RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Humanistas.
Francisco Rioja.
Francisco Rioja nació en
Sevilla en 1583 en la calle Castellar (ver), hijo de Antón García Rioja y de
Leonor Rodríguez, fue bautizado en la iglesia de Ómnium Sanctorum (ver).
Cursó en Sevilla la carrera
de Jurisprudencia y la carrera eclesiástica con estudios de Teología y
Humanidades, siendo clérigo en 1594 de órdenes menores.
Al ser amigo y protegido
del III conde de Olivares y I duque de Sanlúcar la Mayor, Gaspar de Guzmán, más
conocido como Conde-Duque de Olivares, se trasladó a Madrid como “sesudo
abogado y confidente”, según Gregorio Marañón (1936), “redactor de cámara” para
corregir los documentos del Conde-Duque, bibliotecario del rey Felipe IV y “cronista
“de su Majestad, llegando a pertenecer al Consejo de la Inquisición Suprema
(ver).
Fiel a su protector,
cuando este cayó en desgracia el 15 de enero de 1643, lo acompañó a su villa madrileña
de Loeches, pero cuando se trasladó a Toro parece ser que Rioja no le siguió,
sino que se retiró a Sevilla.
En Sevilla, mantuvo
relación literaria con Lope de Vega, Juan Pérez Montalbán, Cervantes y muchos
personajes de la aristocracia, así fue elogiado por Cervantes en su “Viaje del
Parnaso” (1614) y por Lope de Vega en la epístola “El jardín de Lope de Vega.
Al Licenciado Francisco de Rioja”, incluido en “La Filomena” (1621).
Ocupó un lugar preferente
en los círculos cultos de la ciudad de Sevilla, entre los que destacaba el
taller del pintor Francisco Pacheco (ver). Así, en el “Discurso de Rioja” defiende la
pintura de Cristo Crucificado con cuatro clavos introducida por Pacheco y
seguido por su yerno Diego Velázquez y el pintor recogió los escritos de Rioja
en el volumen “Tratados de Erudición de varios autores” (1631, Biblioteca
Nacional de España).
Escribió obras en prosa y
poemas a árboles y plantas, por lo que fue llamado “El poeta de las flores”. También
escribió al rio Guadalquivir o a las ruinas de Atlántica e Itálica.
Pero, en 1654 el Cabildo sevillano le designó agente suyo en Madrid por lo que tuvo que volverá residir en Madrid donde falleció el 28 de agosto de 1659.