lunes, 4 de marzo de 2024

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística  

Pedro Duque Cornejo. 


Nació en Sevilla en una fecha cercana al 15 de agosto de 1678 y fue bautizado en la parroquia de san Julián. 

Hijo del escultor José Felipe Duque Cornejo y de la pintora Francisca Roldán Villavicencio, y por lo tanto nieto de escultor Pedro Roldán y sobrino de Luisa Roldán.

Su formación se llevó a cabo en el entorno familiar, sobre todo en el taller de su abuelo que era el más activo del último cuarto del siglo XVII.

Posteriormente también tendría actividad como retablista, por su relación con los arquitectos Jerónimo Balbás en Sevilla y Francisco Hurtado Izquierdo en Granada.

En 1709 se casó con Isabel de Arteaga en la parroquia de San Juan de la Palma (ver) con la que tendría diez hijos.

Su estudio estaba situado en el número 22-24 de la calle de los Beatos, que actualmente se denomina Duque Cornejo (ver) desde 1859, taller que había pertenecido a su abuelo Pedro Roldán y posteriormente al diseñador Rodríguez Ojeda.

Sus primeras obras fueron realizadas en colaboración con su padre, como las esculturas del retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Soledad en la iglesia de Santa María de la Mota de Marchena.  

Su primer gran encargo lo realizó entre 1706 y 1709 en asociación con el arquitecto de retablos Jerónimo Balbás. Se trata del desaparecido Retablo Mayor de la Parroquia del Sagrario de Sevilla.

En 1711 contrata su primera obra como maestro arquitecto y escultor para el también desaparecido retablo de la iglesia parroquial de san Lorenzo de Sevilla.

Junto a Jerónimo Balbás realizó en 1711 el retablo mayor del oratorio de san Felipe Neri de Sevilla. Tras la desaparición del oratorio en el siglo XIX el retablo pasó a la iglesia del antiguo convento de san Antonio de Padua (ver) y las esculturas se repartieron por diferentes templos.

Retablo Mayor. Iglesia san Antonio de Padua

Posteriormente se traslada a Granada ente 1716 y 1719. En esta ciudad, realizó un grupo de esculturas de la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias para la hermandad de la Esclavitud. 

Por encargo del arzobispo Martín de Ascargorta ejecutó el retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Antigua de la Catedral de Granada, así como las esculturas pétreas y en madera de los pulpitos de dicha catedral, la imagen de la Magdalena Penitente para uno de los ángulos de la Capilla Sacramental y de la Inmaculada y de la Magdalena para las capillas laterales del Sagrario.

Vuelve a Sevilla en 1719 y se convirtió en el escultor predilecto de las elites sevillanas, siendo el arzobispo Luis de Salcedo y Azcona uno de sus principales valedores, contando con el patrocinio de importantes prelados, cabildos catedralicios, nobles y poderosas órdenes religiosas como cartujos y jesuitas.

El arzobispo Luis de Salcedo y Azcona.

Llegó a ser distinguido con el título de escultor de cámara de la reina Isabel de Farnesio, durante la estancia de los monarcas en Sevilla en el llamado Lustro Real (1729-1733). 

Isabel Farnesio, reina de España. Loo, Louis-Mivhel van. Hacia 1739. Óleo sobre lienzo. 150 x 110 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución

De su gran labor podemos destacar:

Inmaculada, donación de Doña Concepción Cano Sánchez, en la sala XI del Museo de Bellas Artes.

Inmaculada

En 1721 realizó la escultura de la Virgen con el Niño, conocida como la “Gran Madre” para la iglesia del colegio de san Hermenegildo que actualmente se conserva en la Iglesia del Sagrado Corazón (ver) de la calle Jesús del Gran Poder.  

Retablo de la Virgen con el niño en los brazos (Virgen Gran Madre)

En 1724 se asoció al arquitecto de retablos Luis de Vílchez   para realizar las cajas de los órganos de la Catedral de Sevilla, ejecutando el grupo de ángeles, alegorías y santos. 

Detalle del órgano de la catedral

En 1725 realiza las imágenes de san José y san Antonio para la capilla del Real Colegio Seminario de san Telmo, así como su portada pétrea. 

En 1727 se encargó de diseñar el altar efímero que se montó en el presbiterio de la Iglesia de la Casa Profesa de los jesuitas para celebrar la doble canonización de san Estanislao Kostka y san Luis Gonzaga.  

De 1728 son las Santa Justa y Rufina (ver) de la Colegiata del Salvador, veneradas desde 1901 en la Catedral.

Catedral de Sevilla

En 1731 recibe el encargo de la realización de la arquitectura y las esculturas de los retablos de la iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla y de la capilla de los Novicios, para los Jesuitas (ver).

Para los retablos colaterales realizó las esculturas de San Francisco de Borja y San Estanislao de Kostka (cuyos dibujos preparatorios se conservan en el Metropolitan Museum of Art )  y para los retablos menores de los machones hizo las esculturas de San Luis Gonzaga, San Juan Francisco Regis y el grupo de la Aparición de la Virgen con el Niño a san Ignacio en la cueva de Manresa.

Los jesuitas también le encargaron obras para otras casas de la provincia Bética, como la “Inmaculada” de 1719 para el colegio de San Teodomiro de Carmona, ​ las esculturas del retablo mayor de la iglesia del colegio de santa Catalina de Córdoba  (1724), ​ el “San Francisco de Borja” de la iglesia del colegio de las Palmas de Gran Canarias   (1732), la “Asunción” de la capilla del colegio de la Asunción de Córdoba (1731-1733), o la “Inmaculada”, sin fechar, que preside el retablo de la antigua iglesia de la Compañía de Cádiz.  

En el decenio de 1730, bajo el patrocinio del arzobispo Salcedo, realizó para el templo metropolitano el pequeño retablo de la capilla de la Asunción, ​ las esculturas del nuevo retablo de la capilla de San Leandro y dirigió las importantes obras de remodelación de la capilla de Nuestra Señora de la Antigua con la ejecución en piedra del sepulcro parietal del arzobispo Salcedo y Azcona, cuyo diseño imita el sepulcro renacentista del arzobispo Diego Hurtado de Mendoza, situado en el lado contrario de la capilla.

Sepulcro del arzobispo Salcedo y Azcona

En 1733, dirige el programa decorativo de la capilla sacramental de la parroquia de santa Catalina (ver), donde se ocupó personalmente de pintar siete medallones al óleo representando a ángeles con atributos eucarísticos. 

Capilla Sacramental. Iglesia de santa catalina. Figuras de ángeles de Pedro Duque Cornejo 


En 1733, el arzobispo Salcedo   también encargó a Duque Cornejo las trazas del retablo mayor de la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de Umbrete, cuya ejecución corrió a cargo del arquitecto de retablos Felipe Fernández del Castillo, aunque las esculturas de este altar y de los retablos colaterales de la iglesia fueron suministradas por el taller de Duque Cornejo.

De 1733 son los Ángeles lampareros de la Iglesia del Hospital de la Caridad (ver).

De 1733 a 1734 es la imagen de san José que presidía la capilla de la Casa Cuna.

De 1736 es la Inmaculada Concepción de la hermandad de los Burgaleses del convento de san Francisco Casa Grande que se conserva en la Iglesia del santo Ángel de Sevilla. 

Inmaculada. Iglesia santo Ángel

En 1737 se documenta el denominado “Cristo de la Sangre”, un crucificado de carácter procesional para Ronda, que ha servido para atribuirle otros crucificados como el “Cristo de Burgos” de Chucena. ​

En la década de 1740 realizó diversos trabajos para la comunidad del monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de las Cuevas, de los que se conservan dos lienzos representando a San Hugo de Grenoble y san Esteban de Die que fueron pintados, junto a otros tres cuadros, para decorar la celda prioral y que se atesoran en el Palacio Arzobispal de Sevilla.

En 1743 realizó una Dolorosa de vestir de pequeño formato para la hermandad del Perdón de Sevilla, hoy en paradero desconocido. ​

En 1747 contrató las esculturas del retablo mayor del monasterio de san Leandro y se especula que también pudo diseñar el retablo.

Imágenes del Altar Mayor de la iglesia de san Alberto.

Imágenes de la capilla Sacramental de la iglesia de san Isidoro.

Esculturas de la capilla Sacramental de la iglesia de san Bernardo.

Figuras del Atar Mayor de la iglesia de la Magdalena, salvo la Santa.

Imagen de la virgen de la Asunción de la parroquia de mi pueblo de Alcalá del Rio.

Virgen de la Asunción. Parroquia de Alcalá del Rio

En 1747 ganó el concurso convocado por el cabildo de la catedral de Córdoba para ejecutar una nueva sillería del coro. Se trata de un conjunto de un centenar de sillas para lo que dirigió un amplio equipo de escultores y entalladores, consiguiendo que no se notaran grandes desigualdades estilísticas o cualitativas. Falleció el 3 de septiembre de 1757, apenas unas semanas antes de la inauguración de esta gran obra.

Coro de la catedral de Córdoba

El cabildo honró su memoria disponiendo su entierro en el interior del templo, costeó una lápida con su escudo de armas en reconocimiento de su hidalguía y se inmortalizó su condición de “célebre profesor de la arquitectura, pintura y escultura”. En el siglo XX, la tumba fue trasladada al centro del coro.