RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escultores
Juan Giralte.
Juan Giralte
fue uno de los muchos escultores flamencos que, atraídos por el auge del arte
sacro en la Península Ibérica, se trasladaron desde Flandes al reino de
Castilla durante el siglo XVI. Su llegada se vio favorecida por las sólidas
relaciones políticas y económicas entre ambos territorios. Como otros artistas
de su tiempo, encontró en Andalucía un terreno fértil para desarrollar su
labor, especialmente en la realización de retablos y esculturas religiosas.
Poco se sabe de
su vida personal, pues la documentación conservada se limita a su actividad
profesional en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XVI. Su estilo se
inscribe en el manierismo, corriente artística que precedió y allanó el camino
al barroco español. Giralte desarrolló una destacada trayectoria como
entallador y maestro escultor de retablos.
En febrero de
1561, tras la muerte del escultor Roque Balduque (ver), su viuda
encomendó a Juan Giralte la finalización de las obras que su esposo había
dejado incompletas.
Entre 1559 y
1562, participó en la ejecución de dos de las quince esculturas que integran el
Tenebrario, gran candelabro utilizado en el oficio de Tinieblas, de la Catedral
de Sevilla. Este ambicioso proyecto, diseñado por el orfebre Bartolomé Morel,
fue compartido con otro destacado escultor del momento: Juan Bautista Vázquez
el Viejo (ver).
El 26 de
septiembre de 1562, firmó contrato para la elaboración del retablo de la
Redención en la iglesia de Santa Catalina de Aracena, confirmando su prestigio
como maestro entallador.
Dos años
después, en 1564, realizó una imagen de San Sebastián destinada a la iglesia de
Jimena de la Frontera.
El 2 de enero
de 1565 acordó con Gonzalo de León la creación de una escultura, en bulto
redondo, de Cristo atado a la columna (ver). Esta pieza, tallada en
madera de cedro y policromada, mide 1,75 metros de altura y representa a Cristo
en el momento previo a la flagelación.
En septiembre
de 1571, Pedro Gutiérrez le encargó, por medio de subcontrato, la ejecución de
dos pares de puertas y ventanas para la sala capitular alta de la Catedral de
Sevilla, con un plazo de entrega de dos meses.
La última
referencia documentada sobre Giralte data del 19 de julio de 1574. Ese día se
menciona que el escultor Enrique Suiste asumió la finalización del retablo de
la iglesia de San Martín de Bollullos de la Mitación, debido a la grave
enfermedad de Giralte, quien probablemente falleció poco tiempo después.
Entre
sus obras hoy desaparecidas figuran un retablo dedicado a la Inmaculada
Concepción, encargado por Pedro de Morga, recaudador del Santo Oficio, y un
crucifijo para el altar mayor de la iglesia de San Vicente, concluido el 8 de
noviembre de 1561.
Aunque parte de su producción no ha llegado hasta nuestros días, la obra de Juan Giralte desempeñó un papel clave en la transición del manierismo al primer barroco sevillano. Su influencia flamenca marcó profundamente el desarrollo del arte sacro andaluz del siglo XVI.
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