RUTAS POR SEVILLA: Ruta de las Cruces
La Cruz de la Retama
En
relación con la Iglesia de san Julián (ver), la plaza de la Cruz bien pudiera
corresponder al que fue cementerio de la collación, donde en 1600 solicitaban:
"Que en el Cementerio della ay gran muladar y perros muertos, de que biene
daño a la salud, piden se pinten de cruzes, porque se le escuse las ofensas a
Dios que alli se fazen".
En
1649, en memoria de los allí sepultados a raíz de la peste padecida por la ciudad,
se colocó una cruz de hierro, que en 1735 se rodeó con una baranda del mismo
material, sería “la Cruz de la Retama”, nombre que hace alusión a las retamas o
hiniestas entre las que, a finales del siglo XIV, el caballero mosén Per
de Tous encontró la imagen de la Virgen con el Niño en brazos (ver), con un letrero
en latín que decía: “Sum Hispalis de sacello ad portam quae ducit ad Corduvam”
(“Soy de Sevilla, de una capilla junto a la Puerta que conduce a Córdoba”).
Cuando
los enterramientos pasaron al Cementerio Municipal (1853), la plaza se
convirtió en un espacio público y la cruz pasó a estar adosada a la pared del
templo de san Julián.
Y
en la pared del evangelio estaba situada en 1932 cuando el templo fue prácticamente
destruido en un incendio provocado (ver).
En 1938, Don Luis Ybarra y Osborne, mayordomo de la Hermandad del Silencio, solicitó dicha cruz al ayuntamiento al encontrase en un templo derruido.
Primariamente, fue emplazada en el
atrio de la Iglesia de san Antonio Abad, hasta 1959 en que dejó este sitio, para colocar la imagen de san Cayetano, y pasó al interior del compás en un retablo diseñado
por el arquitecto Antonio Delgado Roig.
En la plaza adyacente a la Iglesia de san Julián actualmente se levanta una Cruz sobre una peana de ladrillo revestido, bastante deteriorada.
Distintos
autores han coincidido en definir a ésta como plaza de pueblo: Romero Murube la
llamaba “plaza del pueblo Grande” (Sevilla en los labios), y Manuel Barrios
exclamaba en Sevilla, lirio y clavel:
i
Plaza de pueblo andaluz
casitas
limpias y blancas
y
el sol, que acaricia y besa
sus
geranios y albahacas·! ...