lunes, 21 de julio de 2025

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escultores

Juan Giralte.

Juan Giralte fue uno de los muchos escultores flamencos que, atraídos por el auge del arte sacro en la Península Ibérica, se trasladaron desde Flandes al reino de Castilla durante el siglo XVI. Su llegada se vio favorecida por las sólidas relaciones políticas y económicas entre ambos territorios. Como otros artistas de su tiempo, encontró en Andalucía un terreno fértil para desarrollar su labor, especialmente en la realización de retablos y esculturas religiosas.

Poco se sabe de su vida personal, pues la documentación conservada se limita a su actividad profesional en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XVI. Su estilo se inscribe en el manierismo, corriente artística que precedió y allanó el camino al barroco español. Giralte desarrolló una destacada trayectoria como entallador y maestro escultor de retablos.

En febrero de 1561, tras la muerte del escultor Roque Balduque (ver), su viuda encomendó a Juan Giralte la finalización de las obras que su esposo había dejado incompletas.

Entre 1559 y 1562, participó en la ejecución de dos de las quince esculturas que integran el Tenebrario, gran candelabro utilizado en el oficio de Tinieblas, de la Catedral de Sevilla. Este ambicioso proyecto, diseñado por el orfebre Bartolomé Morel, fue compartido con otro destacado escultor del momento: Juan Bautista Vázquez el Viejo (ver).

El 26 de septiembre de 1562, firmó contrato para la elaboración del retablo de la Redención en la iglesia de Santa Catalina de Aracena, confirmando su prestigio como maestro entallador.

Dos años después, en 1564, realizó una imagen de San Sebastián destinada a la iglesia de Jimena de la Frontera.

El 2 de enero de 1565 acordó con Gonzalo de León la creación de una escultura, en bulto redondo, de Cristo atado a la columna (ver). Esta pieza, tallada en madera de cedro y policromada, mide 1,75 metros de altura y representa a Cristo en el momento previo a la flagelación.

En septiembre de 1571, Pedro Gutiérrez le encargó, por medio de subcontrato, la ejecución de dos pares de puertas y ventanas para la sala capitular alta de la Catedral de Sevilla, con un plazo de entrega de dos meses.

La última referencia documentada sobre Giralte data del 19 de julio de 1574. Ese día se menciona que el escultor Enrique Suiste asumió la finalización del retablo de la iglesia de San Martín de Bollullos de la Mitación, debido a la grave enfermedad de Giralte, quien probablemente falleció poco tiempo después.

Entre sus obras hoy desaparecidas figuran un retablo dedicado a la Inmaculada Concepción, encargado por Pedro de Morga, recaudador del Santo Oficio, y un crucifijo para el altar mayor de la iglesia de San Vicente, concluido el 8 de noviembre de 1561.

Aunque parte de su producción no ha llegado hasta nuestros días, la obra de Juan Giralte desempeñó un papel clave en la transición del manierismo al primer barroco sevillano. Su influencia flamenca marcó profundamente el desarrollo del arte sacro andaluz del siglo XVI.

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