Alicante. El momento cumbre de las hogueras de san Juan es la noche del 24 de junio, cuando los centenares de monumentos hogueriles (fabricados con carton piedra y que frivolizan e ironizan sobre los temas candentes de la actualidad) que pueblan las calles son pasto del fuego.

A Noite Meiga, playas de Orzán y Riazor, A Coruña. En esa noche meigas, misterio y sortilegios para dejar atrás las malas sensaciones, los troncos de madera se consumen en pilas que, tras la orgia de fuego, dejan sus huellas de cenizas en la arena. Los actos se complementan con ricas sardinadas.

La quema de los “júas” de Málaga. Los protagonistas de la noche del 23 de junio son una especie de muñecos de trapo llamados “júas”. Estos representan a los personajes públicos que se hallan en el candelero en el momento. Tristemente, su vida no será muy longeva y acabaran la noche en el fuego.

Las Fallas de Isil, Girona. Esta declarada como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Consiste en un descenso de troncos ardiendo por las laderas de la montaña. Estos troncos son guiados por expertos vecinos hasta el mismísimo centro del pueblo.

Festes de Sant Joan, Menorca. Además de las hogueras de san Juan y la pirotecnia, los verdaderos protagonistas son los caballos, que toman el centro de la ciudad. Los jinetes (o “caixers”) son los encargados de hacerlos saltar entre la gente como símbolo de poderío y nobleza.

San Juanito, Tenerife. La tradición consiste en una especie de procesión del santo de la iglesia del pueblo, que es llevado a hombros por varios jóvenes hasta el “Güigo”, un lugar cercano a la orilla del mar. Durante esa romería, se cantan rondallas lugareñas, se bebe vino y, cuando llega a su destino, se encienden las hogueras bajo la atenta mirada del patrón.

EL SOLSTICIO DE VERANO

El día venza la noche y por eso en San Juan las hogueras han de dar luz durante toda la noche y al alba del día siguiente todo el mundo ha de estar despierto.

La versión pagana y la cristiana también comparten el espíritu de renovación, ya que la llegada del verano implica la renovación de la naturaleza. Se recogía todo lo viejo y caduco para echarlo al fuego; así como muere el invierno, también se queman las cosas viejas.

En este sentido, es el mismo mensaje de renovación que contiene “el anuncio del Mesías”, y el encargado de transmitir esta noticia fue san Juan Bautista.

24 de junio-25 de diciembre: ¿Qué relación guardan? La importancia de la festividad del Bautista que el cristianismo concede deriva de la trascendencia de este anuncio, algo que explica, también, su ubicación en el calendario, donde guarda una perfecta simetría con el nacimiento de Jesus. San Juan es el precursor, el que anuncia que aquel que se dispone a bautizar es el Mesías. Y, como precursor que es, “nace antes”, es decir, seis meses antes. Si dividimos el año en dos mitades de seis meses, vemos que un nacimiento, el de Jesus, coincide con el solsticio de invierno y, si miramos el del Bautista, coincide con el solsticio de verano.

Por estas razones, desde muy pronto la fiesta litúrgica de san Juan Bautista se establece en el calendario cristiano. Su inclusión como festividad fue prácticamente al mismo tiempo que la Pacuna y la Navidad. Al margen de estas dos fiestas, el nacimiento de san Juan Bautista fue la primera que adquirió un carácter solemne. 

San Jorge matando al dragón. Anónimo. Siglo XVI. Óleo sobre tabla. Parroquia de San Juan de la Palma

Detalle de san Jorge

Detalle del dragón

Detalle de la cruz en el pecho de san Jorge

SAN JORGE MATANDO AL DRAGON

De siempre, la Iglesia católica ha interpretado la figura de San Jorge como el arma de Dios en la Tierra. El caballo blanco en el que va montado es la Iglesia.

La lanza se interpreta como el arma otorgado por Dios para acabar con la blasfemia, el mal y la tentación que es representado en el ángel caído, que, en este caso, es la figura del dragón. Tiene mucho que ver con la figura de san Miguel Arcángel, ambos matando a la fiera o al demonio con arma de metal, lanza o espada.

En el Medioevo, la leyenda nos sitúa a un San Jorge ante una princesa prisionera de un dragón, delate del castillo o de unas murallas de una ciudad en el que su padre es el rey, quien, además, es quien pide al santo que la rescate en su nombre.

El caballero lleva en su pecho la Cruz de san Jorge, que no deja de ser la misma que la de san Juan, pero con sus colores invertidos (San Juan cruz blanca y San Jorge cruz roja).

Fue un encargo de la parroquia al artista anónimo del XVI y probablemente con el único fin de pedirle protección ante las múltiples enfermedades y epidemia de cólera y peste, representadas en el dragón, que asolaban por aquel entonces la ciudad. 

EL ORIGEN DE LA ORDEN DE MALTA

Según algunos historiadores, su diseño se basa en cruces ya utilizadas desde la primera cruzada. Nos remontamos al 15 de agosto de 1096, cuando la iglesia católica y el imperio Bizantino aspiraba a recuperar el control de Anatolia y del Levante mediterráneo bajo control musulmán.

En esas mismas cruzadas, que no acabarían hasta el 15 de julio de1099, se fundan las ordenes de caballería templaría, hospitalaria y del sepulcro.

Según otros, lo adoptó el beato Gerardo, fundador dela Orden, por ser un símbolo de Amalfi, su ciudad natal. En todo caso, la primera regla de la Orden aprobada en 1120 por el Maestre.

Raimundo de Podio, disponía que los freires (sacerdote de la orden) llevasen al pecho esta cruz blanca sobre el hábito negro.

La cruz de san Juan, símbolo hospitalario, ha dado lugar a varias interpretaciones.

Es blanca por la importancia que se da a la pureza que hay que tener, tanto en el interior del corazón, como por fuera, sin macula ni mancha.

El color rojo simboliza la sangre y el sacrificio, y se deriva del uso tradicional de este color en la heráldica para representar valor, coraje y martirio. Algunos autores opinan que también puede simbolizar la caridad y la protección de los débiles y necesitados. Principios centrales de la orden.

Las ocho puntas de la cruz son en memoria de los ocho bienaventuranzas que siempre debemos tener con nosotros. La primera será la satisfacción espiritual. La segunda es vivir con sencillez y sin malicia. La tercera es vivir en la humildad. La Cuarta llorar las faltas y pecados. La quinta es amar la justicia. La Sexta ser misericordioso. La séptima ser limpio y sincero de corazón. Y la octava soportar las aflicciones y persecuciones por la justicia. Y estas virtudes se han de grabar y guardar en los corazones, para la conservación de las almas.

Las puntas que apuntan hacia el interior, hacen referencia a las virtudes cardinales que todo caballero debía poseer: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza.

A partir de1462, las ocho puntas también llegaron a representar las ocho “lenguas” de los nobles que fueron admitidos en la orden hospitalaria, es decir caballeros procedentes de Francia con las lenguas de Auvenia (los bretones), Provenza (los de Langueloc), procedentes de España, la de Aragón (que incluía también a Cataluña y Navarra) y la de Castilla (que incluía también a Portugal), Baviera (Alemania) (que incluía también a escandinavos, polacos y bohemios) Inglaterra (que incluía a Escocia e Irlanda) y finalmente Italia.


San Juanito. Atribuido a Francisco Dionisio de Ribas. Mitad del siglo XVII. Madera policromada y estofada y pedrería. Cruz y lábaro de plata de ley. Hermandad Sacramental de san Juan de la Palma. Hermandad de la Amargura


Detalle del pie egipcio


Niño Jesús. Alonso Martínez (talla). Gaspar de Ribas (estofado y policromía). 1644. Madera policromada y estofada y pedrería. Cruz de plata de ley. Hermandad Sacramental de san Juan de la Palma. Hermandad de la Amargura


Detalle del rostro


Detalle de los ángeles del pedestal


HISTORIA DE LA HERMANDAD SACRAMENTAL

El movimiento eucarístico tardo medieval que llega a España en el siglo XIV inspiró el conocido fenómeno devocional impulsado desde Torrijos por Doña Teresa Enríquez (ver), a comienzos del siglo XVI, que florecerá esplendoroso gracias al apoyo del sumo pontífice Julio II mediante la bula “Pastoris Atenermis”.

Particularmente fecunda resultará la labor de la piadosa dama en Sevilla, aprovechando su estancia en la ciudad, en 1511, formando parte dela Corte de Fernando el Católico y Germana de Foix, pues a iniciativa de doña Teresa germinará un importante numero de cofradías del Santísimo Sacramento en diversas parroquias hispalenes.

Fruto dichoso de la pía obra de la devota aristócrata en los albores de la Sevilla del siglo XVI será la creación de la Cofradía del Santísimo Sacramento de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Se otorga primera regla en 1554, según noticias que nos ofrece el hermano Joaquín Jose Rodríguez de Quesada en el Libro de Protocolos de la Cofradía, redactado entre 1762 y 1769. El estudio y recopilación de escrituras notariales realizado por este cofrade y escribano público, que llegó a ser alcalde de la cofradía que tratamos, permitían situar la semilla que dio origen a la corporación en el contexto de la obra fundacional sevillana de doña Teresa Enríquez, aunque la corporación no se constituyera formalmente hasta 1554 bajo la prelatura de Hernando de Valdés.

Ya establecida canónicamente en la Parroquia de san Juan Bautista, la Cofradía del Santísimo Sacramento procuró una capilla donde rendir culto ahorrativo al Santísimo Sacramento, Presente Real y Permanentemente en el sagrario. En principio, tuvo que conformarse con pagar un tributo por el uso de la capilla de los marqueses de Fuentes y condes de Talhara, del linaje de los Zúñiga, hasta lograr hacerse con la titularidad del sacro recinto gracias a la marquesa Francisca de Fuentes Guzmán y Lugo, que otorgó la donación en escritura notarial fechada el 21 de agosto de 1651 levantanda por Diego Cerón dela Peña, escribano público dela villa de Madrid. 

Libro de Reglas. 1696. Papel de pergamino. Óleo y tinta. Hermandad de la Amargura

Broche. Autor desconocido. 1927. Oro blanco, esmalte y pedrería. Hermandad de la Amargura

BROCHE DE LA INFANTA MARIA LUISA DE ORLEANS

El 27 de mayo de 1958, la Señora Infanta de España María Luisa de Orleans, abuela materna del Rey Emérito D. Juan Carlos I, regala en recuerdo a su devoción, pues es camarera de honor de la santísima Virgen, este boche de forma elíptica en el que figura una estrella de cinco puntas y la inscripción B.O.T. (Brigada Obrera Topográfica).

Con este medallón, la Brigada Obrera Topográfica quiso agasajar a la infanta un 15 de marzo de 1927.

La princesa Doña María Luisa de Orleans, nace en Cannes el 24 de febrero de 1882 y muere en Sevilla el 18 de abril de 1958.

Hija de Felipe de Orleans, conde de Paris y de Maria Isabel de Orleans, hija de los duques de Montpensier.

El 16 de noviembre de 1907, contrajo matrimonio con el infante D. Carlos de Borbón y Borbón, teniendo la pareja cuatro hijos. Carlos (1908-1936), María de los Dolores (1909-1996), María de las Mercedes (1910-2000) y María de la Esperanza (1914-2005).

Por real decreto de Alfonso XIII, los hilos de los infantes Carlos y Luisa, llevaron el título de “Príncipes de la Casa de Borbón”, con los mismos honores y dignidades que los infantes de España. 

Corona. Cayetano González Gómez. 1954. Oro repujado, plata y pedrería. Hermandad de la Amargura

HERMANDAD DE LA AMARGURA. EL ORIGEN DE UNA ADVOCACIÓN

La impronta jesuítica, vecinos de la collación de san Julián, se refleja en la elección de la advocación de Silencio para el Cristo y la devoción a su Madre, como Madre de Dios de la Amargura.

El espíritu ignaciano se refleja en el pasaje elegido para representar en el primer paso: “La cofradía de penitencia de el Santísimo Christo del Silencio y menosprecio que de su Majestad hizo Herodes; y nuestra Señora dela Amargura”.

Es la Majestad de un cristo que abandona todo prestigio humano y, aun pasando por loco, se despoja de todo orgullo para entregarse amorosamente a la redención de la humanidad. Y, en cuanto a los cristianos, sus seguidores, no pueden aspirar a más que a imitarlo, así lo expresó San Ignacio.

LA PRIMERA CAPILLA

El Domingo 22 de agosto de 1723 tiene lugar un cabildo significativo para la Hermandad porque en él, los ofíciales propusieron a los hermanos, por motivos diferentes y para mayor culto e incremento de la cofradía, el traslado desde la iglesia de san Julián donde se encuentra desde su fundación a la parroquia de san Juan dela Palma. La hermandad ocuparía la capilla de Santa Catalina, cedida por D. Alfonso de Esquivel, Caballero de la orden de Santiago y Comendador de Castilleja de la Cuesta.

El 25 de junio de 1724, se firman las escrituras y se celebra el primer cabildo, aun sin las imágenes, en la iglesia parroquial de San Juan dela Palma.

El 26 de octubre de 1724 un auto del Provisor y Vicario General autoriza el traslado de la Hermandad desde San Julián a San Juan de la Palma con sus imágenes, insignias y bienes.

El 30 de noviembre del mismo año, se realiza cabildo en San Juan indicando expresamente en el acta que las imágenes siguen en san Julián.

Él 1 de mayeo de 1725 tiene lugar el primer cabildo en el que están presente las imágenes. 

Visión frontal de la capilla Esquivel desde su puerta


Pergamino (Donación). Alfonso XI. Pergamino de 207 x 257 mm. Plica de 30mm, Tinta ocre. Gótica cursiva precortesana, Sello de plomo. Archivo parroquial de San Juan de la Palma.

“Alfonso XI concede a Romero Díaz, criado de Juan Núñez, maestre de la Orden de Calatrava, tres tablas de carnicería en la collación de San Juan. Ante Velasco Pérez, escribano de la Cámara. 1334, febrero, 20. Sevilla


Pergamino (Contrato). Alfonso Guillen. 1420. Papel de 295 x 780 mm. Regular conservación. Tinta ocre. Gótica cursiva cortesana. Archivo Parroquial de San Juan de la Palma.

“Alfonso Guillen, tahonero y mayordomo de la iglesia de San Juan, encarga a Juan Rodríguez de Lebrija, marido de Catalina Rodríguez, morador en Sevilla en la collación de san Marcos, y a Martin Martínez, marido de Catalina Martínez, vecina de Triana, maestros canteros la construcción de una portada y un campanario en la citada iglesia, según el modelo de la construida en la iglesia de San Esteban de Sevilla, por precio de 5.000 maravedies. Ante Gonzalo Ramírez, escribano público de Sevilla”. 1420, julio, 28. Sevilla

Pergamino. (Donación) Juana Bermúdez. 1370. Pergamino de 288 x 246 mm. Tinta ocre clara. Gótica cursiva precortesana. Archivo Parroquial de San Juan de la Palma.

“Juana Bermúdez, mujer de Romero Díaz, vecina de la collación de San Juan, dona unas casas a la fábrica de dicha iglesia. Ante Juan Alfonso, escribano público de Sevilla. 1370, octubre, 3. Sevilla.

RUMAYKYYA. LA GRAN SEÑORA

“Mandó La Señora Augusta, madre de Ar-Raxid Abú-l-Hoseyn.. levantar esta assumúa en su mezquita”.

En lo que hoy es la parroquia de San Juan Bautista, existió una mezquita, cuyo alminar fue levantado hacia 1085 por orden y devoción de Rumaykyya, la muchacha poeta que enamoró a orillas del Guadalquivir al rey Almutamid. En testimonio de lo cual, se mandó colocar una inscripción en caracteres cúficos que permaneció hasta 1868 en la parroquia, cuando fue trasladada Al Museo Arqueológico de Sevilla.

Según el cronista Diego Ortiz de Zúñiga, ya en tiempos musulmanes estaba la collación puesta bajo el patrocinio de San Juan Bautista. Así, nos dice que “la parroquia de San Juan Baptista , vulgarmente san Juan de la Palma, POR una que auia en su Plaça, fue mezquita de los Moros, dedicada por ellos al mesmo Santo, tenido en su respecto por Profeta grande, cuya memoria duraua en una piedra de escrito Arabigo…. Que dezia de esta manera: “Este es el gran Templo de San Juan, el qual reedificó Axafat, Rey de Sevilla”.

Quan estimada Mezquita fue esta de los Moros, que consagra en Templo Parroquial, quedó con la mesma Advocacion”. Exageración que pone de relieve sin duda, la profunda identificación de la collación con su patrón, tan intensa como para hacerla remontar a los tiempos de la dominación musulmana.