lunes, 21 de agosto de 2023

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Flamenca

Salón Zapico 

Desde los años 20 del siglo XX hay noticias de la ubicación del “Salón Zapico” en el número 17 de la calle Leonor Dávalos, que fue adquirido por José Martínez Quijano, propietario del también desaparecido bar de toreros “Los Tres Reyes”.

En este salón actuaron primeras filas del flamenco como La Malena, Carmen de la Rosa Heredia o Angelita Fernández, aunque era un cabaret/baile, no un lugar para espectáculos flamencos. En 1971 pasó a denominarse “La Conga” recibiendo lo mas mundano de la Alameda y alrededores hasta que fue cerrado en 1977.

Salón Zapico

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística

Juan Roelas

La calle Roelas se dirige desde la calle Medina a Hombre de Piedra.

En 1868 fue rotulada como Roelas en relación con el linaje nobiliario sevillano que vivió en sus cercanías.

Efectivamente, la familia de los Roelas era de gran rango dentro de la vida sevillana (ver). Tenían su casa en la calle Santa Ana donde actualmente está la Casa-Palacio de los Marqueses de Medina, conocida como Palacio del Infantado, donde había, en aquel entonces, en lugar de la casa un callejón, que unía Santa Ana con la calle Hombre de Piedra, y desde ahí se prolongaba hasta el callejón de las Becas y la calle Lumbreras, siendo todo este largo trayecto llamado Calle del Arquillo de los Roela, pues la calle entera pertenecía a esta familia, teniendo a un lado su casa palacio, y a la otra acera las caballerizas, vivienda de sus criados, y un jardín con su huerta.

En 1957 se le antepuso el nombre de Juan por el pintor Juan de Roelas (1560-1625), pero posteriormente se retiró.

Respecto a Juan de Roelas, son muy escasos los datos fidedignos sobre su biografía, a pesar de ser un artista relevante de la pintura española y sobre todo del desarrollo del arte sevillano. Por ello, ha sido confundido con el canónigo carmelita sevillano y contemporáneo Fray Juan de Ruelas, autor del tratado “Hermosura corporal de la Madre de Dios” publicada en 1621.

Las publicaciones de unos poderes notariales, por Hernández del Hoyo, parecen situar su nacimiento en Flandes hacia 1570 y que debió formarse inicialmente como pintor en su patria, con estancia de algunos años en Venecia, aunque no existen documentos que certifiquen su estancia en Italia.

De los documentos notariales de 1594 se deducen que Juan de Roelas, flamenco de nacimiento, era hijo del pintor Jaques de Roela, de la misma nacionalidad y que desde esa fecha vivían en una casa alquilada en Valladolid y trabajaba para el Duque de Lerma hasta 1602.

En 1598, estuvo colaborando, en Valladolid, en la decoración del catafalco para las exequias de Felipe II, que se erigió en su universidad, como en otras ciudades. 

Gravado del túmulo del rey Felipe II en Sevilla

En 1604, obtuvo una prebenda (ver) del Conde-Duque de Olivares y desde esa fecha, y bajo su protección, se instala en Olivares, localidad muy cercana a Sevilla. En esas datas debió de recibir las órdenes sacerdotales, pues aparece ejerciendo de capellán en la Colegiata de Olivares y a partir de 1606 figura como capellán de la Iglesia del Salvador de Sevilla.

En este año de 1606 pinta “La Circuncisión “del altar mayor de la iglesia jesuita de la Anunciación, y “El Martirio de san Andrés” que se encuentra en el museo de Bellas Artes de Sevilla, y el “Transito de san Isidoro” en el año 1613.

Retablo de la Iglesia de la Anunciación



Martirio de San Andrés. Roelas, Juan.1606-1610. Óleo sobre lienzo. 520 x 346 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla.


Tránsito de san Isidoro. Retablo-Marco del Altar Mayor. Iglesia de san Isidoro de Sevilla

El cuadro “El Tránsito de San Isidoro” está dividido en dos partes claramente definidas: la terrena, en la que san Isidoro aparece sostenido por uno de sus compañeros, y rodeado por una serie admirable de retratos de personajes, que asisten a su tránsito al cielo. Estos retratos, ejemplo de la mejor pintura naturalista de aquel tiempo, son la parte más significativa de la obra. La parte superior, la celestial, es de un cromatismo más luminoso: tiene a la derecha un grupo de ángeles musicantes, tan propios de las grandes obras de Roelas, que anuncian el esplendor de la gloria. En la parte más alta, Cristo y la Virgen esperan también la llegada del espíritu del Santo, con sendas coronas en sus manos para coronarlo. Esta doble descripción en un solo cuadro de la parte terrena y celestial, son propias de este pintor de la Escuela Sevillana del XVII.


En 1616, Juan Roelas se traslada a Madrid aspirando conseguir el nombramiento de pintor del Rey y al mismo tiempo ejercer como capellán. De esta fecha es la “Alegoría de la Inmaculada Concepción” realizada para donársela al rey por ser gran defensor del dogma que enfrentó a franciscanos y dominicos. 

Alegoría de la Virgen Inmaculada, Roelas, Juan. 1616. Óleo sobre lienzo.  323,5 x 195 cm. Museo Nacional de Escultura

Al no conseguir sus aspiraciones, en 1621 regresa a su antigua capellanía en Olivares, para compaginar su trabajo de pintor con sus obligaciones como canónigo de la Colegiata de Olivares, donde está enterrado tras su fallecimiento en 1625.

La Asunción de la Virgen. Atribuido a Roelas, Juan. Último cuarto del siglo XVI- Primer cuarto del siglo XVII. Óleo sobre tabla. 294 x 202. Museo del Prado. No expuesto

El Triunfo de San Gregorio. Roelas, Juan de. 1608. Ushaw Collage. Dirham (Inglaterra). 

Retablo de Santiago. Catedral de Sevilla

Santiago en la batalla de Clavijo. Roelas, Juan de. 1612. Capilla de Santiago. Catedral de Sevilla

Niño Jesús Salvador. Roelas, Juan de. Hacia 1610. Museo de Bellas Artes de Sevilla 


El cuadro nos muestra a San Bernardo de Clairvaux, uno de los santos más importantes de la Iglesia Católica, en una visión mística rodeado de ángeles y seres celestiales.

La liberación de san Pedro. Roelas, Juan de. 1612. Iglesia de san Pedro. Sevilla

Martirio de San Serapio. Roelas, Juan de. Óleo sobre lienzo. Hacia 1612. 204 x 247 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Procede del Claustro mayor del convento de la Merced Calzada


Serapio (1179-1240) fue un militar irlandés que, tras haber participado en las Cruzadas a las órdenes de Ricardo Corazón de León, continuó su militancia cristiana en lucha contra los musulmanes al lado del rey castellano Alfonso VIII. Conoció a San Pedro Nolasco y, ya como mercedario desde 1222, se dedicó a la redención de cautivos del Magreb, acabando él mismo preso en 1240 en tierras del islam. Allí fue martirizado sobre una cruz en aspa. Tras extraerle las entrañas, momento explícito que recoge la pintura, le arrancaron las extremidades. Se convirtió así en el protomártir de la Orden mercedaria


Santa Ana enseñando a leer a la Virgen. Roelas, Juan de. Hacia 1615. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Procede del Convento de la Merced Calzada tras la desamortización de 1840.

La Gloria. Roelas, Juan. 1615. 9,92 x 7,51 cm. Sacristía de los Cálices de la catedral de Sevilla

Cristo Ejemplo de Mártires. Atribuido a Roelas, Juan. Hacia 1615. Óleo sobre lienzo. 118 x 154 cm. Museo del Prado. No expuesto

La venida del Espíritu Santo. Roelas, Juan de. Hacia 1615. Museo de bellas Artes de Sevilla

La venida del Espíritu Santo, procede del Hospital del Espíritu Santo de Sevilla, tras la desamortización de 1840. Obra de gran aparatosidad y riqueza de color. En la parte inferior de la escena se sitúa la Virgen sentada en el centro y rodeada de los apóstoles en el momento de la llegada del Espíritu Santo como así lo indican las llamas sobre sus cabezas. En la zona superior, en rompimiento de gloria, rodeada de nubes y querubines, aparece la Paloma del Espíritu Santo tal y como se relata en los Evangelios que sucedió en Pentecostés.

Jesús camino del Calvario. Roelas, Juan. Hacia 1620. Museo de Bellas Artes de Sevilla

Detalle del rostro de Jesús

Resurrección de Santa Leocadia. Roelas, Juan de. Hacia 1620. Hospital del Niño Jesús. Madrid