ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA
Sepultura de la plaza de san Gil
La leyenda refiere que el cura de la parroquia de san Gil, el arcediano Jofre Díaz de Astorga, se negó a dar sepultura a un feligrés de familia tan pobre que no podían pagar la ceremonia del entierro ni la sepultura.
Arcediano Jofre Díaz de Astorga
Enterado el rey Pedro I “El justiciero” mandó al cura abrir una fosa y que en ella fuese enterrado vivo.
Un Cruz de hierro sobre un pedestal de ladrillo, hoy desaparecida, existiría en la plaza de san Gil recordando esta leyenda.
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