RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Virgen de Valvanera.
La Virgen de Valvanera es una advocación mariana venerada en la sierra de la Demanda, en la
comunidad autónoma de La Rioja (España), de la cual es patrona.
La historia de su aparición se narra en la “Historia Latina”, redactada en 1419
por Rodrigo de Castroviejo, abad del monasterio de Valvanera. Este texto es una
traducción de un manuscrito en latín del siglo XII atribuido al poeta Gonzalo
de Berceo.
La leyenda sobre el origen de la devoción a la Virgen
de Valvanera comienza con Nuño Oñez, un bandolero originario de Montenegro.
Dedicado a asaltar viajeros en los caminos, vivía con su hijo en una cueva a
orillas del río Najerilla, cerca de Anguiano. Un día, su hijo perdió la vida al
intentar recoger agua del río desde la cueva. Este trágico suceso provocó una
profunda transformación en Nuño, quien, arrepentido, comenzó a orar
fervorosamente.
En otra versión del relato, se dice que al intentar
robar a un hombre humilde que rezaba, Nuño quedó tan conmovido que pidió ayuda
a la Virgen María para cambiar de vida.
En respuesta a sus súplicas, un ángel se le apareció
durante la oración, indicándole que debía ir a Valvanera y buscar un roble
singular del que brotaba una fuente y donde se encontraban varios panales de
abejas. Allí, bajo ese árbol, encontraría la imagen de la Virgen.
Nuño emprendió el viaje acompañado por el sacerdote
Domingo de Brieva. Ambos recorrieron caminos difíciles y superaron numerosos
obstáculos naturales hasta llegar al lugar señalado por el ángel.
Tal como se les había revelado, encontraron la imagen
sagrada bajo el roble y, en el último tercio del siglo IX, erigieron un altar
en honor a la Virgen. Con el tiempo, aquel sencillo altar dio origen a un
pequeño oratorio, que siglos después evolucionaría hasta convertirse en el
actual Monasterio de Valvanera,
donde la imagen se conserva y es venerada por la comunidad benedictina.
Después de cumplir su misión, Nuño se retiró a vivir
como ermitaño en una cueva cercana, donde llevó una vida de oración hasta su
muerte. Según la tradición, el sacerdote Domingo fue guiado por unas
misteriosas luces hasta el cuerpo sin vida de Nuño, y en ese momento, las
campanas del monasterio comenzaron a sonar solas, como si anunciaran su
fallecimiento.
Una piadosa leyenda popular sostiene que, hacia el año
1000, el Niño Jesús representado en la imagen de la Virgen tenía la mirada
dirigida hacia la derecha y hacia abajo, en actitud contemplativa hacia los
fieles. Se cuenta que una joven pareja recién casada, durante la noche en la
sacristía del santuario, comenzó a besarse justo en el ángulo de su mirada.
Como gesto de rechazo al acto considerado inapropiado en ese lugar sagrado, el
Niño desvió milagrosamente su rostro hacia la izquierda y nunca volvió a su
posición original. Por esta razón, algunas representaciones muestran al Santo
Niño con un libro abierto en el que puede leerse la frase: "Voltió Cristo el rostro, por no ver un
sacrilegio."
La imagen de la Virgen de
Valvanera es de madera policromada y mide unos 60 centímetros de altura. Es de estilo
románico, con rasgos bizantinos, datado entre finales del siglo X y el siglo XI.
La Virgen aparece sentada en
actitud de reina, con la pierna derecha más atrás que la izquierda de la que ve
sus pies calzados con sandalias. Sostiene al Niño Jesús en su rodilla
derecha y su mano derecha sostiene delicadamente el torso de Jesús. En su mano
izquierda muestra delicadamente, a la altura de su pecho, su maternal corazón,
coronado con una flor silvestre blanca que pareciera ser una Cistus
salviifolius, común en la península ibérica, que simboliza las gracias y
favores que ella concede a sus hijos. El pedestal hexagonal dorado
recuerda el color de la miel que brotó del tronco en que fue hallada
la imagen y representa el gozo de la divinidad.
El Divino Niño, sostiene en su
mano izquierda un evangeliario que aprieta en su pecho junto a su
corazón, mientras que, con la mano derecha, con un gesto lleno de ternura, da
la bendición. La posición de los pies, girados en sentido contrario
al cuerpo, conceden a la talla una gran originalidad.
Virgen de Valvanera (ver) ( crédito CC BY 3.0)
En Sevilla, el antiguo monasterio benedictino de San
Benito (actualmente parroquia homónima y antes situado extramuros) albergó
desde tiempos remotos en su retablo mayor la imagen de la Virgen de Valvanera.
Una antigua congregación de castellanos le rendía
culto desde hace siglos. En 1725, sus reglas fueron aprobadas oficialmente por
el arzobispo Salcedo, quien además se convirtió en su protector y Hermano
Mayor. Esta hermandad formaba parte del conjunto de cofradías gremiales de la
ciudad, con una notable vinculación al gremio de los mercaderes de paños y
lencería.
Cuando la comunidad benedictina se disolvió, la
Hermandad decidió trasladarse en 1855 a la iglesia de San Alberto, argumentando
la lejanía del barrio de la Calzada. Como no pudieron trasladar la imagen
original, encargaron una nueva que es la que actualmente se venera en dicha
iglesia.
Pero en 1875 volvió a resurgir la primitiva Hermandad
del templo de San Benito, que en 1884 queda establecida de nuevo como
Congregación de Señoras. Carácter que todavía conserva hoy, aunque los varones
también pueden ingresar-
En 1992, bajo la presidencia de doña Adoración Montes
Clavijo y la dirección espiritual del párroco don José Salgado, se recuperó el
culto externo. Posteriormente, el 23 de febrero de 2001, durante un cabildo de
elecciones, se aprobó una reforma de sus estatutos para adaptarse a la
normativa diocesana, permitiendo por primera vez la participación de hombres en
la Junta de Gobierno. A pesar de este cambio, la Hermandad volvió a quedar
presidida por una Hermana Mayor, aunque ya sin que ello sea un requisito
obligatorio o excluyente.
Se trata, probablemente, de una hermandad única en
Sevilla, pues ha contado con dos imágenes titulares idénticas en templos distintos
y, aunque tradicionalmente conformada por señoras, no excluye a los hombres de
participar activamente en su vida interna.
Iglesia de san Benito
Es una imagen sedente,
con el Niño Dios en brazos sobre un águila, figuran ante una chueca hueca
donde apareció y a sus pies las figuras de sus descubridores los ermitaños
Padre Domingo sacerdote de Brieva y el salteador arrepentido Nuño Oñez, tallas
anónimas de hechura más moderna (quizá s. XIX o principios del XX). El conjunto
equivale claramente a un “Misterio de Gloria”.
Virgen
de Valvanera
Iglesia de san Alberto
Preside la capilla de la Virgen de Valvanera,
anteriormente de San Antonio de Padua. En el muro del Evangelio. En el ático se
representa la escena de “La coronación de la Virgen” y en las calles laterales
se representan a los evangelistas San Mateo, San Marcos, San Lucas y San
Juan.