AREA DE REGINA-ENCARNACIÓN-SAN PEDRO
Calle Alhóndiga
Tiene un trazado norte-sur y es considerada como parte del Cardo Maximus de la Hispalis Romana, integrado por Abades, Corral del Rey, Cabeza del Rey Don Pedro y Alhóndiga, que terminaba en la puerta de la muralla romana a la altura de Santa Catalina. Este eje fue posteriormente prolongado hasta la puerta de la Macarena a través de Bustos Tavera y San Luis.
Al menos
desde el s. XIII se denomina calle de la Alhóndiga,
al largo tramo comprendido entre la iglesia de Santa
Catalina y la plaza de San Leandro, ya que allí se ubicaba la “Alhóndiga
del Pan”.
Las
alhóndigas (palabra derivada del termino árabe “Al-fondac”) eran
construcciones típicas de las ciudades
andalusíes cuya función era la de servir de almacén y mercado de los principales productos de consumo, y de todas ellas la más importante fue siempre la mencionada “Alhóndiga
del Pan”.
El tramo que va de
San Leandro a Boteros era conocido durante
los siglos XIV y XV como calle de la Espartería, por la presencia de estos artesanos, y más tarde, con seguridad desde 1602, pasó a llamarse Tiro.
En 1868 se acordó extender la denominación
de Alhóndiga, por un lado, a
parte de la antigua
calle de Santa Catalina (un corto tramo entre la
iglesia y Gerona) y, por otro, a Tiro.
En la década de 1930
fue abierta la calle Juan de Mesa, lo que alteró sustancialmente la perspectiva de esta vía en su primer tramo, al
dejar exenta la iglesia de Santa Catalina, que quedo por
completo al descubierto. Como testimonio de la antigua morfología de esta calle
queda la estrechez que va desde la Iglesia de Santa Catalina hasta la esquina
con Gerona, tramo de calle que aún sigue rotulada como calle Alhóndiga.
La estrechez que va
desde la Iglesia de Santa Catalina hasta la esquina con Gerona es el testimonio
de la antigua morfología de esta calle, con este pequeño tramo que aún sigue rotulada
como Calle Alhóndiga.
El Cristo de la
Fundación de la Hermandad de los Negritos tras dar la vuelta por la Plaza de la
Paja o Ponce de León y salir de la estrechez de la Calle Alhóndiga en busca de
la Calle Imagen. A la derecha el edificio del antiguo Juzgado y al fondo la torre
de la Iglesia de santa Catalina
La ubicación de la alhóndiga ha marcado
la historia de esta calle, caracterizada por el continuo tránsito de carruajes, por la permanente ocupación de la vía
con mercancías y
animales, por la existencia de “Posadas y Mesones”
de mulos, por lo que se trasquilaba y herraba a las bestias de carga en
plena calle, y por la existencia de una población transeúnte de carácter
pendenciero, considerada por Mateo Alemán como punto de referencia de
vagabundos y gentes de mal vivir.
Comparación
de una fotografía actual con otra de finales de los años 40. En la calle
Alhóndiga, por el hueco que se abre entre sus abigarrados edificios asoma la
barroca y un tanto "oriental" torre del viejo Convento de los
Trinitarios Descalzos, sede actual de la Hermandad del Cristo de Burgos.
En el número 4 un azulejo recuerda al gran
capataz Manuel Santiago Gil. Y las esquinas con Botero y Descalzos están
protegidas con “GuardaCantones”.
Esquina calle Alhóndiga- Boteros. No es infrecuente encontrar figuras pintadas en relación con los "Guarda Esquinas"