AREA DE SAN ANDRÉS
Capilla de San Andrés.
En la actual
Calle Orfila número 3 (antigua calle de Quebrantahuesos), a principios del
siglo XVI se fundó una Institución Sanitaria, que se encargaba de socorrer a los pobres de la ciudad, por el
gremio de alarifes, arquitectos y maestros de obra, alrededor de una ermita
previamente existente, la ermita de San Andrés.
En 1836 se ve
afectada por la Desamortización de Mendizabal, y en 1868, durante la Revolución
“La Gloriosa” (ver), fue expropiada, aunque a los ocho años fue devuelta al
gremio de los alarifes.
En 1692,
se fundó la hermandad de Santa Lucía y se fusiona con hermandad de la Virgen de
Regla, conocida como de los “Panaderos”, por incluir a numerosos miembros de
este gremio. En 1896, esta
hermandad se fusiona a la de los
alarifes de San Andrés, convirtiéndose su capilla en la sede de la hermandad.
En 1762, la
capilla del hospital de San Andrés (lo único que queda de él en la actualidad)
fue sometido a una profunda reforma, atribuida a Ambrosio de Figueroa, que le
dio su aspecto actual, pues se levantó su espadaña y se construyó su cúpula
interior polilobulada.
Ambrosio de Figueroa (ver) fue hijo legítimo
del insigne arquitecto Leonardo de Figueroa y hermano de Matías, de los que
aprendió el oficio para desarrollar una obra en la que son habituales el uso
del ladrillo, las pilastras y la alternancia de frontones curvos y rectos. Intervino
en otros importantes proyectos en la ciudad como la iglesia
de San Jacinto en Triana o la portada y capilla pública del Monasterio de la
Cartuja en Sevilla .
EXTERIOR
Presenta una fachada de
ladrillo avitolado, delimitada en sus extremos por sendas parejas de pilastras
toscanas de orden gigante.
La Portada es de traza clasicista,
tiene rasgos manieristas y se fecha hacia el primer tercio del XVII y se
atribuye al ensamblador, escultor y
arquitecto
Diego López Bueno.
Posee vano adintelado, flanqueado por
pilastras pareadas de orden toscano, que sostiene un entablamento con frontón
curvo partido.
Portada
En el centro una hornacina que aloja una imagen
tallada en piedra del cuerpo completo del apóstol San Andrés, de autor
desconocido y fechable en el segundo tercio del Seiscientos.
Hornacina con San Andrés
Detalle de san Andrés
Encima, un gran óculo que aporta la luz al recinto.
A ambos lados dos retablos cerámicos del pintor y ceramista Antonio
Kiernam que representan a las imágenes titulares de la Hermandad de los
Panaderos, asea Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento y
María Santísima de Regla.
Nuestro
Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento
María
Santísima de Regla
La imagen de Nuestro Padre Jesús del Soberano
Poder que se muestra en el retablo no se corresponde con la actual, tallada por Castillo Lastrucci en
1945, sino que representa a la que previamente fue titular de la hermandad, atribuida a Luisa Roldán, y que
hoy día reside en la parroquia de
la Juncal bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús Cautivo en su Soledad.
Según el profesor José Roda Peña la foto que
inspiro el dibujo de la Virgen de Regla pudiera ser de los años 20 en la que se
aprecia la saya que bordara Juan Manuel Rodríguez Ojeda
Los retablos tuvieron tejaroces de estilo
regionalista que fueron retirados en 1961 debido a problemas de conservación,
pero los faroles que iluminan los azulejos son los originales que han sido
conservados hasta la actualidad.
Una pequeña espadaña corona el hastial, atribuida
al arquitecto Ambrosio de Figueroa en la década de 1760, aunque es posible
considerar la posibilidad de que su ejecución se produjera durante la segunda
década del Setecientos, en relación con la inscripción que presenta la campana,
indicando que fue fundida en 1716.
Es una espadaña de un cuerpo, un vano y una
campana, blanca con decoración de azulejos azules y ladrillos rojos. Tiene un
balcón con baranda de hierro. Está
situada sobre el tejado a los pies del templo. Tiene un basamento con
decoración de formas geométricas, rectángulos y rombos cajeados en el centro,
con fondos azules y verduguillos de cerámica vidriada.
Pilastras cajeadas de orden toscano adosadas a las
jambas, decoradas con verduguillos de barro vidriado. Arco de medio punto con
impostas. Sobre las pilastras, en el friso, triglifos en rojo. Las enjutas del
arco, revestidas de azulejos azules decorados con una faja de línea cortada en
blanco.
Encima de esto un frontón trilobulado sobre
cornisa saliente, y el timpano decorado con la cabeza de un angelote de
cerámica vidriada blanca. Sobre el frontón tres dados cajeados, el central
termina en una cruz latina de hierro y veleta.
En los frentes laterales de las jambas presenta
cartabones terminados en curvas salientes en la base, presenta una decoración
de cerámica azul en forma de volutas.
Espadaña
Detalle
del angelote de la Espadaña
INTERIOR
El Interior de tamaño pequeño es de planta cuadrada. El elemento más destacado
es la bóveda gallonada, apoyada sobre pechinas, asentándose sobre cuatro arcos
escarzanos que apean sobre una moldura y cornisa volada perimetral.
Bóveda
Arranca de un tambor polilobulado del que parten ocho plementos o sectores triangulares entre radios que confluyen en un florón central de yesería, con pinturas murales que representan a los cuatro evangelistas, San Juan, San Mateo, San Marcos y San Lucas y los cuatro doctores de la Iglesia Latina, San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Agustín.
San Juan y San Mateo
San Marcos y San Lucas
San Ambrosio y San
Gregorio Magno
San
Jerónimo y San Agustín
Muro de la Epístola
En el muro de la Epístola destacamos,
la pila de agua bendita, un mármol dedicado José López Nogueras y los cuadros de san
Pedro, san Juan Bautista y la Aparición de la Virgen a San Agustín, copias de
Murillo.
Panorámica del muro de la Epístola
Mármol dedicado José López Nogueras
Pila de agua bendita
San Pedro
La
Aparición de la Virgen a San Agustín
Seguidamente, el retablo del apóstol
San Andrés (ver). Es una escultura de talla completa que representa a San Andrés con
sus dos símbolos más característicos, con la mano derecha sostiene el libro que
lo caracteriza como Apóstol y con su mano izquierda soporta uno de los extremos
de la cruz aspada en la que fue martirizado. Aunque su autoría permanece en el
anonimato, por sus rasgos estilísticos y morfológicos debe considerarse como
una obra sevillana de la segunda mitad del siglo XVII, atribuido a Pedro
Roldan.
Retablo del apóstol San
Andrés
Apóstol San Andrés
Detalle de la cara del
apóstol San Andrés
Debajo, al lado del arco de medio punto
que da acceso a la capilla mayor, una imagen de la inmaculada o la Virgen con
el Niño.
La inmaculada y la Virgen con el Niño
Presbiterio
Sobre el arco toral que da acceso al
Presbiterio se coloca un tríptico de formato mixtilíneo, con la inmaculada en
el centro y ángeles a los lasos portando los síntomas marianos del espejo y la
escalera. Es atribuido a Juan Ruiz Soriano, discípulo de Murillo, del siglo
XVIII (ver).
Frontal
del templo y acceso al Presbiterio
Tríptico
La capilla mayor es rectangular, de
pequeño tamaño y acoge al Retablo Mayor y en los laterales, dos puertas que
conducen a la Sacristía y a dependencias de la Hermandad.
El Retablo Mayor actual es el
tercero.
El primero fue contratado por el pintor
Luis de Valdivieso en 1564 y comprendía la escena de la Quinta Angustia (Jesús
muerto en brazos de la Virgen, acompañado por San Juan y la Magdalena) en el
centro y, a los lados, tablas de San Andrés y San Lorenzo y El Martirio de san
Andrés en el banco.
El segundo de los retablos es obra de
José Guillen con dorado realizado por Juan Moreno en 1753. Era de estilo
barroco y de un solo cuerpo, con estípites que separaban tres calles. Estaba
presidido por una talla de San Andrés atribuida a Pedro Roldan, con pequeñas
tallas de San José y de San Serafín de Montegranario. Debido a una masiva
afectación por xilófagos fue desmontado
en 1978.
El retablo actual es de la empresa
“Sucesores de Castillo Lastrucci” en estilo neobarroco, con dos pilastras
corintias enmarcando el cuerpo central y con la zona superior de forma
semicircular.
Destacamos la puerta del Sagrario
Retablo Mayor
Puerta del Sagrario
En este retablo se
sitúan habitualmente las imágenes de los titulares de la Hermandad del
Prendimiento o de “Los Panaderos”.
La imagen de
Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento es obra cumbre de la
producción del escultor Antonio Castillo Lastrucci (ver), en 1945.
Se trata de una imagen de candelero
para vestir que mide 1,74 m. de altura, de pino de Flandes (ver).
Representa el momento en el que Jesús, habiendo recibido el beso de Judas, se muestra dispuesto a ser prendido revestido de Su majestad.
Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento
Sus ojos miran al infinito, y el ceño
fruncido contribuye a destacar la entrega del momento en que realmente comienza
la Pasión.
Detalle del rostro de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en
su Prendimiento
Esta talla vino a sustituir a otra de
gran valor artístico, titular de la hermandad durante siglos, atribuida al
círculo de Pedro Roldán, imagen hoy es venerada en la parroquia de la Juncal
bajo la advocación de “Cautivo en su soledad”.
Fue restaurada por Castillo Lastrucci en 1965, y posteriormente
en 1973 y 1994 por sus discípulos Adolfo Castillo y José Pérez Delgado. En 2014
tuvo lugar la última intervención a cargo de Enrique Gutiérrez
Carrasquilla.
La imagen de María Santísima de Regla
Coronada es obra anónima del siglo XVII atribuida clásicamente al círculo de
Pedro Roldán siendo muchos los expertos que han identificado la impronta de
Luisa Roldán (La Roldana) (ver).
Se trata de una talla de candelero realizada
en ciprés que mide 1,68 m. La cabeza gira hacia la derecha y la mirada se
dirige hacia abajo, y llora con mesura con sus ojos de cristal, recorriendo su
rostro dos lágrimas una en cada mejilla mientras sus labios, entreabiertos,
dejan ver los dientes tallados que son perlas divinas.
Sus manos se encuentran semicerradas,
portando en la derecha el pañuelo con el que limpiar su llanto y, en la derecha
la espiga sobredorada que la convierte en Reina de los Panaderos.
Fue realizada una remodelación de la
mascarilla por Juan de Astorga en 1821. Gumersindo Jiménez Astorga intervino en
1877. Sebastián Santos actuó sobre la policromía en 1949. Luis Álvarez Duarte
en 1971 sustituyó el candelero y en 1972 colocó un nuevo perno para la corona.
José Pérez Delgado en 1979 restauró el busto. La última restauración es llevada
a cabo por Enrique Gutiérrez Carrasquilla en 2005-2006. Existe constancia de
otras dos intervenciones llevadas a cabo en 1825 y 1938 si bien no se conoce a
los autores de las mismas ni en que consistieron.
Fue coronada canónicamente el 26 de
septiembre de 2010 por el Excmo. y Rvdmo. Arzobispo de Sevilla Don Juan José
Asenjo Peregrina.
María
Santísima de Regla Coronada
Detalle
del rostro de María Santísima de Regla Coronada
San Juan Evangelista es una talla de
Gumersindo Jiménez Astorga de hacia 1877.
San Juan Evangelista
Detalle del rostro de San Juan Evangelista
Muro del Evangelio
Panorámica del muro del Evangelio
Al lado del arco de medio punto que da
acceso a la Capilla Mayor se puede observar una talla de San Judas Tadeo con
sus atributos habituales, el hacha y el libro.
San Judas Tadeo
Encima una copia de la Trinidad de
Murillo.
Trinidad
A continuación, formando chaflán, está
situado el grupo escultórico de San José con el Niño Jesús, del que no he
conseguido ninguna información.
Altar de san José con el Niño
San José con el Niño
Detalle de San José con el Niño en sus brazos
Seguidamente, El santísimo Cristo del
Perdón. Es una talla de Manuel Martín Nieto de 2010, donada por un hermano
anónimo y pertenece a la Hermandad de los Panaderos.
Está realizada en madera de cedro y
mide 1,92 metros. Su anatomía es bastante realista y destaca su cabeza en que
impresiona la dulzura de su mirada
A los pies del crucificado una talla
anónima del siglo XVIII de la Inmaculada, que hemos mostrado anteriormente en
la pared de la epístola del arco toral del Presbiterio.
Altar del Cristo del Perdón
Detalle del INRI
Detalle de la posición de los brazos
Detalle de la mano izquierda
Detalle del rostro
Detalle del rostro
Detalle del Paño de Pureza
Vista frontal de los pies
Vista lateral de los pies
Inmaculada
Sobre el crucificado se ha colocado una
pintura con la escena de “La curación del ciego por San Andrés”.
La curación del ciego por San Andrés
A los pies del templo se presenta el
coro.
El coro
A lo largo de todo
su perímetro se disponen los azulejos del Vía Crucis.