domingo, 29 de septiembre de 2024

 RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Nuestra Señora de Europa. Iglesia de San Martín.

Retablo de la Virgen de la Europa

Nuestra Señora de Europa o la Virgen de Europa es una advocación a la Bienaventurada Virgen María cuya devoción inició en Gibraltar.  

En el año 711, miles de musulmanes se instalaron en las cercanías del Peñón y lo renombraron “Jebel-Tarik”, es decir, Montaña de Tarik. Junto al mar y en el punto más meridional del lugar edificaron una mezquita.

Durante la ocupación cristiana de 1309-1333, la mezquita fue utilizada como templo cristiano.

En 1333 Gibraltar fue ocupado de nuevo por los musulmanes, que mantuvieron su dominio hasta 1462, año en el que fue reconquistado por Don Rodrigo Ponce de León y Núñez que convirtió la mezquita en Santuario Cristiano en honor de Nuestra Señora de Europa.

Se instaló una estatua de madera policromada en color rojo, azul y dorado de la Virgen sedente y con el Niño en sus brazos, ambos coronados. La Virgen sostiene en su mano derecha un cetro con tres flores que simbolizan el Amor, la Verdad y la Justicia.

Así, el continente europeo fue consagrado bajo la protección de Nuestra Señora de Europa en el siglo XIV desde el santuario en Gibraltar.

En septiembre de 1540 el corsario turco Hali Hamat saqueó el Santuario, pero fue interceptado por la flota española bajo el mando de Bernardino Mendoza, y el rey Felipe II construyó altos muros alrededor de la ermita para su protección

En 1704, Gibraltar fue tomado por la flota británica y el Santuario fue nuevamente saqueado. Las estatuas de la Virgen y el Niño fueron mutiladas y arrojadas al mar, pero sus restos fueron hallados por un pescador que hizo entrega de los mismos al sacerdote Juan Romero de Figueroa, que llevó los restos de la estatua a Algeciras.

La imagen original permaneció en la Capilla de Nuestra Señora de Europa de Algeciras hasta 1864, año en que fue devuelta a Gibraltar y quedó una copia de la misma en Algeciras.

Sin embargo, la imagen de Nuestra Señora de Europa no volvió a su lugar original pues el santuario no fue reconstruido hasta 1962 y la Virgen no volvió a él hasta 1968.

En 1979, el papa Juan Pablo II concedió a Nuestra Señora de Europa el título de Patrona de Gibraltar.

El origen de la devoción en Sevilla se encuentra en el hallazgo de un retablo que representaba la advocación de la Virgen de Europa en las obras de remodelación de una vivienda de la actual plaza de Europa (antigua Costanilla), situada al final de la calle Amor de Dios y comienzo de la de Doctor Letamendi (ver).

El retablo fue colocado en la fachada de la vivienda, y fue adquiriendo devoción entre la población hasta que en 1685 se fundó una hermandad, con capilla propia, por los habitantes del Peñón de Gibraltar tras ser expulsados por los ingleses.

Esta capilla fue derribada, por motivos urbanísticos, a mediados del siglo XIX, y la imagen fue trasladada a san Martin.

En esta iglesia de san Martin podemos encontrar, en el muro del Evangelio, un altar presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Europa, talla de Felipe Martínez (1686) repolicromada en época posterior.

Iconográficamente se podría tratar de una talla medieval, pues la Virgen aparece sedente y coronada a modo de reina antigua, es decir sin las diademas de perlas, globo y cruz de las coronas reales modernas, pero, como hemos comentado, es una talla del siglo XVII, obra de Felipe Martínez, de talla completa, que tiene el Niño al brazo izquierdo, mientras que en la otra mano sujeta un cetro.

Virgen de la Europa
Detalle de la Virgen de la Europa
Detalle de la Virgen de la Europa

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Humanistas

Diego Ortiz de Zúñiga.

Retrato póstumo del aristócrata e historiador Diego Ortiz de Zúñiga (1633-1680), que fue caballero de la Orden de Santiago y Veinticuatro de Sevilla. Esta obra es una copia realizada en 1751 del original que pintó Bartolomé Esteban Murillo hacia 1653, y procede del antiguo colegio agustino de San Acacio, que fue convertido posteriormente en biblioteca municipal, y al que fue donado por el nieto del historiador Diego Ortiz de Zúñiga, llamado José Ortiz de Zúñiga, que era marqués de Montefuerte. (CC BY 3-0)

Nació en una familia noble que llegó a la capital andaluza durante la Reconquista, en el siglo XIII.

Hijo del caballero de la Orden de Calatrava, Capitán de Infantería y Veinticuatro de Sevilla (ver) Juan Ortiz de Zúñiga y de Leonor Luisa del Alcázar y Zúñiga.

La casa en la que se crió, según documentos notariales, iba de la Plaza de San Martín al Pozo Santo.

También pasó parte de su vida en la actual calle Jesús del Gran Poder (ver). Concretamente, en la antigua farmacia militar, actualmente convertida en dependencias de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía.

Estudió en el colegio jesuita de la iglesia de San Hermenegildo que estuvo activo entre mediados del siglo XVI y finales del XVIII. En su formación y su interés por la historia, fue pieza clave su tío José Maldonado y Saavedra, erudito, estudioso e investigador de antigüedades.

Con tan sólo siete años, sus padres solicitaron su ingreso en la Orden de Santiago y, después de verificadas las pruebas necesarias, se celebró la ceremonia en Sevilla en 1640.

Al cumplir los veinte años se le concedió una plaza de Veinticuatro en el Cabildo hispalense, por Cedula Real fechada en Madrid el 8 de septiembre de 1653:” Por ser caballero hijodalgo, notorio de sangre y caballero de la orden de Santiago".

En 1657, contrajo matrimonio con Ana María Caballero de Cabrera, hija de Diego Caballero de Cabrera, Veinticuatro de Sevilla, Caballero de la Orden de Santiago, y de su esposa María Jerónima Caballero de Illescas.

En su casa solían celebrarse tertulias a las que asistían hombres versados en letras y artistas de reconocido prestigio en la época.

Tenía una biblioteca que acumuló una extensa biblioteca de “más de mil cien libros”. Un número considerable para una época en la que el rey, Felipe IV, contaba con una biblioteca personal de algo más de “dos mil libros”. Parte de su producción, entre la que se encuentran obras poéticas, narrativas y genealógicas, se puede encontrar en la Institución Colombina.

Pero además de bibliófilo, Ortiz de Zúñiga era un importante coleccionista de pintura, pero sus colecciones están repartidas por distintos lugares del mundo, destacando una Virgen del Rosario actualmente ubicada en Londres o un retrato de Murillo.

Amigo de Miguel de Mañara, el 11 de julio de 1665, solicitó su ingreso en la Hermandad de la Caridad, confirmándose el día 17 de septiembre tras el informe emitido por tres hermanos. Su relevancia en el seno de la corporación llegó hasta ser uno de los miembros de la comisión, en la que también estaba Murillo, que eligió a Pedro Roldán para realizar el retablo mayor de la iglesia de San Jorge.

Además, por su condición de veedor de la armada, estuvo estrechamente vinculado a la Casa de la Contratación; y, por su amistad con el duque de Medinaceli, a la Casa de Pilatos, de la que fue alcaide.

Por encargo del pariente mayor de la casa de los Ortizes de Sevilla, Alonso Ortiz de Zuñiga, II Marqués de Valencina, realizó una obra genealógica de su linaje titulada “Discurso Genealógico de los Ortizes de Sevilla” que abarca desde la conquista de Sevilla en 1248 hasta el 1680, que se conserva en la Biblioteca Nacional de España. 

Pero su obra más importante y que le ha convertido en el mayor cronista de Sevilla es “Annales Eclesiásticos y Seculares de la muy Noble y muy Leal Ciudad de Sevilla, Metrópoli de Andalucía”, que contiene sus más principales memorias desde el año de 1246 hasta el año de 1671. Libro editado por Juan García Infanzón, en la Imprenta Real, Madrid en 1677, y dedicado a Juan Francisco de la Cerda, VIII duque de Medinaceli, Adelantado Mayor y Notario Mayor de Andalucía, Alguacil Mayor de Sevilla, descendiente del santo rey Fernando III de Castilla y León, conquistador de Sevilla en 1248.

También escribió e hizo imprimir “Posterioridad de Juan de Céspedes, Trece y Comendador de Monasterio en la Orden de Santiago” y empezó a redactar su obra “Teatro genealógico de los Céspedes de Sevilla” que no llegó a concluir. ​

Falleció en 1680 a la edad de 44 años y fue enterrado en la capilla de la Iglesia de San Martín de Sevilla (ver), pues pidió ser enterrado a los pies de la que fue su mayor devoción mariana: la Divina Enfermera, a la que define como “el sujeto de mi honesto trabajo y estudio”

Iglesia de san Martín

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas 

Fray Leopoldo Alpandeire.

Fray Leopoldo Alpandeire. (CC BY 3.0)

Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez (Fray Leopoldo de Alpandeire), nació el 24 de junio de 1864 en Alpandeire, pueblo de la comarca de la Serranía de Ronda, provincia de Málaga, en el seno de una familia humilde y trabajadora.

Sus padres, Diego Márquez y Jerónima Sánchez, eran labradores que poseía tierras propias y ellos mismos realizaban las faenas agrícolas cultivando cereales y almendros, así como algún ganado caprino.

Poco se sabe de su primera formación en la escuela del pueblo, pero su instrucción escolar debió consistir únicamente en los estudios primarios.

Toda su infancia y juventud transcurrió en Alpandeire dedicado a faenas agrícolas, salvo el periodo de servicio militar (1887-1888), que realizó en el Regimiento de Infantería Pavía en Málaga.

Con motivo de las fiestas celebradas en Ronda, en mayo de 1895, en honor del beato Diego José de Cádiz por su beatificación, tuvo la oportunidad de oír las predicas de dos capuchinos que le impactaron fuertemente y le decidió a dedicarse a la vida religiosa.

Así en el verano de 1899, con la ayuda de un sacerdote, consiguió que el provincial de los capuchinos de la recién restaurada provincia de Andalucía, padre Ambrosio de Valencina, le admitiera en la Orden, como hermano lego, ingresando en el convento de los capuchinos de Sevilla a la edad de 35 años.

Así, el 16 de noviembre de 1899, vestía el hábito capuchino en el convento de Sevilla, y al año siguiente (1900), el mismo día, emitía los votos simples, cambiando su nombre por el de fray Leopoldo de Alpandeire.

Tras destinos sucesivos en Antequera, Granada y de nuevo Sevilla, el 21 de febrero de 1914 fue trasladado definitivamente al convento de Granada, donde pasó el resto de su vida.

En Granada desempeñó la función de fraile limosnero, lo cual le obligaba a recorrer, con la alforja al hombro, la ciudad y los pueblos de la provincia solicitando donativos.

Con el tiempo su figura se hizo muy popular, y empezó a ser conocido como "el humilde limosnero de las tres Ave Marías", porque así eran las oraciones que dedicaba a quienes le pedían su bendición.

El día 9 de febrero de 1953, sufrió una fractura del fémur, como consecuencia de una caída casual y quedó imposibilitado para seguir su vida de limosnero. Desde ese momento se dedicó exclusivamente a la oración y a la intercesión por las necesidades de todo el mundo. Finalmente, el 9 de febrero de 1956 murió en el convento de Granada y sus restos mortales descansan en la cripta de la iglesia de los Padres Capuchinos de Granada.

El 12 de septiembre de 2010 fue beatificado, en una misa solemne, con una asistencia multitudinaria, en la Base  Aérea Militar de Armilla en Granada, en nombre de Benedicto XVI.

Iglesia de Capuchinos (ver)

Imagen del Beato Fray Leopoldo en la portería del Convento

Nave de la Epístola. Tramo de Fray Leopoldo de Alpandeire

Fray Leopoldo de Alpandeire con un  niño