AREA DE MACARENA-SAN LUIS-SAN JULIAN
Puerta de la Macarena.
En la época romana, entre los años 65 y 68 antes de Cristo, Julio César, mandó sustituir la muralla de madera y barro por una
de piedra y añadió las puertas que daban acceso a Hispalis y los torreones
de vigilancia del exterior de las murallas. Más tarde, en relación con el crecimiento de la
población, las murallas sufrieron numerosas reformas y ampliaciones durante la dominación romana de Sevilla.
En el año 913, durante el emirato omeya el califa Abderramán III mandó destruir
las murallas de Isbiliya para
evitar los conatos de secesión contra
Córdoba, capital de al-Andalus.
Pero, durante el imperio Almohade la muralla de Isbiliya se
fortalecieron para prevenir los ataques
de los cristianos del norte de España.
En el año 1.023 el primer rey de Sevilla, reformó la nueva muralla con una dimensión de siete kilómetros con 166 torreones, 13 puertas y 6 postigos.
La demolición de las diversas puertas y tramos de la
muralla hispalense transcurrió durante quince años, comenzando en 1858 y en la actualidad solo se conservan el arco del Postigo del Aceite, la puerta de la Macarena y la puerta de Córdoba, que es
la única que conserva su aspecto original almorávide, así como
el tramo de muralla con sus ocho torres entre la Macarena y la Puerta de
Córdoba, que en 1908 fueron declaradas Bien de Interés Cultural, en la categoría de
monumento.
La Puerta de la Macarena es la situada más al norte, en la embocadura de la calle
San Luis y su cruce con Resolana. Esta vía
era la prolongación natural a extramuros del Cardo Máximo de la Híspalis romana, en su conexión con Ilipa Magna (Alcalá del Rio), con indicios arqueológicos
constatados del siglo I d.C. en adelante.
Tras la Reconquista fue la
entrada habitual de los reyes, en ella juraban sus privilegios y se les
entregaba las llaves de la ciudad, para dirigirse hacia el Alcázar. Así sucedió
con Alfonso XI en 1327, Isabel I de Castilla en 1477, Fernando II de Aragón con
Germana de Foix en 1508, su nieto el Emperador Carlos I para su boda real con
Isabel de Portugal en 1526 y Felipe IV en 1624.
Anteriormente era
conocida como “Puerta del Campo”, y constituía la entrada de Extremadura y del
comercio del vino.
Su nombre
actual es conocido desde el siglo XIII, con diversas teorías sobre su origen.
Se le puede atribuir un origen
griego por Macaria, hija de Hércules, el fundador de la ciudad.
Algunos
historiadores, en base a cuestiones filológicas, sostienen que la denominación
podría provenir del nombre latino Macarius, dueño de una villa en las
proximidades de Hispalis.
La más aceptada parece ser la de
un rico hacendado árabe llamado Maqrana, que tenía grandes propiedades al norte
de la ciudad, pero también se cita a una princesa musulmana, que vivía cerca
de la muralla.
Es la
puerta mayor de todo el antiguo recinto murado. Se corresponde a la reforma
realizada por el sultán Ali Ibn Yusuf en el siglo XII, ante la amenaza del avance
de las tropas cristianas, tras el triunfo de las Navas de Tolosa.
La
puerta original almorávide posiblemente sería en recodo con doble puerta. Debió
ser fuertemente fortificada en la época almohade, y aunque se desconoce con
exactitud su aspecto original, pudo existir una barbacana
que, atravesado su acceso almenado, daría a un espacio delimitado por ésta y la
propia muralla, lugar en el que habría dos arcos entre los que se alzaban dos
torres y, a su vez, entre ellas, se abríria una gran puerta dentro de la cual
habría una plaza cuadrada y una puerta más que daría acceso a la ciudad. Esta
descripción es la que hace Luis Peraza en su "Historial de la imperial
ciudad de Sevilla", citado por Daniel Jiménez Maqueda en el estudio que de
esta puerta hace en un artículo llamado "La Puerta de la Macarena. Un
ejemplo de dispositivo poliorcético almohade en la muralla almorávide de
Sevilla".
Evidentemente,
esta morfología facilitaba la defensa de la ciudad, ya que los atacantes tenían
que superar varias puertas sucesivas, mientras podían ser hostigados desde la
parte superior de las murallas.
En la década de
1560, en tiempos de Felipe II, fue reformada por Hernán Ruiz, que eliminó la
barbacana y el acceso en recodo y la dotó de inscripciones y el escudo con las
armas de la ciudad en su cara interna, y el de las armas reales en la externa.
En 1588,
aparece registrada una nueva intervención a nombre de Lorenzo de Oviedo para
ensanchar su arco.
Asimismo,
también destacan las obras realizadas en el año 1723 por orden del alcalde
Alonso Pérez de Saavedra y Narváez, conde de la Jarosa, y en 1795, dirigidas
por el arquitecto municipal José Chamorro y que le dieron la configuración
actual, desapareciendo las antiguas inscripciones y los escudos, y componiendo
un aspecto torreado con sendos elementos simétricos a ambos lados.
En el
año 1836 se hicieron en esta Puerta algunas obras defensivas, que comenzaron el
29 de septiembre, a consecuencia de que la división carlista al mando de su
jefe Gómez invadió Andalucía. Dichas obras consistieron en un gran foso con
parapeto y puente levadizo.
Con el
derribo del tramo de muralla que la unía con la Puerta de la Barqueta (iniciado en el
siglo XIX), iría adquiriendo la configuración de arco monumental que vemos hoy
día, con un único espacio en el que se fusionan las calles históricamente
separadas por la cerca.
En 1922 se añadió en su
frontón extramuros, por suscripción popular, el mosaico de la Virgen de
la Esperanza Macarena, obra de Manuel Rodríguez y Pérez
de Tudela, que fue descubierto 7 de Mayo de 1923 por S.A.R Dª
María Esperanza de Borbón y Orleans.
En
torno al año 1920. Aún no estaba radicado en el
ático el retablo cerámico que con la Virgen de la Esperanza (CC BY 3.0)
Inauguración del retablo (CC BY 3.0)
Durante la Republica fue objeto de afectación por la
artillería.
En el año 1941 se construyó a su lado la Basílica y
sede de la Hermandad de la Esperanza Macarena.
Entre 1984 y 1988 se efectuó una rehabilitación
integral de las murallas bajo la dirección del arquitecto José García-Tapial y
del aparejador Cabeza Méndez, y entre 1997 y 1998 se realizaron trabajos de
consolidación y restauración estructural, rebajando la clave del arco, bajo la
dirección de Alfonso Macías Rodríguez.
La ultima restauración realizada entre 2021 y 2022 ha permitido descubrir elementos de distintas épocas como policromías y esgrafiados en tono ocre, rojo, almagro y negro.
Dentículos de la
cornisa decorados en almagra.
Uno de los
hallazgos más notables ha sido una antigua cámara del cuerpo de guardia de la
muralla hallada en el interior izquierdo del Arco, con un banco corrido, restos
cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales.
Esta cámara era el refugio de los guardas que controlaban las
entradas y salidas de personas y géneros, ya que en estos puntos se cobraba el
impuesto sobre determinados bienes de consumo, conocido de antiguo como
“portazgo” y más recientemente como “fielato”.
Como resultado de estos trabajos
de restauración, el Arco de la Macarena, mantiene su actual
configuración, con un gran arco enmarcado por pilatrones y rematado por
jarrones, y además de consolidarse y
rehabilitarse, ha recuperado sus colores originales, con predominio del color
ocre y la presencia del almagro en cornisas y molduras.
Aspecto actual con la Basílica de la Macarena
En el tímpano
se encuentra el azulejo que representa a la Virgen de la Esperanza Macarena, en
el que se lee ''Esperanza
nuestra, Ella es Tabernáculo de Dios y Puerta del Cielo'',
flanqueado por los escudos de España, Sevilla y la Hermandad de la Macarena.
Detalle de la parte superior del arco
Detalle del tímpano
Presenta cinco lápidas
incrustadas. La más antigua data del año 1650 y en ella se hace referencia a una
provisión de 1630 sobre la actividad de los guardas, a quienes se les prohíbe
salir a los caminos y apartarse de las puertas que deben vigilar. Otras tres
son conmemorativas de las restauraciones de 1723, 1795 y 1998. Por último, una
en la que se deja constancia del día en que se celebró la colocación del
retablo (27 de mayo de 1923), siendo éste descubierto por Doña María de la
Esperanza de Borbón y Orleans.
Provisión de 1630
sobre la actividad de los guardas
“POR
PROVISIÓN DEL REY NUESTRO SEÑOR, DE 20 DE OCTUBRE DE 1630, SE PROHÍBE A LOS
GUARDAS DE TODOS LOS JUZGADOS, COMISIONES Y RENTAS, SALIR A LOS CAMINOS Y CAMPO
AL USO DE SUS OFICIOS; MÁNDASELES NO SE APARTEN DE LAS PUERTAS DE ESTA CIUDAD,
CUYO CASTIGO ESTÁ COMETIDO PRIVATIVAMENTE. AL SEÑOR ASISTENTE. SEVILLA MANDÓ
ESCRIBIRLO PARA SU OBSERVACIÓN. DIPUTADO DON FERNANDO DE ULLOA, 24”
Restauración de 1723
REINANDO
EL MUY PODEROSO SEÑOR DON FELIPE QUINTO Y SIENDO ASISTENTE DE ESTA CIUDAD EL
SEÑOR DON ALONSO PEREZ NARVAEZ DE SAABEDRA, CONDE DE LA JAROSA, SUPERINTENDENTE
GENERAL DE TODAS RENTAS REALES. SEVILLA, POR SU ACUERDO MANDÓ RENOVAR ESTA
PUERTA SIENDO SU PROCURADOR MAYOR EL SEÑOR DON MIGUEL DE JÁUREGUI Y GUZMÁN,
GENTIL HOMBRE DE CÁMARA DE SU MAGESTAD, MARQUÉS DE GANDUL, SEÑOR DE MARCHENILLA, Y DIPUTADOS
DE PROPIOS LOS SEÑORES DON NICOLÁS TERCER MESIA Y COLLADO, Y DON PEDRO CARREÑO
MEDINA CABEZA DE VACA, Y 24 DON JUAN DE ESCOBAR Y CASTRO, JURADO DE ESTA
CIUDAD. AÑO DE 1723
Restauración de 1795
“REINANDO
EN ESPAÑA LA CATOLICA MAGESTAD DEL SEÑOR DON CARLOS IV. SIENDO ASISTENTE DE
ESTA CIUDAD EL SEÑOR SON GERÓNIMO UZTARIZ TOVAR Y PACHECO, MARQUÉS DE UZTARIZ E
INTENDENTE DE LOS CUATRO REINOS DE ANDALUCÍA Y DIPUTADOS LOS SEÑORES DON JUAN
FRANCISCO DE TOVAR Y ABALIENDA, 24 DE SEVILLA Y ALCAIDE DEL CASTILLO Y
FORTALEZAS DE LA VILLA DE ENCINASOLA, OBRERO MAYOR, Y DON AGUSTÍN DE CAMPOS,
DIPUTADO DEL COMÚN, SE REEDIFICÓ ESTA PUERTA Y SE HIZO TODA ESTA OBRA, QUE
DIRIGIÓ EL MAESTRO MAYOR Y EL ARQUITECTO DE LA CIUDAD DON JOSÉ ECHAMORRO EN
ESTE AÑO DEL SEÑOR DE 1795”
Restauración de 1998
Celebración de la
colocación del retablo a la Virgen de la Esperanza Macarena
“EL
DOMINGO 27 DE MAYO DEL AÑO DE GRACIA DE 1923 TOMÓ POSESIÓN SOLEMNE DE ESTE ARCO
DE LA MACARENA LA QUE ES SU HIJA DEL ETERNO PADRE, MADRE DEL VERBO DIVINO,
ESPOSA INMACULADA DEL ESPÍRITU SANTO, AMOR DE LOS AMORES DE SEVILLA Y ESPERANZA
ÚNICA DE LOS MORTALES. S.A.R., LA SERENÍSIMA SEÑORA PRINCESA DOÑA MARÍA DE LA
ESPERANZA DE BORBÓN Y ORLEANS, SE DIGNÓ DESCUBRIR ESTE RETABLO, OBRA ARTÍSTICA
DEL MAESTRO RODRÍGUEZ Y PÉREZ DE TUDELA, CONSAGRADO A LA SEÑORA POR EL FERVOR
DE SU COFRADÍA Y COSTEADO POR LA GENEROSIDAD DE SUS HIJOS. A.M.D.G. ET B.V.M.I.
(AD MAIOREM DEI GLORIAM [para mayor gloria de Dios] et BEATA VIRGO MARIA
[Bendita Virgen María] I [Inmaculata])
En el interior izquierdo se puede contemplar la “cámara del cuerpo de guardia de la muralla”, protegida por un cristal de seguridad.
Cámara del cuerpo de guardia
Y en los laterales, unos canales en las jambas para
acomodar dos tablones de madera que se rellenaban y se calafateaban para luchar
contra las subidas de agua en las riadas del
Guadalquivir, evitando
que el agua irrumpiera en la ciudad .
Hendidura para colocar los tablones de protección
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