domingo, 31 de marzo de 2024

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Francisco Javier.


Francisco de Jasso y Azpilicueta Atondo y Aznárez nació el 7 de abril de 1506 en el Castillo de Javier (Navarra).  

Su padre era don Juan de Jasso y Atondo, señor de Idocín​, que fue presidente del Real Consejo del Rey de Navarra Juan III de Albret y su madre ​ era doña María de Azpilcueta y Aznárez de Sada, hija de los señores de Javier.

En su niñez se llevó a cabo la conquista del reino de Navarra por parte del reino de Castilla, cuando su familia estuvo muy involucrada en la defensa de la independencia de la primera, viviendo la división de los navarros entre agramonteses y beamonteses.

En 1515, Navarra había desaparecido como reino independiente, tras muchos siglos de existencia, siendo incorporada a la Corona de Castilla del rey Fernando.

En 1516 moría su padre, y tras la muerte del rey Fernando, sus hermanos siguieron conspirando. al ser miembros del ejército de Juan III de Albret, y tas su fracaso, el regente, el cardenal Francisco Ximenez de Cisneros mandó demoler parcialmente su castillo, confiscar sus bienes y condenar a muerte a sus hermanos por alta traición.

Finalmente, con el perdón del Emperador culminaron las consecuencias que la anexión de Navarra había ocasionado a su familia.

Sus primeros estudios se realizaron con su madre y su primo sacerdote Miguel de Azpilicueta. En septiembre de 1528 se trasladó a estudiar a la Sorbona de París, donde conoció al que sería su mejor amigo, Iñigo de Loyola, posteriormente san Ignacio de Loyola, de familia contraria a Francisco en el conflicto de Navarra, y junto a otros cinco compañeros formarían el embrión de la futura Compañía de Jesus

El 15 de agosto de 1534, una vez finalizados sus estudios, juró votos de caridad y castidad y el 24 de junio de 1537 fue ordenado sacerdote.

En 1540, desde Lisboa dará comienzo su labor de misionero siendo nombrado por el Papa como Legado de las tierras del mar Rojo, del golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges. 

Durante 1544 realiza más de veinte viajes de evangelización, algo que continuó realizando los años sucesivos: islas Molucas, Islas de Amborio y Ternate, Baranula (Ceran), islas del Moro, Cochín, India, Molucas y Japón, donde llega el 15 de agosto de 1549.

Viajes de san Francisco Javier

Las playas de las Molucas son el escenario de la popular tradición del milagro del cangrejo, protagonizado por Francisco de Javier. Un día, al ir de isla en isla en embarcaciones rudimentarias, sufren Javier y sus acompañantes una gran tormenta. Para aplacar la tempestad, ora y lanza al agua su crucifijo, sujeto por un cordón. El cordón se rompe, la cruz se pierde en el fondo del mar, y la tempestad se calma. Al día siguiente, cuando atracan en una playa, ven salir del mar un cangrejo que sujeta entre sus pinzas el crucifijo de Javier.

El 3 de diciembre de 1552, a los 46 años de edad, falleció en la isla de Shangchuan (China), afecto de una pulmonía por las condiciones de pobreza y gélido viento frio que azotaba a la isla, acompañado de su fiel amigo de origen chino Antonio de Santa Fe.

Su cuerpo fue conducido a Goa, (capital de la excolonia portuguesa) donde a petición de él mismo quería ser enterrado. Su cuerpo incorrupto se conserva en la Basílica del Buen Jesus de Goa, donde es expuesto a público cada 10 años en una urna de cristal y plata, ​ convirtiendo a Goa en un lugar de peregrinación de devotos de la India independientemente de su religión.

Fue canonizado por el papa Gregorio XV el 12 de marzo de 1622, con el nombre de San Francisco Javier, junto a san Ignacio de Loyola (ver), santa Teresa de Jesús (ver), san Isidro Labrador y san Felipe Neri.

Retablo de San Francisco Javier en la Iglesia de san Luis de los Franceses

Detalle de san Francisco Javier

El retablo de la Iglesia de san Luis de los franceses aloja una talla de Juan de Hinestrosa, que presenta al santo navarro recuperando el crucifijo, durante el episodio comentado de “El milagro del cangrejo”.


En la capilla que aloja a la Hermandad de los Javieres en la iglesia de Ómnium Sanctorum. En el muro izquierdo de la capilla, hay una hornacina donde reside una imagen de Francisco Javier, cotitular de la Hermandad, pero en una segunda visita está ocupada por una pequeña Virgen  

San Francisco Javier predicando a los infieles. Anónimo. Siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. 236 x 160 cm. Real Academia de Medicina  de Sevilla

San Francisco Javier. Taller de Murillo. 1681. Óleo sobre lienzo. 126 x 105 cm. Real Academia de Medicina de Sevilla

San Francisco Javier en el retablo de San Juan Nepomuceno de la Iglesia de san Hermenegildo

Detalle de San Francisco Javier en el retablo de San Juan Nepomuceno de la Iglesia de san Hermenegildo


RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Estanislao de Kostka.

Estanislao Kostka nació en Rostkowwo (Polonia), en el seno de una familia noble, el 28 de octubre de 1550. Su padre, Juan Kostka, fue senador del Reino de Polonia y Señor de Zakroczym. Su madre, Margarita Kryska de Drobni, era hermana y sobrina de los Duques de Mazovia y tía del célebre canciller polaco Félix Kryski. 

Cuando Estanislao tenía 13 fue enviado a Viena, junto con el primogénito y su “ayo”, a un colegio de los jesuitas, donde se educaba a la nobleza austriaca y donde nació su vocación a la Compañía de Jesús, a la que se oponía su familia.

Después de una grave enfermedad, durante la que se habían negado a administrarle el Viático, Estanislao dijo que en pleno proceso febril se le había aparecido santa Bárbara en compañía de dos ángeles y le habían traído personalmente la comunión, y que luego se le había aparecido la mismísima Virgen con el Niño Jesús en brazos, que lo habían curado y le habían dado el encargo de entrar en la Compañía.

El 25 de octubre de 1567 Estanislao se presentó ante el General de la Compañía, Francisco de Borja (más tarde canonizado), y tres días después fue admitido en el noviciado.

El 15 de agosto de 1568, alrededor de las 4 de la mañana, mientras estaba absorto en sus oraciones, falleció de malaria.

Fue beatificado el 14 de agosto de 1605 y canonizado el 31 de diciembre de 1726.

San Estanislao recibe la orden de la Virgen de entrar a la Compañía y recibe la comunión de manos de los ángeles. Padilla, José. Óleo sobre lienzo. 239 x 417 cm. Museo Nacional del Virreinato (CC BY 3.0)


Esta obra presenta dos escenas de la vida de san Estanislao de Kostka divididas por una columna con rocalla. La de la derecha es la representación de Estanislao recostado en una cama, sosteniendo un lienzo con las manos y rodeado por ángeles; uno de ellos le ofrece una hostia sobre un cáliz. En la cabecera de la cama se encuentra una imagen de san José con el Niño, y los pies de ésta, un personaje vestido de color oscuro. En la parte superior de la composición se aprecia, entre nubes, una figura femenina con una custodia en la mano. La escena izquierda presenta también a Estanislao recostado en una cama, al centro de la composición. Frente a él, en un rompimiento de gloria, aparece la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. Esta pintura nos remite al momento en que Estanislao vivía en el palacio del príncipe Kimbercker, luterano muy conocido en Viena. Estanislao enfermó gravemente y, convencido de que moriría y el luterano no permitiría que entrara a su casa un sacerdote católico, se encomendó a santa Bárbara rogándole que se apiadara de él. Cierta noche en la que tuvo delirios, se le apareció la santa llevando en las manos una custodia y una palma. Dos ángeles que la acompañaban se acercaron a la cama del enfermo pra administrarle la comunión. No salía aún de su asombro cuando contempló cómo, entre nubes y querubines, apareció también la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. La Virgen le habló y le dijo que todavía no había llegado el momento de su muerte, que pronto iba a sanar y que era preciso que lograra ser admitido en la Compañía de Jesús.

Esta obra forma parte de una serie realizada para el antiguo colegio jesuita de Tepotzotlán.


En la iglesia de San Luis de los Franceses, el retablo ocupa el brazo lateral de la cruz griega del lado de la Epístola y es gemelo del dedicado a san Francisco de Borja.

El Santo juvenil jesuita se representa portando el Niño Jesús en sus brazos, para recordar, como hemos comentado, la aparición milagrosa de la Virgen que salvó a San Estanislao de una grave enfermedad, entregándole su hijo durante unos instantes, tras lo cual le manifestó su deseo de que entrase en la Compañía de Jesús.

Además de la talla principal, en el retablo se representan numerosas escenas de la biografía del Santo, entre ellas la aparición de la Virgen cuando le pide que ingrese en la Compañía, la aparición de la Trinidad a Estanislao cuando este era solo un niño, su estancia en la cama cuando se encontraba enfermo y se le aparece el Niño Jesús y el episodio en que recibe la comunión de santa Bárbara. 

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Francisco de Regis.

San Francisco de Regis predicando. Houasse, Michel-Ange. Antes de 1722. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado de Madrid. No expuesto (CC BY 3.0)

Juan Francisco Régis, nación en Fontcouverte el 31 de enero de 1597. Hijo de Jean Régis y Marguerite de Cugunhan, estudió en el Colegio Jesuita de Béziers, donde conoció a San Francisco Javier por lo que se convirtió en su discípulo en el mundo de las misiones.

Entró en el noviciado de Toulouse el 8 de diciembre de 1616. Se ordenó sacerdote en mayo de 1630 en Toulouse. Estudió Retórica en Cahors, Filosofía en Tournon-sur-Rhône y Teología en Toulouse.

Trabajó como enfermero en la epidemia de peste bubónica que asoló Toulouse en 1631.

Desarrolló su labor evangelizadora y misionera en las zonas más atrasadas del interior de Francia, predicando y ayudando a los necesitados, recorriendo la región montañosa de Cevenas, donde prácticamente toda la población era hugonote, logrando conversiones al catolicismo y confirmando a otros católicos en su fe.

Además, realizó apostolado entre prostitutas, lo cual hizo que fuese amenazado de muerte e incluso atacado por los proxenetas. Estableció un refugio para las mujeres rescatadas de esto y les facilitó formación en tejeduría de encajes para que pudieran ser independientes económicamente.

Igualmente, recaudaba dinero y comida de la gente próspera para dársela a los pobres.

Creó un grupo de damas pudientes que repartían donaciones en los barrios pobres de la ciudad. Él también pedía limosna y la repartía entre los necesitados. También buscó trabajo a algunos necesitados. Ayudó a los trabajadores a obtener una justicia efectiva, poniéndose en contacto para ello con los magistrados y con el procurador real Poncio Pinot. ​

Organizó una reserva de trigo con la que auxilió a los pobres en la hambruna de 1638 y criticó a los que aprovecharon la ocasión para acaparar trigo: "Aprovechar una calamidad pública para enriquecerse a expensas de los miserables, es una villanía".

Atraía a la gente por su gran bondad y sus palabras sencillas. Su estilo de prédica era sencillo y directo, que lo hacían comprensible para el pueblo sencillo.

El 21 de diciembre de 1640, Juan Francisco y el hermano Bideau se dirigieron a una misión en Lalouvesc. Durante los tres días de camino debieron hacer frente al frío y a un temporal de nieve y el 26 enfermó y falleció a la medianoche del día 31.  

En la iglesia de san Luis de los Franceses, se representa con un crucifijo y a su alrededor diferentes cuadros con episodios de su vida.

En el ático de este retablo vemos la Dolorosa, obra de Pedro de Mena, junto con pinturas sobre su vida.