lunes, 18 de marzo de 2024

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Juan Bautista.

Iglesia de san Juan de la Palma

San Juan, bajo cuya advocación está la Iglesia de san Juan de la Palma (ver), era hijo de Zacarías, santo sacerdote del Templo de Jerusalén, de la casa de Abías, una de las veinticuatro familias de los hijos de Aarón, y de Isabel, igualmente descendiente de Aarón (Lu 1:5). Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

En una visión, a Zacarías se le apareció el ángel Gabriel que le comunicó que tendría un hijo, al que llamaría Juan, a pesar de que su mujer era estéril. Zacarías le pidió una prueba y al instante quedó mudo, recobrando el habla al nacer el niño.

“No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto”. “Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo” (Lu 1: 5-20).

Nacimiento de san Juan Bautista. Artemisa Gentileschi.1635. Óleo sobre lienzo. 184 x2 58 cm. Museo del Prado. Madrid. Sala 005 (CC BY 3-0)

El evangelio de Lucas dice que María, madre de Jesús, e Isabel, eran parientes (Lu 1: 39-45). No obstante, no se menciona ninguna relación familiar entre Juan y Jesús en los otros evangelios y Raymond Edward Brown la define como de “historicidad dudosa”. Geza Vermes ha dicho que es “sin duda una creación artificial de Lucas”. ​ Las similitudes con la historia del nacimiento de Samuel en el Antiguo Testamento sugieren que Lucas podría haber tomado la historia de la anunciación de Jesús y la de Juan de la historia de Samuel.

La visitación. Rafael. Romano, Gulio. Penni, Giovanni Francesco. Hacia 1517. Óleo sobre tabla pasada a lienzo. 200 x 145 cm. Museo del Prado. Sala 049. (CC BY 3.0)

Los Niños de la concha. Murillo, Bartolomé Esteban. Hacia 1670. Óleo sobre lienzo. 104 x 124 cm. Museo del Prado. Sala o17. (CC BY 3.0)

El Bautista se retiró a orar al desierto llevando una vida austera y de penitencia alimentándose de animalillos salvajes, por ello, antiguamente, en el día de san Juan, se quemaban los restos de animales muertos ya que el humo ahuyentaba a los dragones. “Un manto hecho de pelo de camello, un cinturón de cuero en la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre” (Mt 3:1-12).

San Juan Bautista en el desierto. Murillo, Bartolomé Esteban. 1665-1666. Óleo sobre lienzo. 197 x 116 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala V. Procede de la Iglesia del Convento de los Capuchinos. (ver)

Según Lucas, Juan comenzó su actividad pública “el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba Judea, cuando Herodes era tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás”.  (Lu 3: 1-3).

Tiberio sucedió a Augusto el 19 de agosto del año 767 (año 14 d. C.) de la fundación de Roma. Lucas pudo contabilizar los años siguiendo el calendario sirio que inicia el año el 1 de octubre, o bien el calendario romano que comienza en marzo, por lo cual no se sabe si tuvo en cuenta el primer año de la sucesión.

Así, la fecha aproximada del inicio de la actividad del Bautista estaría en torno del año 28 de la era común.

Juan Evangelista describe a Juan el Bautista como “un hombre enviado por Dios” que “no era la luz” pero que “vino como testigo para dar testimonio de la luz, de manera que a través de él todos creyeran” (Jn 1:6-8)). Según este evangelio, Juan Bautista negaba claramente ser el Cristo, Elías o “el profeta”, y en lugar de eso se definía a sí mismo como “la voz que clama en el desierto”. ​

En el Evangelio de Mateo, Jesús afirma explícitamente que Juan es el “Elías que había de venir” (Mt 11:14 y Mt 17:11-13); lo cual ha sido interpretado por muchos teólogos cristianos como que Juan es el sucesor de Elías. Sin embargo, en el Evangelio de Juan, Juan el Bautista niega explícitamente ser Elías.

Cierto es que fue conocido públicamente como profeta y venerado como tal en el cristianismo, el islam (Profeta Yahya en el Corán), la fe bahái y considerado en una gran comunidad de religiosos en Irak como el más grande de los profetas y fundador, o al menos un personaje muy importante en el “mandeismo”. Algunos expertos mantienen que Juan estaba influenciado por los “esenios”, una secta de características ascéticas que esperaba un apocalipsis y practicaba rituales relacionados con el bautismo, aunque no hay evidencias que apoyen esta hipótesis. 

Su actividad se desarrolló en el bajo valle del rio Jordán, donde predicaba la “Buena Nueva” y administraba el bautismo en las aguas del rio. En los Hechos de los Apóstoles se distingue este bautismo, “con agua”, del realizado posteriormente por Jesús, “en Espíritu Santo” (Hechos, 1:5).

En el evangelio de Marcos también se tiene en cuenta esta diferencia: “Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo” (Mc 1: 7-11).

En este sentido la mayoría de los académicos están de acuerdo en que Juan bautizó a Jesús. “Soy yo quien debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?” (Mt 3:14). Aunque, Los evangelios difieren en los detalles del bautismo. En los de Marcos (Mc 1:9-11) y Lucas, Jesús ve el cielo abierto y oye una voz que le aborda personalmente diciendo “Tú eres mi hijo querido, mi predilecto”. En Mateo, la voz del cielo no se dirige personalmente a Jesús, sino que anuncia que: “Este es mi hijo amado, mi predilecto” (Mt 3:17).  En el Evangelio de Juan (Jn 1:32-34), Juan el Bautista ve bajar una paloma y da testimonio de esto como prueba de la condición mesiánica de Jesús.

Son numerosas las representaciones artísticas en este sentido.

Bautismo de Cristo. Tintoretto, Doménico. 1585. Óleo sobre lienzo. 137 x 105 cm. Museo del Prado. Madrid (No expuesto) (CC BY 3.0)

San Juan bautizando a Cristo en el Jordán. Goya, Francisco de. 1775- 1780.Óleo sobre lienzo. 45 x 39 cm. Colección particular (CC BY 3.0)

El tono mesiánico del mensaje del Bautista inquietó a las autoridades de Jerusalén, y Juan fue encarcelado por Herodes Antipas, tetrarca de Galilea (Gobernante subordinado de una región que es una de las cuatro subdivisiones de una provincia).

Existen diversas interpretaciones sobre el origen del arresto y muerte del Bautista. El historiador judío Flavio Josefo (37-100 d. C.) mencionó a Juan el Bautista en sus Antigüedades judías (libro XVIII, capítulo 5, 2), afirmando que fue decapitado por orden de Herodes Antipas e indicando que esto tuvo lugar en la fortaleza de Maqueronte, y que la ejecución de Juan fue la culpa de una derrota que Herodes sufrió en torno al año 36 d. C.

San Marcos relata (Mc 6:14-29) que Salomé la hija de Herodías (esposa de Antipas) danzó ante Antipas, lo que le gustó tanto que le ofreció que escogiera cualquier cosa como premio. La hija preguntó a su madre, la cual le dijo que pidiera la cabeza de Juan el Bautista. Aunque reacio, Antipas ordenó la decapitación de Juan, y su cabeza le fue entregada a Salomé en un plato.

Salomé con la cabeza del Bautista. Marinari, Onorio. 1680. Óleo sobre lienzo. 142,2 x 127 cm. Minneapolis Institute of Art. Minnesota

Cabeza de san Juan Bautista. Ribera, José de. 1644. Óleo sobre lienzo. 60 x 73 cm. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.(CC BY 3.0)

Muchos académicos han considerado que la historia del arresto, la ejecución y el entierro de Juan puede haberse elaborado para relacionarla con el destino de Jesús.

Tradicionalmente se ha dicho que san Juan Bautista está enterrado en la mezquita de Navi Yahya, en Sebastia (Palestina), lugar que fue visitado por el papa Juan Pablo II en el año 2001.

Mezquita de Navi Yahya, en Sebastia (Palestina). (CCBY 3.0)

Rufino de Aquilea y Teodoreto de Ciro escribieron que el santuario fue profanado bajo el reinado de Juliano el Apóstata, alrededor del 362, y que sus huesos fueron parcialmente quemados.

Parte de las reliquias rescatadas fueron llevadas a Jerusalén y, posteriormente, a Alejandría, donde el 27 de mayo del 395 se colocaron en una nueva basílica construida sobre un templo de Serapis.

En 2010 se descubrieron algunos huesos en las ruinas de la iglesia del monasterio de San Juan el Precursor en la isla búlgara de san Iván, en el mar Negro. Dos años después, tras un análisis de ADN y de datación por radiocarbono, se probó que los huesos pertenecían a un hombre de Oriente Próximo que vivió en el siglo I a. C., por lo que pudieron haber pertenecido a Juan el Bautista.

En la actualidad, los restos se encuentran en un relicario en la Iglesia de san Cirilo y Metodio en Sozopol, en la costa búlgara del mar Negro  

El paño de la decapitación de Juan se conserva en la Catedral de Aquisgrán. La Iglesia ortodoxa dice que son ellos los que poseen las reliquias de san Juan Bautista en un monasterio del bajo Egipto, entre El Cairo y Alejandría.

Catedral de Aquisgrán

Museo Hermandad del Gran Poder

San Juan Bautista. S. XVIII. Anónimo Filipino. Marfil y plata. Museo Hermandad del Gran Poder

Iglesia de san Hermenegildo


San Juan Bautista. Altar Mayor de la Iglesia de san Hermenegildo

Iglesia del Monasterio de San Clemente

En el lado de la epístola, tenemos el espléndido retablo San Juan Bautista, barroco de principios del siglo XVII, con una magnífica imagen del Bautista, en los laterales relieves de la Visitación y el nacimiento del santo, todas obras de Gaspar Núñez Delgado y de Francisco de Ocampo, con pintura y policromía de Francisco Pacheco.

En la parte superior los relieves del Bautismo de Cristo, la predicación y el degollamiento de Francisco de Ocampo.

Retablo de san Juan Bautista
 San Juan Bautista

La Visitación  y El nacimiento del Santo

Bautismo de Cristo y La predicación

El degollamiento

Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

En el Exterior destaca la fachada principal de la iglesia, del siglo XVII, da a la calle Jesús del Gran Poder, presenta un paramento revocado y encalado y diversos azulejos.

Fachada a la calle Jesús del Gran Poder

San Juan Bautista

Iglesia de san Juan de la Palma 

Al final de la nave del Evangelio, un cuadro de “Salomé con la cabeza del Bautista”.

Salomé con la cabeza del Bautista

Iglesia de san Vicente

En la cabecera de la nave de la Epístola se abre la capilla de la Hermandad de las Penas, cerrada con una reja del siglo XVII. 

En el cuerpo inferior del retablo, un lienzo de san Juan Bautista, obra del pintor contemporáneo R. Navas.

Lienzo de san Juan Bautista (Cuerpo inferior del retablo)

En el muro del Evangelio se abre la puerta de la sacristía y encima una obra pictórica de Salomé con la cabeza del Bautista. 

Puerta de la sacristía y cuadro de Salomé con la cabeza del Bautista

Iglesia de Santa Ana

En el muro del Evangelio, San Juan Bautista, retablo barroco de del siglo XVII, imagen atribuida a Martínez Montañés de 1638. 

Retablo e imagen de san Juan Bautista

Capilla de la Divina Pastora de las Almas y Santa Marina

San Juan Bautista. Pared del Evangelio de la Nave Principal


Capilla de San Andrés


San Juan Bautista. Pared dela Epístola

Iglesia de San Andrés

Sobre la puerta de la Capilla Bautismal se sitúa el cuadro el "Bautismo de Cristo", anónimo y fecha no establecida,  bastante dañado.  

Bautismo de Cristo

En el Altar Mayor, discretamente por debajo de san Andrés se sitúan santa Bárbara a la derecha y san Juan Bautista a la izquierda.

San Juan Bautista

Iglesia de San Martín

El retablo mayor es de estilo tardorenacentista y fue proyectado por Vermondo Resta en 1606. 

Retablo Mayor

En el banco, a los lados del tabernáculo, podemos contemplar dos relieves de san Juan Bautista y san Marcos. 

San Juan Bautista

Museo de Bellas Artes


San Juan Bautista. Bermejo, Bartolomé. Hacia 1470. Óleo y temple sobre tabla. 47, 7 x 27,2 cm. Museo de Bellas Artes. Sevilla. Sala I


Retablo de san Juan Bautista. Adán, Miguel. Procede de la Desamortización del Monasterio de las Dueñas. Sala III


Detalle de la Predicación del Bautista


Detalle del Precursor presentando a Cristo


Detalle del Bautismo de Cristo



San Juan Bautista en el desierto. Murillo, Bartolomé Esteban. 1665-1666. Óleo sobre lienzo. 197 x 116 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala V. Procede de la Iglesia del Convento de los Capuchinos


Salomé con la cabeza del Bautista. Caracciolo, Giovanni Battista. Hacia 1630. Óleo sobre lienzo. 112 x 150 cm.  Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala IX

Exposición Focus-Hospital de los Venerables
San Juan Bautista. Martínez Montañez, Juan. 1623-24

Detalle del rostro

Detalle del cordero