ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA
Conde Barajas
Nació en Madrid hacia 1520.
Hijo de Juan Zapata Osorio (V señor de Barajas. La Alameda, Rejas y
Torrejoncillo), y de María Cisneros (sobrina del cardenal Cisneros al ser hija
de su hermano Juan Jiménez de Cisneros y Leonor de Zapata).
No se conocen los comienzos de
su carrera en la corte, pero parece que fue Regidor del Cabildo Municipal de
Madrid y Comendador de la villa de Guadalcanal, mediando con el administrador
de las minas de plata de la localidad.
De 1567 a 1573 fue Corregidor de
Córdoba y coincidiendo con la peste bubónica de Sevilla ordenó tapiar todas las
puertas de la ciudad, excepto la puerta del Puente y la del Rincón para
controlar e impedir que pudiera entrar algún enfermo.
En relación con la guerra de
las Alpujarras, participó en la pacificación del territorio y en la deportación
de los moriscos.
Por la asistencia de Felipe II
y el cardenal Espinosa a las Cortes Generales, celebradas en la ciudad en 1570,
en relación con la rebelión de los moriscos, mandó construir la puerta del
Puente, las fuentes del Vizconde, la de la plaza del Salvador y la del Potro y
realizó la Alameda del Corregidor.
De nuevo en la corte realizó
funciones de Mayordomo Mayor de la Reina participando en el bautizo del
príncipe don Fernando el 16 de diciembre de 1572.
En 1572 al heredar el estado
nobiliario de su padre recibió, de manos de Felipe II, el titulo de Conde, con
la Grandeza de España y fue nombrado miembro del Consejo de Estado desde 1573.
De 1573 a 1579 fue
nombrado Capitán General y Asistente de Sevilla, donde, a pesar de las
dificultades económicas, obtuvo los recursos para realizar importantes reformas
urbanas.
Eliminó la Laguna de la
Feria o de la Cañavería (ver), ocasionada al desviarse el curso del
Guadalquivir, pues ya tenía experiencia al realizar obras hidráulicas durante
su estancia en Córdoba, convirtiéndola en la Alameda de Hércules, uno de los
lugares públicos más significativos de la época, sitio de reunión y recreo de
la aristocracia y burguesía del momento.
Óleo
que plasma la vida en la Alameda de Hércules a mediados del XVII. Anónimo de
1650
Restauró las fachadas de algunas de las puertas de la ciudad:
La puerta del Osario, así
denominada, al parecer, por la existencia de un cementerio musulmán extramuros,
fue reconstruida en 1573.
Puerta Osario poco tiempo antes de su derribo
En el Postigo del Aceite,
entrada del aceite a Sevilla, por lo que se cobraba un impuesto, realizó
reformas en 1573 y colocó el escudo de armas de la ciudad.
Reformó totalmente la
Puerta de la Carne en 1577, colocando una lápida con inscripciones en latín de
agradecimiento a Zapata por la reforma. Esta puerta era una de las principales
por la entrada de la carne a la ciudad, cobrándose un impuesto.
Reformó la Puerta de Carmona entre
1576 y 1578, dándole más amplitud y carácter monumental y estético y colocando,
igualmente, una lápida en latín en agradecimiento por la reforma. Por esta
puerta entraba trigo, vino y hortalizas cobrando el impuesto correspondiente.
De ella salía el antiguo camino de Sevilla a Carmona y a ella llegaba el acueducto
de los Caños de Carmona, desde donde se distribuía el agua al resto de la
ciudad.
Litografía de la Puerta de Carmona hacia 1840, según dibujo de Jenaro Pérez Villaamil
En el Postigo del Carbón en
1573 ordenó colocar un escudo con las armas reales.
En la Puerta de Jerez en 1578 mandó
colocar una placa, que actualmente se conserva en el chaflán entre las calles
de Maese Rodrigo y la Puerta de Jerez, con la inscripción: “Hércules me
edificó, Julio Cesar me cercó de muros y torres altas, y el rey santo me ganó
con Garci Pérez de Vargas”.
Reparo las canalizaciones de la
Fuente del Arzobispo, que, junto al acueducto de los Caños de Carmona,
proporcionaba el agua potable a los vecinos de Sevilla.
Reparó las murallas que servían
de muro de contención a las frecuentes subidas del Guadalquivir con las
consiguientes arriadas.
Mandó sustituir, en 1574, el
muelle situado junto a la Puerta de san Juan por otro de nueva construcción junto
a la Torre del Oro.
Ordenó crear la fuente de
Mercurio en 1576, actualmente colocada en la plaza de San Francisco delante del
edificio del Banco de España. La figura original de Pesquera y Maeda fue
fundida en bronce por Bartolomé Morel, el fundidor del Giraldillo, y la fuente
se situó en el centro de la plaza y delante del Ayuntamiento. Fue restaurada en
1655 por Pedro Sánchez Falconete y reformada totalmente en 1717 por Juan Fernández
Iglesias. Fue desmontada en 1833 por el Asistente Arjona y el Mercurio se
trasladó a una fuentecilla de los Jardines de las Delicias y más tarde al Alcázar.
Finalmente, en 1974 se construyó la fuente actual por el arquitecto Rafael
Manzano Martos y se volvió a coronar con el antiguo Mercurio.
En 1577, inició las obras de adaptación
de tres naves de las Atarazanas para ubicar la Aduana.
Intentó, aunque no lo
consiguió, trasladar la Mancebía desde el Arenal a otro lugar más alejado de la
ciudad.
Ubicación
estimada de la Mancebia de Sevilla, en el plano actual de la ciudad
También fracasó en su intensión
de construir un puente permanente entre Sevilla y Triana que sustituyera el musulmán
puente de barcas.
Por su acertada labor urbanística en Sevilla obtuvo el
reconocimiento de los ciudadanos, y aún hoy, la céntrica calle Conde de Barajas (ver) de Sevilla recuerda con su nombre la figura y dedicación a mejoras en la
ciudad de este importante asistente.
Fue acusado, falsamente de corrupción y fray Diego de Chaves, confesor real, se negó a dar la absolución al monarca Felipe II mientras mantuviera a Zapata en sus cargos., por lo que renunció todos sus cargos en 1592 y se retiró a sus posesiones en Barajas y falleció el 20 de septiembre de 1594, siendo enterrado en la capilla Mayor del convento de franciscanos descalzos de Nuestra Señora de la Concepción fundado por el en 1586.