AREA DE MACARENA-FERIA
Calle Inocentes
De Clavellinas a Maravillas (Entre Feria y San Luis).
En un documento de 1429 se identifica como calle de Trastorna, por Juan
Carda Trastorna que residía en ella. En los padrones de 1438 y 1451 se le
conoce con el nombre completo de esta persona.
En el plano de Olavides (1771) se denomina Cuesta de Nanina,
probablemente una mala transcripción porque en documentos del siglo XIX aparece
como Cuesta de la Niña.
En la “Guía General de Forasteros” de Montero de Espinosa (1823) se cita
una calle de la Rosa junto a la Cuesta de la Niña.
También en la primera mitad del siglo XIX se nombra como Callejón de los
Locos. González de León comenta la existencia de una calle de Infantes a la
entrada del Callejón de los Locos y Moreno Gálvez llama Plaza de los Infantes
al primer tramo. En documentos de 1588 y 1751 se denomina Calleja del Caño de
los Locos o de los Inocentes o Ssitio del Caña de los Locos y Corral del Moral.
En 1845 desaparecen todos estos nombres y se la rótula oficialmente
Inocentes, como recuerdo del Hospital de este nombre o de los Locos, a cuya
espalda terminaba la calle.
HOSPITAL DE LOS INOCENTES
La fundación del Hospital Real de San Cosme y San Damián, también
conocido como Hospital de los Inocentes o Casa de los Locos, se remonta, según
Collantes de Terán, a los días de la conquista de Sevilla por Fernando III,
aunque algunos estudios indican que se debe, en 1436, a Marcos Sánchez de
Contreras, quien aparece como su administrador en la bula de Inocencio VIII de
1488, que aprueba su fundación. También se refiere su fundación al año 1488 por
los Reyes católicos. Fue reedificado en 1696, ampliado en 1789 y trasladado al
Hospital de ls Cinco Llagas en 1841, quedando como Hospicio. Actualmente es un
Centro Deportivo Municipal. Según González de León sobre la puerta existía una
lápida con una inscripción:
“REYNANDO EN CASTILLA LOS SS REYES CATOLICOS D. FERNANDO Y D. YSABEL EN
EL AÑO 1488 SE FUNDÓ ESTE HOSPITAL REAL DE s. COSME Y S. DAMIAN PARA CURAR A
LOS POBRES ENFERMOS FALTOS DE JUIC IO Y LOS DICHOS REYES RECIBIERON EL
PATRONATO DEL Y LE HICIERON DIFERENTES MERCEDES. Y DICHO AÑO LA SANTIDAD DE
YNOCENCIO III APROBÓ DICHO PATRONATO Y FUNDACIÓN CONCEDIENDO GRANDES HUBILEOS E
YNDULGENCIAS, ASI A LOS QUE VISITASEN DICHO HOSPITAL, COMO A LOS QUE EN EL
MUEREN Y NUESTRO CATOLOLICO REY DON CARLOS II, MOVIDO DE SU CATOLICA PIEDAD,
TAMBIEN LE HA HECHO GRANDES MERCEDES Y EN EL AÑO 1689 NOMBRO POR ADMINISTRADOR
AL LICENCIADO D. SEBASTIAN ARIAS CAPELLAN DE SU SANTA Y REAL CAPILLA DE NUESTRA
SEÑORA DE LOS REYES Y COMISARIO DEL SANTO OFICIO DE LA YNQUISICION. EL CUAL
DESEANDO MAYOR ALIBIO A LOS POBRES LO HA REEDIFICADO A EXPENSAS DE DICHO
HOSPITAL Y RENOBADO LOS PRIVILEGIOS Y CORTAS RENTAS QUE LE HAVIAN QUEDAO SEA
PARA MAYOR GLORIA DE DIOS n.s. Y SU SANTISIMA MADRE. AÑO DE 1696”.
Los motivos de ingresos eran múltiples, como pobres recogidos de la
calle, dementes declarados por la Inquisición, delincuentes de la Cárcel Real, a
solicitud de los propios familiares por la dificultad de convivencia,
prostitutas expulsadas de “Mancebia” por exceso celo profesional o soldados del
ejército que enloquecían.
Las estancias generalmente eran temporales, pero también podían ser
indefinidas hasta su defunción.
Su mantenimiento radicaba en limosnas, donaciones y aportaciones reales
que, a veces, no cubrían las necesidades y provocaban situaciones de penuria. A
principios del siglo XIX se refiere una situación lamentable con un estado
calamitoso de las instalaciones, falta de recursos y amenaza de ruina.
En la obra de Carmen López Alonso “Locura y sociedad sevillana: Historia
del hospital de los Inocentes” se refieren caso concretos y sumamente curiosos.
El cochero que enloqueció y apuñaló a los caballos de su carruaje. Juan
Marza de 36 años de edad ingresado en 1685 a petición de sus padres por “No
mantener vida maridable” a pesar de esta casado. José Sánchez Herrera que
enloqueció al casarse, con veinticuatro años. Luna de los Sntos ingresada en
1703 tras su parto y entrar en depresión por la entrada de los ingleses en el
Puerto de santa María creyéndose mora. José Agustín González que en 1723 se
volvió loco por su exceso de desvelo por la Hermandad de san Andrés y Nuestra
Señora del Socorro que él había fundado. Salomé Urrea asesina extremeña que se
libró del cadalso al ser considerada loca y que después de doce años de ingreso
consiguió fugarse.
Su existencia ha sido inmortalizada por los lienzos de Goya que se duda
si estuvo ingresado en este centro en algún momento de su vida.
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