AREA DE SAN ROMAN
Hermandad de la Trinidad.
Su nombre completo es el
de “Pontificia, Real, Muy Ilustre
y Trinitaria Hermandad Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Sagrado
Decreto de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, María
Santísima de la Concepción, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Bosco”.
A comienzos del
siglo XVI, un grupo de hortelanos estableció una comunidad en el Santuario de
María Auxiliadora, sede de la Orden de la Santísima Trinidad. Aunque las
primeras reglas conservadas datan de mediados del siglo XVI, existen documentos
que sitúan su origen, al menos, en el año 1507.
Las primeras
Reglas documentadas en poder de la Hermandad se acabaron de redactar el 12 de
julio de 1544 y funcionaron como estatuto interno hasta su definitiva
aprobación por el Provisor de Sevilla, el día 18 de mayo de 1555.
El 15 de agosto de 1567, en Capitulo presidido por Fray
Cristóbal de Alderete, Maestro de la Santa Teología, Vicario Provincial y
Ministro del Monasterio de las Santa Vírgenes Justa y Rufina, de la Orden de la
Santísima Trinidad: “cedió a la Hermandad el terreno que ocupa la Capilla y la
Casa Hermandad, con la obligación de que en doce años debía labrar la Capilla
con buenos cimientos para que si el Convento quisiera edificar sobre ella lo
pudiera hacer”.
Existe un
expediente que se conserva en el Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla, año
de 1806:” Que casi desde el tiempo de la fundación del Real Convento de
Trinitarios calzados extramuros de dicha ciudad que cuenta sobre quinientos años de
antigüedad, se halla establecida en él la Hermandad y Cofradía del Santísimo
Cristo de las Cinco Llagas, Sagrado Decreto y María Santísima de la Esperanza,
y es la única que en él existe […]”. Siguiendo a continuación los Capítulos de
las Reglas”.
El presente
expediente se inicia como consecuencia de la Real Orden que disponía la
disolución de las hermandades de carácter gremial, al considerar que esta
podría estar incluida bajo dicha categoría por ser comúnmente conocida como la
“Hermandad de los Hortelanos”. No obstante, en el transcurso del proceso se
acreditó que dicha vinculación gremial había cesado tras la aprobación de sus
Reglas por parte del ordinario, el 18 de mayo de 1555. En virtud de esta
prueba, la resolución dictada el 22 de octubre de 1806 fue favorable a la
Hermandad.
Según Francisco
Collantes de Terán Caamaño, en sus Memorias de los
Establecimientos de Caridad de Sevilla, Sevilla, 1884-1888, en los
siglos XIV y XV existió el Hospital de la Trinidad, atendido por
la Cofradía de la Trinidad.
Desde el año 1612, la Hermandad es poseedora de una
Bula Pontificia concedida por Paulo V, Pontífice Máximo.
Durante
la invasión francesa de Sevilla, las tropas galas se incautaron del convento y
debieron trasladarse a la Iglesia parroquial
de Santa Lucía. El 1 de mayo de 1819, la Ilustre Hermandad del
Santísimo Sacramento y Ánimas Benditas de esta Iglesia Parroquial de Santa
Lucía Mártir acordó en Cabildo acceder a la solicitud presentada por la
Hermandad, aceptándola bajo su Patronato y estableciendo con ella una Concordia
perpetua. A partir de entonces, quedó incorporada a la citada Hermandad
Sacramental, incluyendo desde ese momento en su escudo el Santo Cáliz con la
Sagrada Hostia y asumiendo oficialmente el título de Hermandad Sacramental.
Mediante
decreto expedido en Madrid el 15 de diciembre de 1819, el Real y Supremo
Consejo de Castilla aprobó y confirmó las nuevas Reglas y Estatutos de la
Hermandad.
El 19 de junio
de 1819, según consta en recibo conservado en el archivo de la Hermandad, Juan
de Astorga inició la talla de la imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza,
la cual fue concluida el 9 de febrero de 1820.
Con fecha 20 de
enero de 1820, Su Majestad el Rey Fernando VII accedió a la petición presentada
por la Hermandad, otorgándole el título de "Real" y aceptando el
nombramiento como Hermano Mayor Perpetuo.
En 1824, fue admitida por carta
de incorporación, a la unión con diversas órdenes religiosas y a los Santos
Lugares de Jerusalén
El 16 de
marzo de 1826 se incorporó como hermano de esta Hermandad el Eminentísimo y
Excelentísimo Señor Don Francisco Javier Cienfuegos y Jovellanos, por la Gracia
de Dios, Presbítero Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Arzobispo de esta
Ciudad y Prelado Doméstico de Su Santidad. En acto celebrado en el Palacio
Arzobispal, ante el Teniente de Hermano Mayor y demás Señores Oficiales, fue
declarado Protector nato de la Corporación y de su Real Capilla.
Años más tarde,
el miércoles 18 de marzo de 1908, el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Doctor
Don Enrique Almaraz y Santos, Presbítero y Arzobispo de esta Diócesis, se
incorporó igualmente a esta Real Hermandad, tras bendecir solemnemente la
Capilla recién reconstruida. En reconocimiento, fue nombrado Hermano Mayor
Honorario.
El 10 de
noviembre de 1956 la Hermandad se incorporó oficialmente a la Congregación de
los Reverendos Padres Salesianos mediante Carta de Hermandad expedida en Turín.
Posteriormente,
el 10 de febrero de 1986, y con la debida autorización del Rvdo. Don Celestino
Rivera Aroca, SDB, entonces Inspector Provincial de la Comunidad Salesiana, la
Hermandad integró como titular a San Juan Bosco, fundador de la Familia
Salesiana.
El 28 de
febrero de 2002, el Rvdo. Don Antonio Rodríguez de Rojas, SDB, Director
Espiritual de la Hermandad, presidió la Solemne Bendición de la nueva Imagen
Titular del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, obra del escultor e imaginero
Don Luis Álvarez Duarte. Esta imagen vino a reemplazar a la anterior, realizada
por Don Manuel Hernández León.
Ambas sustituyeron a la talla primitiva del Santísimo
Cristo de las Cinco Llagas, de autor anónimo, que actualmente se encuentra
entronizada en el Oratorio de la Hermandad, ubicado en el Salón de Actos de la
Casa Hermandad, pues su estado no recomendaba
que siguiera procesionando.
El 10 de junio
de 2006, en un Solemne Pontifical celebrado en la Santa Iglesia Metropolitana y
Patriarcal Catedral de Sevilla, el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal
Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, OFM, llevó a cabo la
coronación litúrgica de la Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza.
El 8 de
diciembre de 2006, con motivo de la Coronación Canónica de la Imagen de Nuestra
Señora de la Esperanza, el Rvdo. Don José Hernández Sánchez, OSST, Ministro
General de la Orden de la Santísima Trinidad, concedió a los hermanos de la
Hermandad el título de “Bienhechores Insignes de la Familia Trinitaria”, con lo
se renovaron los lazos históricos que unen a la Hermandad con la Orden
Trinitaria.
El 18 de noviembre
de 2007, en Cabildo General Extraordinario, la Hermandad acordó aceptar la
solicitud presentada por el cuerpo de la Policía Local del Ayuntamiento de
Sevilla, mediante la cual se proponía nombrar a Nuestra Señora de la Esperanza
como patrona de dicha institución. Este patronazgo fue ratificado y aprobado de
forma definitiva por Su Eminencia Reverendísima, el Cardenal Arzobispo de
Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, OFM, mediante decreto fechado el 10 de
diciembre de 2007.
Las actuales Reglas que rigen la
hermandad, adaptadas a las normas diocesanas vigentes, fueron aprobadas por la
autoridad eclesiástica en 2010.
El primer paso representa la Trinidad, con Dios Padre, Jesús (hijo) y el Espíritu Santo.
Dios, con un triángulo dorado, Jesús portando una cruz y la paloma blanca
aparece con potencias sobre un altar dorado. Dios es una talla anónima del
siglo XVII, Jesús es de Emilio
Pizarro de 1913 y la paloma que simboliza a Dios Espíritu Santo fue tallada por
Juan Mayorga en 1995.
El Padre
decreta la entrega de su Hijo para que mediante su sacrificio la Humanidad sea
redimida. Su mano izquierda, sobre el pecho, en gesto paternal y dolorido. Su
mano diestra señala el mundo, a sus pies.
Al lado del Hijo se representa
la Sinagoga (es decir, el judaísmo de tiempos de Jesús), bajo la
apariencia de mujer madura dormida que denota así el estado de sombras y sueños
de la sinagoga, de la que despertará como la Iglesia de Cristo.
Tras la Santísima Trinidad está
la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica con los ojos
vendados. En el frente, en primer lugar y en su lateral derecho, el Arcángel
San Miguel, hiere con una lanza al pecado, representado por un dragón o
serpiente bíblica, ambas imágenes son obras de Magaña de1907. Tras él,
cuatro Padres de la Iglesia Latina: San Gregorio, San Ambrosio, San
Agustín y San Jerónimo. Entre ellos, figura un pequeño ángel que simboliza el
Amor Divino y lanza su dardo al costado de Cristo.
En la parte posterior, y sobre
la nube en la que se asienta los Tronos de la Deidad Trina, aparecen dos
querubes en actitud de alabanza a Dios. En sus manos uno porta una palma,
símbolo de las persecuciones al cristianismo, y el otro una cruz.
El imaginero contemporáneo
Antonio J. Dubé de Luque es el director artístico de la armonización del
conjunto y quien además realizó entre 1994 y 1999 las figuras de la Fe y los
cuatro padres de la Iglesia. La sinagoga dormida es obra de Miguel González
(1939), la del Arcángel San Miguel es atribuida al escultor genovés Juan
Bautista Petroni y el dragón es anónimo del siglo XVII.
Santísimo
Cristo de las Cinco Llagas,
en el paso de calvario donde se presenta a Jesús a
punto de ser descendido con la ayuda de una escalera en la que se
encuentra Nicodemo. Al pie de la cruz están José de Arimatea,
el apóstol Juan, la Virgen de la Concepción, María Magdalena, María
Cleofás y María Salomé. Las tres últimas sostienen un sudario.
En 1979 la hermandad pidió
a Luis Álvarez Duarte y a Luis Ortega Bru bocetos para un
crucificado. Ambos elaboraron bocetos de barro pero ninguno fue escogido.
Posteriormente, la cofradía contactó con Manuel Hernández León, que
realizó el Cristo de las Cinco Llagas en 1981. Sin embargo, sus grandes
proporciones (1,80 metros) no armonizaban con el resto de figuras del misterio,
y actualmente se encuentra en la iglesia de san Pablo. Al año siguiente, el
mismo autor lo sustituyó por otro Crucificado, de factura prácticamente
idéntica, pero realizado a una escala inferior (1,65 metros), que se bendijo el
26 de febrero de 1.982. Esta
imagen procesionó hasta 2001. No obstante, la obra de Hernández León no
terminaba de gustar a toda la corporación y la Hermandad, en cabildo general extraordinario celebrado el
2 de diciembre de 2.001, decidió encomendar la realización de un nuevo
Crucificado al renombrado escultor Luis Álvarez Duarte (ver), quien
lo concluyó el 17 de febrero de 2.002, con un resultado satisfactorio para la cofradía.
En cuanto a la autoría del
resto de imágenes, San Juan es una talla realizada en el primer cuarto del
siglo XVII atribuida
a Blas Molner. María Salomé es atribuida a Juan de Mesa y María Magdalena
es una talla del S. XIX atribuida a Juan Bautista Petroni. María de Cleofás es
obra de Ángel Rodríguez Magaña (1924) a partir de un busto anterior y la Virgen
de la Concepción fue realizada en el año 1956 por Antonio Bidón. En cuanto a
los Santos Varones, José de Arimatea es una obra del S.XVII atribuida a Pedro
Roldán y Nicodemo obra anónima del Siglo XVIII.
La imagen de la Virgen de la Esperanza es una imagen de candelero para vestir (1,58 metros), atribuida durante muchos años a Duque Cornejo (ver), hasta que recientemente se constató de manera documental que el escultor Juan de Astorga (ver) contrató su realización en el año 1.819 por la cantidad de 900 reales de vellón, firmando su finalización un año después. Procesionó por primera vez en 1924 en paso de palio.