AREA DE SANTA CRUZ
Casa Olea
Coautor: Saturnino García Jaén
Tras los muros
del número diez de la calle Guzmán el Bueno, muy próximo a la parroquia de
Santa Cruz, se esconden los restos de una ilustre casa sevillana.
Sólo quedan dos
estancias de la primitiva construcción, pero se trata de uno de los más
destacados ejemplos de arquitectura islámica de la ciudad, con semejanza con el
palacio del rey Pedro I del Real Alcázar
Actualmente es un
centro de educación infantil y hogar de San José de la Montaña.
La vivienda
cuenta con importantes transformaciones realizadas en los siglos XVI, XVIII y
XIX, pero sus arcos de herradura, alfarjes, zócalos de azulejos, portadas y sus
impresionantes yeserías, son típicamente islamicas.
Según el
arquitecto Honorio Aguilar, experto en arquitectura mudéjar: "Parece ser
que es de la segunda mitad del siglo XIV. De esta época quedan en la planta
baja el gran salón, hoy convertido en capilla, y el dormitorio de las niñas.
Posteriormente, se hacen reformas utilizando el lenguaje mudéjar".
Pero, estudios mas
recientes realizados por el profesor Corzo, parecen atribuirlo a una etapa muy
anterior remontándose al siglo XI, época de Al Mutamid.
Puede tratarse del alcázar
más antiguo de la ciudad, vinculado con el sector de la primitiva mezquita
aljama, actual parroquia del salvador.
Tras una portada con una
gran reja de forja se accede al apeadero con una magnifica lámpara en sus extremo.
Desde la esquina izquierda
del apeadero se pasa a un salón, con un rico artesonado, previo patio, de planta cuadrada, y desde
este, por una sencilla escalera se pasa a la planta superior.
El salón, actualmente
reconvertido en Capilla Cristiana, está rodeado por anchos muros y esta abrazado
por dos crujías, una de las cuales cuenta con un artesonado medieval pintado
con motivos heráldicos y vegetales.
Destacan los azulejos de
ruedas de lazo y las yeserías con decoración de ataurique, inscripciones
cúficas y veneras en el intradós del arco, así como los paños de Skeda.
Arco interior con paños de Sebka
La cúpula posiblemente se
incorporó en el siglo XIX y la original tendría mayor entidad, con mocárabes.
Al fondo un crucifijo
como altar mayor
Magnífico documento fotográfico y descripción.
ResponderEliminarMe ha encantado , gracias por enseñarnos y poder apreciar, tesoros como estos que tenemos en Sevilla.
ResponderEliminarVaya sorpresa!! Siempre habia pensado que era una arquitectura romantica del siglo XIX
ResponderEliminarBuenas fotos.
ResponderEliminarCerámica y techos interesantes.
Sería bonito visitarlo..
Nos deja con la miel en los labios
Una descripción muy técnica y bien documentada. Las fotos de muy buena calidad son de apoyo fundamental para la descripción aportada. Enhorabuena!!!
ResponderEliminarOtro de tus espléndidos reportajes, a los que nos tienes ya acostumbrados, por su calidad en la información histórica, técnica y fotográfica (sello de la casa), que nos descubre las riquezas y rincones hermosos de nuestra ciudad, muchas veces ocultos para nosotros y que tú nos revela...
ResponderEliminar! Enhorabuena, muchas gracias y a esperar el próximo!
Un trabajo muy documentado, con fotos muy ilustrativas. Independientemente de la arquitectura, muy reformada, me llaman más la atención las yeserias (que parecen originales, o más antiguas), los azulejos y los artesonados. Ánimo, sigue adelante con esta nueva afición, tan enriquecedora.
ResponderEliminarMagnífico trabajo éste, que nos acerca a todos los sevillanos, una pequeñísima parte de nuestra historia, tan bonita, y a la vez tan desconocida, desgraciadamente por gran número de los habitantes de esta ciudad. Jose Reyes.
ResponderEliminarMagnifico documento escrito y gráfico.
ResponderEliminarConocía la casa pero desconocía la gran riqueza que contiene en su interior.
Este blog me está enseñando muchos aspectos muy interesantes sobre la historia de Sevilla.
Pablo
ResponderEliminarHe pasado cientos de veces por su puerta y no me podía imaginar que tras ella hubiera tanta riqueza histórica. Gracias Andrés por tu aportación con tanta riqueza de imágenes
EliminarNo conocía esta casa Olea, como tantas cosas que tiene esta Sevilla tan deslumbrante. La semejanza con el Alcázar es, más que evidente. El artesonado del salón previo al patio, es realmente hermoso por su sobriedad. Me sobran los enanitos. Gracias amigo Andrés por hacernos partícipe de estas maravillas.
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