miércoles, 16 de julio de 2025

 AREA DE SAN ROMAN

Hermandad de la Trinidad.

Su nombre completo es el de “Pontificia, Real, Muy Ilustre y Trinitaria Hermandad Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, María Santísima de la Concepción, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Bosco”.

A comienzos del siglo XVI, un grupo de hortelanos estableció una comunidad en el Santuario de María Auxiliadora, sede de la Orden de la Santísima Trinidad. Aunque las primeras reglas conservadas datan de mediados del siglo XVI, existen documentos que sitúan su origen, al menos, en el año 1507.

Las primeras Reglas documentadas en poder de la Hermandad se acabaron de redactar el 12 de julio de 1544 y funcionaron como estatuto interno hasta su definitiva aprobación por el Provisor de Sevilla, el día 18 de mayo de 1555.

El 15 de agosto de 1567, en Capitulo presidido por Fray Cristóbal de Alderete, Maestro de la Santa Teología, Vicario Provincial y Ministro del Monasterio de las Santa Vírgenes Justa y Rufina, de la Orden de la Santísima Trinidad: “cedió a la Hermandad el terreno que ocupa la Capilla y la Casa Hermandad, con la obligación de que en doce años debía labrar la Capilla con buenos cimientos para que si el Convento quisiera edificar sobre ella lo pudiera hacer”.

Existe un expediente que se conserva en el Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla, año de 1806:” Que casi desde el tiempo de la fundación del Real Convento de Trinitarios calzados extramuros de dicha ciudad que cuenta sobre quinientos años de antigüedad, se halla establecida en él la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, Sagrado Decreto y María Santísima de la Esperanza, y es la única que en él existe […]”. Siguiendo a continuación los Capítulos de las Reglas”.

El presente expediente se inicia como consecuencia de la Real Orden que disponía la disolución de las hermandades de carácter gremial, al considerar que esta podría estar incluida bajo dicha categoría por ser comúnmente conocida como la “Hermandad de los Hortelanos”. No obstante, en el transcurso del proceso se acreditó que dicha vinculación gremial había cesado tras la aprobación de sus Reglas por parte del ordinario, el 18 de mayo de 1555. En virtud de esta prueba, la resolución dictada el 22 de octubre de 1806 fue favorable a la Hermandad.

Según Francisco Collantes de Terán Caamaño, en sus Memorias de los Establecimientos de Caridad de Sevilla, Sevilla, 1884-1888, en los siglos XIV y XV existió el Hospital de la Trinidad, atendido por la Cofradía de la Trinidad.

Desde el año 1612, la Hermandad es poseedora de una Bula Pontificia concedida por Paulo V, Pontífice Máximo.

Durante la invasión francesa de Sevilla, las tropas galas se incautaron del convento y debieron trasladarse a la Iglesia parroquial de Santa Lucía. El 1 de mayo de 1819, la Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Ánimas Benditas de esta Iglesia Parroquial de Santa Lucía Mártir acordó en Cabildo acceder a la solicitud presentada por la Hermandad, aceptándola bajo su Patronato y estableciendo con ella una Concordia perpetua. A partir de entonces, quedó incorporada a la citada Hermandad Sacramental, incluyendo desde ese momento en su escudo el Santo Cáliz con la Sagrada Hostia y asumiendo oficialmente el título de Hermandad Sacramental.

Mediante decreto expedido en Madrid el 15 de diciembre de 1819, el Real y Supremo Consejo de Castilla aprobó y confirmó las nuevas Reglas y Estatutos de la Hermandad.

El 19 de junio de 1819, según consta en recibo conservado en el archivo de la Hermandad, Juan de Astorga inició la talla de la imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza, la cual fue concluida el 9 de febrero de 1820.

Con fecha 20 de enero de 1820, Su Majestad el Rey Fernando VII accedió a la petición presentada por la Hermandad, otorgándole el título de "Real" y aceptando el nombramiento como Hermano Mayor Perpetuo.

En 1824, fue admitida por carta de incorporación, a la unión con diversas órdenes religiosas y a los Santos Lugares de Jerusalén

El 16 de marzo de 1826 se incorporó como hermano de esta Hermandad el Eminentísimo y Excelentísimo Señor Don Francisco Javier Cienfuegos y Jovellanos, por la Gracia de Dios, Presbítero Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Arzobispo de esta Ciudad y Prelado Doméstico de Su Santidad. En acto celebrado en el Palacio Arzobispal, ante el Teniente de Hermano Mayor y demás Señores Oficiales, fue declarado Protector nato de la Corporación y de su Real Capilla.

Años más tarde, el miércoles 18 de marzo de 1908, el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Doctor Don Enrique Almaraz y Santos, Presbítero y Arzobispo de esta Diócesis, se incorporó igualmente a esta Real Hermandad, tras bendecir solemnemente la Capilla recién reconstruida. En reconocimiento, fue nombrado Hermano Mayor Honorario.

El 10 de noviembre de 1956 la Hermandad se incorporó oficialmente a la Congregación de los Reverendos Padres Salesianos mediante Carta de Hermandad expedida en Turín.

Posteriormente, el 10 de febrero de 1986, y con la debida autorización del Rvdo. Don Celestino Rivera Aroca, SDB, entonces Inspector Provincial de la Comunidad Salesiana, la Hermandad integró como titular a San Juan Bosco, fundador de la Familia Salesiana.

El 28 de febrero de 2002, el Rvdo. Don Antonio Rodríguez de Rojas, SDB, Director Espiritual de la Hermandad, presidió la Solemne Bendición de la nueva Imagen Titular del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, obra del escultor e imaginero Don Luis Álvarez Duarte. Esta imagen vino a reemplazar a la anterior, realizada por Don Manuel Hernández León.

Ambas sustituyeron a la talla primitiva del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, de autor anónimo, que actualmente se encuentra entronizada en el Oratorio de la Hermandad, ubicado en el Salón de Actos de la Casa Hermandad, pues su estado no recomendaba que siguiera procesionando.

El 10 de junio de 2006, en un Solemne Pontifical celebrado en la Santa Iglesia Metropolitana y Patriarcal Catedral de Sevilla, el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, OFM, llevó a cabo la coronación litúrgica de la Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza.

El 8 de diciembre de 2006, con motivo de la Coronación Canónica de la Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, el Rvdo. Don José Hernández Sánchez, OSST, Ministro General de la Orden de la Santísima Trinidad, concedió a los hermanos de la Hermandad el título de “Bienhechores Insignes de la Familia Trinitaria”, con lo se renovaron los lazos históricos que unen a la Hermandad con la Orden Trinitaria.

El 18 de noviembre de 2007, en Cabildo General Extraordinario, la Hermandad acordó aceptar la solicitud presentada por el cuerpo de la Policía Local del Ayuntamiento de Sevilla, mediante la cual se proponía nombrar a Nuestra Señora de la Esperanza como patrona de dicha institución. Este patronazgo fue ratificado y aprobado de forma definitiva por Su Eminencia Reverendísima, el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, OFM, mediante decreto fechado el 10 de diciembre de 2007.

Las actuales Reglas que rigen la hermandad, adaptadas a las normas diocesanas vigentes, fueron aprobadas por la autoridad eclesiástica en 2010.

El primer paso representa la Trinidad, con Dios Padre, Jesús (hijo) y el Espíritu Santo. Dios, con un triángulo dorado, Jesús portando una cruz y la paloma blanca aparece con potencias sobre un altar dorado. Dios es una talla anónima del siglo XVII, Jesús es de Emilio Pizarro de 1913 y la paloma que simboliza a Dios Espíritu Santo fue tallada por Juan Mayorga en 1995.

El Padre decreta la entrega de su Hijo para que mediante su sacrificio la Humanidad sea redimida. Su mano izquierda, sobre el pecho, en gesto paternal y dolorido. Su mano diestra señala el mundo, a sus pies.

Al lado del Hijo se representa la Sinagoga (es decir, el judaísmo de tiempos de Jesús), bajo la apariencia de mujer madura dormida que denota así el estado de sombras y sueños de la sinagoga, de la que despertará como la Iglesia de Cristo.

Tras la Santísima Trinidad está la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica con los ojos vendados. En el frente, en primer lugar y en su lateral derecho, el Arcángel San Miguel, hiere con una lanza al pecado, representado por un dragón o serpiente bíblica, ambas imágenes son obras de Magaña de1907. Tras él, cuatro Padres de la Iglesia Latina: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo. Entre ellos, figura un pequeño ángel que simboliza el Amor Divino y lanza su dardo al costado de Cristo.

En la parte posterior, y sobre la nube en la que se asienta los Tronos de la Deidad Trina, aparecen dos querubes en actitud de alabanza a Dios. En sus manos uno porta una palma, símbolo de las persecuciones al cristianismo, y el otro una cruz.

El imaginero contemporáneo Antonio J. Dubé de Luque es el director artístico de la armonización del conjunto y quien además realizó entre 1994 y 1999 las figuras de la Fe y los cuatro padres de la Iglesia. La sinagoga dormida es obra de Miguel González (1939), la del Arcángel San Miguel es atribuida al escultor genovés Juan Bautista Petroni y el dragón es anónimo del siglo XVII

Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, en el paso de calvario donde se presenta a Jesús a punto de ser descendido con la ayuda de una escalera en la que se encuentra Nicodemo. Al pie de la cruz están José de Arimatea, el apóstol Juan, la Virgen de la Concepción, María Magdalena, María Cleofás y María Salomé. Las tres últimas sostienen un sudario.

En 1979 la hermandad pidió a Luis Álvarez Duarte y a Luis Ortega Bru bocetos para un crucificado. Ambos elaboraron bocetos de barro pero ninguno fue escogido. Posteriormente, la cofradía contactó con Manuel Hernández León, que realizó el Cristo de las Cinco Llagas en 1981. Sin embargo, sus grandes proporciones (1,80 metros) no armonizaban con el resto de figuras del misterio, y actualmente se encuentra en la iglesia de san Pablo. Al año siguiente, el mismo autor lo sustituyó por otro Crucificado, de factura prácticamente idéntica, pero realizado a una escala inferior (1,65 metros), que se bendijo el 26 de febrero de 1.982. Esta imagen procesionó hasta 2001. No obstante, la obra de Hernández León no terminaba de gustar a toda la corporación y la Hermandad, en cabildo general extraordinario celebrado el 2 de diciembre de 2.001, decidió encomendar la realización de un nuevo Crucificado al renombrado escultor Luis Álvarez Duarte (ver), quien lo concluyó el 17 de febrero de 2.002, con un resultado satisfactorio para la cofradía.

En cuanto a la autoría del resto de imágenes, San Juan es una talla realizada en el primer cuarto del siglo XVII atribuida a Blas Molner. María Salomé es atribuida a Juan de Mesa y María Magdalena es una talla del S. XIX atribuida a Juan Bautista Petroni. María de Cleofás es obra de Ángel Rodríguez Magaña (1924) a partir de un busto anterior y la Virgen de la Concepción fue realizada en el año 1956 por Antonio Bidón. En cuanto a los Santos Varones, José de Arimatea es una obra del S.XVII atribuida a Pedro Roldán y Nicodemo obra anónima del Siglo XVIII.

La imagen de la Virgen de la Esperanza es una imagen de candelero para vestir (1,58 metros), atribuida durante muchos años a Duque Cornejo (ver), hasta que recientemente se constató de manera documental que el escultor Juan de Astorga (ver) contrató su realización en el año 1.819 por la cantidad de 900 reales de vellón, firmando su finalización un año después. Procesionó por primera vez en 1924 en paso de palio.