sábado, 29 de octubre de 2022

 ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS DE LAS CALLES DE SEVILLA

Almirante Apodaca

Forma parte de la historia de Sevilla y se incluye en el nomenclátor, porque que vivió en la calle que lleva su nombre tras volver de América donde había sido Capitán General de Cuba y Virrey de Nueva España, posteriormente sería nombrado Virrey de Navarra (1824) y capitán General de la Armada (1830).

Nació en Cádiz, en el seno de una familia de cargadores a Indias con gran tradición en la Marina. Su padre (Tomas Ruiz de Apodaca y López de Letona) era natural de la aldea alavesa de Manurga, en el municipio de Cigoitia y fue Procurador General en Ondátegui y su madre (Eusebia de Eliza y Lasquetti) era gaditana aunque de ascendencia vasca.

Ingresó en la Compañía de Guarda Marinas a los trece años, recibió el bautismo de fuego a bordo del navío San Lorenzo en 1767, cuando tenía 15 años, y a partir de aquí tuvo una brillante carrera militar. 

Ascendió a Alférez de Fragata a los 18 años y Alférez de Navío dos años después. 

En la fragata Industria llevó un cargamento de azogue desde Cádiz a “El Callao” en 1772 realizando varias comisiones en la mar y en tierra, como plantear la Ordenanza de Arsenales en el puerto de Callao.

Retrato del virrey Juan José Ruiz de Apodaca, anónimo. Óleo sobre lienzo. Castillo de Chapultepec. Ciudad de México

Posteriormente, estuvo destinado en Lima y en 1774, en la fragata Águila realizó una larga misión de reconocimiento en las islas del arquipielago de Tahití, levantando planos y preparando un pequeño vocabulario de la lengua de los nativos.

El 16 de septiembre de 1781 ascendió al grado de Capitán de Fragata y en 1783 profesó como Caballero de la Orden de Calatrava, y llegaría a ser Comendador de Ballaca y Algarga, en el municipio de Illana.

El 28 de febrero de 1788 fue ascendido a Capitán de Navío y obtuvo al año siguiente el puesto de Mayor General de la Escuadra de Evoluciones al mando del General Tejada.

Permaneció en la Corte, en Madrid, en distintas Comisiones y en 1970 se trasladó a Tarragona para dirigir la reparación y ampliación del puerto, de acuerdo con los estudios e informes que había elaborado previamente.

El 1 de febrero de 1794 fue nombrado Brigadier y el 2 de octubre de 1802 a Jefe de Escuadra, destinado como jefe al arsenal de la Carraca en Cádiz, y a Teniente General el 23 de agosto de 1809.

En 1812 pasó a la habana como Capitán General y Gobernador de la isla de Cuba y las dos Floridas, donde gobernó durante 5 años con grandes dotes diplomáticas, en relación con los acontecimientos de la época, como los movimientos insurgentes, los intentos de Bolivar de regresar a Venezuela, las invasiones de Texas y la Provincias Externas o la navegación corsaria de la escuadra del Comodoro Aury y de los hermanos Laffite.

En 1816 sustituyó a Félix María Calleja en el Virreinato de Nueva España. En este periodo hizo prisionero a Xavier Mina, que pretendía alentar la insurgencia, en el rancho de Venadito, cerca de Silao, por lo que fue nombrado Conde de Venadito, lo que motivó que a su esposa le pusieran el apodo de “La Venadita”.

Fue Virrey de Navarra desde 1824 a 1826, en que fue nombrado Consejero de Estado, en 1829 recibió la Gran Cruz de Carlos III y en 1830 se le promovió a Capitán General y Director de la Armada.

Juan Ruiz de Apodaca. Antonio María Esquivel. 1834. Museo Naval de Madrid

Tras la muerte del rey Fernando, la Reina Gobernadora le nombró Prócer del Reino, además de Consejero del Supremo de la Guerra y fue elegido Académico Honorario por la Real Academia de Ciencias Naturales.

Falleció en Madrid el 11 de enero de 1835 a la edad de ochenta y un año. 

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