RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
San Roque.
No existe
acuerdo entre los historiadores sobre el año de nacimiento de San Roque. Según
la tradición, nació en Montpellier hacia el año 1295, mientras que
otras versiones lo trasladan al siglo XIV,
entre los años 1348 y 1350.
Era hijo del
gobernador de Montpellier, Jean Roch de La Croix y su nacimiento fue
consecuencia de un milagro de la Santa María Virgen, pues sus padres no podían
tener hijos.
Quedó
huérfano a los veinte años y decidió vender toda la herencia familiar para
entregar los beneficios a los pobres, con el deseo de seguir en la pobreza a
Jesús y también de enseñar la fe cristiana, y hacer una peregrinación
a Roma con la intención de visitar los santuarios.
Con la
llegada de la peste negra, puso todos sus conocimientos sobre Medicina que había
aprendido en su ciudad natal, al servicio de los enfermos.
En la zona de
la Toscana, Roque se hospedó en la ciudad de Acquapendente y, en el hospital,
se puso a servir a todas aquellas personas que estaban infectadas de la peste,
logrando curaciones admirables e inexplicables. La tradición popular refiere
que curaba a muchos enfermos con solo hacer sobre ellos la señal de la cruz. A
los que morían, él mismo les hacía la sepultura, pues nadie más se atrevía a
acercarse a los cadáveres por el miedo a contagiarse de la peste.
En la ciudad
de Piacenza contrajo la enfermedad y se retiró a un bosque de las afueras de la
ciudad, para no contagiar a los vecinos
Se cuenta, que en el bosque recibía cada día la visita de un
perro que le llevaba un panecillo, que el animal tomaba cada día de la mesa de
su amo, un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli.
Un día el amo
decidió seguir a su perro y encontró al pobre moribundo, se lo llevó a casa, lo
alimentó y le curó. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de
aquél hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó,
decidió peregrinar como él.
Otras versiones refieren que la curación definitiva de Roque
fue gracias a la aparición de un ángel. Las leyendas populares afirman que fue
el mismo perro quien le curó, lamiéndole las heridas.
Una vez
curado, Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, pero en el norte de
Italia, en el pueblo Angera, a orillas del lago Maggiore, unos soldados, lo
arrestaron acusándolo de espionaje. Fue encerrado y moriría en prisión entre
los años 1376 y 1379, con 32 años de edad.
Aparece representado en las artes plásticas
vestido de peregrino con bordón, sombrero y capa, con una llaga en una pierna,
siendo la más habitual la izquierda, y acompañado de un perro, que suele llevar
un pan en la boca, llamado Rouna, o un ángel, aunque a veces son representados
ambos.
Es patrono de la enfermedad de la Peste.
Es patrono de la ciudad de Santiago de
Compostela desde 1518 año en el que la ciudad estaba asolada por la peste y
se encomendó al Santo con la promesa de que lo erigirían en patrono de la
ciudad. El Voto es renovando el 16 de agosto de cada año en el que acude la
Corporación Municipal a la capilla de San Roque a presidir la misa solemne y la
procesión.
Museo del Prado
Museo de Bellas Artes
San Roque. Ayala, Bernabé de. Hacia 1672. Óleo sobre lienzo. 220 x110 cm. Museo de Bellas Artes. Sala VI
Iglesia de los Terceros
En el brazo derecho del
crucero, el retablo del Cristo de la Humildad y Paciencia, y en el
lateral derecho la imagen de san Roque.
Detalle de San Roque
La Capilla
Sacramental está presidida por un retablo de
azulejos y ladrillos, imitando el estilo mudéjar, en la hornacina central se
sitúa el Nazareno Nuestro Padre Jesús de la Salud,
obra de 1.636 de Felipe de Ribas y en una de las hornacinas laterales se sitúa
la imagen de san Roque atribuida a Duque Cornejo (ver).
Detalle del retablo
Detalle del perro de San Roque
Capillita de San José
En las calles laterales del Altar Mayor, imágenes de San
Juan Bautista y San Juan Evangelista y sobre ellos los relieves de San
Sebastián y San Roque.
San Roque
Iglesia de San Román
El retablo mayor, obra de gran interés tanto por su categoría
artística como por su historia material.
En el espacio central del segundo cuerpo se ubica la
escultura de san Román, obra moderna de Francisco Berlanga, de 1998. A los
lados de san Román tenemos pinturas de san Sebastián (izquierda) y san Roque
(derecha).
San Roque
Iglesia de San Jorge (Hermandad de la Santa Caridad)
San Roque. Roldán, Pedro. 1673-1674. Madera tallada, dorada y
policromada. Hermandad de la Santa Caridad
Integrando el
retablo mayor de la iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad de Sevilla,
en una hornacina de la calle izquierda, se encuentra la imagen de San Roque,
fruto de la colaboración de Pedro Roldán, asistido por su hija Luisa (quizás en
facciones y manos), y Juan Valdés Leal, autor de la policromía. Se dispone de
forma simétrica e invertida al San Jorge, como se aprecia por el bastón de
peregrino contrapuesto a la lanza de este.
En este caso,
Pedro Roldán se ajusta a la iconografía tradicional del santo, que materializa
a tamaño monumental para representar a quien estaba considerado como patrón de
los apestados, los viajeros y los peregrinos, respondiendo a una historia en la
que se mezcla la leyenda y la devoción popular.
Pedro Roldán
sintetiza toda esta hagiografía presentando al santo vestido de peregrino
medieval, con una túnica con esclavina, una capa que remonta su brazo
izquierdo, el característico sombrero de alas anchas de los peregrinos colgando
del cuello por la espalda y portando un bordón. Reafirma esta condición
peregrina el presentar sobre la esclavina dos conchas, símbolo de peregrinación
generalizado en el Camino de Santiago, aunque su destino fuese la Ciudad
Eterna. Valdés Leal reafirma la condición de pobreza franciscana elegida por el
santo en la policromía aplicada a los paños, reducida a sencillos y pacientes
rajados horizontales para sugerir un humilde tejido de tela de estameña.
Detalle de san Roque
Otra constante
en las representaciones de San Roque es levantar su túnica para mostrar una
llaga o úlcera en una pierna como víctima de la peste, gesto que Pedro Roldán
incorpora en la pierna derecha colocando al lado la figura infantil de un ángel
(otro elemento muy frecuente en su iconografía), figura que ejerce como
intercesora y símbolo de la protección divina.
Detalle de la pierna, con la ulcera, y el ángel
A los pies de
San Roque reposa el perro que sujeta un pan en la boca y levanta la cabeza
ofreciéndolo al santo, recordando el pasaje en que el animal hurtaba a diario
el pan de la mesa de sus amos para llevarlo hasta el bosque en el que se había
aislado San Roque para no contagiar a nadie. Este hecho llamó la atención de su
dueño, quien siguiendo los pasos del perro encontró al santo enfermo y lo llevó
a su casa para ser atendido y curado. Por otra parte, hay que considerar que la
presencia del pan como alimento para la subsistencia, adquiere una
significación eucarística.
Detalle del perro
Mención
especial merece la policromía aplicada por el pintor Juan Valdés Leal,
colaborador de Pedro Roldán en algunas de sus obras y caracterizado por emplear
sutiles elementos decorativos propios. Una de las aportaciones más destacadas
de Valdés Leal a la obra de Roldán son las exquisitas carnaciones que incorpora
a las tallas del escultor para potenciar su trabajo, con un tratamiento formal
cercano a la pintura de caballete, especialmente destacable en los rostros,
manos y partes del cuerpo, con una maestría que supera las policromías de las
obras de Roldán
El trabajo del
rostro de San Roque se encuentra entre lo mejor realizado por el escultor,
siendo llamativo el modo de tallar los cabellos, en los que abandona la talla
con detalle utilizada para establecer mechones convincentes para sustituirlos
por otros más indefinidos en los que únicamente juega con los volúmenes para
establecer un efectista claroscuro.
Detalle
del rostro
Detalle de la mano derecha
