viernes, 9 de mayo de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Ruta de las Cruces

Compas del convento de Nuestra Señora de la Paz. Hermandad de la Sagrada Mortaja.

A la iglesia se llega pasando previamente por el compás ajardinado del convento, un rincón de paz en el centro de la ciudad, de planta rectangular y con un tramo cubierto a la entrada.

Un rincón único que se hace un lugar de otro mundo cuando, en la ya madrugada del Sábado Santo, se recoge el barroco cortejo de la hermandad penitencial.

Al fondo, en el patio un púlpito de forja del siglo XVIII con una gran cruz de madera y un elevado ciprés que constituye un conjunto de gran belleza.

La cruz posiblemente correspondería a los muchos "carneros" (enterramientos) distribuidos por la ciudad durante la epidemia de peste.

Vista del fondo desde la entrada

Vista diurna desde el tramo cubierto del compas

Vista nocturna desde el tramo cubierto del compas

Detalle del patio

Detalle de la cruz, el pulpito y el pozo

Detalle nocturno de la cruz, el pulpito y el pozo

Detalle de la Cruz

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

Las Piedad de la Hermandad de la Sagrada Mortaja.

Según la leyenda o tradición antigua, a comienzos del siglo XVI, un sujeto que era perseguido por la autoridad judicial se escondió en la iglesia de santa Marina, concretamente en la base de la torre. 

En un hueco encontró un grupo escultórico de una imagen de la Virgen con el hijo muerto en sus brazos, el delincuente le pidió que lo librase de la justicia y consiguiendo su propósito, se le dio la advocación de la “Virgen de la Piedad”.

Esto dio origen a la devoción de la Piedad entre los moradores de aquel lugar, haciendo que estos devotos se agruparan en hermandad de luz (de la que se conocen datos de 1518, merced a escritos como los del abad Gordillo) para rendirle el culto adecuado y propagar su devoción.

Con el paso de los años, en torno a esta imagen se creó una Hermandad de Penitencia, la de la Mortaja. 

A comienzos del siglo XVI, se elaboraron los primeros estatutos, que serían posteriormente aprobados por la autoridad eclesiástica en 1592.

El grupo escultórico salió en el cortejo procesional hasta 1670, año en el que el taller de Pedro Roldan talló el misterio actual. 

Detalle de la Piedad

En 1676 adquirió una capilla en la Iglesia de Santa Marina.  Ante los constantes actos sacrílegos durante la II República y tras el incendio de 1936, la Hermandad se trasladó a la iglesia del antiguo convento de Santa María de la Paz, en la calle Bustos Tavera, donde existe un azulejo que recuerda esta leyenda.

Azulejo en el compás del convento de la Paz