RUTAS POR SEVILLA: Apóstoles
San Andrés.
Andrés era el hermano mayor del apóstol Pedro y ambos eran
hijos de Jonás y eran pescadores en Cafarnaúm, aunque procedían de Betsaida (Jn
1:44), una localidad junto al Mar de Galilea.
El nombre Andrés proviene
del griego “ἀνδρείος” (valeroso/viril) y era común entre judíos, cristianos y
pueblos helenizados de la provincia de Judea, pues no hay ningún nombre
arameo o hebreo que se corresponda con Andrés.
Era un seguidor de Juan
Bautista y fue
el primer discípulo que tuvo Jesús (Jn 1: 35-42), por ello los griegos lo motejaron como “Protokletos o Protoclite” (el
primer llamado) y los rusos “Pervozvanny”.
Andrés fue también el primero que reclutó nuevos discípulos para el
Maestro, así Andrés encontró primero a su hermano Simón y le dijo: “Hemos
encontrado al Mesías. Y lo llevó a Jesús”. Jesús les
hizo sus discípulos, cuando pescaban con su red en el Mar de
Galilea, diciéndoles
que les haría "pescadores de hombres" (en griego ἁλιεῖς
ἀνθρώπων, halieĩs anthrōpōn)
(Mt 4: 18-22) (Mc 1:16). Este hecho se relaciona con un milagro de Jesús,
pues Pedro pescó muchos peces con su red cuando llevaba mucho tiempo sin lograr
pescar nada (Lc 5:3-7). A partir de
aquí, Jesús se fue a vivir con sus discípulos a una casa de la familia en
Cafarnaúm, cuando predicaba en esta ciudad.
Por todo esto, en los evangelios se habla de Andrés como
como uno de los discípulos más vinculados a Jesús, ocupando el segundo lugar, en la lista de los apóstoles, después de su
hermano Pedro (Mc 13:3) (Jn 12:22).
Andrés presenció la mayoría de los
milagros de Jesús y escuchó todos sus sermones viviendo con Él durante tres
años.
Según
el Evangelio de San Juan,
fue Andrés el que presentó a Jesús el joven que tenía comida, pero que solo
contaba con cinco panes de cebada y dos peces. Con eso, Jesús obró el milagro
de la “Multiplicación de los panes y los peces”, con los que dio de comer a
5000 personas (Jn 6:1-15). También, es el intermediario de los forasteros que habían ido a
Jerusalén y deseaban ser presentados a Jesús (Jn 12:20-22); y cuando con su
pregunta hace que Jesús profetice la destrucción de Jerusalén.
Andrés estuvo presente en
la Última Cena como los demás apóstoles, y en el día de Pentecostés recibió
junto con la Virgen María y los demás apóstoles al Espíritu Santo, en forma de
lengüetas de fuego.
Después
de la Muerte y Ascensión de Jesús no existe mención a su vida en las Escrituras,
por lo que su historia sólo cuenta con la garantía
de los “Hechos Apócrifos” y “los Hechos de los Apóstoles” (Hechos; 1:13), pues
textos como “Los Hechos de San Andrés y Matías en la ciudad de los
antropófagos” y los “Hechos de los santos apóstoles Pedro y Andrés” son
totalmente legendarios.
Eugenio de Cesárea dice que Andrés predicó en Escitia, (actual Rusia) y
la “Crónica de Nestor” añade
que predicó por los alrededores del mar Negro y del río Dniéper hasta
llegar a Kiev, y que desde ahí fue a Nóvgorod y por esto es patrón de Ucrania,
Rumanía y Rusia.
Al
tiempo que predicaba en Escitia, un ángel se le apareció y le dijo: “Ve hacia
Mateo”. Fue guiado milagrosamente hacia Etiopía donde el apóstol y evangelista
san Mateo había sido cegado y metido en prisión. Las puertas de la cárcel se
abrieron ante él, se arrodilló junto al mártir, se puso a orar, y al punto los
ojos reventados de san Mateo volvieron a abrirse a la luz.
Cumplida
su misión, llegó a Grecia y luego a Asia Menor, donde consumó una serie de
milagros. Expulsó de la ciudad de Nicea siete demonios metamorfoseados en
perros, y en Tesalónica apagó un incendio.
La tradición dice que fundó una sede episcopal en
Bizancio (posteriormente Constantinopla y luego Estambul), en el año
38 d. C., por lo que se considera el Fundador de la Iglesia Ortodoxa,
y que nombró como obispo a Estacio. La presencia de Andrés
en Bizancio se menciona en unos Hechos
de los apóstoles apócrifos conocidos como “Hechos de Andrés”.
Fue encarcelado
por el procónsul romano Quirino, gobernador de Macedonia, que lo acusaba de
incitar a la destrucción de los templos y apartar al pueblo del culto de los
dioses. Fue arrojado a las fieras, pero fue respetado por un jabalí, un toro y
hasta un tigre, que, en vez de devorarlo, saltó a la tribuna del circo y
trituró la cabeza del hijo del gobernador.
Cuando visitó el Peloponeso, en Patras, capital de la
provincia de Acaya, en Grecia, que gobernaba el
procónsul Egeas, curó a su mujer, Maximila. No obstante Egeas, le culpaba de
predicar la desobediencia al emperador, por lo que lo hizo azotar con
varas, y luego ordenó que lo ataran con cuerdas a una cruz en forma de X (crux decussata), sin clavarlo, para
que la muerte fuera más lenta. Habría agonizado dos días en la cruz y expirado
en el tercero. Fue enterrado por Maximila, que se separó de Egeas, que fue
estrangulado por dos demonios.
Esta tradición de la cruz en forma de X no se apoya en ningún texto. La “Patrología griega” refiere que el cuerpo de san Andrés fue “distendido con juncos”, y la leyenda interpretó que el procónsul lo hizo atar a la cruz con cuerdas para hacerle sufrir más tiempo, pero no hay referencias a una cruz con forma de X.
La tradición
fecha su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.
Tampoco existe constancia
absoluta sobre la ubicación de las reliquias de san Andrés.
En 357 estas reliquias habrían
sido trasladadas de Patras (Grecia) a Constantinopla, pero los habitantes de
Patras pretendían haber conservado el cuerpo auténtico del apóstol en la
Catedral de San Andrés Apóstol, y hacia 1850 lo cedieron al gobierno ruso a
cambio de la financiación de una canalización de agua potable.
En la
catedral de la ciudad de Patras se encuentran varias reliquias, tales como el
dedo meñique, parte de la parte superior del cráneo, y pequeñas porciones de la
cruz, todo guardado en un relicario especial.
Sin embargo, la Iglesia latina
no quería que los griegos cismáticos se apropiaran de un apóstol de primera
categoría, por lo que tres países, Escocia, Italia y Francia, hicieron valer
sus reivindicaciones contradictorias.
En primer lugar, las reliquias
habrían sido llevadas desde Patras hasta Escocia dando nombre a la ciudad
universitaria de Saint Andrews y a la introducción de una cruz de san Andrés
junto a la cruz de san Jorge, en el escudo de armas de Escocia.
Respecto a Italia se afirmaba
que los restos del apóstol habría sido transferido, en 1206-1210, desde
Constantinopla, durante la Cuarta Cruzada por el Cardenal Pedro de Capúa, a la
catedral de San Andrés Apóstol de Amalfi, cerca de Nápoles, donde se expone, en
su cripta, la pretendida osamenta del apóstol de la que rezuma un aceite
milagroso que se llama “maná de san Andrés”.
Por otra parte, la cabeza de san Andrés (o al menos una de las cabezas de este apóstol policéfalo) fue depositada en Roma en 1462, por el papa Pío II, de tal modo que junto al “Volto Santo” de santa Verónica, la lanza de Longinos y un fragmento de la Vera Cruz, es una de las cuatro grandes reliquias veneradas en San Pedro de Roma.
Roma le dedicó una de sus principales iglesias bajo la advocación de S. Andrea della Valle.
Respecto a
Francia, parte de la cruz de San Andrés fue tomada de Grecia durante las
cruzadas por el duque de Borgoña, fue depositada en la Abadía de San Víctor de
Marsella, aunque fue devuelto a Patras en 1980. El hueso braquial del santo se
conservaba en un relicario de Notre Dame de París.
En Francia, el apóstol se
convirtió en patrón de la Casa ducal de Borgoña, porque se lo consideraba
evangelizador de la Escitia de la que se creían proceder los burgundos. En
1433, el duque de Borgoña Felipe el Bueno, habiendo recibido de Constantinopla un
fragmento de la cruz que se habría empleado en la crucifixión del apóstol en
Patras, la convirtió en la insignia de su orden del Toisón de Oro.
En París, la iglesia Saint
André des Arts fue edificada sobre el emplazamiento de una capilla dedicada a
su casi homónimo san Andeolo, apóstol del Vivarais.
En Alemania, su sandalia es una
de las piezas principales del tesoro de la catedral de Tréveris.
Inglaterra le consagró las
catedrales de Rochester y de Wells.
Se le representa con libro, pez
y con una cruz en aspa, llamada de San Andrés, que los latinos llamaban crux
decussata (de decem o decussis: diez, en números romanos, se expresa X), con la
que parece ser que fue martirizado, sin embargo, no es hasta el siglo XV cuando
la cruz en X se convirtió en parte integrante de la iconografía de san Andrés,
posiblemente por la influencia de la insignia de la orden del Toisón de Oro.
Es posible que se haya querido
diferenciar la crucifixión de los apóstoles de la de Cristo y que, así como San
Pedro había querido ser crucificado cabeza abajo por humildad, se haya tenido
la idea de representar a su hermano no sólo atado con cuerdas como los dos
ladrones, sino descuartizado sobre la cruz.
Así se
puede apreciar, por ejemplo, en el cuadro Martirio de San Andrés De Murillo o en
el cuadro del mismo nombre de Rubens, frente a Caravaggio que lo representó con
una cruz normal.
Un segundo atributo de san
Andrés alude a su oficio, al tratarse de una gran red de pescador de la cual a
veces emergen cabezas de peces o simplemente un pez como nos muestra José de
Ribera.
San Andrés. Ribera, José de. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 127 x 100 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución (CC BY 3.0)
Museo de Bellas Artes
Martirio de San Andrés. Roelas, Juan de. Hacia 1606-1610.
Óleo sobre lienzo. 520 x 346 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala V. Procede
de la Desamortización (1840) de la Capilla de los Flamencos del Colegio de
Santo Tomas de Aquino
Capilla de San Andrés
En
el centro y por encima de la portada, en una hornacina, se aloja una imagen
tallada en piedra del cuerpo completo del apóstol San Andrés, de autor
desconocido y fechable en el segundo tercio del Seiscientos.
En el muro de la Epístola, el retablo del
apóstol San Andrés. Es una escultura de talla completa que representa a San
Andrés con sus dos símbolos más característicos, con la mano derecha sostiene
el libro que lo caracteriza como Apóstol y con su mano izquierda soporta uno de
los extremos de la cruz aspada en la que fue martirizado. Aunque su autoría
permanece en el anonimato, por sus rasgos estilísticos y morfológicos debe
considerarse como una obra sevillana de la segunda mitad del siglo XVII,
atribuido a Pedro Roldan.
Iglesia de San Andrés
La
portada, presenta una hornacina central, sobre la clave de los arcos, con la
representación en piedra de Dios Padre y dos peanas, una a cada lado. La del
lado derecho presenta la imagen de San Andrés, la de la izquierda está vacía.
Estas imágenes son datables en el siglo XV.
En la Capilla de santa Marta, situada en la nave de la epístola,
se dispone parte de los sillares del coro
del desaparecido convento de las Dominicas de Pasión de la calle Sierpes (ver), y uno de ellos
presenta un relieve de San Andrés
En el ático del retablo de la Capilla Sacramental,
situada a la cabecera de la nave de la epístola, se sitúa un medallón que nos muestra “El Martirio de San Andrés”.
En el altar mayor, San Andrés está situado en la
calle central, en la transición del cuerpo principal al ático. Está realizado
en madera con las técnicas de tallado, estofado y policromado. Mide 1,40 metros
de altura. Es de finales del siglo XVIII y su estética es barroca.
A los pies del templo, en la nave del
evangelio nos encontramos con un retablo neoclásico, y a su izquierda un cuadro
del “Martirio de san Andrés”.