ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
La fuente de Mercurio en la plaza de san Francisco.
En la plaza
contigua al convento Casa Grande de san Francisco, existía una fuente publica,
desde tiempos medievales, conocida como “Pilar de san Francisco”, que
suministraba agua a un amplio sector de la ciudad.
En 1526 el
Emperador Carlos V celebra en Sevilla su boda con la infanta Isabel de
Portugal, por lo que la ciudad se convierte en el centro del gran imperio donde
“no se ponía el Sol”. Por ello, se realiza la trascendental reforma urbana que
afectó a esta plaza, según las directrices de Diego de Riaño, que incluía la
construcción del nuevo Ayuntamiento y el diseño de una fuente que se contempla
en los planos de 1528 pero que no se llegó a construir.
En 1573 el
Conde de Barajas (ver) es nombrado Capitán General y Asistente de Sevilla y a
pesar de las dificultades económicas, obtuvo los recursos para realizar
importantes reformas urbanas, tales como eliminar la Laguna de la Feria o de la
Cañaveria (ver), restaurar algunas de las puertas de la ciudad (puerta del Osario, Postigo del Aceite, Puerta
de la Carne, Puerta de Carmona, Postigo del Carbón, Puerta de Jerez), reparar
las canalizaciones de la Fuente del Arzobispo, reparar las murallas que servían
de muro de contención a las frecuentes subidas del Guadalquivir con las
consiguientes arriadas, sustituir el
muelle situado junto a la Puerta de san Juan por otro de nueva construcción
junto a la Torre del Oro y ordenó crear la fuente de Mercurio en 1576,
actualmente colocada en la plaza de San Francisco delante del edificio del
Banco de España.
Esta fuente primitivamente se colocó en la
zona central de la plaza, delante del Ayuntamiento, y consistía en un balaustre
central con dos tazas superpuestas de jaspe y un pilón de mármol, rematada por
la figura de Mercurio (Argifontes) con espada en alto con la mano derecha y
caduceo en la otra, en relación con las actividades de su entorno, tales como
la Cárcel Real, la Audiencia y el Ayuntamiento.
La figura de Mercurio era obra de Asencio de
Maeda (autor de su primer trazado), Diego de Pesquera (autor de la primera
figura de Mercurio), Bartolomé Morel y el Maestro Ocaña (el fundidor del
Giraldillo, quienes se encargaron de fundirla y dorarla en bronce
respectivamente), ajustándose a los patrones tipológicos de las fuentes monumentales
exentas del Renacimiento y fue restaurada en
1655 por Pedro Sánchez Falconete.
En 1712 se sucedieron unos problemas de
abastecimiento de agua y fue derribada por unos manifestantes, como describe
Justino Matute: “Mucho incomodó a Sevilla la falta de agua de los caños de
Carmona, que duró por más de quince días, desde el 22 de junio, a causa de
haberse roto trece arcos de su acueducto frente al monasterio de san Benito.
Impaciente la gente por creer que la obra duraba más de lo que debía, derribó
una noche la fuente, en cuya caída se rompió la taza y lastimó el pilón”.
En 1717 fue reformada totalmente por el cantero Juan Fernández Iglesias, que la dotó de un pedestal
cruciforme de piedra sobre el que se elevaba un balaustre octogonal y un
capitel compuesto por cuatro mascarones en forma de cabeza de león, como
surtidores que vertía el agua a cuatro veneras y colocó una copia del Mercurio
original desaparecida en el motín de 1712.
Justino Matute
lo refiere: “El 7 de noviembre empezó a correr la fuente de la plaza de san
Francisco que construyó el maestro cantero Juan de Iglesias, natural de Burgos,
toda de piedra, con un giraldillo de bronce en su remate, que se doró a fuego”.
“Este giraldillo, era una nueva figura de Mercurio, ya que el anterior desapareció
durante los disturbios”.
En 1833 fue desmontada por
orden del Asistente Arjona y el Mercurio se trasladó a una fuentecilla de los
Jardines de las Delicias, después a la casa los Levíes, a la de los Pinelos y
más tarde a los Jardines de Murillo y al Alcázar.
En 1850, en su
lugar se instaló otra fuente, de autor desconocido, conocida como “La fuente
del Pato”, porque el surtidor principal emula a un pato, pero en 1855 es trasladada
a la Alameda de Hércules (ver), posteriormente al Prado de san Sebastián, a la plaza
de las Mercedarias y finalmente a su ubicación actual en la plaza de san
Leandro.
La
Pila del Pato en su ubicación original ABC
Pila del pato en la plaza San Francisco
“Pila del Pato” en su actual ubicación en plaza San Leandro
Finalmente, en 1974 se
construyó la fuente actual, por el arquitecto Rafael Manzano Martos, situándola
delante de la fachada del Banco de España para no perder la amplitud de la
plaza.
La fuente recupera el modelo del siglo XVIII, gracias a un dibujo de 1830 del francés Nicolás Chapuy.
Se trata de una fuente realizada en caliza que presenta una alberca circular levantada sobre un graderío y un pilar central con un remate escultórico de bronce y los surtidores que vierten agua.
Se corona por el antiguo “Mercurio”, protector
del comercio, que levanta una espada con su mano derecha y lleva un “caduceo”
en la izquierda, como mensajero de los dioses, compuesto por dos serpientes
enrolladas en torno a una vara y unas pequeñas alas, que solían llevar los
heraldos o mensajeros y que constituye un regalo de Apolo.
En la mitología romana, mercurio (en latín,
Mercurius) era un importante Dios del mar, hijo de Jupiter y de Maia Maiestas. Su
nombre está relacionado con la palabra latina “merx” (mercancía). La mayoría de
sus características mitológicas se prestaron del Dios griego análogo Hermes,
mensajero y dios del comercio.
El añadido “Argifontes” significa matador de Argos. Dice la leyenda que Argos es un monstruo gigante que nunca duerme porque tiene cien ojos y cincuenta siempre están abiertos. Argos tenía prisionera a una bella doncella convertida en novilla. Zeus (Jupiter), Rey del Olimpo, se enamora de la doncella y encarga a su hijo Mercurio que la libere, para ello, Mercurio se disfraza de pastor y se dirige a la guarida del monstruo tocando la flauta y consigue que el monstruo entre en sopor por la belleza de la música, cerrando todos los ojos, momento que aprovecha para cortarle la cabeza con su espada.