RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Virgen del Transito. Monasterio de Nuestra Señora de Consolación (Las Mininas de Triana).
La Virgen del Tránsito es una representación de la
iconografía bizantina de la Virgen dormida que espera el tránsito hacia el
cielo (ver).
En Sevilla las imágenes de la Virgen del Tránsito están
representadas en el Hospital del Pozo Santo, en el Convento de Santa Rosalía,
en el del Santo Ángel y en las Mínimas de Triana.
En la iglesia del Monasterio
de Nuestra Señora de Consolación, más conocido como las Mínimas de Triana, habitualmente se expone el 15 de agosto, pues el resto del año se encuentra en la
clausura del cenobio, en el coro bajo del citado
convento.
A
pesar de no contar con la correspondiente documentación que acredite la
autoría, el historiador Salvador Guijo atribuye esta talla al
escultor sevillano José Montes de Oca y León (1676-1754), hipótesis que se apoya en
los paralelismos, por razones estéticas, estilísticas, iconográficas y técnicas,
que muestra esta escultura con otras de dicho autor como la Virgen
Comendadora del Convento de San José o la Virgen de los Dolores de Villanueva
del Ariscal.
Se trata
de una talla en madera, ejecutada a partir
de un armazón, con los pies naturalizados, los brazos tallados desde los codos
hasta las manos y el busto de la cabeza.
Se representa con los ojos cerrados, el ceño relajado y sin fruncir, la boca cerrada y un
característico hoyuelo en la barbilla, mostrando a una mujer que duerme
plácidamente.
Las manos, de
delicada talla y elegante traza, están unidas sobre el pecho sin entrelazar, salvo los dedos pulgares.
Desgraciadamente,
la obra queda completamente
descontextualizada por los repintes sobre la policromía original que
desvirtúan la elegancia de la pieza.
La
imagen posee una cama del siglo XIX, donde esta recibe culto el día de su
solemnidad, el 15 de agosto, ejecutada en madera decorada con oro fino y
marmoleada en tonos grises.
Esta cama
se expone cubierta por una sábana de ricos bordados, así como las almohadas
sobre las que apoya su cabeza.
La Virgen se muestra vestida con
saya, manto y toca ricamente bordados, siendo visibles bajo la saya sus pies,
que calzan unos delicados zapatos de plata. Completa su iconografía la corona
de plata que porta en su cabeza, que nos la presenta ya antes de su Asunción
como Reina de cielos y tierra.
